Este 15 de enero que conmemoramos
el 43 aniversario de la ejecución extrajudicial de Diego Lucero Martínez
reivindicamos su memoria como luchador social y revolucionario, así como la de
sus compañeros caídos en Chihuahua ese primer mes de 1972 y la de todos
aquellos que ofrendaron su vida por un México realmente democrático, por una
Patria sin explotados ni explotadores.
La impunidad en que permanecen
las masacres del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y la del 10 de junio de
1971 en San Cosme; la desaparición forzada de más mil 200 detenidos
desaparecidos, las decenas de ejecuciones extrajudiciales, las torturas a
innumerable número de personas durante la mal llamada “guerra sucia” del pasado
-en realidad se instrumentó una estrategia de terrorismo de Estado para
reprimir a los movimientos sociales y organizaciones políticas de oposición,
particularmente a las que ante el autoritarismo imperante optaron por la vía
armada-, entre otros delitos de lesa humanidad, explica en gran medida que en
la actualidad persistan prácticas represivas que violan los preceptos
constitucionales y los derechos humanos.
El espíritu de solidaridad y
congruencia del compañero Diego Lucero Martínez y de otros muchos luchadores
sociales caídos en su compromiso de trasformar al injusto, represivo y
antidemocrático régimen se une ahora al despertar de muchos jóvenes y otros
sectores sociales que exigen a lo largo y ancho de la República mexicana la
presentación con vida de los normalistas de Ayotzinapa, rechazan la
criminalización de las protestas sociales y demandan verdadero respeto a los
derechos humanos.
El 16 de enero de 1972, en la
ciudad de Chihuahua, fue ejecutado extrajudicialmente Diego Lucero Martínez,
quien había sido detenido un día antes por integrantes de la policía judicial
estatal y luego interrogado por agentes de la Dirección Federal de Seguridad,
que encabezaban el capitán Luis de la Barreda Moreno y Miguel Nazar Haro, ambos
ya fallecidos sin recibir el castigo que merecían por los delitos de lesa
humanidad en los que estuvieron involucrados aunque la historia los señala como
parte de la maquinaria que enlutó miles de hogares que aún esperan justicia.
Recordamos que hace 43 años
cayeron en combate Avelina Gallegos y Oscar Montes siendo detenidos, torturados
y posteriormente ejecutados extrajudicialmente Ramiro Díaz, Gaspar Trujillo y
Diego Lucero Martínez, a quienes hoy rendimos homenaje y en cuya memoria
reivindicamos el compromiso de continuar en la lucha por la verdad y por la
justicia.
Diego Lucero Martínez, joven y
maduro dirigente revolucionario, fue detenido después de un triple asalto
bancario realizado en la ciudad de Chihuahua, existen testigos de que se
encontraba con vida en manos de las fuerzas policíacas y que enfrentó con
valentía los interrogatorios.
Las ejecuciones extrajudiciales
de Diego Lucero Martínez y sus compañeros, como las de decenas de hombres y
mujeres que se comprometieron a transformar la sociedad y enfrentar un sistema
anti democrático y autoritario que controlaba y oprimía las luchas populares,
son algunos de los delitos de lesa humanidad que permanecen impunes.
Recuperar, preservar, reivindicar
y transmitir la memoria histórica de la lucha de los caídos en Chihuahua hace
43 años; analizar y reflexionar sobre el contenido de su compromiso social;
exigir justicia y poner fin a la impunidad estableciendo la responsabilidad
histórica y jurídica de quienes cometieron delitos de lesa humanidad, forman
parte intrínseca de esta conmemoración.
Cabe destacar que ante la
negación de justicia en México, familiares y organizaciones defensoras de los
derechos humanos que los acompañan en este largo camino de lucha contra el
olvido, acuden ante organismos internacionales como una manera de presionar al
Estado mexicano para que cumpla con sus obligaciones legales y
constitucionales.
En estos tiempos aciagos en que
soplan vientos de traición a la Patria por parte del grupo dominante,
encabezado por el PRI en alianza con el PAN y vergonzantes coaliciones con
sectores de “izquierda”, nuestra organización, que tomó su nombre de un
compañero revolucionario que es patrimonio del pueblo trabajador en su
conjunto, lucha por la Verdad, la Justicia y contra la Impunidad como una forma
de contribuir a que el movimiento social enfrente en mejores condiciones la
represión que el Estado sigue aplicando en su contra.
¡Justicia para Diego Lucero y sus
compañeros!
¡Presentación con vida y respeto
a la integridad física y psicológica del compañero Francisco Paredes Ruiz!
¡Presentación con vida de los 42
normalistas de Ayotzinapa!
¡Verdad y justicia en el caso de
la masacre de Iguala y de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas!
¡Presentación con vida de todos
los detenidos desaparecidos!
¡Libertad a los presos políticos!
¡No a la impunidad! Verdad y
Justicia
Blanca Hernández
México, D.F. a 15 de enero de 2015