Fuente: La Jornada de Veracruz
Chicontepec, Ver.- Contaminación y falta de pago en las afectaciones es lo que ha dejado Petróleos Mexicanos en la Huasteca Veracruzana, en donde, además, los pobladores de las comunidades advierten que la llegada de las compañías que laboran para la paraestatal traerá más pobreza y violación a sus derechos humanos.
Para los habitantes del municipio de Chicontepec, conocido también como el Balcón de las Huastecas, las cosas no van bien con la implementación del proyecto Aceite Terciario del Golfo o también llamado Paleocanal de Chicontepec, porque desde el inicio de los trabajos, Petróleos Mexicanos no ha respetado los convenios que se hicieron con las autoridades ejidales, además de reservarse la información sobre acciones que les afectan a ellos directamente.
Chicontepec es uno de los municipios colindantes con Ixhuatlán de Madero, en donde, de acuerdo con información oficial, se realizarán trabajos de sísmica exploración y perforación, tal y como está estipulado en el proyecto de Aceite Terciario del Golfo, lo que servirá para ayudar a compensar la declinación de los campos que actualmente están en producción.
De acuerdo con datos de Pemex, el objetivo es convertir a Chicontepec en una cuenca que pueda producir de 550 mil a 600 mil barriles diarios hacia el año 2021, lo que requerirá del desarrollo y administración de tecnologías especializadas que incrementen significativamente la productividad por pozo y permitan reducir los costos al mínimo.
Pero, a decir de las autoridades municipales, la situación es diferente a lo que en un inicio funcionarios de la paraestatal y de las compañías que han iniciado trabajos, les informaron, porque, tal y como está sucediendo en el Totonacapan, el panorama es diferente a la realidad.
Oliverio Guzmán, regidor del ayuntamiento de Chicontepec, relata que cuando se iban a iniciar los trabajos, tuvieron una reunión con funcionarios de Pemex, quienes informaron que sólo realizarían trabajos de sísmica en las comunidades Mesa de Calcote, Mesa de Aguayo, Mesa de Tzonama y Santa Teresa, en esa ocasión les dieron una explicación sobre las actividades a realizarse, pero nunca se les informó que iban a perforar.
En la siguiente reunión, realizada hace aproximadamente tres meses, en la que participaron ediles y el alcalde de ese municipio, se les dio a conocer que en el Cerro de Tpoztetitla detectaron cinco pozos petroleros, los cuales iban a ser perforados próximamente, además de ya les habían autorizado parte de las autoridades municipales, así como para realizar trabajos de exploración, nunca de explotación.
En ese momento se les informó que la empresa pagaría las afectaciones, aunque consideró que los problemas apenas inician para los habitantes de esa zona, porque serán prácticamente desplazados por mano de obra foránea, como sucede ya en algunas comunidades, donde se contrató personal de municipios como Tuxpan y Poza Rica para el transporte de material, aún cuando en Chicontepec se tiene infraestructura para este tipo de trabajo.
El edil, de extracción perredista, dijo con tono de preocupación que sucederá un fenómeno preocupante, como lo es la violación de los derechos humanos de las mujeres, “llegan muchos petroleros solteros y abusan de las muchachas. Los que estarán trabajando en los pozos son gente de fuera, nosotros necesitamos mano de obra calificada… las chamacas son inocentes, llega un tipo que trae dinero y camioneta, y las chamaquillas están acostumbradas a comer tortillas con chile, llega alguien con dinero fácil y se las llevan”.
Recalcó que a pesar de las pláticas que tuvieron con funcionarios de la paraestatal y representantes de las compañías encargadas de realizar los trabajos, no les otorgaron los permisos para realizar trabajos de sísmica del ejido Tpoztetitla, contrario a las comunidades denominadas Las Mesas, en donde actualmente aplican labores de sísmica.
Explicó que el ejido tiene un promedio de 20 anexos en donde habita un promedio de siete mil personas, a quienes no se les dio aviso sobre los trabajos que las compañías realizan.
