AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS NO
GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS,
POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
A TODAS LAS VÍCTIMAS DEL
TERRORISMO DE ESTADO
A LOS PADRES DE FAMILIA Y
NORMALISTAS DE AYOTZINAPA
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
Fue el Estado mexicano quien
realizó la desaparición forzada, ejecutó de manera extrajudicial y cometió
miles de crímenes de Estado en los años que comprenden la "guerra
sucia", que en los hechos fue una prolongada campaña de contrainsurgencia;
fue el Estado quien siguió deteniendo-desapareciendo a los luchadores sociales
en los años 80´s y 90´s del siglo pasado; fue el Estado quien detuvo y
desapareció a nuestros compañeros Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes
Amaya, por ser revolucionarios, el 25 de mayo de 2007 en la ciudad de Oaxaca;
fue el Estado quien cometió los múltiples crímenes el 26 y 27 de septiembre en
Iguala, Guerrero, contra normalistas de Ayotzinapa y ciudadanos ajenos a ellos;
y es el Estado quien actualmente continúa deteniendo-desapareciendo por motivos
políticos y sociales.
Es el Estado, quien ha detenido
desaparecido por motivos políticos y sociales a más de 300 mil mexicanos. Es el
Estado mexicano quien sigue desapareciendo de manera forzada, porque ésta
constituye política de gobierno, una política pro fascista. La historia y el
presente comprueban que en México quien comete los crímenes de lesa humanidad,
es el Estado mexicano a través de los cuerpos represivos, a exigencia de la
oligarquía mexicana y el capital transnacional.
Comprobado está por la vía de los
hechos que las desapariciones forzadas y las masacres tanto contra el pueblo
organizado o no organizado constituyen política de Estado, cuya magnitud
genocida sobrepasa más de 300 mil detenciones desapariciones forzadas; más de
200 mil ejecuciones extrajudiciales y una estadística exponencial de miles de
detenidos injustamente, en donde la tortura nunca ha dejado de ser "método
de investigación" y criterio para imponer el estado de derecho
oligárquico.
A un año del múltiple crimen de
Estado cometido en Iguala, Guerrero, el desarrollo de los acontecimientos y los
hechos emanados del mismo, constituyen en conjunto la comprobación de que el
Estado es quien lo perpetró, su autoría no se circunscribe a este caso en
particular sino al conjunto de los más de 300 mil detenidos desaparecidos de
manera forzada. La lucha es y debe ser por todos ellos como causa y necesidad
popular.
La "verdad histórica"
vertida desde las instituciones y personeros del Estado, desde su origen
constituyó parte de los instrumentos político-jurídicos para tratar de diluir
su responsabilidad en el cometido de estos crímenes de lesa humanidad y
asegurar con ello la continuidad de su política terrorista contra el pueblo.
Las razones de Estado quedan al desnudo, se comprueba que el crimen tiene
origen en el poder político y económico; y la "verdad histórica" hoy
se revela tal cual es, UNA MENTIRA DE ESTADO.
La política de las diferentes
juntas administrativas hacia los miles de desaparecidos y las víctimas del
terrorismo siempre ha sido sepultarlos en el olvido, desgastando a los
familiares en maniobras burocráticas y dilatorias, el de comprar conciencias y
corromperlas con la hipócrita reparación del daño, y con la impunidad que se
erige desde el poder Legislativo y Judicial. Pero ante la magnitud de los
crímenes de lesa humanidad que se cometen a diario en el país, este pueblo no
ha dejado de luchar, no dejará de combatir porque los detenidos desaparecidos
son del pueblo, y hoy nos queda a todos de manera clara y enfática que es el
Estado quien sigue cometiendo la desaparición forzada en México.
El informe del Grupo
Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), contribuye en el
desenmascaramiento del Estado mexicano y su responsabilidad en los crímenes de
lesa humanidad, entre ellos el de la desaparición forzada, abona con elementos
específicos que corroboran la participación del ejército con sus fuerzas
especiales de contrainsurgencia en el múltiple crimen de Estado, perpetrado en
Iguala, Guerrero.
En los causales de la
desaparición forzada en general y en particular en el caso de Iguala, no cabe
de ninguna manera el móvil del narcotráfico; las causas son de carácter
contrainsurgente y el odio de clase que tiene la actual junta administrativa
contra el pueblo. La lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada
es la mascarada de Estado para perpetrar y justificar los crímenes de lesa
humanidad, realizados por todo el aparato represivo, pero en específico los
grupos de fuerzas especiales policiaco-militares con ropaje de
narcotraficantes, delincuentes y paramilitares.
En realidad los supuestos
particulares que cometen desaparición forzada están vinculados a los grupos
paramilitares y a las diferentes estructuras del aparato represivo, es decir,
actúan bajo la aquiescencia del Estado. Abarca, entonces presidente municipal
de Iguala era parte del Estado; las policías municipales de Iguala y Cocula son
parte del aparato represivo del Estado; la policía federal y el ejército
mexicano destacamentados en Iguala también son parte de éste; los "civiles
vestidos de negro y armados" que atacaron a mansalva a los normalistas y a
los ciudadanos son parte de las fuerzas especiales de los cuerpos
policiacos-militares-paramilitares que conforman las diferentes estructuras
operativas del aparato represivo; el mando único también pertenece al Estado y
éste es el instrumento coordinador y directivo que planifica la represión y los
crímenes de Estado, entre ellos los crímenes de lesa humanidad como la
desaparición forzada y la ejecución extrajudicial.
