En 1980 la economía mexicana era el doble de la brasileña y en 30 años se vino abajo
Analizan en España la enorme brecha entre México y Brasil
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 26 de octubre de 2010, p. 5
Madrid, 25 de octubre. Durante el seminario internacional México, entre el norte y el sur, organizado en la capital española por la Fundación Botín, se citó, en contraste con la perspectiva económica de México, el éxito de Brasil, el buen desempeño de su economía –incluso en los peores años de la crisis– y la aplaudida gestión del presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
El director de Análisis para Latinoamérica del Banco Santander, José Juan Ruiz, inició su intervención con una provocación, como él mismo la definió: ¿También México se ha cansado, como Brasil, de ser un país subdesarrollado?
Esa pregunta fue extraída de una frase pronunciada por el presidente Lula para explicar las razones del ascenso del país sudamericano en prácticamente todos los índices de desarrollo y crecimiento económico, que lo ha convertido en una de las potencias de referencia en el mundo y país líder de América Latina.
El economista español analizó las notables diferencias entre ambos países y dijo que en 1980 la economía mexicana era el doble de la brasileña, y en sólo 30 años, en 2010, sucede lo contrario: la economía brasileña ha doblado a la mexicana.
Ruiz afirmó que no había grandes diferencias en cuestiones de macroeconomía –la inflación, el control en las cuentas públicas, el déficit y el tipo de cambio de la moneda–, además de que el crecimiento económico, al menos hasta 2003, en que México empezó a crecer menos que la media en el resto del subcontinente, eran similares.
Incluso, los porcentajes de economía informal son parecidos, pues mientras en México suponen un 30 por ciento, en Brasil son incluso superiores, con alrededor de 37. Pero mientras Brasil y los brasileños respiran optimismo y asumen el eslogan de que serán la sexta potencia del mundo, en México hay la percepción de que los problemas no tienen solución.
El economista explicó su hipótesis sobre un desarrollo tan diferente de ambas economías: México no tiene una narrativa de éxito, como sí la tuvo Lula, que se hace aún más necesaria cuando tienes a 40 por ciento de la sociedad excluida.
Ruiz añadió que gran parte del problema de la economía mexicana son las cuestiones regulatorias, para lo que incluso citó una frase que –aseguró– le dijo la dirigente priísta, Beatriz Paredes, para explicarle su hipótesis de las grandes diferencias entre ambos países. Según Ruiz, Paredes le dijo: Lo que diferencia a México de Brasil es que ellos no han tenido ni a La Malinche ni al presidente Cárdenas, lo que les ha permitido –según el economista español– no tener tantos mitos y ritos y ser más pragmáticos para resolver sus problemas y regular su economía.
Otro de los problemas estructurales que citó Ruiz es el sistema bancario, prácticamente inexistente. Y citó: 17 millones de chilenos tienen más crédito bancario que 105 millones de mexicanos. Incluso confesó: No encontramos la manera de tener un buen sistema financiero.
También mencionó como retos a resolver la deficiencia en la calidad educativa, que hace que el país no genere la suficiente mano de obra calificada, además de la baja recaudación fiscal y el problema de fondo de la desigualdad. Si no se aborda la desigualdad, no se podrá afrontar el futuro del país, concluyó.
Nubarrones
Mientras, el ex secretario de Hacienda y Crédito Público Francisco Gil Díaz, actual presidente de Telefónica México, advirtió que nuestro país deberá hacer frente a una serie de nubarrones económicos, entre ellos el riesgo de no poder sostener el sistema de pensiones, el bajo crecimiento económico para el próximo año y la violencia en la frontera norte.
Comentó que, según los análisis prospectivos más confiables, México tendrá un crecimiento muy bajo el próximo año, alrededor de 4.5 por ciento, por lo que insistió en emprender las reformas estructurales que requiere el país.
Entre las medidas a llevar a cabo citó una nueva regulación del mercado laboral más flexible y también pidió un cambio en la vocación de los sindicatos, en consonancia con lo hecho con la Comisión Federal de Electricidad.
Finalmente, Gil Díaz advirtió que existe el riesgo de que no se pueda sostener el sistema mexicano de pensiones, sobre todo por el sistema de la seguridad social que se maneja, además de otros nubarrones, como la violencia en la frontera norte y un Congreso fragmentado.
Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV
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