martes, 6 de diciembre de 2011

Expresa López Obrador su respeto a la Constitución, a las leyes, a la división de poderes y a las garantías individuales


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Expresa López Obrador su respeto a la Constitución, a las leyes, a la división de poderes y a las garantías individuales
México, Distrito Federal
Martes 06 de diciembre de 2011



* Conferencia magistral que dictó Andrés Manuel López Obrador en el ciclo “Por México y para México”, que organiza la Asociación Interdisciplinaria de Juristas de México

Amigas, amigos abogados. Me da mucho gusto estar con ustedes. Agradezco la presencia de legisladores, de embajadores y de ciudadanos en general. Amigas y amigos todos.

Agradezco de manera especial al licenciado Ángel Buendía Buendía por la invitación a participar en este foro. Voy a ser breve, porque lo más importante es la sesión de preguntas y respuestas.

Además el ministro Genaro Góngora Pimentel ya me ayudó exponiendo lo que es el marco teórico-jurídico que debe de normar nuestra actuación como ciudadanos o como autoridades.

Yo quiero dejar en esta ocasión en claro mi respeto a la Constitución, a las leyes. Quiero dejar de manifiesto que soy partidario de la máxima de un jurista del siglo XIX, un extraordinario abogado, José María Iglesias, que decía: Al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie.

Quiero también expresar mi respeto a la división de poderes y, en particular, a la independencia y a la autonomía de poderes. No comparto la idea autoritaria de que el poder de los poderes es el Ejecutivo; creo que es indispensable el equilibrio, la armonía entre los tres poderes: El Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo.

Vamos siempre a ser respetuosos de esa autonomía y no es nada más discurso retórico. Fui jefe de gobierno de esta ciudad y, como les consta a jueces, a magistrados, nunca me inmiscuí, mucho menos traté de imponerme en las funciones del Tribunal de Justicia del Distrito Federal.

Había la costumbre, la mala costumbre de que el regente o jefe de Gobierno daba la línea para el nombramiento de jueces y de magistrados y hay constancia de que durante el tiempo que estuve como jefe de Gobierno se respetó la autonomía del Poder Judicial en el Distrito Federal.

Los magistrados, desde entonces, eligen al presidente de ese poder en el Distrito Federal, al presidente del Tribunal de Justicia del Distrito Federal, mediante procedimientos democráticos.

Eso, que se estableció en la época que estuvimos gobernando la ciudad y que corresponde a lo que establece la Constitución y las leyes, pero que no se practicaba, porque uno de los problemas que tenemos es que las leyes se respetan nada más en la forma, pero se violan en el fondo, pues esa práctica que tiene que ver con la legalidad plena, cabal en la Ciudad de México, desgraciadamente no se advierte en otras entidades federativas, donde la verdad, la realidad es que los gobernadores designan a los presidentes de los tribunales superiores de justicia.

Vamos a seguir respetando la ley, la división y el equilibrio entre los poderes y también ofrezco el respeto a las garantías individuales, a los derechos de los ciudadanos, el derecho a la propiedad, el derecho a la posesión de bienes, el derecho a la libertad y el derecho a la vida, que es el más importante de los derechos humanos.

Y nos va a corresponder, porque estoy optimista, llevar a la práctica todo lo que establece la Constitución en cuanto a derechos sociales: El derecho al trabajo, el derecho a un salario digno y remunerador, el derecho a la educación pública, laica, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares, el derecho a la salud, el derecho a la vivienda, el derecho, en pocas palabras, a la felicidad.

Me da mucho gusto estar compartiendo con ustedes este desayuno. Les invito para que todos juntos logremos sacar a nuestro país de esta decadencia. Que entre todos, mujeres y hombres, libres y conscientes, logremos una renovación tajante de la vida pública, para hacer renacer nuestro querido México.

Ese es el objetivo principal de nuestro movimiento, en el que participan muchas mujeres, muchos hombres, que tienen fe y que sostienen que México y su pueblo merecen un mejor destino.

Ayúdenos para que entre todos transformemos al país. Ayúdenos para que podamos entregar buenas cuentas a las nuevas generaciones, a nuestros hijos, a nuestros nietos.

Ayúdenos para que en México haya justicia, para que en México todos podamos vivir con dignidad y todos podamos ser felices.

Muchísimas gracias a todas y a todos.



Fuente: Gobierno Legítimo
Difusión AMLOTV

Entrevista a AMLO al término del Evento en el Club de Banqueros : Peña Nieto encarna la corrupción: AMLO




Peña Nieto encarna la corrupción: AMLO
México, Distrito Federal
Martes 06 de diciembre de 2011



* Entrevista que concedió Andrés Manuel López Obrador al término de dictar una conferencia magistral en el ciclo “Por México y para México”, que organiza la Asociación Interdisciplinaria de Juristas de México

P: Sobre los nombres de quienes integrarán el equipo de precampaña.
R: Hoy por la tarde vamos a dar a conocer cómo se va a integrar el comité de campaña. Ofrezco a ustedes darles a conocer el día de hoy sobre quiénes van a ayudarnos en todas las tareas, en todo el proceso político-electoral que está por venir.

P: Algunos nombres.
R: Vamos a esperar mejor, vamos a esperar a que se dé a conocer todo el equipo, hoy en la tarde.

P: ¿Por qué invitó a Manuel Bartlett a una senaduría?
R: No invite a Manuel Bartlett, es un asunto de los partidos, del PT en particular.

P: Su opinión en particular.
R: Los partidos tienen su derecho a elegir a sus candidatos.

P: Lo que mostró Peña Nieto en la FIL de Guadalajara. La ignorancia que muestra el precandidato del PRI.
R: Usted, qué me dice, que muestra qué.

P: Ignorancia el precandidato del PRI.
R: No se escuchó.

P: Que si muestra ignorancia el precandidato del PRI…
R: Más fuerte, muchas veces.

P: ¿Qué es lo que piensa y Ernesto Cordero es otro ignorante?
R: Mire, yo creo que lo que la lectura no da, la mercadotecnia no otorga.

P: ¿Hay otros puntos de la plataforma con los cuales no esté de acuerdo?
R: Sí, puede ser que no esté de acuerdo en otros.

P: Por ejemplo.
R: Hasta ahora en ese tema, porque lo distorsionaron, el tema de las afores, diciendo que íbamos a expropiar las afores. Imagínense, cuando se trata de las pensiones y las jubilaciones de los trabajadores. ¿Qué es lo que se va a hacer? Vamos a proteger y a cuidar a esos recursos. ¿Cómo vamos a estar pensando en utilizar esos recursos, en expropiar –como dicen nuestros adversarios—esos recursos? Por eso se aclaró este asunto. Pero pueden salir otros también.

P: Dicen que los ministros de la Corte tendrían que ser electos. ¿Qué opina?
R: Yo estoy de acuerdo en eso, pero desde luego hay que verlo en su momento. Creo que sería muy bueno que se eligiera a los ministros de la Corte.

P: No le molesta que el artífice de la caída del sistema….
R: No es un asunto apegado a la verdad. Es parte de la manipulación de algunos medios de comunicación. El licenciado Manuel Bartlett no forma parte de MORENA. ¿Le quedó claro?

P: ¿Y si formara parte?
R: De qué medio eres tú.

P: De CV Televisión Michoacana.
R: Bien.

P: En los últimos días hubo renuncias de panistas importantes de Nuevo León para incorporarse y apoyarlo. ¿Tiene noticias de otros más?
R: Empresarios en general se están adhiriendo a nuestra campaña, son empresarios que inclusive estuvieron en contra de nosotros en el 2006, porque fueron engañados. Ellos mismos están reconociendo que fueron engañados, que se equivocaron, es de sabios cambiar de parecer y ahora se están sumando a nuestro movimiento, son bienvenidos, porque nosotros nunca hemos estado en contra de los empresarios. Por el contrario, el que invierte, el que genera empleos, merece respeto y ahora que se están adhiriendo muchos empresarios, pues bienvenidos. Algunos que pertenecían al PRI y al PAN que se están adhiriendo y nosotros no tenemos ninguna diferencia con priistas o con panistas, con los ciudadanos que pertenecen al PRI o al PAN. Las diferencias las tenemos con los de arriba. Todo esto que significa Peña Nieto. Ahora se extrañan porque no ha leído, pero no se dice que hizo un acuerdo con la maestra Elba Esther y si gana el PRI, gana Peña Nieto, y toco madera, la próxima secretaria de Educación Pública sería Elba Esther Gordillo. Habría que estar pensando que sería todo un retroceso, porque es probable que Salinas sea secretario de Hacienda. Es muy probable que Montiel sea contralor. Es muy probable que el ex dirigente del PRI, Moreira, vaya a la Secretaría de Gobernación, como premio de consolación. Entonces, eso es Peña Nieto. Es la corrupción. No es nada más deque no ha leído, él encarna fundamentalmente la corrupción.

P: ¿Es un reflejo de la mala calidad de la educación, el caso de Peña?
R: Paco Ignacio Taibo tiene un taller de fomento a la lectura. Yo creo que, con todo respeto a Paco Ignacio, podría invitar a Peña Nieto a participar en el taller.

Muchas gracias.


Fuente: Gobierno Legítimo
Difusión AMLOTV

Fundamentos para una República amorosa




Fundamentos para una República amorosa
México, Distrito Federal
Martes 06 de diciembre de 2011



* Por Andrés Manuel López Obrador

La decadencia que padecemos se ha producido, tanto por la falta de oportunidades de empleo, estudio y otros satisfactores básicos como por la pérdida de valores culturales, morales y espirituales. Por eso nuestra propuesta para lograr el renacimiento de México tiene el propósito de hacer realidad el progreso con justicia y, al mismo tiempo, auspiciar una manera de vivir, sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza y a la patria.