Probado está, el múltiple crimen
de Estado cometido contra los normalistas de Ayotzinapa y ciudadanos fue
realizado en el contexto de un operativo contrainsurgente por fuerzas
combinadas de la policía municipal, policía federal y el ejército mexicano,
organizado y planificado con mucha antelación y dirigido por el mando único,
instrumento represivo policiaco-militar. Por tal razón no estamos ante un hecho
fortuito, sino sistemático y recurrente.
A un año del cometido del
múltiple crimen en Iguala, Gro., desde el Estado mexicano y el aparto de
"procuración de justicia" se prepara un intento más de dar carpetazo
a este caso, en donde sólo se readecuan algunas "líneas de investigación",
pero en esencia se sigue apuntalando la falsa hipótesis de la
"confusión" y el narcotráfico, con el propósito de criminalizar a las
víctimas del terrorismo de Estado, situándolos como parte del entorno del
narcotráfico y la delincuencia. Con esta insistente maniobra de Estado se
pretende diluir la responsabilidad de éste y seguir revictimizando a las
víctimas y a los familiares de la desaparición forzada.
Hipócritas, cínicos, perversos y
cómplices los políticos de oficio que ayer avalaron desde el poder Legislativo,
cada una de las leyes antipopulares y las reformas burguesas que permitieron y
dieron legalidad a la imposición del Estado policiaco-militar, y hoy pretenden
presentarse como los paladines defensores del pueblo diluyendo el crimen de
Estado con la propuesta oportunista de oficializar el 26 de septiembre como el
día nacional del detenido desaparecido en México. Desde hace décadas nuestro
pueblo lucha a diario por la presentación con vida de todos los
detenidos-desaparecidos de ayer y hoy, toda fecha burocratizada desde el poder
que nos oprime tiene como objetivo quitar el filo combativo de la protesta
popular.
Para estos politicastros lo único
que recibirán del pueblo es su desprecio, han decidido estar del lado del
opresor, han sido comprados con el brillo de las treinta monedas de Judas. No
tenemos duda que la historia los seguirá juzgando y no dudamos que algún día
los tribunales populares ejerzan la justicia de los oprimidos.
Las plumas mercenarias, las
lenguas del capital y el ministerio de opinión, saben y tienen desde un
principio claridad sobre los crímenes y razones de Estado que se cometen en el
país, conocimiento de causa que les permite tomar partido como defensores de
los intereses del Estado, la oligarquía mexicana y el capital transnacional. Por
lo tanto su papel nunca ha sido el de informar, sino el de la manipulación
perversa y cínica de la opinión pública para la defensa de los intereses a
quienes obedecen, con el objetivo de la defensa a ultranza del régimen
socioeconómico.
El crimen de lesa humanidad, es
decir, la desaparición forzada, en México se está revelando como política de
genocidio, como crímenes del Estado mexicano porque en ese supuesto combate al
narcotráfico el gobierno antipopular desarrolla una guerra velada contra todo
el pueblo.
La presentación con vida y en
libertad de todos los detenidos desaparecidos de manera forzada por motivos
políticos y sociales, de ayer y hoy, no es para tiempos indefinidos, la
paciencia y la prudencia siempre tienen un límite, y éste es el grado y disposición
de la voluntad popular de combatir; la exigencia de la presentación con vida de
todos los detenidos desaparecidos es una demanda popular de actualidad que debe
desembocar en la coordinación y unidad de las fuerzas populares; una demanda
por la cual todos debemos sumar fuerzas y cerrar filas para obligar a este
gobierno terrorista, a golpe de movilización y resistencia popular, para que
los presente, para que se haga responsable de sus actos criminales en la
aplicación de su política terrorista y se castigue a los responsables
materiales e intelectuales de estos abominables crímenes de Estado.
Ante la desaparición forzada de
miles de ciudadanos mexicanos y la magnitud del terrorismo de Estado el pueblo
no puede permanecer inerte, pasivo, poniendo una y otra vez la otra mejilla;
mucho menos paralizado por el terrorismo de Estado. En este contexto de lucha y
resistencia popular toda iniciativa de organización y lucha que se objetive en
las diferentes formas de lucha es necesaria y válida.
Por la memoria de todos los
detenidos desaparecidos de ayer y hoy; que el dolor del familiar ausente de
manera forzada se transforme en un torrente de lucha revolucionaria; hagamos de
cada víctima del terrorismo de Estado una bandera de lucha, que sea causa y
motivo de resistencia revolucionaria.
¡Porque el dolor de la ausencia
forzada jamás se olvida, jamás se perdona, ni perdón ni olvido! ¡Toda una vida
de lucha y congruencia!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS
QUEREMOS!
¡A SEGUIR EXIGIENDO LA
PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS-DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡A ORGANIZAR LA LUCHA CONTRA EL
TERRORISMO DE ESTADO!
¡LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS
POLÍTICOS DEL PAÍS!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS
PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ CENTRAL
DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR
REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA GENERAL DE ZONA
DEL
EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
CG-EPR
AÑO 51
REPÚBLICA MEXICANA, A 21 DE SEPTIEMBRE DE 2015