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viernes, 18 de septiembre de 2009

Catarritos y neumonías




Catarritos y neumonías



En México –país que tiene una cama de hospital y dos enfermeras por cada mil habitantes– la neumonía mata cada año a 8 mil ancianos y es la tercera causa de muerte de niños menores de un año. En abril, el virus de la influenza AHINI tomó al México por sorpresa y, como el catarrito económico de Agustín Carstens, la gripa se le volvió neumonía al sector salud.

El problema que tenemos todos los mexicanos es que tener información precisa del número de muertos provocados por la influenza A H1N1, más que una tarea titánica, se antoja imposible.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Investigadores de la Industria Farmacéutica en el país hay entre 150 y 200 mil médicos generales, de los cuales ejercen cerca de 100 mil. Pero a diferencia de los especialistas, estos médicos no están obligados por la ley a actualizarse, y no necesitan certificaciones para ejercer. Incluso, para abrir un consultorio basta una notificación a la Secretaría de Salud.

Y los inspectores que llegan a aparecer en estos consultorios sólo revisan las condiciones sanitarias, pero no el estatus profesional de los médicos.

Así, proliferan consultorios privados manejados por médicos poco capacitados o sin cédula profesional que dan consultas baratas en las zonas populares. Las Farmacias Similares son el caso más emblemático, pero hay muchos más.

A eso se suma la falta de obligatoriedad en el registro de enfermedades transmisibles.

Los datos que conocemos de la epidemia en México son los que quedan registrados en la estructura institucional, que tiene un reporte obligatorio de infecciones en cada unidad médica y, con todos los asegunes que eso significa, se acumula en la Dirección General de Epidemiología del sector salud.

En cambio, los médicos del sector privado no reportan las enfermedades transmisibles, salvo cuando el paciente muere por ellas. Pero en marzo y abril, la mayoría de los muertos por “neumonía atípica” fueron cremados o sepultados antes de la alerta sanitaria. Muchos contagiados se quedaron sin tener un diagnóstico positivo o negativo para A H1N1.

Esa es la amenaza real del rebrote que ya tenemos.

dpastrana@elperiodicoenlinea.com.mx

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