Es sabido que los seres humanos necesitan bienestar. Es prácticamente aceptado por todos que nadie puede ser feliz sin tener trabajo, alimentación o cualquier otra necesidad, material o biológica. Un hombre en la pobreza piensa en cómo sobrevivir antes de ocuparse de tareas políticas, científicas, artísticas o espirituales.

Pero también es incuestionable que el sentido de la vida no se reduce sólo a la obtención de lo material, a lo que poseemos o acumulamos. Una persona sin apego a una doctrina o a un código de valores, no necesariamente logra la felicidad. Inclusive, en algunos casos, el triunfar a toda costa, sin escrúpulos morales de ninguna índole, conduce a una vida vacía y deshumanizada. De ahí que deberá buscarse siempre el equilibrio entre lo material y lo espiritual: procurar que a nadie le falte lo indispensable para la sobrevivencia y cultivar nuestros mejores sentimientos de bondad.

Cuando hablamos de una república amorosa, con dimensión social y grandeza espiritual, estamos proponiendo regenerar la vida pública de México mediante una nueva forma de hacer política, aplicando en prudente armonía tres ideas rectoras: la honestidad, la justicia y el amor. Honestidad y justicia para mejorar las condiciones de vida y alcanzar la tranquilidad y la paz pública; y el amor para promover el bien y lograr la felicidad.

La honestidad es la mayor riqueza de las naciones y, en nuestro país, este valor se ha venido degradando cada vez más. Aunque esto atañe a todos los sectores sociales, es, sin duda, la deshonestidad de los gobernantes y de las élites del poder, lo que más ha deteriorado la vida pública de México, tanto por el mal ejemplo como por la apropiación de bienes y riquezas de la colectividad. Inclusive puede afirmarse que la inmoralidad es la causa principal de la desigualdad y de la actual tragedia nacional. Dicho en otras palabras: nada ha deteriorado más a México que la corrupción política.

No obstante, siendo éste el principal problema del país y, aunque resulte increíble, es un tema que no aparece en la agenda nacional. Se habla de reformas estructurales de todo tipo, pero este grave asunto no se considera prioritario. Es más, no es tema en el discurso político, por el contrario, en la actualidad se ha extendido la especie del regreso del PRI, con la creencia de que ellos "roban pero dejan robar" y en el contexto de la máxima, según la cual, "quien no transa no avanza".

Aunque se vive en el llamado mundo de la globalidad, tampoco se piensa en importar ejemplos de países y gobiernos que han tenido éxito en hacer de la honestidad el principio rector de su vida pública. En la información más reciente sobre índices de la percepción de la corrupción en 182 países del mundo, mientras Nueva Zelanda, Dinamarca, Finlandia y Suecia ocupan los primeros lugares en honestidad, México ocupa el lugar 100. Y, como es obvio, ellos tienen mejores niveles de bienestar. Pero lo paradójico y absurdo es que en la sociedad mexicana existe este valor y ni siquiera tendríamos que importarlo. Es decir, si hubiese voluntad para aprovechar las bondades de la honestidad, sólo sería cosa de exaltarla, de cultivarla entre todos y hacerla voluntad colectiva.

En los pueblos del México profundo se conserva aún la herencia de la gran civilización mesoamericana y existe una importante reserva de valores para regenerar la vida pública. Me consta que hay comunidades donde las trojes que se usan para guardar el maíz están en el campo, en los "trabajaderos", lejos del caserío y nadie piensa en apropiarse del trabajo ajeno. En muchos lugares, hasta hace poco, no se tenía noción del robo. Aquí cuento que recientemente un joven compañero de Morena olvidó su cartera en el revistero de un avión comercial y días después recibió la llamada de un campesino migrante desde un lugar de California para informarle que él había encontrado su cartera con sus datos y dinero. El campesino migrante, originario de una comunidad de Veracruz, le preguntó sobre cuánto llevaba en la cartera y una vez aclarado el asunto se la envió a su domicilio. Mi joven compañero le preguntó al migrante, que apenas hablaba bien el español, por qué lo hacía. Le contestó que sus padres le habían enseñado a "hacer el bien sin mirar a quién" y que si actuaba así tendría en la vida una recompensa mayor.

Por ello digo que la honestidad es una virtud que aún poseemos y sólo es cosa de revalorarla, de darle su lugar, de ponerla en el centro del debate público y de aplicarla como principio básico para la regeneración nacional. Elevar la honestidad a rango supremo nos traería muchos beneficios. Los gobernantes contarían con autoridad moral para exigir a todos un recto proceder, nadie tendría privilegios. Se podría aplicar un plan de austeridad republicana para reducir los sueldos elevadísimos de los altos funcionarios públicos y eliminar los gastos superfluos. Asimismo, con este imperativo ético por delante se recuperarían recursos que hoy se van por el caño de la corrupción y se destinarían al desarrollo y al bienestar del pueblo.

La justicia. Todavía es vigente la frase bíblica de Madero de que el pueblo de México "tiene hambre y sed de justicia". Es la demanda incumplida, pendiente, a pesar de la Revolución y de toda la retórica de los gobiernos posteriores. Tampoco aparece en la agenda de la llamada clase política. No obstante, es la sombra que nos persigue, que nos impide estar bien con nuestras conciencias y ser más humanos.

La pobreza en México es una amarga realidad, entristece, parte el alma y se encuentra por todos lados. Está presente en los estados del norte, donde antes no había tanta. Es notoria en las colonias populares de grandes concentraciones urbanas y de las ciudades fronterizas; en el campo de Zacatecas, Nayarit y Durango; predomina en el centro, en el sur y en el sureste del país, sobre todo en comunidades indígenas. En todas partes la gente no tiene oportunidades de empleo y se ve obligada a emigrar de sus comunidades, abandonando a sus familias, costumbres y tradiciones. La producción de autoconsumo, los programas de apoyo gubernamental y la ayuda que reciben quienes tienen familiares en el extranjero, no alcanza más que para sobrevivir. No hay para el pasaje, la medicina, para pagar el gas, el recibo de la luz, ni mucho menos para comer bien.

En México la falta de justicia debe avergonzarnos más porque no existe ninguna razón natural o geográfica que la justifique. Nuestro país, a pesar de que lo han saqueado por siglos, todavía es de los que poseen más recursos naturales en el mundo. En todo su territorio hay riquezas: en el norte, minas de oro, plata y cobre; en el sur, agua, gas y petróleo y, en todos lados, el pueblo cuenta con cultura, vocación de trabajo y con una inmensa bondad. De modo que la pobreza no puede atribuirse a la falta de recursos, a la fatalidad, al destino o a la supuesta flojera e indolencia de los mexicanos. Como hemos dicho, se debe a la corrupción imperante y a la economía de elite que sólo beneficia a una pequeña minoría. Lo más lamentable es que, aun con el sufrimiento que implica esta política económica, se insiste en perpetuarla a cualquier costo. Hay una estrategia deliberada para ocultar hasta lo evidente. No se difunden las cifras oficiales que demuestran cómo la llamada política neoliberal nos llevó a la ruina y a un mayor deterioro de la convivencia social. No se dice que en los pasados 15 años, por ejemplo, solo se han generado anualmente 500 mil empleos formales en promedio, cuando se requieren un millón 200 mil. Es decir, cada año 700 mil mexicanos han tenido que emigrar, buscarse la vida en la economía informal o tomar el camino de las conductas antisociales. Tampoco se habla de que hoy 67 por ciento de los trabajadores con empleo, siete de cada 10, reciben ingresos que no superan los tres salarios mínimos, o sea, 13 dólares o 10 euros diarios. Con esos sueldos nadie podría vivir en Estados Unidos ni en Europa.

Por ello, insisto, lo que más desespera y molesta es que quienes realmente gobiernan no hacen nada para evitar el deterioro sistemático de los niveles de vida. Este año, por mantener el negocio de unos cuantos en la compra de los combustibles en el extranjero, va a aumentar la gasolina, el diesel y el gas al doble de la inflación, y como resultado continúa la pérdida del poder adquisitivo del salario. En el más reciente reporte del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM se sostiene que un salario mínimo hace 29 años alcanzaba para comprar 51 kilos de tortilla, o 250 piezas de pan blanco, o 12 kilos de frijol bayo; y ahora, sólo alcanza para adquirir cinco kilos de tortilla o 25 piezas de pan blanco o tres kilos de frijol. De ese tamaño ha sido el empobrecimiento de la gente.

Pero quizá lo que más revela la insensibilidad y el desprecio por la gente, es la forma en que se enfrenta la crisis de inseguridad y de violencia. El gobierno y las elites del poder son incapaces de aceptar que la pobreza y la falta de oportunidades de empleo y bienestar originaron este estallido de odio y resentimiento. Y, como es obvio, menos les importa atender las causas del problema. Por el contrario, en una especie de enajenación autoritaria, pretenden resolverlo con medidas coercitivas, enfrentando la violencia con la violencia, como si el fuego se pudiese apagar con fuego. Se dicen creyentes, pero olvidan que no es la violencia, sino el bien, lo que suprime el mal.

A este pensamiento hipócrita y conservador, debemos oponer el criterio de que la inseguridad y la violencia sólo pueden ser vencidas con cambios efectivos en el medio social y con la influencia moral que se pueda ejercer sobre la sociedad en su conjunto. No hay más que combatir la desigualdad para tener una sociedad más humana y evitar la frustración y las trágicas tensiones que provoca. Estamos, pues, preparados y decididos a resolver la actual crisis de inseguridad y de violencia. Lo haremos bajo el principio de que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia. La solución de fondo, la más eficaz y la más humana, pasa por enfrentar el desempleo, la pobreza, la desintegración familiar, la pérdida de valores y por incorporar a los jóvenes al trabajo y al estudio.

