América y el mundo tiene los ojos puestos en Honduras. De resolverse y que regrese el presidente Zelaya es como un mensaje que debe quedar para el mundo. Y el rompimiento del orden constitucional, el rompimiento de la democracia en este país si se deja como está es un precedente que va a marcar la historia de nuestra Honduras para siempre. El hecho de que la comunidad internacional se haya expresado, que haya condenado esto, que esté pidiendo el retorno del presidente, no solamente por ser Mel Zelaya, sino porque queremos defender nuestra democracia. Eso es importante, porque nosotros no podemos permitir que esto se desencadene en una amenaza para toda América.
Xiomara Zelaya, mejor conocida como "Pichu", hija del presidente legítimo y constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, ofreció una entrevista exclusiva a teleSUR en la que aseveró que su padre regresa al país centroamericano "con los brazos abiertos del pueblo".
"Vuelve Mel Zelaya, vuelve bien y este pueblo lo va a recibir con los brazos abiertos. De verdad que es una emoción, algo muy bonito ver al pueblo defenderse, manifestarse y que venga el presidente y lo reciba esa cantidad de gente, con amor y deseo de verlo, tocarlo, sentirlo presente, eso nos llena el corazón de mucha satisfacción porque nos ha dicho y nos recuerda que hemos hecho lo correcto", declaró "Pichu" a Madeleine García, enviada especial de teleSUR en Tegucigalpa.
Previo a contestar las preguntas, la hija del mandatario hondureño agradeció "el trabajo que teleSUR ha hecho. El mundo no conocería lo que sucede en Honduras de no ser por ustedes, así que muchas gracias", dijo.
A continuación, teleSUR presenta el texto íntegro:
Descríbenos cómo fue el momento en el que llegaron los militares.
Les voy a contar más o menos, porque la verdad yo no debía estar en la casa ese domingo, porque yo toda esa semana dormí en la casa de mi hermano que queda a cinco cuadras de acá, y esa noche del domingo en la madrugada, no podía dormir y pongo el canal oficial que es el 8 para ver cómo iba el proceso de lo que es la cuarta urna y toda esa consulta que se iba a hacer el domingo. Eran como la una de la madrugada y estaba mi papá en un programa en vivo con el periodista Eduardo Maldonado y con Jorge Arturo Reina, un joven militante del partido. Pues entonces él le estaba diciendo al público cuál era la estrategia, a qué horas deberían estar poniendo las urnas en cada lugar, cuál iba a ser el procedimiento hasta cerrar las urnas a las cuatro ó cinco de la tarde, cómo iba a ser el conteo. Estaba haciendo una explicación al público sobre todo lo que iba a suceder el día domingo.
A la vez dio públicamente su número de celular, llámenme cualquier cosa que necesiten saber y la gente empezó a mandar mensajes, empezó a llamar, y yo fui una de ellas. Le puse: papi, te estoy viendo, recuérdale a la gente que los principios de participación, de libertad no son de derecha o de izquierda, sino que son derechos humanos y que no teman a salir y ejercer su derecho al voto. Pues cuando lee el mensajito lo lee en público y lo hace público, entonces luego de terminar de leer el mensajito me dice: Pichu, dormíte ahorita, andá a acostarte porque a las seis de la mañana me tienes que despertar. Entonces, eran las dos de la mañana ya y me dijo: descansá que a las seis de la mañana me tienes que despertar para que vayamos juntos a las siete. Perfecto, pongo mi despertador y llamo a mi sobrino, y a las cuatro y 40 me despierto para yo transportarme a esa casa y poder alistarme y despertar a mi papá.
Salí de la casa de mi hermano a las cinco de la mañana. Llegué acá como a las cinco y cinco, y como a las cinco y media me metí a bañar, y como a las cinco y 40 fue el primer disparo. Yo estaba en el baño aún. Sonó el primer disparo y en ese momento no supe distinguir si era un disparo o qué era. Porque fue un disparo y luego pasaron ciertos segundos y siguió el siguiente. Al segundo disparo me quito el jabón muy rápido y salgo del baño y mi papá venía ya del cuarto gritando "Pichu, Pichu, Pichu". Y yo le dije, papi, estoy en el baño ¿qué hago?, y se escucharon tres disparos seguidos en ese momento.
Entonces, él me dijo: salíte, vestíte rápido que nos están dando el golpe. Cambiáte. Él se metió en su cuarto y yo en el mío. A la carrera agarré cualquier cosa que agarré y me la puse encima, y agarré mi celular en ese instante y le avisé a mi hermano y le dije: estánlos militares aquí en la casa, se vienen a llevar a mi papá, hay un golpe de Estado, anunciálo. Llamé a un amigo que también es parte de las organizaciones sociales y le dije: hagan una movilización inmediata, hay un golpe de Estado, los militares están en mi casa, y anúncialo para que la gente se dé cuenta.
