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jueves, 8 de agosto de 2013

Para entender el cártel español: crónica de Avión


Oriol Mallo

El texto vale su peso en oro. Carlos Slim se reúne con los más insignes representantes del cártel español: los multimillonarios gallegos de Avión. Sirve para recordar que en esa tríada sagrada -estado, corporaciones y migrantes- nada es más importante que los residentes de toda la vida, pues ellos abren las puertas de Los Pinos.

Esta fantástica, amén de corta, crónica de un reciente viaje del magnate a las tierras de los Vázquez Raña cuenta todo diciendo poco: los hilos ocultos de la conexión Pemex-Galicia, las oleadas de privatizaciones habidas y por haber y el poder de unos pocos sobre millones de jodidos se muestran con toda la frivolidad de una nota veraniega…

56.200 millones de euros en el bolsillo y el gusto aparentemente intacto por los pequeños placeres. El empresario mexicano Carlos Slim, considerado la segunda mayor fortuna del planeta por detrás de Bill Gates, ha pasado unos días en el municipio orensano de Avión, lejos de los suntuosos destinos vacacionales asociados a los multimillonarios.

En el bar Moncho, que se promociona por el buen vino y las carnes a la brasa (especialidad de la casa) el magnate y un grupo de amigos han podido dedicarse a la tertulia y a jugar al dominó. Seguro que la partida fue entretenida y disputada, ya que además del propio Slim ante la mirada de los parroquianos movieron ficha el empresario azteca Olegario Vázquez Raña, el mayor fabricante de papel de México, Miguel Rincón, y el notario público, Daniel Goñi. Alberto Abed, presidente de FlyMex, también se encontraba entre los presentes, aunque no ha mostrado su peripecia con la ‘mula de seises’ y las otras 27 piezas albinegras.

Vázquez Raña, hijo de emigrantes de este municipio gallego, titular de un holding de sanidad, comunicación, turismo y finanzas en México y buen amigo de Slim, ha ejercido de anfitrión. Con todo, no es la primera vez que el dueño de Telmex se mezcla con los vecinos de Avión, adonde llegó el pasado jueves. Lo hizo tras aterrizar en el aeropuerto vigués de Peinador y dirigirse desde allí en Rolls Royce a la mansión de Vázquez Raña, donde se celebró el cumpleaños de la mujer de éste, Ángeles Aldir.

En esta cafetería, Slim, ha pedido una tónica y se ha detenido a comprar un helado. “¿Éste es nuevo, no?”, ha preguntado señalando uno de los que ofrecía la carta.

Por si no les quedaba claro que el cártel español de los negocios existe y cuenta con aliados de peso, este encuentro entre Carlos Slim y los oligarcas gallegos en el bucólico pueblo de Avión muestra el estilo hispánico de hacer negocios.

Un dominó, un carajillo y otro chanchullo que caerá sobre nuestras espaldas…

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