El amor. Como hemos sostenido, la crisis actual se debe no sólo a la falta de bienes materiales sino también por la pérdida de valores. De ahí que sea indispensable auspiciar una nueva corriente de pensamiento para alcanzar un ideal moral, cuyos preceptos exalten el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza y a la patria.

La descomposición social y los males que nos aquejan, no sólo deben contrarrestarse con desarrollo y bienestar y medidas coercitivas. Lo material es importante, pero no basta: hay que fortalecer los valores morales.

A partir de la reserva moral y cultural que todavía existe en las familias y en las comunidades del México profundo, y apoyados en la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo, debemos emprender la tarea de exaltar y promover valores individuales y colectivos. Es urgente revertir el desequilibrio que existe entre el individualismo dominante y los valores orientados a hacer el bien en pro de los demás.

Yo sé que este tema es muy polémico, pero creo que si no se pone en el centro de la discusión y del debate, no iremos al fondo del problema. Tenemos que convencer y persuadir que si no buscamos alcanzar un ideal moral, no se podrá transformar a México. Sólo así podremos hacer frente a la mancha negra de individualismo, codicia y odio que se viene extendiendo cada vez más y que nos ha llevado a la degradación progresiva como sociedad y como nación.

Quienes piensan que este tema no corresponde a la política, olvidan que la meta última de la política es lograr el amor, hacer el bien, porque en ello está la verdadera felicidad. Baste señalar que, desde 1776, en la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, se propone como uno de sus objetivos "fomentar la felicidad", "a fin de formar una unión más perfecta". En el artículo primero de la Constitución francesa de 1793 se menciona que "el fin de la sociedad es la felicidad común". Asimismo, en nuestra Constitución de Apatzingán de 1814, se estableció el derecho del pueblo a la felicidad. Hay también quienes sostienen que hablar de fortalecer los valores espirituales es inmiscuirse en el terreno de lo religioso. La respuesta sobre este asunto la da Alfonso Reyes, de manera magistral, en su Cartilla Moral. Dice que "el bien no sólo es obligatorio para el creyente, sino para todos los hombres en general. El bien no sólo se funda en una recompensa que el religioso espera recibir en el cielo. Se funda también en razones que pertenecen a este mundo".

En los pueblos de Oaxaca, por ejemplo, los miembros de la comunidad practican sus creencias religiosas y, al mismo tiempo, trabajan en obras públicas y en cargos de gobierno, sin recibir salario o sueldo, motivados por el principio moral de que se debe servir a los demás, a la colectividad. No domina el individualismo; la persona no vale por lo que tiene o por los bienes materiales que acumule, sino por el prestigio que logra después de probar su vocación de servicio, su rectitud y el amor a sus semejantes, y esa es su mayor recompensa en la tierra.

Luego entonces, el propósito es contribuir en la formación de mujeres y hombres buenos y felices, con la premisa de que ser bueno es el único modo de ser dichoso. "El que tiene la conciencia tranquila duerme bien, vive contento". Debemos insistir en que hacer el bien es el principal de nuestros deberes morales. El bien es una cuestión de amor y de respeto a lo que es bueno para todos. Además, la felicidad no se logra acumulando riquezas, títulos o fama, sino estando bien con nuestra conciencia, con nosotros mismos y con el prójimo.

La felicidad profunda y verdadera no consiste en los placeres momentáneos y fugaces. Ellos aportan felicidad sólo en el momento que existen y después queda el vacío de la vida que puede ser terriblemente triste y angustioso. Cuando se pretende sustituir la entrega al bien con esos placeres efímeros puede suceder que éstos conduzcan a los vicios, a la corrupción y que aumente más y más la infelicidad humana. En consecuencia, es necesario centrar la vida en hacer el bien, en el amor, y a su vez, armonizar los placeres que ayudan a aliviar las tensiones e insatisfacciones de la vida. José Martí decía que el autolimitarnos, la doma de sí mismo, forja la personalidad, embellece la vida y da felicidad. Pero en caso de conflicto o cuando se tiene que optar, inclinarse por el bien ha de predominar sobre los placeres momentáneos. Por eso es muy importante una elaboración libre, personal, sobre lo que constituye el bien para cada uno de nosotros, según sea nuestra manera de ser y de pensar, nuestra historia vital y nuestras circunstancias sociales.

Sin embargo, existen preceptos generales que son aceptados como fuente de la felicidad humana. Alfonso Reyes, en su Cartilla Moral, los aborda "desde el más individual hasta el más general", "desde el más personal hasta el más impersonal", podemos imaginarlos, dice, "como una serie de círculos concéntricos", "comenzamos por el interior y vamos tocando otro círculo más amplio". Según Reyes, son seis preceptos básicos los que forman parte del "código del bien": el respeto a nuestra persona en cuerpo y alma; el respeto a la familia; el respeto a la sociedad humana en general, y a la sociedad en particular; el respeto a la patria; el respeto a la especie humana; y el respeto a la naturaleza que nos rodea.

Mucho antes, León Tolstoi en su libro Cuál es mi fe, sostenía que son cinco las condiciones para la felicidad terrenal admitidas generalmente por todo mundo: el poder gozar del cielo, del sol, del aire puro, de toda la naturaleza; el trabajo que nos gusta y hemos elegido libremente; la armonía familiar; la comunión libre y afectuosa con todos los hombres; la salud, y la muerte sin enfermedad.

Por supuesto que hay otros preceptos que deben ser exaltados y difundidos: el apego a la verdad, la honestidad, la justicia, la austeridad, la ternura, el cariño, la no violencia, la libertad, la dignidad, la igualdad, la fraternidad y a la verdadera legalidad. También deben incluirse valores y derechos de nuestro tiempo, como la no discriminación, la diversidad, la pluralidad y el derecho a la libre manifestación de las ideas. Y en todo ello, no dejar de admitir que en nuestras familias y pueblos existe una reserva moral de importantes valores de nuestras culturas que se han venido forjando de la mezcla de distintas civilizaciones y, en particular, de la admirable persistencia de la gran civilización mesoamericana.

En suma, estos fundamentos para una república amorosa deben convertirse en un código del bien. De ahí que hagamos el compromiso de convocar con este propósito a la elaboración de una constitución moral a especialistas en la materia, filósofos, sicólogos, sociólogos, antropólogos y a todos aquellos que tengan algo que aportar al respecto, como los ancianos venerables de las comunidades indígenas, los maestros, las padres y madres de familia, los jóvenes, los escritores, las mujeres, los empresarios, los defensores de la diversidad y de los derechos humanos, los practicantes de todas las religiones y los libre pensadores.

Una vez elaborada esta constitución moral, debemos hacer el compromiso de fomentar estos valores mediante todos los medios posibles. Introducir en la enseñanza la educación moral, darle toda la importancia que tienen materias como el civismo, la ética y la filosofía; propagar virtudes y destacar ejemplos positivos en los medios de comunicación. El propósito no sólo es frenar la corrupción política y moral que nos está hundiendo como sociedad y como nación, sino establecer las bases para una convivencia futura sustentada en el amor y en hacer el bien para alcanzar la verdadera felicidad.



Fuente: Gobierno Legítimo
Difusión AMLOTV

#PreguntaleaAMLO

Martes 4 PM 6 de diciembre #preguntaleaAMLO AMLO en SDPnoticias responderá preguntas de la gente vía Twitter y Facebook





#PreguntaleaAMLO en SDPNoticias.com
El virtual candidato de las fuerzas de izquierda en México, Andrés Manuel López Obrador, participará en una dinámica el próximo martes 6 de diciembre a las 4 pm, en donde responderá preguntas hechas por usuarios de la red social Twitter.

La entrevista tuitera será llevada a cabo a través del portal SDPNoticias.com.

Con esta acción una vez más AMLO se pone a la vanguardia en cuanto a uso de redes sociales en México. Y lo que falta.

Fundamentos para una república amorosa





La decadencia que padecemos se ha producido, tanto por la falta de oportunidades de empleo, estudio y otros satisfactores básicos como por la pérdida de valores culturales, morales y espirituales. Por eso nuestra propuesta para lograr el renacimiento de México tiene el propósito de hacer realidad el progreso con justicia y, al mismo tiempo, auspiciar una manera de vivir, sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza y a la patria.

Es sabido que los seres humanos necesitan bienestar. Es prácticamente aceptado por todos que nadie puede ser feliz sin tener trabajo, alimentación o cualquier otra necesidad, material o biológica. Un hombre en la pobreza piensa en cómo sobrevivir antes de ocuparse de tareas políticas, científicas, artísticas o espirituales.

Pero también es incuestionable que el sentido de la vida no se reduce sólo a la obtención de lo material, a lo que poseemos o acumulamos. Una persona sin apego a una doctrina o a un código de valores, no necesariamente logra la felicidad. Inclusive, en algunos casos, el triunfar a toda costa, sin escrúpulos morales de ninguna índole, conduce a una vida vacía y deshumanizada. De ahí que deberá buscarse siempre el equilibrio entre lo material y lo espiritual: procurar que a nadie le falte lo indispensable para la sobrevivencia y cultivar nuestros mejores sentimientos de bondad.

Cuando hablamos de una república amorosa, con dimensión social y grandeza espiritual, estamos proponiendo regenerar la vida pública de México mediante una nueva forma de hacer política, aplicando en prudente armonía tres ideas rectoras: la honestidad, la justicia y el amor. Honestidad y justicia para mejorar las condiciones de vida y alcanzar la tranquilidad y la paz pública; y el amor para promover el bien y lograr la felicidad.

