AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS TRABAJADORES DE LA
COMUNICACIÓN
AL SEÑOR ALFREDO MARTÍNEZ DE
AGUILAR
Ante los múltiples, insistentes y
dolosos señalamientos del señor Alfredo Martínez de Aguilar, donde se vincula
desde hace años a organizaciones populares y militantes de ellas con nuestro
partido y ejército, manifestamos de frente a nuestro pueblo y exponemos a los
trabajadores de la comunicación:
Una cosa es la lucha en el
terreno de las ideas, donde se defiende una concepción ideofilosófica y se
plantea una propuesta de solución a los problemas económicos, políticos y
sociales que laceran al país, la cual es inevitable, necesaria y válida en
cuanto que como sujetos políticos analizamos la realidad, pero otra cosa es ampararse
en el ejercicio del periodismo para hacer señalamientos policíacos, que tienen
como propósito que el Estado se ensañe con sevicia en los luchadores sociales y
organizaciones populares.
Existe una gran diferencia en el
ejercicio del noble oficio del periodismo que informa de manera imparcial de la
realidad que prevalece en el país y, en asumir una posición dolosa e
inquisitoria donde se justifica, se exige a gritos la represión y los crímenes
de Estado contra el conjunto del movimiento popular, poniéndolo como diana para
que los cuerpos policíacos-militares practiquen el tiro al blanco en la
humanidad de la larga lista de luchadores sociales que se señala de manera
dolosa de pertenecer a nuestro partido y ejército.
Señor Alfredo Martínez de
Aguilar, usted no ejerce el periodismo, mucho menos tiene ética profesional en
su labor "informativa", porque sus furibundas acusaciones, sus
señalamientos incriminatorios, sus intrigas policíacas son propias de los
voceros oficiosos de los órganos de inteligencia del aparato represivo del
Estado; en los hechos se confirma que usted forma parte de las plumas y voces
mercenarias que apuntalan la dictadura de opinión, asume el papel oficial del
régimen al no morderse la lengua y afirmar categóricamente que lo que se vive
en Oaxaca y otros estados de la República, en relación a la protesta, se trata
de una guerra, donde usted por propia voz se ubica como parte de las fuerzas
represivas.
Inexorablemente los hechos así lo
confirman, ello lo hace corresponsable de ejecuciones extrajudiciales,
desapariciones forzadas, persecución y encarcelamiento de luchadores sociales a
quienes usted ha acusado insistentemente de ser guerrilleros, de pertenecer a
nuestro partido y ejército.
Hoy en el ejercicio del derecho a
réplica y por principio político le respondemos, porque se ha dedicado un largo
tiempo a calumniarnos, a criminalizarnos, a denostar nuestra práctica política,
y vincular tanto a organizaciones populares como a luchadores sociales de
pertenecer a nuestro partido con un solo propósito, que sean reprimidos
brutalmente al situarlos de tiro al blanco y una vez logrado su objetivo se
sigue haciendo leña del árbol caído, de manera pérfida trata de
responsabilizarnos de éstos crímenes, dando muestras de sobra de su condición fascista.
El esbirro de Estado cree que
todos son de su condición y proceder criminal, por eso elabora y recrea
expedientes criminales, tramas detectivescas, construye y reconstruye
conjeturas policíacas del pasado y presente con las que se justifica el asesinato,
la desaparición forzada y la represión. Maquinaciones que nada tienen que ver
con el periodismo y el ejercicio del derecho de la libertad de expresión. Desde
su lógica criminal, usted supone que se le amenaza, ¡No señor!, nosotros no
utilizamos esos métodos propios del Estado burgués a los que usted está
acostumbrado, ¿o no?
Señor Alfredo, qué fácil es
aventar la piedra y esconder la mano; qué cómodo es pegarle al mono de paja;
qué sencillo es desarrollar una supuesta batalla política cuando a quienes
acusa han sido silenciados por las balas asesinas del régimen. Usted quiere y
desea que sus interlocutores sean sólo muertos, porque estos ya no pueden
desplegar defensa alguna. Hoy que hemos dado respuesta política a la bazofia
policíaca que vierte por comisión y oficio, cual fiel cancerbero del Estado
mexicano pega el grito en el cielo y se refugia en las instituciones del
régimen.