Pues me dio tiempo para hacer eso, iba saliendo de mi cuarto y venía entrando un seguridad personal, una de las personas subió y le pregunté: ¿qué pasa, qué es lo que está pasando?, y en ese momento salió mi papá y me dijeron: vete hacia el cuarto y cierra la puerta con llave. Lo que yo no sabía es que una de las personas que estaba conmigo de seguridad, había entrado a la casa, había cerrado todos los portones, y mi casa no tiene barrotes, es de ventanales, es decir, no hay mucha seguridad en esta casa.
Los portones casi permanentemente están abiertos, nunca se han cerrado. Y ella cuando vio a los militares salió corriendo y cerró todas las puertas. Eso permitió que los militares que venían hicieran fuerza para entrar a la casa y dispararan las puertas para poder entrar a la casa.
No sé qué fue lo que pasó con mi papá, no he hablado con él y me ha contado cómo fue que se tiró sobre el techo, porque yo escuché, y no sé cómo fue que lo encontraron que sabían que estaba arriba. Yo, cuando ellos empezaron a golpear la puerta, la de mi cuarto, me metí bajo la cama. La persona de seguridad mía estaba conmigo en el cuarto y entraron, la encontraron a ella y ella gritó: No disparen! A ella la agarraron, la desarmaron y la sacaron. Yo me quedé bajo la cama. Ellos registraron todo, menos bajo la cama, fue algo que de verdad yo estaba pidiéndole a Dios protección, y para mi papá también.
Luego escuché la ráfaga de disparos que yo pensé que habían herido a mi papá, y escuché también cuando lo encontraron y le gritaban: ¡Arriba las manos, levante las manos! Empezaron a gritar muy fuerte, todos se gritaban entre ellos, yo no sabía lo que estaba pasando. Entre eso, los disparos, yo sofocada debajo de la cama no sabía qué estaba pasando, y la verdad me imaginé lo peor.
Luego de eso se lo llevaron como a las seis de la mañana, recibí una llamada de mi hermano, yo estaba debajo de la cama todavía ya no escuchaba ningún ruido, ningún sonido en mi casa. Contesté el teléfono y le dije: se lo llevaron.
Entonces me dijo: mirá, no te preocupés, ya yo hablé a la OEA (Organización de Estados Americanos), ya los había anunciado la primera vez que les hablé, ya el Embajador nuestro ante la OEA había hecho la denuncia, se estaba en ese proceso. Y se logró denunciar antes lo del golpe de Estado. Supongo yo que ellos lo tenían bien planificado, Madeleine. Ellos se habían asegurado que en mi casa no hubiese nadie más que mi papá, era el único que estaba acá.
Se habían asegurado de que las puertas estuvieran abiertas, de que ellos podían entrar, sacarlo, sin que nadie se diera cuenta. Y segundos después sacar una renuncia falsificada con su firma falsificada, diciendo que él había oído, que él se había negado a continuar con lo de la consulta, lo de la cuarta urna, y que había renunciado a su cargo. O sea, que desde el principio se les estropeó todo el plan del golpe de Estado y de la supuesta "sucesión".
Estuve media hora debajo de la cama esperando no escuchar nada, no sabía si había militares afuera, no sabía qué podía ocurrir, hasta que escuché al señor de seguridad de mi papá que empezó a gritar: Señorita Xiomara, señorita Xiomara, el capitán Barahona. Yo le había puesto un mensajito a mi decán y le había puesto si podía salir y ella me dijo No. Entonces yo no le contesté, hasta que escuché la voz de mi seguridad que era la que estaba conmigo, fue que salí. Y ahí me dijo, no se preocupe, su papá va a estar bien, pero no me daba respuesta de si se lo habían llevado o no. A las seis y media salí yo de la casa, de aquí.
El capitán Barahona, ¿dónde estaba?
Bueno, yo entiendo que de las personas que estaban acá cuando yo salí, algunos estaban heridos, otros golpeados. Entiendo yo por lo que varios me han contado, que cuando llegaron los militares los golpearon, los tiraron contra el suelo, los desarmaron a ellos completamente. De Barahona no conozco dónde estaba él.
En esa media hora (escondida debajo de la cama), ¿qué pasó por tu mente?
Otra de las guerras que se tuvo fue el aumento de salario. Los hondureños recibían el salario mínimo más bajo de toda Centroamérico. Y el presidente Manuel Zelaya lo que hizo fue doblarlo y ayudar a los ciudadanos para que ellos pudiera vivir, porque antes ni siquiera podían vivir con el costo de la vida. Hubo varias acciones que él tomó en beneficio del pueblo que de alguna manera lastimaron a algunos intereses.
Eso fue terrible porque yo lo que pensaba era en mi papá, en qué le habían hecho. O sea, que mi preocupación realmente era que yo escuchaba disparos y yo pensaba que lo habían herido a él. En ese momento mi mente pensaba lo peor. Pero lográ mandar varios mensajitos. De hecho, cuando yo me metí debajo de la cama, cosas que uno hace que uno ni se imagina en qué momento puede cruzarse por la mente hacerlo. Yo agarré mi celular y empecé. Quería grabar cuando los militares estaban golpeando las puertas. Lastimosamente sale el flash porque es automático, y como debajo de la cama es tan oscuro, salió el flash y tuve que taparlo con mi mano, y solamente se escucha cuando él está golpeando la puerta.
