México, Distrito Federal
Lunes 20 de octubre de 2008
* Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, en la asamblea informativa con hombres integrantes del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, en el Monumento a la Revolución
Amigas y amigos brigadistas:
Ayer con las compañeras brigadistas, hablé de que nos corresponde defender el petróleo en medio de una gran crisis económica y de descomposición social.
Dije que vamos a seguir unidos, orientando y defendiendo al pueblo y acicateando al gobierno usurpador para obligarlo a cambiar su política económica y a que se utilice toda la fuerza del Estado para proteger a los pobres y a las clases medias, y no a los potentados.
Vamos a seguir insistiendo para que se aplique un plan anticrisis para fortalecer nuestra producción interna, crear empleos y evitar un mayor empobrecimiento.
También vamos a seguir demandando que en el Congreso de la Unión se suscriba y se lleve a cabo un pacto en apoyo a la economía popular para garantizar, en una primera etapa, que no sigan aumentando, es decir, que se congelen los precios de los siguientes alimentos, productos y servicios: tortilla, pan, agua, leche, huevo, frijol, lenteja, arroz, aceite, carne de res y de cerdo, pollo, café, azúcar, pastas, gasolinas, diesel, energía eléctrica, gas, teléfono, transporte público, medicamentos, renta de viviendas, colegiaturas, predial y peajes de carreteras.
Amigas y amigos brigadistas:
Tomemos en cuenta que estamos asistiendo al fin del predominio de las políticas neoliberales y se hace necesaria la construcción y aplicación de un nuevo modelo económico, político y social, con marcado contenido humano, moral y cultural.
En los últimos tiempos ha quedado totalmente demostrado el fracaso de las políticas excluyentes, diseñadas sólo para beneficio de las minorías, y se han derrumbado también los llamados paradigmas que pretendían ocultar el pillaje y los absurdos del modelo neoliberal.
Hoy ha quedado al descubierto la falacia de la desregulación económica y financiera sin el control del Estado; el criterio de apostar al predominio del mercado y del incumplimiento de la responsabilidad social del Estado; y de querer justificar la concentración de la riqueza en pocas manos con la seudo-teoría del goteo, según la cual, si les iba muy bien a los de arriba, les iría bien a los de abajo. Si llovía fuerte arriba, goteaba abajo; como si la riqueza en sí misma fuese permeable o contagiosa.
También, cada vez está quedando más en evidencia que procurar el crecimiento económico de (unos) pocos con el sacrificio y la miseria de (otros) muchos, no sólo produce una monstruosa desigualdad económica y social, sino que desata la inseguridad y la violencia e impide la gobernabilidad democrática.
Hoy que la realidad se está imponiendo y nos está dando la razón, debemos hacer valer nuestro proyecto alternativo, orientado a impulsar actividades productivas, el crecimiento económico, a fortalecer el mercado interno, a establecer el Estado de bienestar y a reafirmar nuestra convicción de que a mayor igualdad, más educación y más justicia, habrá siempre más tranquilidad, más seguridad pública, menos violencia y más estabilidad social y política.
Sin embargo, aun con el inocultable fracaso del modelo económico neoliberal, tendremos todavía que enfrentar un complicado proceso de transición. Nos va a tocar encarar a quienes guiados por la inercia, el fundamentalismo y la codicia, se van a seguir resistiendo ante cualquier cambio.
Tendremos la tarea de informar a la gente y hacer conciencia de que el modelo imperante ya tronó en todo el mundo, y que los menos damnificados han resultado aquellos países, donde sus gobiernos no siguieron al pie de la letra las recomendaciones de los organismos financieros internacionales.
También debemos estar atentos porque en la resaca del fracaso de la política neoliberal, los tecnócratas y sus jefes, van a querer seguir aplicando las viejas recetas de apretar el cinturón de los pobres y aflojar el de los ricos, o de continuar privatizando las ganancias y socializando las pérdidas.
Por eso debemos estar atentos para proteger a la gente y evitar que continúe el saqueo de nuestros recursos naturales y de los bienes de la Nación. Y lo primero que tenemos que hacer, es impedir la privatización de la industria petrolera para garantizar el presente y el porvenir de los mexicanos.
