martes, 5 de enero de 2016

Presentación del libro “Autonomía de los Pueblos Indios y Zapatismo en México”

Presentación del libro “Autonomía de los Pueblos Indios y Zapatismo en México” de Gilberto López y Rivas. Casa Lamm. Noviembre 30 de 2015.

Sergio López. Por la editorial Ocean Sur.


Sergio Rodríguez Lazcano


Paul Herchs


Gilberto López y Rivas


Sesión de preguntas y respuestas


PALABRAS DEL EZLN EN EL 22 ANIVERSARIO DEL INICIO DE LA GUERRA CONTRA EL OLVIDO

BUENAS NOCHES, BUENOS DÍAS COMPAÑEROS, COMPAÑERAS BASES DE APOYO DEL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL, COMPAÑEROS/AS MILICIANOS Y MILICIANAS, INSURGENTAS E INSURGENTES, RESPONSABLES LOCALES Y REGIONALES, AUTORIDADES DE LAS TRES INSTANCIAS DE GOBIERNO AUTÓNOMO, COMPAÑEROS/AS PROMOTORES Y PROMOTORAS DE LAS DIFERENTES ÁREAS DE TRABAJO. COMPAÑEROS, COMPAÑERAS DE LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL Y TODOS LOS PRESENTES.

Compañeras y compañeros, hoy estamos aquí para celebrar el 22 aniversario del inicio de la guerra contra el olvido.

Durante más de 500 años sufrimos la guerra que los poderosos de distintas naciones, lenguas, colores y creencias nos hicieron para aniquilarnos.

Quisieron matarnos, sea matando nuestros cuerpos, sea matando nuestras ideas.

Pero resistimos.

Como pueblos originarios, como guardianes de la madre tierra, resistimos.

No sólo aquí y no sólo el color que somos de la tierra.

En todos los rincones del mundo que dolía antes y duele ahora, hubo y hay gente digna y rebelde que resistió, que resiste contra la muerte que impone el de arriba.

El primero de enero de 1994, hace 22 años, hicimos público el “¡YA BASTA!” que preparamos en silencio digno durante una década.

Callando nuestro dolor preparábamos así el grito de nuestro dolor.

De fuego fue entonces nuestra palabra.

Para despertar a quien dormía.

Para levantar a quien caía.

Para indignar a quien se conformaba y se rendía.

Para rebelar la historia.

Para obligarla a decir lo que callaba.

Para develar la historia de explotaciones, asesinatos, despojos, desprecios y olvidos que se escondía detrás de la historia de arriba.

Esa historia de museos, estatuas, libros de texto, monumentos a la mentira.

Con la muerte de los nuestros, con nuestra sangre, sacudimos la modorra de un mundo resignado a la derrota.

No fueron sólo palabras. La sangre de nuestros caídos y caídas en estos 22 años se sumó a la de años, lustros, décadas, siglos anteriores.

Tuvimos que elegir entonces y elegimos la vida.

Por eso, entonces y ahora, para vivir morimos.

Tan sencilla como nuestra sangre pintando las calles y muros de las ciudades que nos desprecian ahora como antes lo hicieron, fue nuestra palabra entonces.

Y lo sigue siendo:

Como bandera de lucha fueron nuestras 11 demandas: tierra, trabajo, alimentación, salud, educación, vivienda digna, independencia, democracia, libertad, justicia y paz.

Estas demandas fueron las que nos hicieron levantarnos en armas porque es lo que nos hace falta a los pueblos originarios y la mayoría de las personas en este país y en todo el mundo.

De esta manera, emprendimos nuestra lucha en contra de la explotación, marginación, humillación, desprecio, olvido y por todas las injusticias que vivimos causadas por el mal sistema.

Porque para los ricos y poderosos sólo servimos para sus esclavos, para que así ellos sean cada vez más ricos y nosotros cada vez más pobres.

Después de vivir tanto tiempo bajo esta dominación y despojo, dijimos:

¡YA BASTA! ¡Y HASTA AQUÍ SE ACABÓ LA PACIENCIA!

Y vimos que no nos quedó otro camino más que tomar nuestras armas para matar o morir por una causa justa.

Pero no estábamos solos, solas.

No lo estamos ahora.

En México y el Mundo la dignidad tomó las calles y pidió espacio para la palabra.

Entendimos entonces.

A partir de ese momento cambió nuestra forma de lucha y fuimos y somos oído atento y palabra abierta, porque desde un principio sabíamos que una lucha justa del pueblo es por la vida y no por la muerte.

Pero tenemos a un lado nuestras armas, no las dejaremos, estarán con nosotros hasta el final.

Porque vimos que donde nuestro oído fue corazón abierto, el Mandón opuso su palabra de engaño, su corazón de ambición y mentira.

Vimos que la guerra de arriba siguió.

Su plan y su objetivo era y es hacernos la guerra hasta exterminarnos. Por eso en lugar de resolver las justas demandas, preparó y prepara, hizo y hace la guerra con sus armamentos modernos, forma y financia grupos paramilitares, ofrece y reparte migajas aprovechando la ignorancia y la pobreza de algunos.