Mientras yo estaba ahí y el vídeo iba corriendo, recibía llamadas de mi hermano. Ellos rompían la puerta, luego, se corta el vídeo porque recibo la llamada de mi hermano. Lo vuelvo a activar y ya ellos estaban en la puerta de afuera gritando: "¡busquen en los baños, revisen en los baños!" Entonces se escucha más o menos ahí el diálogo entre ellos.
Ahora, ¿qué crees que no le perdonan a tú papá? Tú lo dijiste en la primera manifestación de resistencia del pueblo que algo no le perdonaban a tú papá. ¿Qué no le perdonan a tú papá, qué crees además que está detrás de todo esto?
Bueno, a mi papá ha sido una persona que nunca le ha hecho daño a nadie, él ha enfrentado, él ha denunciado el poder mediático que se vive aquí también, la falta y el hecho de que no hay una libertad de expresión, él lo ha hecho público. Pero de ahí a actuar en contra de alguno de ellos, eso nunca lo ha hecho. Ahora, desde principio del Gobierno, cuando nosotros entramos en la promesa de campaña, una de mi papá fue la rebaja del combustible. Es cierto internacionalmente que hubo un momento de los precios del combustible, pero nunca debió ser tan fuerte en el bolsillo de los hondureños.
En el gobierno anterior, el combustible aumentó de manera impresionante. Se creó una Comisión Patriótica para poder ver por qué era la razón de los precios del combustible, y emplearon la nueva fórmula. Cuando nosotros entramos al Gobierno, le presentó esta Comisión a mi papá lo que pasaba. Las empresas estaban haciendo unas ganancias del triple de lo que debían hacer. O sea que aparte de que el aumento del combustible estaba, ellos les ganaban aún más, les sacaban muchos más beneficios exprimiendo los bolsillos de los ciudadanos.
Entonces el presidente agarró esa fórmula y se echó encima las trasnacionales. Empezó en ese momento una guerra espantosa en contra de cada acción. Si mi papá ha cometido algún pecado, y yo no lo considero pecado, sino que es parte del don que tiene, parte de ese deseo que tiene de ayudar a nuestro pueblo, y es trabajar por los pobres. Él ha empleado proyectos maravillosos donde se le ha dado a los campesinos, a los obreros.
Otra de las guerras que se tuvo fue el aumento de salario. Los hondureños recibían el salario mínimo más bajo de toda Centroamérico. Y el presidente Manuel Zelaya lo que hizo fue doblarlo y ayudar a los ciudadanos para que ellos pudiera vivir, porque antes ni siquiera podían vivir con el costo de la vida.
Hubo varias acciones que él tomó en beneficio del pueblo que de alguna manera lastimaron a algunos intereses.
Esta es la semana crucial, si se quiere, la última semana porque se dio otro plazo de 72 horas para poder tener una salida diplomática a esta situación. ¿Confías en esta segunda oportunidad de la Mesa de Diálogo, crees que tu papá retornará?
Bueno, yo creo que América y el mundo tiene los ojos puestos en Honduras. De resolverse y que regrese el presidente Zelaya es como un mensaje que debe quedar para el mundo. Y el rompimiento del orden constitucional, el rompimiento de la democracia en este país si se deja como está es un precedente que va a marcar la historia de nuestra Honduras para siempre. El hecho de que la comunidad internacional se haya expresado, que haya condenado esto, que esté pidiendo el retorno del presidente, no solamente por ser MEL Zelaya, sino porque queremos defender nuestra democracia. Eso es importante, porque nosotros no podemos permitir que esto se desencadene en una amenaza para toda América.
Voy a decirte una serie de palabras y tú solamente me vas a dar el significado de cada una de ellas con una palabra.
MEL Zelaya: en una sola palabra yo lo visualizo a él como un Revolucionario. Es un hombre que viene a hacer cambios, es un hombre de transformación, y si eso significa Revolución, entonces es un Revolucionario.
OEA: puedo decir que ha sido acertado por la forma de actuar y en lo contundente de sus declaraciones.
Cuarta Urna: Libertad
Romero Vásquez Velasco: hombre confundido, su mente como que estaba entre el bien y el mal.
Roberto Micheletti: solamente un representante de un régimen de facto.
Hugo Chávez: Mi Comandante, le tengo mucho respeto y admiración. Ha luchado como lo ha hecho mi padre, ha luchado en otra dimensión totalmente aparte, contra los poderes mediáticos. He estudiado mucho su vida y la de otros líderes.
¿Vuelve MEL Zelaya? Vuelve MEL Zelaya, vuelve bien y este pueblo lo va a recibir con los brazos abiertos y de verdad que es una emoción, algo muy bonito ver al pueblo defenderse, manifestarse y que venga el presidente y lo reciba esa cantidad de gente, con amor y deseo de verlo, tocarlo, sentirlo presente, eso nos llena el corazón de mucha satisfacción porque nos ha dicho y nos recuerda que hemos hecho lo correcto.