Ante la gravedad de la crisis económica y de bienestar social, la defensa del petróleo adquiere mucha mayor relevancia, porque sólo estando el sector energético bajo el dominio de la nación, podríamos encontrar la salida y garantizar un mejor futuro para nuestro pueblo.
Con ese propósito, ya hemos fijado con mucha claridad cuál es nuestra postura frente a los dictámenes que se están elaborando en el Senado. Aquí vuelvo a señalarlo:
1. No aceptamos la creación de filiales de Pemex, como lo propone la cúpula del PRI. Ello significaría reafirmar la política de Salinas que, con la idea de privatizarla, en 1992 la dividió en cuatro empresas, cuando en realidad lo que se necesita es integrar a Pemex para utilizar toda su cadena de valor y convertirla en palanca del desarrollo nacional. La propuesta de filiales es una especie de reparto del botín para consolidar los acuerdos entre el PRI y el PAN.
2. No permitiremos los contratos-riesgo, ni abiertos ni con disfraces. Es decir, los contratos incentivados propuestos por Calderón, ni los llamados contratos de éxito que pretende el PRI.
3. No estamos de acuerdo en que en el nuevo régimen de excepción administrativo que proponen el PRI y el PAN, se dé manga ancha para la asignación de obras, adquisiciones y servicios, mediante el procedimiento de invitación restringida o asignación directa de contratos. Sería grotesco que, con toda la corrupción que hay en Pemex, todavía se siguiera fomentando el contratismo en beneficio de empresas y de funcionarios deshonestos.
4. No aceptaremos que se asignen a compañías nacionales o extranjeras, bloques o áreas del territorio o de las aguas nacionales para la exploración y perforación de pozos petroleros.
5. Estamos en contra, como lo proponen el PRI y el PAN, de que Pemex compre fianzas y seguros para darle impunidad a los consejeros y a su director, por los daños que causen a la empresa o al patrimonio de la Nación. Con ello se estaría legalizando descaradamente la corrupción.
6. Rechazamos tajantemente que Pemex se someta a la decisión de tribunales internacionales, porque se estaría permitiendo la violación de nuestra soberanía.
Amigas y amigos brigadistas:
Como ustedes saben, nuestros compañeros legisladores del Frente Amplio Progresista, están participando en las mesas de discusión y elaboración de dictámenes. Ellos saben bien que no permitiremos nada que implique violar la Constitución, privatizar el petróleo y hacernos cómplices de la corrupción de Pemex.
Es más, a ellos les hemos dado la responsabilidad de que en caso de que los dictámenes tengan una orientación privatizadora, de inmediato inicien las protestas al interior del Congreso y que nosotros estaremos listos para respaldarlos.
Ayer hicimos un llamado a todos los brigadistas del país y a todos los defensores del petróleo, para estar atentos porque estamos en los momentos decisivos. Y en caso de ser necesario, hombres y mujeres de todas las regiones del país nos concentraremos en la ciudad de México.
Les informo que desde ayer y en el transcurso del día de hoy, hemos recibido respuestas positivas de quienes están encargados de la organización de nuestro movimiento en los estados de la República.
Tanto a ustedes, como a las brigadas de mujeres de la ciudad de México, les tocará iniciar las acciones de resistencia civil pacífica en tanto llegan los defensores del petróleo de todo el país.
Por eso les pregunto como lo hice ayer con nuestras compañeras: ¿Están de acuerdo y preparados para entrar en acción con todo lo que implica este sacrificio en bien del pueblo y de la patria?
También quiero hacerles una propuesta adicional: ¿Qué les parece si mañana que van a reunirse las mujeres brigadistas en el Hemiciclo a Juárez, a las 11 de la mañana, las acompañamos todos para estar más informados, atentos y preparados ante cualquier intento privatizador?
Amigas y amigos brigadistas:
No hablemos más, estamos en momentos de definiciones. Actuemos como pensamos y cumplamos lo que decimos. Son tiempos de congruencia.
¡Vivan los brigadistas!
¡Viva la resistencia civil pacífica!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!