La honestidad es la mayor riqueza de las naciones y, en nuestro país, este valor se ha venido degradando cada vez más. Aunque esto atañe a todos los sectores sociales, es, sin duda, la deshonestidad de los gobernantes y de las élites del poder, lo que más ha deteriorado la vida pública de México, tanto por el mal ejemplo como por la apropiación de bienes y riquezas de la colectividad. Inclusive puede afirmarse que la inmoralidad es la causa principal de la desigualdad y de la actual tragedia nacional. Dicho en otras palabras: nada ha deteriorado más a México que la corrupción política.

No obstante, siendo éste el principal problema del país y, aunque resulte increíble, es un tema que no aparece en la agenda nacional. Se habla de reformas estructurales de todo tipo, pero este grave asunto no se considera prioritario. Es más, no es tema en el discurso político, por el contrario, en la actualidad se ha extendido la especie del regreso del PRI, con la creencia de que ellos roban pero dejan robar y en el contexto de la máxima, según la cual, quien no transa no avanza.

Aunque se vive en el llamado mundo de la globalidad, tampoco se piensa en importar ejemplos de países y gobiernos que han tenido éxito en hacer de la honestidad el principio rector de su vida pública. En la información más reciente sobre índices de la percepción de la corrupción en 182 países del mundo, mientras Nueva Zelanda, Dinamarca, Finlandia y Suecia ocupan los primeros lugares en honestidad, México ocupa el lugar 100. Y, como es obvio, ellos tienen mejores niveles de bienestar. Pero lo paradójico y absurdo es que en la sociedad mexicana existe este valor y ni siquiera tendríamos que importarlo. Es decir, si hubiese voluntad para aprovechar las bondades de la honestidad, sólo sería cosa de exaltarla, de cultivarla entre todos y hacerla voluntad colectiva.

En los pueblos del México profundo se conserva aún la herencia de la gran civilización mesoamericana y existe una importante reserva de valores para regenerar la vida pública. Me consta que hay comunidades donde las trojes que se usan para guardar el maíz están en el campo, en los trabajaderos, lejos del caserío y nadie piensa en apropiarse del trabajo ajeno. En muchos lugares, hasta hace poco, no se tenía noción del robo. Aquí cuento que recientemente un joven compañero de Morena olvidó su cartera en el revistero de un avión comercial y días después recibió la llamada de un campesino migrante desde un lugar de California para informarle que él había encontrado su cartera con sus datos y dinero. El campesino migrante, originario de una comunidad de Veracruz, le preguntó sobre cuánto llevaba en la cartera y una vez aclarado el asunto se la envió a su domicilio. Mi joven compañero le preguntó al migrante, que apenas hablaba bien el español, por qué lo hacía. Le contestó que sus padres le habían enseñado a hacer el bien sin mirar a quién y que si actuaba así tendría en la vida una recompensa mayor.

Por ello digo que la honestidad es una virtud que aún poseemos y sólo es cosa de revalorarla, de darle su lugar, de ponerla en el centro del debate público y de aplicarla como principio básico para la regeneración nacional. Elevar la honestidad a rango supremo nos traería muchos beneficios. Los gobernantes contarían con autoridad moral para exigir a todos un recto proceder, nadie tendría privilegios. Se podría aplicar un plan de austeridad republicana para reducir los sueldos elevadísimos de los altos funcionarios públicos y eliminar los gastos superfluos. Asimismo, con este imperativo ético por delante se recuperarían recursos que hoy se van por el caño de la corrupción y se destinarían al desarrollo y al bienestar del pueblo.

La justicia. Todavía es vigente la frase bíblica de Madero de que el pueblo de México tiene hambre y sed de justicia. Es la demanda incumplida, pendiente, a pesar de la Revolución y de toda la retórica de los gobiernos posteriores. Tampoco aparece en la agenda de la llamada clase política. No obstante, es la sombra que nos persigue, que nos impide estar bien con nuestras conciencias y ser más humanos.

La pobreza en México es una amarga realidad, entristece, parte el alma y se encuentra por todos lados. Está presente en los estados del norte, donde antes no había tanta. Es notoria en las colonias populares de grandes concentraciones urbanas y de las ciudades fronterizas; en el campo de Zacatecas, Nayarit y Durango; predomina en el centro, en el sur y en el sureste del país, sobre todo en comunidades indígenas. En todas partes la gente no tiene oportunidades de empleo y se ve obligada a emigrar de sus comunidades, abandonando a sus familias, costumbres y tradiciones. La producción de autoconsumo, los programas de apoyo gubernamental y la ayuda que reciben quienes tienen familiares en el extranjero, no alcanza más que para sobrevivir. No hay para el pasaje, la medicina, para pagar el gas, el recibo de la luz, ni mucho menos para comer bien.

En México la falta de justicia debe avergonzarnos más porque no existe ninguna razón natural o geográfica que la justifique. Nuestro país, a pesar de que lo han saqueado por siglos, todavía es de los que poseen más recursos naturales en el mundo. En todo su territorio hay riquezas: en el norte, minas de oro, plata y cobre; en el sur, agua, gas y petróleo y, en todos lados, el pueblo cuenta con cultura, vocación de trabajo y con una inmensa bondad. De modo que la pobreza no puede atribuirse a la falta de recursos, a la fatalidad, al destino o a la supuesta flojera e indolencia de los mexicanos. Como hemos dicho, se debe a la corrupción imperante y a la economía de elite que sólo beneficia a una pequeña minoría. Lo más lamentable es que, aun con el sufrimiento que implica esta política económica, se insiste en perpetuarla a cualquier costo. Hay una estrategia deliberada para ocultar hasta lo evidente. No se difunden las cifras oficiales que demuestran cómo la llamada política neoliberal nos llevó a la ruina y a un mayor deterioro de la convivencia social. No se dice que en los pasados 15 años, por ejemplo, solo se han generado anualmente 500 mil empleos formales en promedio, cuando se requieren un millón 200 mil. Es decir, cada año 700 mil mexicanos han tenido que emigrar, buscarse la vida en la economía informal o tomar el camino de las conductas antisociales. Tampoco se habla de que hoy 67 por ciento de los trabajadores con empleo, siete de cada 10, reciben ingresos que no superan los tres salarios mínimos, o sea, 13 dólares o 10 euros diarios. Con esos sueldos nadie podría vivir en Estados Unidos ni en Europa.

Por ello, insisto, lo que más desespera y molesta es que quienes realmente gobiernan no hacen nada para evitar el deterioro sistemático de los niveles de vida. Este año, por mantener el negocio de unos cuantos en la compra de los combustibles en el extranjero, va a aumentar la gasolina, el diesel y el gas al doble de la inflación, y como resultado continúa la pérdida del poder adquisitivo del salario. En el más reciente reporte del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM se sostiene que un salario mínimo hace 29 años alcanzaba para comprar 51 kilos de tortilla, o 250 piezas de pan blanco, o 12 kilos de frijol bayo; y ahora, sólo alcanza para adquirir cinco kilos de tortilla o 25 piezas de pan blanco o tres kilos de frijol. De ese tamaño ha sido el empobrecimiento de la gente.

Pero quizá lo que más revela la insensibilidad y el desprecio por la gente, es la forma en que se enfrenta la crisis de inseguridad y de violencia. El gobierno y las elites del poder son incapaces de aceptar que la pobreza y la falta de oportunidades de empleo y bienestar originaron este estallido de odio y resentimiento. Y, como es obvio, menos les importa atender las causas del problema. Por el contrario, en una especie de enajenación autoritaria, pretenden resolverlo con medidas coercitivas, enfrentando la violencia con la violencia, como si el fuego se pudiese apagar con fuego. Se dicen creyentes, pero olvidan que no es la violencia, sino el bien, lo que suprime el mal.

A este pensamiento hipócrita y conservador, debemos oponer el criterio de que la inseguridad y la violencia sólo pueden ser vencidas con cambios efectivos en el medio social y con la influencia moral que se pueda ejercer sobre la sociedad en su conjunto. No hay más que combatir la desigualdad para tener una sociedad más humana y evitar la frustración y las trágicas tensiones que provoca. Estamos, pues, preparados y decididos a resolver la actual crisis de inseguridad y de violencia. Lo haremos bajo el principio de que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia. La solución de fondo, la más eficaz y la más humana, pasa por enfrentar el desempleo, la pobreza, la desintegración familiar, la pérdida de valores y por incorporar a los jóvenes al trabajo y al estudio.

El amor. Como hemos sostenido, la crisis actual se debe no sólo a la falta de bienes materiales sino también por la pérdida de valores. De ahí que sea indispensable auspiciar una nueva corriente de pensamiento para alcanzar un ideal moral, cuyos preceptos exalten el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza y a la patria.

La descomposición social y los males que nos aquejan, no sólo deben contrarrestarse con desarrollo y bienestar y medidas coercitivas. Lo material es importante, pero no basta: hay que fortalecer los valores morales.

A partir de la reserva moral y cultural que todavía existe en las familias y en las comunidades del México profundo, y apoyados en la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo, debemos emprender la tarea de exaltar y promover valores individuales y colectivos. Es urgente revertir el desequilibrio que existe entre el individualismo dominante y los valores orientados a hacer el bien en pro de los demás.

Yo sé que este tema es muy polémico, pero creo que si no se pone en el centro de la discusión y del debate, no iremos al fondo del problema. Tenemos que convencer y persuadir que si no buscamos alcanzar un ideal moral, no se podrá transformar a México. Sólo así podremos hacer frente a la mancha negra de individualismo, codicia y odio que se viene extendiendo cada vez más y que nos ha llevado a la degradación progresiva como sociedad y como nación.

