Por: Mark P. Fancher
La descolonización de África empezó como un sueño de prosperidad a través de la unidad, articulado especialmente por el presidente de Ghana, Kwame Nkrumah. Pero Nkrumah fue derrocado por fuerzas apoyadas por EEUU y la visión de unos Estados Unidos de África se desvaneció. "Sin embargo, las demandas por una África unida por parte de sus bases ha sido incesante", alimentadas por los anhelos de las bases.
"Será la nacionalización del petróleo y de los minerales preciosos de África la que dará, finalmente, al continente la soberanía que ha ansiado."
10 de Marzo de 1957, la larga y dura lucha de Ghana por su independencia del dominio colonial británico ha acabado. Kwame Nkrumah, el primer presidente del país, preside triunfante sobre el campo de polo de Accra y observa una marea danzante de su pueblo –todos con lágrimas en sus ojos, alegría en su corazón y la determinación de celebrarlo como nunca antes habían hecho-. En ese momento, el júbilo parecía que nunca terminaría, pero sólo nueve años después el Gobierno de Nkrumah había sido derrocado.
Exiliado y solo, Nkrumah escribió: "La palabra 'golpe' no debería usarse para describir lo que tuvo lugar en Ghana el 24 de Febrero de 1966. Ese día, Ghana fue capturada por traidores de dentro del ejército y de la policía, que fueron inspirados y ayudados por neocolonialistas y ciertos elementos reaccionarios entre nuestra propia población. Fue un acto de agresión, una 'invasión' planeada para que tuviera lugar en mi ausencia y para ser mantenida por la fuerza. Raramente en la historia ha habido un intento más estúpido y cobarde de destruir la independencia de una nación".
Sabemos ahora que el derrocamiento de Nkrumah, planeado por la CIA, no fue un hecho aislado. Las operaciones encubiertas, o a través de sus agentes, para destruir liderazgos progresistas en África fueron hechos rutinarios en la agenda del ejército y las agencias de inteligencia de EEUU. Los documentos demuestran que los planes para asesinar a Patrice Lumumba, el Primer Ministro de la República Democrática del Congo, se urdieron en la Casa Blanca. EEUU apoyó y colaboró activamente con el régimen del apartheid en Sudáfrica y con las fuerzas contrarrevolucionarias africanas para intentar la desestabilización del Gobierno de Angola. EEUU ha jugado un papel crucial en el mantenimiento de las agobiantes y mortales sanciones económicas contra Zimbabue.
"Las operaciones encubiertas, o a través de sus agentes, para destruir liderazgos progresistas en África fueron hechos rutinarios en la agenda del ejército y las agencias de inteligencia de EEUU"
EEUU, sin embargo, niega que sea un imperio, y limitar el uso de tropas estadounidenses en África, que tiene una notoria historia de colonialismo, es importante para mantener la ilusión de la no intervención. Por tanto, y a pesar de que la Casa Blanca ha solicitado 275 millones de dólares para financiar operaciones del AFRICOM (Comando de EEUU para África), el despliegue de las propias tropas de EEUU ha sido un hecho poco común. AFRICOM se ha diseñado para evitar una presencia visible de tropas estadounidenses en África y, en lugar de ello, mantenerlos escondidos en las sombras del continente dirigiendo a las fuerzas militares africanas para llevar a cabo misiones que ayuden a los intereses de EEUU. Pero la entrometida mano del imperialismo de EEUU ha dejado sus inconfundibles huellas por toda África, y Nkrumah fue de los primeros en detectarlas.
Nkrumah sabía que muchos países africanos se sienten demasiado intimidados incluso para intentar responder a las operaciones de desestabilización de EEUU. Para reforzar la fuerza y el valor de estos países, y con el propósito de la autodefensa y una eventual prosperidad, Nkrumah urgió a todos ellos a que cerraran filas contra el imperialismo y estableció cuál podría ser la más poderosa entre las superpotencias del mundo: "Los Estados Unidos de África." Ésta es una idea que siempre ha resonado entre las masas africanas, pero que ha sido evitada por muchos líderes africanos como si fuera una enfermedad mortal y muy contagiosa. Por ejemplo, alrededor de 1960, el entonces Primer Ministro de Nigeria declaró: "El plan ampliamente discutido en los últimos tiempos para unos Estados Unidos de África sólo puede ser una fuente de nuevos problemas. Nigeria todavía necesita muchos decenios para alcanzar el nivel de otros países. Nuestros problemas más urgentes están aquí (en Nigeria) y sólo aquí".