Agregó que tanto en ese ejido como en las comunidades denominadas Las Mesas, los pobladores se han empezado a quejar de los problemas generados por los trabajos de sísmica que realizan las compañías.
“Nos dijeron que no hay tanta cantidad de petróleo como decían, nos dijeron que nos iban a dar 32 mil millones de dólares para los trabajos de Chicontepec; a nosotros no nos ha llegado ni un dólar”.
Promesas incumplidas y encarecimiento de la vida
De acuerdo con el edil, funcionarios de Pemex y de las empresas que realizan los trabajos se comprometieron desde la primera reunión a rehabilitar diez escuelas del municipio, las mismas que se eligieron de acuerdo con las necesidades pertinentes, sin embargo, a tres meses de entregarse la documentación a la paraestatal, no ha sucedido nada.
“Nos pidieron los nombres de las 10 escuelas, nosotros anduvimos recorriendo el municipio para ver las que estaban más dañadas y esas propusimos, cada regidor propuso tres que están en mal estado”.
Roberto Sánchez, encargado de un hotel de la cabecera municipal, manifestó que en comparación con otros años, la ocupación de los cuartos se incrementó con la llegada de personas que trabajan en las compañías, aunque no son muchas, sí hay un repunte importante, porque anteriormente sólo maestros y algunos funcionarios públicos eran sus clientes.
En lo que respecta a la actividad comercial, el número de establecimientos comerciales se incrementó considerablemente al igual que la actividad, no solamente en los comercios sino en las personas que diariamente llegan de comunidades cercanas a vender sus productos.
El mercado municipal está en proceso de construcción; aún cuando fue iniciado por la pasada administración, actualmente tiene un avance de 80 por ciento de construcción, se localiza frente al palacio municipal, en el centro de Chicontepec, en donde sus calles angostas no se dan abasto para la circulación de una buena cantidad de automóviles, camionetas y autobuses.
De acuerdo con una fuente oficial, la paraestatal dona diesel y gasolina para las unidades, aunque ignora la cantidad que se entrega mensualmente al ayuntamiento, pero reconoció que hasta ahora no se ha encargado de la rehabilitación de los caminos, todo lo ha hecho el municipio con apoyo del gobierno estatal.
“Nos decía el representante de Pemex que no podemos ordeñar la vaca, si todavía no está parida, no han encontrado petróleo, así es que hasta que encuentren, firmarán convenios”, señala el edil Oliverio Guzmán.
Pemex engaña y no paga afectaciones, pero sí contamina
En la comunidad Mesa de Tzapotzala, del municipio de Chicontepec, cerca de 15 ejidatarios esperan desde hace más de cinco años, el pago de afectaciones por árboles que fueron derribados por parte del personal de la paraestatal, los cuales hasta ahora no fueron pagados, ello tampoco ha permitido que concluyan con los trabajos del gasoducto que atraviesa en sus propiedades.
Manuel Martínez Pedraza, comisariado ejidal de Bienes Comunales, dijo que en su caso se le adeuda el pago de derecho de vía en su propiedad y de otra persona que fue afectada, así como a unos árboles de naranjo que fueron pagados.
“El pozo y la válvula están en una parcela de nosotros, mío y de otro compañero, hay dos válvulas una es Amatitlán III y la otra 3D; ahí hay afectación, son 15 compañeros afectados que no han pagado, quedó pendiente”.
Martínez Pedraza dijo que las afectaciones a cada una de las parcelas son diferentes, por ejemplo, mientras a unos les afectaron una hectárea a otros 500 metros, son diferentes medidas.
Hace cinco años iniciaron los trabajos de construcción del gasoducto, los mismos que no han podido ser concluidos, porque los ejidatarios no lo han permitido hasta que se les pague, aunque reconoció que sólo hace falta conectar la tubería, pero ello no se hará hasta la entrega de los recursos, que les corresponden como pago de las afectaciones a cientos de árboles de naranjo.
Agregó que Pemex sólo reconoce una cantidad inferior de árboles de naranjo a los que realmente afectaron, que suman más de 300. Para concluir, mencionó que no permitirán que concluyan los trabajos hasta que la paraestatal no les entregue los recursos.