Quienes piensan que este tema no corresponde a la política, olvidan que la meta última de la política es lograr el amor, hacer el bien, porque en ello está la verdadera felicidad. Baste señalar que, desde 1776, en la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, se propone como uno de sus objetivos fomentar la felicidad, a fin de formar una unión más perfecta. En el artículo primero de la Constitución francesa de 1793 se menciona que el fin de la sociedad es la felicidad común. Asimismo, en nuestra Constitución de Apatzingán de 1814, se estableció el derecho del pueblo a la felicidad. Hay también quienes sostienen que hablar de fortalecer los valores espirituales es inmiscuirse en el terreno de lo religioso. La respuesta sobre este asunto la da Alfonso Reyes, de manera magistral, en su Cartilla Moral. Dice que el bien no sólo es obligatorio para el creyente, sino para todos los hombres en general. El bien no sólo se funda en una recompensa que el religioso espera recibir en el cielo. Se funda también en razones que pertenecen a este mundo.

En los pueblos de Oaxaca, por ejemplo, los miembros de la comunidad practican sus creencias religiosas y, al mismo tiempo, trabajan en obras públicas y en cargos de gobierno, sin recibir salario o sueldo, motivados por el principio moral de que se debe servir a los demás, a la colectividad. No domina el individualismo; la persona no vale por lo que tiene o por los bienes materiales que acumule, sino por el prestigio que logra después de probar su vocación de servicio, su rectitud y el amor a sus semejantes, y esa es su mayor recompensa en la tierra.

Luego entonces, el propósito es contribuir en la formación de mujeres y hombres buenos y felices, con la premisa de que ser bueno es el único modo de ser dichoso. El que tiene la conciencia tranquila duerme bien, vive contento. Debemos insistir en que hacer el bien es el principal de nuestros deberes morales. El bien es una cuestión de amor y de respeto a lo que es bueno para todos. Además, la felicidad no se logra acumulando riquezas, títulos o fama, sino estando bien con nuestra conciencia, con nosotros mismos y con el prójimo.

La felicidad profunda y verdadera no consiste en los placeres momentáneos y fugaces. Ellos aportan felicidad sólo en el momento que existen y después queda el vacío de la vida que puede ser terriblemente triste y angustioso. Cuando se pretende sustituir la entrega al bien con esos placeres efímeros puede suceder que éstos conduzcan a los vicios, a la corrupción y que aumente más y más la infelicidad humana. En consecuencia, es necesario centrar la vida en hacer el bien, en el amor, y a su vez, armonizar los placeres que ayudan a aliviar las tensiones e insatisfacciones de la vida. José Martí decía que el autolimitarnos, la doma de sí mismo, forja la personalidad, embellece la vida y da felicidad. Pero en caso de conflicto o cuando se tiene que optar, inclinarse por el bien ha de predominar sobre los placeres momentáneos. Por eso es muy importante una elaboración libre, personal, sobre lo que constituye el bien para cada uno de nosotros, según sea nuestra manera de ser y de pensar, nuestra historia vital y nuestras circunstancias sociales.

Sin embargo, existen preceptos generales que son aceptados como fuente de la felicidad humana. Alfonso Reyes, en su Cartilla Moral, los aborda desde el más individual hasta el más general, desde el más personal hasta el más impersonal, podemos imaginarlos, dice, como una serie de círculos concéntricos, comenzamos por el interior y vamos tocando otro círculo más amplio. Según Reyes, son seis preceptos básicos los que forman parte del código del bien: el respeto a nuestra persona en cuerpo y alma; el respeto a la familia; el respeto a la sociedad humana en general, y a la sociedad en particular; el respeto a la patria; el respeto a la especie humana; y el respeto a la naturaleza que nos rodea.

Mucho antes, León Tolstoi en su libro Cuál es mi fe, sostenía que son cinco las condiciones para la felicidad terrenal admitidas generalmente por todo mundo: el poder gozar del cielo, del sol, del aire puro, de toda la naturaleza; el trabajo que nos gusta y hemos elegido libremente; la armonía familiar; la comunión libre y afectuosa con todos los hombres; la salud, y la muerte sin enfermedad.

Por supuesto que hay otros preceptos que deben ser exaltados y difundidos: el apego a la verdad, la honestidad, la justicia, la austeridad, la ternura, el cariño, la no violencia, la libertad, la dignidad, la igualdad, la fraternidad y a la verdadera legalidad. También deben incluirse valores y derechos de nuestro tiempo, como la no discriminación, la diversidad, la pluralidad y el derecho a la libre manifestación de las ideas. Y en todo ello, no dejar de admitir que en nuestras familias y pueblos existe una reserva moral de importantes valores de nuestras culturas que se han venido forjando de la mezcla de distintas civilizaciones y, en particular, de la admirable persistencia de la gran civilización mesoamericana.

En suma, estos fundamentos para una república amorosa deben convertirse en un código del bien. De ahí que hagamos el compromiso de convocar con este propósito a la elaboración de una constitución moral a especialistas en la materia, filósofos, sicólogos, sociólogos, antropólogos y a todos aquellos que tengan algo que aportar al respecto, como los ancianos venerables de las comunidades indígenas, los maestros, las padres y madres de familia, los jóvenes, los escritores, las mujeres, los empresarios, los defensores de la diversidad y de los derechos humanos, los practicantes de todas las religiones y los libre pensadores.

Una vez elaborada esta constitución moral, debemos hacer el compromiso de fomentar estos valores mediante todos los medios posibles. Introducir en la enseñanza la educación moral, darle toda la importancia que tienen materias como el civismo, la ética y la filosofía; propagar virtudes y destacar ejemplos positivos en los medios de comunicación. El propósito no sólo es frenar la corrupción política y moral que nos está hundiendo como sociedad y como nación, sino establecer las bases para una convivencia futura sustentada en el amor y en hacer el bien para alcanzar la verdadera felicidad.



Fuente: Regeneración
Difusión: AMLOTV

AMLO gana sondeo con 39% de las preferencias; Peña Nieto se está desinflando: El Diario

El caso de Peña Nieto, consideró que los resultados se deben a que ?se está desinflando? el efecto mediático que había en torno a su figura.

Redacción EMET
Al convertirse en el virtual candidato de los partidos de izquierda para la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, se colocó en el primer lugar de las preferencias electorales entre los ciberlectores de la versión digital de El Diario, de acuerdo con un sondeo.
Con el 39 por ciento de los votos emitidos en la página de Internet, AMLO ocupó el primer lugar del ejercicio electrónico, seguido de la panista Josefina Vázquez Mota con un 32 por ciento y en la tercera posición el priísta Enrique Peña Nieto con el 29 por ciento.

Los resultados del sondeo de El Diario corresponden al siguiente escenario: “Si los tres siguientes personajes disputaran en las urnas la Presidencia de la República en el 2012, ¿por cuál votarías?”, y entre las opciones se propuso a Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto y AMLO. El sondeo se activó el martes 15 de noviembre; hasta ayer a las 23:00 horas habían participado 9 mil 435 cibernautas, quienes pueden votar sólo una vez en una computadora, porque de lo contrario el sistema lo rechaza de manera automática y no lo contabiliza.
El Diario informó que dicho sondeo rompió el récord de participación en los 785 sondeos electrónicos realizados a la fecha por El Diario en la página de Internet, pues ninguno de ellos había superado los nueve mil sufragios, y sólo tres habían alcanzado cifras superiores a los ocho mil.
La tendencia en los resultados se fue modificando cada día desde que se activó el sondeo el martes pasado, día en que se dieron a conocer los resultados de las dos encuestas que AMLO y Marcelo Ebrard Casaubon aplicaron para definir al candidato presidencial de los partidos de izquierda PRD, PT y Movimiento Ciudadano.
El martes, primer día del sondeo, AMLO se colocó en la segunda posición con el 33 por ciento de los votos, ya que en el primer lugar aparecía Vázquez Mota con un 35 por ciento.
El miércoles López Obrador la desplazó al subir al primer lugar con el 36 por ciento de los sufragios, los cuales el jueves alcanzaron hasta un 43 por ciento.
Ayer la tendencia se mantuvo en un 39 por ciento a favor del político tabasqueño.
“Me parece que ese cambio de discurso y actitud, que no de conceptos, porque sigue manejando los mismos conceptos y discurso programático, le ha ganado numerosos puntos de audiencia y simpatía”, afirmó el analista político Luis Javier Valero Flores.
Explicó que aun cuando el sondeo es sesgado porque se realiza a través de Internet, lo que implica la participación de sólo un sector de la población, los resultados le permiten avizorar que las preferencias electorales estarán muy cerradas para el mes de mayo.
Para el analista político Francisco Ortiz Bello, los resultados del sondeo reflejan el sentir de la población en este momento porque la muestra, la cantidad de participantes, es muy grande y recoge la opinión de un amplio sector de la población.
“En el caso de Josefina diría que los resultados obedecen a que tiene una imagen muy positiva en el exterior del PAN, mientras que en el caso de AMLO se debe al discurso que ha venido manejando en los últimos días y que ha sido una sorpresa de todos los analistas políticos que aún no sabemos si es una estrategia de campaña para cambiar la imagen”, expuso.
En el caso de Peña Nieto, consideró que los resultados se deben a que “se está desinflando” el efecto mediático que había en torno a su figura.
Ambos analistas coincidieron que otro factor importante en el crecimiento de López Obrador en las preferencias electorales es la entrevista que por primera vez desde hace cinco años le hicieron en televisión abierta, en el noticiero que conduce el periodista Joaquín López Dóriga en Televisa.
Esta no es la primera vez que AMLO ocupa el primer lugar de los ejercicios de opinión realizados a nivel local, pues en el proceso electoral federal de 2006 se colocó en el primer lugar de las preferencias electorales en la mayoría de las encuestas que se aplicaron a nivel nacional y local.
Así votaron
Si los tres siguientes personajes disputaran en las urnas la Presidencia de la República en el 2012, ¿por cuál votarías?
Andrés Manuel López Obrador – 39%
Josefina Vázquez Mota – 32%
Enrique Peña Nieto – 29%
Nota: Resultados desde el martes 15 de noviembre hasta las 23:00 horas de ayer; habían participado 9 mil 435 cibernautas

AMLO: muchos empresarios reconocen que los engañaron sobre nuestras intenciones




Hay que aceptar que en 2006 no tuvimos tiempo para contrarrestar la campaña del miedo
AMLO: muchos empresarios reconocen que los engañaron sobre nuestras intenciones

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Andrés Manuel López Obrador fue recibido por Ricardo Mendicuti, presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de MéxicoFoto María Meléndrez
Alma E. Muñoz

Periódico La Jornada
Martes 6 de diciembre de 2011, p. 10
Tras reunirse anoche con integrantes de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, el aspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador aseguró que la percepción que los empresarios tenían de él, a consecuencia de la guerra sucia de 2006, ha cambiado mucho.

