martes, 24 de agosto de 2010

El gran negocio del Teletón


Escrutinio
Juan José Morales


Cada año, Televisa se pone el ropaje de benefactor y convoca al Teletón, una gran colecta nacional destinada a reunir fondos para construir en algún estado de la República un centro de rehabilitación para niños con problemas de discapacidad. El asunto, desde luego, se antoja muy loable y toca las fibras sensibles de la gente, de modo que no faltan los donativos y gracias a la generosidad de los mexicanos, usualmente se excede la meta de recaudación fijada para ese año.
Todo eso estaría muy bien, de no ser por un nada pequeño detalle: que para Televisa, los teletones resultan un gran negocio, a través del cual no solamente elude el pago de impuestos sino que, además, logra ganancias extra al hacer que el gobierno federal le recompense con una cantidad adicional a esos impuestos no pagados.
El mecanismo viene claramente explicado, en forma de historieta ilustrada, en el número 28 de La Zurda, boletín informativo de la Red Nacional por la Unidad de las Izquierdas, del pasado viernes 23 de julio. La historieta, se explica en el boletín, fue elaborada con base en un correo electrónico que estudiantes de contaduría y administración de diversas instituciones de educación superior de la Ciudad de México han hecho circular profusamente por Internet.
La maniobra de Televisa es, en síntesis, la siguiente:
Todo el dinero reunido durante el Teletón lo entrega Televisa como donativo propio a la Fundación Teletón, para que se construya el centro de rehabilitación. Al hacer ese donativo, puede ampararse en el Art. 51 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, el cual permite a las empresas deducir de su declaración anual de impuestos todo el dinero que donen para la construcción de obras que debería hacer el gobierno, como hospitales y centros de rehabilitación.
Ciertamente, el dinero no lo pone Televisa, sino miles de donantes individuales. Pero éstos normalmente no piden un recibo por sus aportaciones, y si lo solicitan es muy difícil que se les dé. Así, Televisa aparece como si estuviera donando esa cantidad de sus propios recursos, y a la hora de elaborar su declaración de impuestos, la deduce de éstos, conforme al mencionado Art. 51 de la Ley del ISR.
Pero todavía hay más, dice el boletín La Zurda. Si Televisa le debe, por ejemplo, $100 millones a Hacienda, el Teletón se pone como meta recaudar más. Supongamos $150 millones. Al final de la recaudación, el dinero que dona la gente siempre rebasa la meta. Digamos que llega a $190 millones. Esa es la cantidad que Televisa entrega a la Fundación Teletón disfrazada de donativo propio y por tanto tiene derecho a descontarlo de sus impuestos. Así lo hace. Pero como sólo tenía que pagar $100 millones, el gobierno queda obligado a devolverle el excedente de $90 millones, en dinerito contante y sonante, de unos impuestos que nunca pagó y que en realidad salieron de los bolsillos de miles y miles de personas que aportaron de su peculio para construir el centro de rehabilitación.
Por supuesto —dicen los jóvenes que hicieron este análisis— Televisa se embolsa esos $90 millones, más los $100 millones que dejó de pagar por concepto de impuestos, y no le devuelve un centavo a la gente que donó.
“El Teletón —concluye la historieta— es un gran negocio en el que Televisa usa toda su tecnología, su experiencia en manipular los sentimientos del teleespectador y su poder de penetración para promover, mediante un show, la compasión por los desvalidos, con la finalidad de que la gente —mayoritariamente el pueblo pobre— le pague sus impuestos y la enriquezca aún más.”

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx

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