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sábado, 21 de marzo de 2009

China no salvará la crisis

China no salvará la crisis

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Pekín. El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano José Angel Gurría, descartó hoy que India y China puedan por sí solos reflotar la economía mundial, pese a encabezar el crecimiento.

“Aunque India y China sean las locomotoras de la economía mundial por sus índices de crecimiento, las demás economías como Estados Unidos, Europa o Japón no se recuperarán tan pronto”, dijo Gurría.

El responsable de la OCDE, ex canciller mexicano y ex ministro de Hacienda, presentó este viernes en Pekín una serie de informes sobre la economía china y el impacto de la desaceleración mundial en ésta.

“Prevemos un crecimiento de China de entre el 6.0 y el 7.0 por ciento”, declaró Gurría, advirtiendo que el gigante asiático necesita un gran dinamismo económico para crear el empleo que rebaje la tensión social.

Al menos 20 millones de trabajadores inmigrantes perdieron sus empleos a causa de la caída de la demanda mundial, que afectó gravemente a las exportaciones chinas.

“China necesita crecer a velocidad de crucero para poder responder a las necesidades de su ingente mercado laboral”, estimó Gurría, quien pidió mayor rol para el gigante asiático en organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“El principal riesgo para la economía china está en el campo”, subrayó la fuente.

“Soy mexicano y sé lo que significa la relación entre el trabajo y los inmigrantes. La crisis tiene un impacto en la pérdida de empleos entre los inmigrantes chinos del campo”, tras estimar que la crisis actual es una crisis del empleo.

“La crisis comenzó en el área financiera y se transformó en una económica. Hoy hablamos de una crisis del empleo”, opinó.

El Banco Mundial pronosticó un crecimiento del 6.5 por ciento para el gigante asiático en 2009, una cifra dos puntos y medio por debajo del 9.0 por ciento cosechado en 2008 y la mitad del 13.0 por ciento de 2007.

Las autoridades chinas adoptaron a principios de noviembre un plan de estímulo económico valorado en cuatro billones de yuanes (590 mil millones de dólares) para estimular la economía.

El Gobierno chino busca de esta forma mitigar el impacto social que puede tener la pérdida masiva de empleos en el sur y este del país, donde se concentran los polos industriales y donde vive buena parte de los 130 millones de trabajadores inmigrantes rurales.

La OCDE también destacó que China tiene todavía una asignatura pendiente con el campo, donde aumentan las diferencias respecto a la ciudad y donde reside la mitad de los mil 300 millones de chinos.

“Alrededor de 300 millones de personas en China no tienen acceso a agua potable”, destacó en un informe el organismo, que pidió que Pekín “acelere la inversión en servicios básicos como la sanidad, la educación, la seguridad social y las pensiones”.

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