Derrocado por comunista

Derrocado por comunista

El presidente de facto admite que fue un error expulsar del país al presidente constitucional

Redacción

Impuesto por la cúpula militar el 28 de junio pasado, después de una asonada para expulsar a Manuel Zelaya Rosales, el presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, reconoció este miércoles que el error que se cometió al derrocar al mandatario constitucional fue la manera en la que lo quitaron del gobierno.

“Nuestro único error fue sacarlo como lo sacamos. En el resto actuamos con la ley”, afirmó el líder golpista en una entrevista que publicó este miércoles el periódico argentino Clarín, pero también advirtió: “Sacamos a Zelaya porque se fue a la izquierda, puso a comunistas. Nos preocupó”.

También señaló: “Rogamos a Zelaya no forzar la Constitución. Robó 700 millones de lempiras (uno 36 millones de dólares) y sacó en carretilla del Banco Central fondos para su reforma constitucional. Gastó millones para pasear en helicóptero y en asesores. Era corrupto, tenía varios sinvergüenzas”.

Micheletti afirmó que Zelaya "violaba la Constitución al buscar una Constituyente para una reelección. Si lo deteníamos y dejábamos aquí, hubiera habido muertos. Se le sacó del país, pero ahora volvió".

En un país con el 75 por ciento de sus habitantes viviendo en la pobreza, Micheletti dijo que puede haber reformas, incluso constitucionales, menos en tres artículos, territorio, forma de gobierno ni reelección. “Pero lo que prometía Zelaya era pura farsa”.

También negó que el golpe de Estado en Honduras afecte la democracia en la región, ya que “si un presidente viola la ley es corrupto, da derecho al pueblo a reclamar. Nosotros lideramos ese pedido”.

En medio de la grave crisis que se recrudeció desde el inesperado regreso de Zelaya a Honduras y su refugio en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, Micheletti afirmó que las Fuerzas Armadas no son golpistas porque “no están en el gobierno, defienden la democracia, la Policía igual. Es para cuidar la reacción incendiaria de Zelaya. Ellas nos apoyaron pues íbamos al abismo”.