CUANTIFICAR LA POBREZA

CUANTIFICAR LA POBREZA

Por: Claudia Rodríguez

La propia bibliografía del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), detalla que, “los censos de población y vivienda constituyen la fuente de información estadística más completa sobre la cual se apoya el conocimiento de la realidad nacional; con los datos que generan, además de responder a las preguntas de ¿Cuántos somos? ¿Cómo somos? y ¿Dónde y cómo vivimos?, permiten a los diversos sectores sociales identificar el rezago social y los grupos vulnerables, las necesidades de la población de cada entidad federativa, municipio y localidad relacionadas con cuestiones de vivienda, educación, salud, servicios de agua potable, electricidad y drenaje, entre otras, y, a partir de ello, elaborar planes y programas que tiendan a mejorar las condiciones de vida de los habitantes”.

Para el sector privado los resultados censales también les son útiles, afirma el INEGI, pues “a los empresarios les proporciona información útil para dar fundamento a la toma de decisiones en sus negocios. A los estudiantes, investigadores y a la población en general les permite conocer el perfil demográfico y social de los habitantes y las principales características de las viviendas y así realizar diagnósticos sobre la situación social actual”.

El INEGI a la vez, detalla el provecho de los datos para los organismos internacionales y para la propia agenda doméstica, ya que las cifras se utilizan como base para analizar, sugerir y decidir sobre tópicos urgentes y hasta vulnerables que atañan a la población mexicana.

Para muchos, un censo es una fotografía de la población total de una nación a partir de la cual se proyecta el futuro. El hecho es que la fotografía de la población es inmodificable, mas si lo que se ve hacia adelante no es lo deseable, existe siempre el recurso de redireccionar acciones y políticas públicas para que la próxima fotografía de la población refleje acciones de gobierno en pro de sus gobernados.

De los censos poblacionales y económicos se ha dicho mucho aquí y en diversas naciones del mundo –hasta de una que otra potencia mundial--, sobre su manipulación que puede advertirse tanto en la metodología de recuperación de datos, hasta la que rige la obtención de índices, series y cifras globales. No obstante, esa es materia para otro texto en el que se detallen los aprietos sufridos por maquillar datos y resultados.

Lo que es un hecho, es que en esta ocasión, el INEGI tiene ya una hipótesis del panorama nacional, la cual se conforma de su trabajo constante en torno a la medición y análisis de las variables de población y las económicas. Por tal motivo, no habrá de otra más que comprobar que el país está más pobre y carente en muchos aspectos que hace diez años.

La primera conclusión será que fallaron las políticas públicas y su aplicación.

Por el momento, no nos queda más que acudir al llamado que hacen las autoridades para que desde nuestros hogares, ayudemos a cuantificar la pobreza, acción que tendrá un costo de más de cinco mil millones de pesos.

Acta Divina… Pese a que el Congreso aprobó recortar presupuesto al INEGI este año, Eduardo Sojo Aldape, presidente del INEGI, señaló que, en el Censo de Población y Vivienda 2010, no quedará información sin recabar en torno a las series históricas, aunque de haber tenido más recursos económicos el censo sería más completo.

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Fuente: Indice Político

Difusión: AMLOTV