“Además hay dos cosas: muchos han reconocido que se equivocaron, que fueron engañados sobre nuestras intenciones, de lo que realmente somos y representamos. Es un acto de honestidad; es de sabios cambiar de parecer.

“Por lo que a nosotros corresponde, hay que aceptar que en 2006 no tuvimos tiempo suficiente para informar y para contrarrestar la campaña de miedo que se infundió en muchos sectores de la población, de manera particular en los empresarios.

Esto de que yo era un peligro para México, que era (Hugo) Chávez, que si había cambio iba a ser un caos, que quien tuviese una pequeña o mediana empresa iba a ser expropiado, que al que tuviese dos casas se le iba a quitar una... una serie de mentiras que desgraciadamente fueron creídas por un sector de la población, dijo al final del encuentro que duró más de dos horas, en el contexto de la sesión ordinaria del consejo directivo del organismo empresarial.

A los 60 asistentes, López Obrador les expuso los tres fundamentos de la república amorosa que enarbola: honestidad, justicia y amor.

–¿Cómo sería un gobierno con amor? –se le preguntó.

–El fin de los gobiernos es la felicidad. Incluso, tanto en la Constitución de Estados Unidos desde finales del siglo XVIII, poco después de la revolución francesa, se estableció el derecho a la felicidad, y en nuestra Constitución de Apatzingán también.

El político tabasqueño reiteró que este martes dará a conocer la integración de su equipo de precampaña y campaña. A pregunta expresa, manifestó que son gente de fiar, “para coordinar todo el proceso, que se encargarán de llevar a cabo acciones en lo político-electoral, en la comunicación social, en la cuestión administrativa. Poder tener alguien que solicite cooperación para el movimiento, en el marco de la legalidad.

Que me ayuden, porque no puedo hacer las dos tareas; yo voy a visitar todos los estados en casi dos meses de precampaña.

López Obrador destacó que con la Cámara de Comercio de la Ciudad de México mantiene una relación de amistad desde que fue presidente nacional del PRD y luego jefe de Gobierno de la capital. “Un indicador de cómo había buenas relaciones y no como con la guerra sucia; en todos se sembraron dudas”.

En la reunión estuvieron el presidente del organismo empresarial, Ricardo Mendicuti; el vicepresidente, Ricardo Navarro, además de los empresarios Antonieta Acevedo, Juan Manuel Arriaga, Mauricio Candiani, Pedro Garce Herrera, Natán Poplawsky, Bartolomé Carrasco y Jesús Rodríguez, entre otros.

Al final se le preguntó al abanderado de la izquierda sobre los errores literarios de Enrique Peña Nieto y Ernesto Cordero, y señaló: Lo que la lectura no da, la mercadotecnia no otorga.


Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV

Hasta Televisa se mofa de Peña Nieto

Hitler se entera de que Peña Nieto no lee.

De AMLO a Peña Nieto: “que tome un curso de lectura con Taibo”





MÉXICO, D.F. (apro).- El aspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador sugirió a su contrincante priísta, Enrique Peña Nieto, tomar un curso de lectura, porque, aseguró: “lo que la lectura no da, la mercadotecnia no otorga”.

Y hasta le recomendó donde leer. “Paco Ignacio Taibo tiene un taller de fomento a la lectura y, con todo respeto a Paco Ignacio, podría invitar a Peña Nieto a participar en el taller”.

En su presentación ante la Asociación Interdisciplinaria de Juristas, en el ciclo de conferencias “Por México y para México”, el candidato del PRD; PT, Movimiento Ciudadano y Morena dijo que el libro jurídico que lo ha inspirado “son los 136 artículos de la Constitución”.

Estableció que la República amorosa “tiene que ser el objetivo final de un buen gobierno” y delineó los postulados de su República amorosa que consta de tres fundamentos: honestidad, justicia y amor.

El aspirante presidencial convocó a un Constituyente para elaborar el código moral del gobierno y llamó a filósofos, psicólogos e intelectuales, entre otras personalidades, para elaborar una “cartilla moral” que acabe con la pérdida de valores.

Por otro lado, el tabasqueño dio la bienvenida a los empresarios como Fernando Canales a su movimiento y dijo que hay “muchos panistas y priistas que se están adhiriendo”.

Fuente: Proceso
Difusión AMLOTV

Oficio de Papel



Autoritarismo e impunidad presidencial
Los 4: Salinas, Zedillo, Fox y Calderón
La corrupción solapada desde Los Pinos
“Peor que un crimen, es la estupidez política”: Fouché

Históricamente los presidentes mexicanos han abusado del poder y traficado con la influencia e impunidad que les da la banda presidencial. El presidente de la República sólo puede ser juzgado en México por traición a la patria, delito difícil de tipificar, aunque en los últimos años algunos mandatarios se han esforzado en acabar con el país y entregarlo a los intereses de Estados Unidos.

Son muchos los ejemplos de esa impunidad presidencial amparada en un fuero que ya no tiene razón de ser, aunque ahora el Senado lo haya acotado sin que deje de existir. Estos son algunos casos de los muchos abusos cometidos desde el poder por los últimos cuatro presidentes de la República, dos del PRI y dos del PAN.

En el gobierno del priista Carlos Salinas de Gortari, el exmandatario se aprovechó del poder y dispuso de miles de millones de pesos a través de una partida secreta de dinero público. Con ella enriqueció a familiares y amigos, a quienes les transfirió a cuentas bancarias privadas fondos del erario.

Obviamente, durante la gestión de Salinas (1988-1994) ningún órgano de control del gobierno se atrevió a investigar y mucho menos a procesarlo por dicho desvío de recursos públicos. Fue hasta el gobierno de Ernesto Zedillo, también priista, cuando se abrió un expediente penal en la Procuraduría General de la República en contra del expresidente por el delito de peculado, al desviar fondos públicos a cuentas personales de parientes, subalternos, socios y amigos.

Pero ni siguiera un gobierno distinto al de Salinas, con quien Zedillo rompió cuando asumió la Presidencia, logró que un juez declarara culpable al exmandatario, aun con las pruebas presentadas por el Ministerio Público Federal como son los estados financieros y cuentas bancarias entregadas por la Unidad de Lavado de Dinero de la PGR, y ese grave delito quedó impune. El argumento legal con el cual Salinas libró la cárcel, fue que el dinero público que ingresaba a esa partida secreta no tenía destino, es decir que al Congreso se le olvidó etiquetar su destino para obras públicas específicas, de tal manera que la presidencia la podía utilizar en lo que se le ocurriera a Salinas, quien decidió utilizarla para expedir cheques y beneficiar a sus hermanos, funcionarios públicos, intelectuales orgánicos, periodistas cómodos y amigos.

Otro caso de impunidad salinista fue la permisibilidad del entonces presidente de la República para que sus hermanos hicieran negocios al amparo del poder. Lo más evidente fueron las andanzas de Raúl Salinas y las corruptelas cometidas en Conasupo, de donde fue funcionario, que le permitió acumular una cuantiosa fortuna y después los millones de dólares que le descubrieron en cuentas bancarias abiertas con nombres apócrifos en países de América y Europa. Esto marco el final de una época en donde el PRI se servía con todo para abusar del erario público.

Otro caso de abuso presidencial fue en el gobierno de también priista Ernesto Zedillo, quien uso el poder (1994-2000) para que su familia, hermanos principalmente, obtuvieran condonaciones fiscales, evadieran al fisco y recibieran un trato privilegiado de parte de la Secretaría de Hacienda sobre el resto de millones de mexicanos. La familia Zedillo también hizo negocios con la venia del poder de Los Pinos. Documentos publicados en esta columna así confirman esa impunidad para evadir la acción de la justicia.

Fue precisamente esos excesos del poder presidencial lo que motivó que los mexicanos fueran a las urnas en el 2000 y decidieran que era hora de la alternancia y dieron paso al cambio de partido político en el poder en busca de algo de justicia. Así, el PAN, por conducto de Vicente Fox, ganó las elecciones presidenciales (2000-2006) y se repitió la historia de corrupción, abuso, negligencia y omisión.

Aunque creíamos haber visto todo en 70 años de gobiernos priistas, volvió el tráfico de influencias y el abuso del poder presidencial. Con Fox arribaron a Los Pinos su esposa Marta y sus hijos, quienes se encargaron de mostrarnos la otra cara de la oposición de derecha: el abuso, el tráfico de influencias, negocios sucios, corrupción, torpezas e impunidad. Más de lo mismo que el PRI había hecho durante 70 años.