Ésos mandones de arriba son tontos. Pensaron que quienes estaban dispuestos a escuchar, estaban también dispuestos a venderse, a rendirse, a claudicar.

Se equivocaron entonces.

Se equivocan ahora.

Porque nosotras las zapatistas, los zapatistas, tenemos bien claro que no somos limosneros o inútiles que esperan que todo se les resuelva solo.

Somos pueblos con dignidad, con decisión y conciencia para luchar por la verdadera libertad y justicia para todas, para todos, para todoas. Sin importar su color, su raza, su género, su creencia, su calendario, su geografía.

Por eso nuestra lucha no es local, ni regional, ni siquiera nacional. Es universal.

Porque universales son las injusticias, los crímenes, los despojos, los desprecios, las explotaciones.

Pero también son universales la rebeldía, la rabia, la dignidad, el afán de ser mejores.

Por eso entendimos que era necesario construir nuestra vida nosotros mismos, nosotras mismas, con autonomía.

En medio de las grandes amenazas, de los hostigamientos militares y paramilitares, y las constantes provocaciones del mal gobierno, empezamos a formar nuestro propio sistema de gobernar, nuestra autonomía, con nuestra propia educación, nuestra propia salud, nuestra propia comunicación, nuestra forma de cuidar y trabajar a nuestra madre tierra; nuestra propia política como pueblo y nuestra propia ideología de cómo queremos vivir como pueblos, con otra cultura.

Donde otras, otros esperan que desde arriba se solucionará lo de abajo; nosotras, nosotros, zapatistas, empezamos a construir nuestra libertad como se siembra, como se construye, como se crece, es decir, desde abajo.

Pero el mal gobierno intenta destruir y acabar nuestra lucha y resistencia con una guerra que cambia de intensidad como cambia su política engañosa, con sus malas ideas, con sus mentiras, usando sus medios de comunicación para difundirlas y con la repartición de migajas en los pueblos indígenas donde hay zapatistas, para así dividir y comprar conciencias, aplicando de esta forma su plan de contrainsurgencia.

Pero la guerra que viene de arriba, compañeras, compañeros, hermanas y hermanos, es siempre la misma: sólo trae destrucción y muerte.

Pueden cambiar las ideas y las banderas con las que llega, pero la guerra de arriba siempre destruye, siempre mata, nunca siembra como no sea el terror y la desesperanza.

En medio de esa guerra tuvimos que caminar hacia lo que queremos.

No podíamos sentarnos a esperar a que entendieran quienes no entienden ni siquiera que no entienden.

No podíamos sentarnos a esperar a que el criminal renegara de sí mismo y de su historia y se convirtiera, arrepentido, en alguien bueno.

No podíamos esperar una larga e inútil lista de promesas que serían olvidadas unos minutos después.

No podíamos esperar a que lo otro, diferente pero igual en dolor y rabia, nos mirara y mirándonos se viera.

No sabíamos cómo hacer.

No había ni hay libro, manual o doctrina que nos dijera cómo hacer para resistir y, al mismo tiempo, construir algo nuevo y mejor.

Tal vez no perfecto, tal vez diferente, pero siempre nuestro, de nuestros pueblos, de las mujeres, hombres, niñas y ancianos que con su corazón colectivo cubren la bandera negra con la estrella roja de cinco puntas y las letras que les dan no sólo nombre, también compromiso y destino: E Z L N.

Entonces buscamos en nuestra historia ancestral, en nuestro corazón colectivo, y a los tumbos, con fallas y errores, fuimos construyendo esto que somos y que no sólo nos mantiene con vida y resistiendo, sino que también nos levanta dignos y rebeldes.

Durante estos 22 años de lucha de Resistencia y Rebeldía seguimos construyendo otra forma de vida, gobernándonos nosotros mismos como pueblos colectivos que somos, bajo los 7 principios del mandar obedeciendo, construyendo un nuevo sistema y otra forma de vida como pueblos originarios.

Uno donde el pueblo manda y gobierno obedece.

Y nuestro corazón sencillo lo ve que es lo más sano, porque nace y crece del mismo pueblo, es decir, es el mismo pueblo que opina, discute, piensa, analiza, propone y decide qué cosa es lo mejor para su beneficio, siguiendo el ejemplo que nos dejaron nuestros antepasados.

Como iremos explicando después, vemos que en las comunidades partidistas reinan el desamparo y la miseria, manda la holgazanería y el crimen, la vida comunitaria está rota, lastimada ya mortalmente.

El venderse al mal gobierno no sólo no resolvió sus necesidades, sino que sumó más horrores.

Donde antes había hambre y pobreza, hoy las sigue habiendo, pero además hay desesperanza.

Las comunidades partidistas se han convertido en grupos de limosneros que no trabajan, sólo esperan el siguiente programa gubernamental de ayuda, o sea esperan la próxima temporada electoral.