"Nkrumah urgió a los africanos a que cerraran filas contra el imperialismo y estableció cuál podría ser la más poderosa entre las superpotencias del mundo: 'Los Estados Unidos de África'".
Sin embargo, las demandas por la unidad de África por parte de sus bases han sido incesantes, y eso podría explicar que la Unión Africana haya hecho de la unidad un rasgo fundamental de su programa. Pero, mientras que se ha aceptado la idea de unidad, también ha habido reticencias para adoptar el otro elemento crítico de la formulación de Nkrumah -socialismo en todo el continente-. Será la nacionalización del petróleo y los minerales preciosos de África la que, finalmente, dará al continente la soberanía que ha ansiado. Aún pocos jefes de estado africanos tienen el valor de defenderse frente a los países extranjeros y las multinacionales que están robando y explotando los valiosos recursos de África y expulsarlos del forma permanente del continente. Estos líderes probablemente tengan miedo de sufrir el mismo destino que Nkrumah, Lumumba, Robert Mugabe, Thomas Sankara y otros que han desafiado a las fuerzas imperialistas. Dada la reticencia de los jefes de Estado africanos para avanzar con un programa de unidad y socialismo, ¿qué puede hacerse?
Después de muchos debates infructuosos, Nkrumah tuvo que aceptar que muchos líderes africanos nunca establecerían un único Estado socialista en todo el continente. Si esto ocurriera, la agitación para conseguirlo vendría desde abajo y no desde arriba. Nkrumah identificó a los obreros y campesinos como elementos críticos de una alianza revolucionaria, pero también incluyó a: estudiantes que tenían la motivación y los medios para hacer saltar la chispa de las insurrecciones, miembros de las "burguesías nacionales" con la voluntad para cometer "suicidio de clase", y "hombres y mujeres descendientes de africanos y que viven en el extranjero." Nkrumah dijo: "Hay un espacio para toda esta gente en nuestra gran lucha."
"En EEUU estamos en una posición única para exponer la verdad sobre lo que es AFRICOM y para destruir su credibilidad."
Por tanto, ¿cómo podemos aquellos de nosotros que somos "hombres y mujeres descendientes de africanos y que viven en el extranjero" contribuir a la lucha de África? En EEUU estamos en una posición única para exponer la verdad sobre lo que es AFRICOM y para destruir su credibilidad. Podemos presionar para normalizar las relaciones con Zimbabue. Podemos organizar boicots estratégicos contra aquellas multinacionales que instigan la violencia en la República Democrática del Congo. Del mismo modo que Cuba envía brigadas de profesionales sanitarios a África para proporcionar asistencia internacional, nosotros también podemos desarrollar programas para nuestros profesionales y hombres de negocios, para que puedan invertir su tiempo en aquellas zonas de África donde sean más necesarios. Sin embargo, estos y otros proyectos sólo tendrán éxito si son llevados a cabo por organizaciones.
De este modo, unirse a una organización que luche por África es la primera y la más importante tarea para cualquier africano que quiera hacer una contribución significativa. Una buena manera de aprender sobre estas organizaciones es asistir a los programas del Dia de la Liberación Africana que se organizan. El Partido Revolucionario del Pueblo Africanodel Día de la Liberación Africana, sobre el 25 de Marzo, en toda África y en cada rincón de la diáspora africana. Se puede encontrar información sobre estos actos en www.africanliberationday.net. y otras muchas organizaciones esponsorizan los actos
Una África poderosa crearía, con su mera existencia, una poderosa diáspora africana, así que tenemos todo por ganar si completamos la misión de Nkrumah. Con este fin debemos dejar atrás a todos los cobardes y canallas que pretenden liderar los gobiernos africanos y que usan sus posiciones para robar, traicionar y subvertir la marcha revolucionaria del pueblo africano. Nos corresponde a nosotros, los obreros, campesinos y estudiantes africanos, y a los hijos exiliados del continente traer la redención a África.
Mark P. Fancher es abogado, escritor y activista. Puede ser contactado en Mark P. Fancher's blog
Traducido del inglés para Rebelión por Mariola y Jesús María García Pedrajas
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=107556
Difusión: Soberanía Popular