Fue hasta entonces cuando los mismos panistas y los millones de mexicanos padecimos a la “familia presidencial” foxista. Lo más visible fueron los escándalos de su familia política, cómo los hermanos Bribiesca Sahagún, hijastros de Fox, hicieron negocios con empresas privadas petroleras para que Pemex les otorgara millonarios contratos públicos a cambio de jugosas comisiones. Eso lo declaró en este espacio el propio Manuel Bribiesca y así se publicó en su momento.

Nuevamente la corrupción e impunidad se imponían a los intereses de la nación. Nadie pudo impedir esos negocios sucios, ni aún con la creación de comisiones especiales conformadas en el Congreso, como tampoco su órgano interno de control, la Auditoría Superior de la Federación, los cuales siempre encontraron frenos políticos para impedir procesar y enjuiciar a los Bribiesca. El poder presidencial se imponía una vez más a otros poderes y la familia Fox quedaba al margen de la justicia.

Vendría después el gobierno del también panista Felipe Calderón (2006-2012), quien empezó su gobierno en medio del peor escándalo de fraude electoral, lo que durante los últimos cinco años lo ha mantenido nervioso y bajo acusaciones directa de la oposición de usurpar un cargo que no le corresponde. En poco tiempo el mandatario actual dio visos de cómo gobernaría. La revista Contralínea publicó cómo Calderón avaló y protegió los negocios que su amigo y compañero de gabinete Juan Camilo Mouriño hizo con Pemex al amparo del poder público. De este caso Mouriño libró a la justicia, pero no así el juicio del pueblo, que lo hizo pagar hasta su accidental muerte un año después.

Otro caso de impunidad en el gabinete calderonista y que dimos a conocer en esta columna, fue la protección de Los Pinos al panista Patricio Patrón Laviada, quien se desempeño como exgobernador de Yucatán y exprocurador federal de Protección al Ambiente, quien junto con sus familiares fueron acusados de supuestos vínculos con cárteles del narcotráfico y el lavado de dinero.

De este problema escribimos aquí que fue la misma Secretaría de Hacienda la que acusó ante la Procuraduría General de la República a la familia Patrón Laviada, pero por instrucciones de Los Pinos “extraviaron” en la PGR el espinoso expediente penal abierto a finales del sexenio de Vicente Fox. Para evitar que fuera enjuiciado, la PGR dio carpetazo a dicha indagatoria que había sido bien estructurada por los investigadores fiscales de la Unidad de Inteligencia Financiera, órgano dependiente de Hacienda.

Esa es una historia de corrupción, tráfico de influencias y delincuencia organizada donde, al final, no pasó nada por la intervención del presidente de la República.

Esa historia inició a finales del sexenio foxista, cuando en la Procuraduría General de la República despachaba Daniel Cabeza de Vaca, actual consejero de la Judicatura Federal, y la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y de Falsificación o Alteración de Moneda recibió una denuncia penal de la UIF por el delito de lavado de dinero en contra de la familia del exgobernador de Yucatán.

Ante la negativa para seguir la investigación y consignar el expediente ante un juez federal, la Secretaría de Hacienda requirió a la PGR que informara sobre la denuncia que presentó en contra de familiares y amigos del entonces procurador del medio ambiente, quienes supuestamente se aprovecharon cuando Patrón Laviada era gobernador de Yucatán, para utilizar recursos de procedencia ilícita e introducirlos al sistema financiero mexicano. Al final nunca fue consignado el expediente abierto en la PGR y Patrón Laviada sólo renunció a la Profepa para refugiarse en su natal Yucatán, sin que él ni nadie de su familia enfrentara a la justicia.

Acusación en la Corte Penal Internacional

Con el propósito de combatir esa impunidad presidencial, en los últimos días se desató una discusión en el país sobre la imposibilidad de juzgar en México al presidente de la República y las razones que llevaron a miles de mexicanos a firmar una denuncia en su contra y presentarla ante la Corte Penal Internacional de La Haya por los delitos de crímenes de guerra y lesa humanidad.

El antecedente son los 60 mil mexicanos asesinados y desaparecidos por motivos de la “guerra” promovida por el gobierno de Felipe Calderón para “combatir” al crimen organizado, en donde miles de niños, mujeres, ancianos, hombres, defensores de derechos humanos y periodistas inocentes han perdido la vida.

Informes de organismos defensores de derechos humanos reportan que en el gobierno de Calderón suman mil 200 niños muertos por la “guerra” contra el narcotráfico, muchos más menores de edad han sido involucrados en actividades del crimen organizado; al menos 63 defensores de derechos humanos y luchadores sociales perdieron la vida; 75 periodistas fueron asesinados y desaparecidos; las familias desplazadas por la violencia suman decenas de miles; y la PGR no ha podido investigar casa uno de los 60 mil homicidios y desaparecidos.

Aun con estos datos escalofriantes, sabemos que difícilmente ese órgano de justicia internacional procederá en contra del presidente mexicano y la acusación quedará sólo ante el mundo como una protesta de impotencia de muchos mexicanos que ven en México una ausencia de justicia, abuso de autoridad y una impunidad que crece día con día.

Seguramente Calderón no llegará a juicio ante dicha Corte, aún después de que haya concluido su mandato. Sin embargo, hay otros juicios que el mandatario mexicano no podrá eludir y que, al igual o peor que sus antecesores, deberá enfrentar.

Se trata del juicio público y del juicio de la historia. En el primero parte de la sociedad ya lo ha juzgado y lo ha encontrado culpable de autoritarismo, impunidad, abuso de poder y los crímenes de miles de compatriotas que perdieron la vida en una lucha que ellos nada tenían que ver. Para conocer el fallo del segundo juicio habrá que esperar, pues sin duda que la historia le tiene un lugar reservado y una dura sentencia que enfrentará por más lejos que se refugie o por más oculto esté.

oficiodepapel@yahoo.com.mx

La miseria en Wirikuta, aliada de la minera canadiense First Majestic Silver


Cuando termine de explotar la tierra la compañía se irá y la gente volverá a la pobreza; sólo dejará contaminación y devastación, advierten los opositores a este proyecto

MAURICIO FERRER

No todo lo que brilla es oro en La Luz. El único halo de iluminación de este pequeño poblado de 40 familias, preámbulo a la pétrea Real de Catorce, en San Luis Potosí, es un vestigio de Hollywood: “setcinematográfico de Las bandidas”, se lee sobre una barda a punto del derrumbe.

La española Penélope Cruz y la mexicana Salma Hayek le dieron en 2007 a La Luz la posibilidad de renacer. Y La Luz salió en la pantalla grande. Y fue parte de la alfombra roja debido a la cinta que las actrices protagonizaron en 2007 en ese punto de México. Y entre balazos, acción y la afluencia que en su momento alcanzó La Luz, también se apagó.

Hoy, en La Luz, no quedan más que fierros viejos. No quedan más que ancianos que alcanzan a vender 30 pesos de elotes quemados untados con mayonesa, sal, chile y limón a los turistas que van a Real de Catorce. No hay sino mujeres con cabelleras blancas que gritan a todo pulmón: “¡dulces, chicles!”, en aras de sacar algo de plata. No abundan más que famélicos perros que husmean por aquí, por acá en busca de un hueso que aplaque la tripa.

Fierros viejos, oxidados, huellas de un pasado enriquecedor. Plata, oro. Todo brillaba en La Luz cuando la mina de Santa Ana prometía un imperio de abundancia. Días del recuerdo, fósiles de lo que alguna vez fue esta ciudad, que se pierde entre el silencio, el terregal y el sonido del cencerro de una chiva que camina sin saber a dónde ir. Es que en La Luz no hay nada. Lo que existe, mero espejismo: el intento de la empresa canadiense First Majestic Silver por reabrir Santa Ana –cerrada hace casi dos décadas–, y explotar el oro y la plata subyacente en la veta madre que atraviesa 20 kilómetros de la sierra de Catorce hasta la vena de San Agustín, a menos de mil metros del Cerro Grande, uno de los puntos principales de Wirikuta, la extensión desértica de 140 mil hectáreas donde, para el pueblo wixárika (huichol) se hizo la vida.

Acá en La Luz no hay Brads Pitt, ni Julias Roberts, ni Penélopes Cruz, ni Salmas Hayek. Hay, si acaso, Juanes, Vidales, Ramiros. No hay contratos de millones de dólares, ni papeles protagónicos. Los únicos que existen, o que han sido ofertados por la First Majestic Silver, oscilan entre los 900 pesos y los tres mil semanales para limpiar los terrenos de Santa Ana o bien, para explorar hasta 300 metros de profundidad en busca de los metales que sí resplandecen.

El contratista responsable de integrar un set de mineros para First Majestic Silver se llama Ramiro Moreno. Es El Ramirín, originario de Potrero, un ejido cercano. Así le conocen. Su padre también se llama Ramiro. Y también hacía lo mismo: reclutaba gente para el trabajo en Santa Ana.

“Apoyos sustentables”, dice El Ramirín al tiempo que mueve la cabeza de arriba a abajo. Es lo que han pedido a la canadiense que, según él, ha tabulado: tres mil pesos semanales a quienes piquen piedra en busca de la riqueza subterránea de La Luz. Los mentados “apoyos sustentables”, describe el comandante en jefe de los próximos mineros son: guarderías, hospitales, escuelas.

