Viernes Contemporáneo
Armando Ortiz
Calderón, no cuentes conmigo
Después de los actos terroristas llevados a cabo de manera cobarde en Morelia, Michoacán, Felipe Calderón ha aprovechado para solicitar a todos los mexicanos unidad. Unidad a los Partidos Políticos, a los gobernadores, a las dependencias de seguridad, a las Cámaras, a las televisoras, a los industriales, a los comerciantes, a los líderes, a los intelectuales, a los maestros, a los estudiantes, a las amas de casa, a los ancianos, a los periodistas, a los barrenderos, a los carniceros; por amor de Dios a todos unidad. Pero que no cuente conmigo.
Uno de los factores que ha llevado a la descomposición social ha sido la impunidad. Impunidad significa “sin castigo” y ésta ha sido una constante en el gobierno de Calderón. Para muestra unos botones: No se hizo nada contra los hijos de Martha Sahagún a pesar de que las pruebas demostraban culpabilidad y era más que evidente el enriquecimiento ilícito. No se hizo nada contra Fox, ni contra los miembros de su gabinete que desperdiciaron los recursos excedentes del petróleo y nada se hará en contra de Gil Díaz, quien permitió la venta fraudulenta de Banamex.. No se ha hecho nada contra Romero Deschamps uno de los responsables del Pemexgate. Se exculpó al “gober precioso” a pesar de que todo México escuchó cuando dijo “ya le puse sus coscorrones a esa pinche vieja cabrona” refiriéndose a la periodista Lydia Cacho quien había sido secuestrada por gente de su gobierno. Ulises Ruiz, que siendo priísta se ha convertido en el apologista preferido de Calderón, a pesar de haber ocasionado tantas muertes en Oaxaca, sigue siendo gobernador. Eduardo Bours tiene acusaciones serias de narcotráfico y no se ha levantado una investigación seria en su contra. El mismo Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, ha declarado su culpabilidad en el otorgamiento de contratos de privilegio a las empresas de su familia y sin embargo sigue en su puesto. Es nacido en España y ha utilizado la nacionalidad adquirida a su conveniencia. ¿Cómo se le ocurre dar el grito en Dolores? Impunidad es el denominador común de este gobierno y la delincuencia organizada lo sabe y se refugia en ello.
Que no cuente conmigo mientras se sigan otorgando exenciones fiscales a las grandes empresas, al tiempo que a los mexicanos nos aumentan el precio de la gasolina semana tras semana. Que no cuente conmigo Calderón mientras insista en su reforma energética, a pesar de que en los debates se demostró que nos es la única y mucho menos la mejor opción para el país.
Que no cuente conmigo Calderón porque él no pide unidad sino una mera excusa para legitimar su gobierno espurio. Y es esta ilegitimidad otro de los factores por los que se ha generado la actual crisis. Es débil, sus adversarios lo saben y se valen de eso para someterlo. Manlio Fabio Beltrones, uno de los que logró rescatar a Mouriño cuando este ya estaba más que aniquilado, está dispuesto a cobrarle caro el favor. Los empresarios que apostaron su dinero para sentarlo en la silla presidencial siguen presionando para obtener su ganancia.
Que no cuente conmigo Calderón hasta que se aclare si es verdad o mentira lo que las narcomantas señalan. ¿Se puso de parte de unos y por eso los otros se la están cobrando? ¿Está pagando la ciudadanía la deferencia hacia un cártel en especial? Que no cuente conmigo mientras los secuestradores sigan saliendo de los altos mandos de las corporaciones policíacas. Que no cuente conmigo mientras los jueces sigan dejando libres a los que pueden pagar por impunidad; mientras
Felipe Calderón ha tenido oportunidad para, en los hechos, ya que no se pudo en las urnas, lograr la legitimidad que tanto necesita, pero ha sido todo lo contrario. Por esa obtusa manera de pensar que tienes, Calderón, no cuentes conmigo; por la necedad de mantener a tu españolito en Gobernación, no cuentes conmigo; por tus dudosas caídas en bicicleta, Calderón, no cuentes conmigo.
(fuente: newsver)