domingo, 23 de agosto de 2009

Gobierno paralizado




Gobierno paralizado
CARLOS ACOSTA CóRDOVA

Al gobierno de Felipe Calderón le falta visión de largo plazo y capacidad para hacer ajustes al modelo económico cuando las circunstancias lo requieren. El miedo y la indecisión lo tienen paralizado y no sigue el ejemplo de países que, como Estados Unidos y China, se han volcado a fortalecer su mercado interno e infraestructura a fin de lograr su recuperación. Ésta es la opinión del investigador Mauricio de Maria y Campos, quien enfatiza: "Urge un cambio de timón, pero ya. No hay tiempo para actuar con lentitud y con miedos".

El espectacular tijeretazo de 85 mil millones de pesos que se dará al gasto público este año –un ajuste que no se veía desde tiempos de Miguel de la Madrid–, y que incluye recortes a los programas contracícliclos, sobre todo la cancelación de obras de infraestructura, con los que se pretendía contrarrestar los efectos de la crisis internacional, no es sino la expresión del "miedo paralizante" que invade al gobierno federal y de su "incapacidad para maniobrar en momentos complicados".

El gobierno del presidente Felipe Calderón ha actuado "con lentitud y timidez" ante la crisis, dice Mauricio de Maria y Campos, quien fue subsecretario de Fomento Industrial en aquel gobierno y que tiempo después, como ningún otro latinoamericano, sería director general en la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), cargo que dejó en 1997.

El actual director del Instituto de Investigaciones sobre Desarrollo Sustentable y Equidad Social de la Universidad Iberoamericana (IIDSES) afirma, en entrevista con este semanario, que el gobierno federal "no escucha", ni ve la "actitud firme y decidida" de otros países para salir del bache.

Y ahí están las consecuencias: mientras el mundo se recupera –muchos países han frenado la caída de su economía; muchos, también, han empezado a crecer–, en México la economía sigue en el tobogán: durante el segundo trimestre del año, el Producto Interno Bruto se desplomó un 10.3%, que es no sólo la caída trimestral más dramática de la historia económica reciente del país sino, también, la más pronunciada en el mundo, apenas superada por la baja de 10.9% de la economía de Rusia.

Cuando De Maria y Campos dice que el gobierno no escucha se refiere, entre otras cosas, a que en diversos foros públicos que recientemente se han hecho sobre la crisis, ha habido propuestas y recomendaciones dignas de tomarse en cuenta.

Menciona, entre otros, el foro senatorial denominado México ante la crisis, ¿qué hacer para crecer?, de marzo pasado, en el que participaron, por ejemplo, Carlos Slim, el expresidente chileno Ricardo Lagos y el expremier italiano Romano Prodi.

El empresario mexicano acaparó reflectores luego de hacer un pronóstico, que el gobierno calificó de "catastrofista" –el desempleo será brutal; el PIB caerá como nunca, auguró acertadamente–, a partir del cual le recomendó que emprendiera una gran batalla por la infraestructura.

Pero más por la vía del mantenimiento de escuelas, hospitales, vialidades, caminos y carreteras, e instalaciones públicas, que por las grandes obras de construcción –sin que dejen de hacerse–, que son más tardadas y se pierden en la maraña de la burocracia y la corrupción. Eso, como fórmula para crear rápidamente empleos, incentivar el consumo, la producción y la actividad económica en general.

Pero antes que escucharlo, y hacerle caso, el gobierno emprendió una campaña de críticas y denuestos contra el magnate.

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