“Beneficios sociales”, a los 750 empleos prometidos por First Majestic, añade Ramirín. Todo eso, dice, este mismo año. Pero la única benevolencia social que hasta el momento ha concedido la minera es emplear a 15 hombres que limpian y dejan impecable la entrada a Santa Ana. Quitan, ponen. Maleza, escombros fuera. Un trabajo que va desde las ocho de la mañana hasta que la luz del día baje su intensidad. Una labor que, para First Majestic –una compañía que cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York y cuya producción de plata en 2010 alcanzó los 6.5 millones de onzas del metal– significa... 900 pesos semanales.

“Las actividades de First Majestic en la zona se iniciarán con la construcción del Museo de Minería en las instalaciones que ocupa la vieja Hacienda de Santa Ana (La Luz). Este nuevo museo será una parada de interés para turistas que visiten el área y dará empleo a gente de la localidad. En este momento se está evaluando el proyecto y la inversión requerida. Una vez finalizada la evaluación, First Majestic procederá a obtener todas las autorizaciones y permisos necesarios. El propósito del Museo de Minería será mostrar la imagen integral de la actividad minera en el pasado, presente y futuro”, reza en una lona impresa que pende de la entrada de Santa Ana.

El proyecto completo abarca la construcción de un túnel desde la Presa de Jales, a menos de mil metros de la entrada a Santa Ana, que atravesará la veta madre hasta salir a unos 992 metros del Cerro Grande, uno de los sitios sagrados, junto con el Cerro del Quemado, más importantes de Wirikuta. En 2009, First Majestic Silver compró al gobierno federal, a un precio de tres millones de dólares, 22 concesiones que comprenden seis mil 326 hectáreas y, de las cuales, un 70 por ciento de ellas se ubican dentro de Wirikuta, lugar que, entre sus títulos cuenta con un decreto de Área Natural Protegida desde 2000.

En Wirikuta, para los huicholes se originó la vida. Desde tiempos remotos, los wixaritari emprendieron una peregrinación en busca de la luz. Caminaron casi 550 kilómetros desde San Blas, en Nayarit, hasta la sierra de Catorce, siguiendo a un personaje mítico cuyo espíritu vive en el híkuri (peyote). Llegaron a Wirikuta. En el Cerro Grande, según la historia de ellos, salió el Sol y, en el Cerro Quemado, se postró. Dejó ahí su rostro que se aprecia en un conjunto de piedras que definen ojos, nariz y boca. Ahí, entre el cielo, el Sol, el desierto, el viento, el vuelo del águila real –especie endémica– nació la vida para ellos. De ahí su importancia, su lucha contra la invasión de la empresa minera.

Pero en La Luz, la batalla a librar es otra. La pelea por un peso es lo que importa. La lucha por un bocado es cada día. Unos 150 pobladores de La Luz, hasta enero pasado, habían solicitado empleo a First Majestic Silver. De lo que sea, según Vidal Puente, juez del poblado.

“Pos sí, pero acá la gente no tiene trabajo”, responde el hombre cuando se le recuerda lo que implica el proyecto minero a los huicholes. Y le importa un comino, igual que al Ramirín, las afectaciones a la salud por tal actividad.

“Nosotros ahí jugábamos futbol de niños”, se ufana al referirse a la Presa de Jales, conformada por los desperdicios de la anterior minera. En esos escombros, según los cálculos del habitante de Potrero, existen por lo menos dos kilos de plata por tonelada que nadie ha sacado.

El cianuro es lo de menos cuando la panza exige. El contaminante tampoco significa nada para algunas de las 200 familias de Potrero que han visto cómo otras mil han tenido que emigrar y el sitio se ha vuelto casi fantasma.

Son las 12 del día, Víctor Puente, padre de Vidal y ex minero, recuerda los 13 años que tuvo de bonanza cuando laboró en Santa Ana. El cierre de la mina sólo le dejó las bolsas del pantalón vacías.

Cuando el Sol calienta a todo, el viejo apenas tiene 30 pesos con 50 centavos en el bolsillo por la venta de elotes. Elotes que, si no se venden, ya ni comer se pueden, dice. Ya no le calman el hambre, el apetito, la desesperanza, la pobreza, la soledad, la incertidumbre que alumbran a toda La Luz.

Vienen, se llenan los bolsillos y se van

“Si un minero, hoy, le pega a una veta de oro, él obtiene su mismo salario. No es lo mismo con el empresario. El minero no participa en la riqueza, todo se centraliza y nunca ve nada de las ganancias. Todo se va a México, a la Bolsa de Valores y el minero, nada. Acá está la muestra: una compañía que trabajó durante 20 años y ¿qué dejó? Nada. Pura contaminación y desgraciadamente pobreza”, dice Humberto Fernández, un empresario hotelero de Real de Catorce, perteneciente al Frente Tamatzima Huaha, surgido en 2010 para hacer frente a la empresa minera. La agrupación alberga a representantes de las comunidades huicholas de Santa Catarina Cuexcomatitlán, San Sebastián, Tuxpan de Bolaños, en Jalisco, Banco de San Hipólito, en Durango, ejidatarios y más de una decena de organismos civiles que abarcan la iniciativa privada, la academia y defensores de los derechos de los indígenas.

First Majestic Silver tiene en operación tres minas en México: La Parrilla, en Durango; San Martín, en Jalisco; y La Encantada, en Coahuila. Su apuesta en 2011 es Del Toro, en Zacatecas y el proyecto Real de Catorce, en San Luis Potosí.

“Lo que falta son alternativas para la gente. En Real de Catorce, por ejemplo, el 95 por ciento de la gente vive hoy del turismo. Un 80 por ciento del turismo que hay es religioso, en las fiestas de San Francisco, hasta 20 mil personas llegan en un día. Es un desmadre (...) pero la mina, ya lo hemos visto, las minas trabajan 10, 15 años, cierran, se llevan la riqueza, se van y dejan toda su contaminación”, describe.

En diciembre de 2010, a petición de la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (AJAGI), la Universidad de Guadalajara llevó a cabo estudios en 70 muestras líquidas, sólidas, de tejido vegetal, suelo, cabello, piel, entre otras, recabadas en Wirikuta.

Los resultados revelaron una alta concentración de metales como el plomo y químicos, como el arsénico, en la mayoría de las muestras, incluida la de peyote. De tres peyotes recolectados por miembros de AJAGI, cerca de la comunidad de San José, dos de ellos presentaron concentraciones de plomo, arsénico y bario. El otro presentó plomo, de acuerdo con el análisis hecho por el Laboratorio de Salud Ambiental de la UdeG, al cual La Jornada Jalisco tuvo acceso.

“Recolectamos muestras de águila real y de otras dos especies de aves también protegidas en la zona. Nos llevamos plumas y, en el estudio, salieron con plomo y arsénico (...) hay una contingencia ambiental generalizada por metales pesados debido a la actividad minera que sólo ha dejado la riqueza de empresarios y la pobreza, desecación y contaminación en la gente. En La Luz, toda la gente quiere la mina, pero más que eso, quiere trabajo. El altiplano potosino es una zona olvidada por el Estado. Los habitantes quieren trabajo a pesar de la contaminación, las condiciones de esclavitud y los riesgos a la salud”, dice Tunuary Chávez, miembro de AJAGI.

Petra Puente, primera ex alcaldesa de Real de Catorce por Acción Nacional, relata: “hay bastantes problemas de salud en la zona; hay casos de insuficiencia renal porque la gente toma agua que tiene contaminantes. Está por ejemplo la comunidad de San José; en esa zona las personas tienen problemas de salud por el agua, porque tiene altos contenidos de plomo y otros metales”.

Originaria de La Luz, Petra Puente dice que fue testigo en sus años de infancia, de cómo la actividad minera acabó con pirules, manzanos, perales y demás flora afuera de las puertas de Santa Ana.

“Uno solo de ellos, el que queda, sobrevivió”, expresa. Y recuerda. “Cuando fui presidenta vino la empresa minera Real Bonanza, de José García. Pidió permiso para hacer un camino, sobre la ruta turística de la Asociación de Caballerangos (guías turísticos que ofrecen paseos a caballo). Dijeron: ‘maguey que quitemos lo reponemos’. Para no hacerla larga ni siquiera pusieron un nopal en la ruta que abrieron que, al final fue cerrada por las quejas de los turistas”.

A ello, según Petra Puente, se suma la oferta que las empresas mineras hacen a la clase política. “Ellos ofrecen dinero por derecho de suelo. En otros municipios, por ejemplo, en Zaragoza, una empresa de cal ofreció 60 millones para cambio de uso de suelo. ¡Imagínate 60 millones de pesos, 100 millones, cuando el presupuesto de un municipio como Real de Catorce es de apenas 10 millones de pesos! ¡Imagínate un presidente municipal que nunca ha tenido dinero en la mano!”, exclama.

“Aquí en Real de Catorce, si la mina abre, lo más que dará empleo será durante cuatro o cinco años. No es mucha la plata que quedó pero, las consecuencias a futuro serán graves, sobre todo si utilizan cianuro u otro tipo de solventes que pueden llegar a contaminar mantos acuíferos. A la larga, la mina dejará más que beneficios puros perjuicios”, asegura Ernesto Vega, sacerdote de Real de Catorce.

De acuerdo con el Pronunciamiento en Defensa de Wirikuta firmado por el pueblo wixárika de los estados de Jalisco, Nayarit y Durango, y otros organismos civiles y académicos, el 23 de septiembre de 2010, el daño debido a la actividad de First Majestic Silver será irreversible para tres mil 500 personas.

“Hay una canción de Gabino Palomares que dice que en tiempos de las bonanzas mineras, vienen los que exploran las minas, se llevan la riqueza y dejan la pobreza... al final, la riqueza que existe en las minas no se queda con la gente, se la llevan quienes tienen los recursos y creo que esto es lo que se va a volver a repetir”, concluye el párroco.

Fuente: La Jornada de Jalisco