Amparado mañosamente en el
periodismo del que usted vuelve parapeto, sistemáticamente de manera dolosa
injuria, calumnia, incrimina, azuza a la represión y al cometido de crímenes de
lesa humanidad; cuando éstos se ejecutan, los justifica y utiliza perversamente
para seguir exigiendo el baño de sangre sobre el pueblo. ¿Quién es el
"mafioso" y criminal?, ¿quién es quien tiene responsabilidad en el
cometido de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y
encarcelamientos por motivos políticos? Usted es corresponsable al ser parte
del engranaje represivo del Estado.
En su columna detrás de la
noticia se ha dedicado desde hace años a elaborar meticulosamente el expediente
incriminatorio judicial contra luchadores sociales, defensores de derechos
humanos, representantes de organizaciones populares y trabajadores de la
educación agrupados en la CNTE, la mayoría de éstos hoy son víctimas de la
violencia y terrorismo de Estado.
Se desprende de sus afirmaciones
policíacas una confesión de parte que tiene patente y origen de Estado, sus
columnas revelan su corresponsabilidad en estos crímenes, porque como usted
mismo dice en política no hay casualidad, qué curioso que a muchos de los que
usted ha señalado hoy son parte de la lista de los ejecutados
extrajudicialmente, de los desaparecidos de manera forzada y de los presos
políticos.
A quienes usted, otras plumas y
voces mercenarias acusaron de ser "guerrilleros" fueron ejecutados,
desaparecidos o encarcelados injustamente, sólo por citar un ejemplo está el
caso de los profesores Carlos René Román Salazar y Rafael Vicente Rodríguez Enríquez,
el primero detenido desaparecido de manera forzada en marzo de 2011, y el
segundo ejecutado extrajudicialmente en diciembre de 2011. Ambos crímenes de
Estado cometidos en Oaxaca con los que usted sigue medrando, revictimizando a
los familiares de las víctimas, reelaborando conjeturas policíacas para
justificar más represión y nuevos crímenes de Estado.
Por las implicaciones de sus
afirmaciones y acusaciones dolosas debe responder ante los tribunales, porque
estas imputaciones inquisitorias han derivado en el cometido de múltiples
crímenes de Estado y de lesa humanidad.
Para los trabajadores de la
comunicación les decimos, siempre hemos respetado y valorado seriamente su
trabajo nada fácil ante la dictadura de opinión, el oficio de los columnistas
que vierten su posicionamiento político ante el acontecer nacional, con algunos
podemos coincidir o divergir y eso no ha sido motivo de odio y/o rencor
personal, por mucha discrepancia política que exista nunca personalizamos la
discusión, no obstante, lo que nunca permitiremos es que se nos calumnie, se
nos criminalice, se nos utilice para cotizarse ante el régimen y como argumento
para justificar crímenes de Estado que se perpetran contra el pueblo.
Que quede claro, nuestra posición
es política, sostenemos que hay plumas y voces que asumen el papel de
mercenarios de la comunicación, en los hechos constituyen el andamiaje para
imponer la dictadura de opinión y a la vez se revelan como voceros oficiosos
del aparato represivo, esta es una realidad inocultable, cada vez que desde
estas columnas se señala a un luchador social de ser parte de la guerrilla, al
poco tiempo o es ejecutado extrajudicialmente, detenido desaparecido o
encarcelado injustamente.
Por esta razón, Señor Alfredo
Martínez de Aguilar, usted debe responder por sus actos y acusaciones dolosas e
incriminatorias, lo responsabilizamos de los crímenes que se cometan sobre
todos y cada uno de los que ha acusado de pertenecer a nuestras filas, será
corresponsable de los futuros crímenes de Estado que se perpetren contra
luchadores sociales, defensores de derechos humanos, representantes de
organizaciones populares, trabajadores de la educación y pueblo en general.
Sepa que daremos puntual
seguimiento y respuesta a todas y cada una de sus acusaciones dolosas,
perversas, calumniosas, tendenciosas e incriminatorias.
Convocamos al pueblo a
desenmascarar las plumas y voces mercenarias que ante cada acto de protesta
popular, cual esbirros del Estado, desde su cómoda posición enfilan sus
calumnias contra el pueblo, allanando el camino para la represión y el
terrorismo de Estado. Siempre será legítima y necesaria la defensa y respuesta
política ante los embates de los mercenarios de la comunicación.
¡JUICIO Y CASTIGO A LOS
CRIMINALES DE ESTADO!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS
QUEREMOS!
¡LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS
POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS
PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ DE PRENSA Y PROPAGANDA DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
Año 52.
República mexicana, a 6 de julio
de 2016.