Y esto no aparecerá en ningún informe de gobierno municipal, estatal o federal, pero es la verdad que se puede ver en las comunidades partidistas: campesinos que no saben ya trabajar la tierra, casas de material vacías porque ni el cemento ni las láminas se pueden comer, familias destruidas, comunidades que sólo se reúnen para recibir las limosnas gubernamentales.

En nuestras comunidades tal vez no hay casa de cemento, ni televisiones digitales ni camiones último modelo, pero nuestra gente sabe trabajar la tierra. Lo que se pone en su mesa, la ropa que las viste, la medicina que las alivia, el saber que se aprende, la vida que transcurre es SUYA, producto de su trabajo y de su saber. No es regalo de nadie.

Podemos decirlo sin pena: las comunidades zapatistas no sólo están mejor que hace 22 años. Su nivel de vida es superior al de quienes se han vendido a los partidistas de todos los colores.

Antes para saber si alguien era zapatista se veía si traía paliacate rojo o pasamontañas.

Ahora basta ver si sabe trabajar la tierra; si cuida su cultura; si estudia para conocer la ciencia y la técnica; si se respeta como mujeres que somos; si tiene la mirada en alto y limpia; si sabe que manda como colectivo; si ve los cargos de gobierno autónomo rebelde zapatista como servicio y no como negocio; si cuando le preguntan algo que no sabe, responde “no lo sé… todavía”; si cuando se burlan diciéndole que los zapatistas ya no existen, que son muy pocos, responde “no preocupas, ya vamos a ser más, de repente tarda, pero sí vamos a ser más”; si mira lejos en calendarios y geografías; si sabe que el mañana se siembra hoy.

Pero pues sí, reconocemos que nos falta mucho por hacer, nos hace falta organizarnos más y mejor.

Por eso nos tenemos que esforzar más por prepararnos para realizar más y mejor nuestros trabajos de gobernarnos, porque ahí viene de nuevo el mal de los males: el mal sistema capitalista.

Y tenemos que saber cómo enfrentarlo. Ya tenemos 32 años de experiencias de lucha de Rebeldía y Resistencia.

Ya somos lo que somos.

Somos el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Somos aunque no nos nombren.

Somos aunque con silencios y calumnias nos olviden.

Somos aunque no nos miren.

Somos en el paso, en el camino, en el origen, en el destino.

Y en lo que somos vemos, miramos, escuchamos dolores y sufrimientos cercanos y lejanos en calendarios y geografías.

Y miramos antes, y miramos ahora.

Una noche cruenta, más si posible fuera, se tiende sobre el mundo.

El Mandón no sólo se empeña en seguir explotando, reprimiendo, despreciando y despojando.

Está decidido a destruir el mundo entero si eso le da ganancias, dinero, paga.

Está claro que viene lo peor para todas, todos, todoas.

Porque los grandes ricos multimillonarios de unos cuantos países, siguen con el objetivo de saquear todas las riquezas naturales en todo el mundo, todo lo que nos da vida como el agua, las tierras, bosques, montañas, ríos, aire; y todo lo que está bajo el suelo: oro, petróleo, uranio, ámbar, azufre, carbón, y otros minerales. Porque ellos no la consideran a la tierra como fuente de vida, sino como un negocio y todo lo convierten en mercancía, y la mercancía la convierten en dinero, y así nos quieren destruir por completo.

El mal y el malo tienen nombre, historia, origen, calendario, geografía: es el sistema capitalista.

No importa cómo lo pinten, no importa el nombre que le pongan, no importa la religión que lo vista, no importa la bandera que levante.

Es el sistema capitalista.

Es la explotación de la humanidad y del mundo que habita.

Es el desprecio a todo lo que es diferente y que no se vende, no se rinde, no claudica.

Es el que persigue, encarcela, asesina.

Es el que roba.

Frente a él surgen, nacen, se reproducen, crecen y mueren, salvadores, líderes, caudillos, candidatos, gobiernos, partidos que ofrecen la solución.

Como una mercancía más, se ofertan las recetas para resolver los problemas.

Tal vez alguien todavía crea que de arriba, de donde vienen los problemas, vendrán las soluciones.

Tal vez todavía hay quien cree en salvadores locales, regionales, nacionales y mundiales.

Tal vez hay todavía quien espera que alguien haga lo que nos corresponde hacer a nosotros, nosotras mismas.

Sería muy bueno, sí.

Todo fácil, cómodo, sin mayor esfuerzo. Sólo levantar la mano, tachar una boleta, llenar un formulario, aplaudir, gritar una consigna, afiliarse a un partido político, votar para botar a uno y que otro entre.

Tal vez, decimos, pensamos nosotras, nosotros, zapatistas que somos lo que somos.

Sería muy bueno así, pero no lo es.

Porque lo que hemos aprendido como zapatistas que somos y sin que nadie nos lo haya enseñado, como no sea nuestro propio paso, es que nadie, absolutamente nadie va a venir a salvarnos, a ayudarnos, a solucionar nuestros problemas, a aliviar nuestros dolores, a regalarnos la justicia que necesitamos y merecemos.

Sólo lo que hagamos nosotras, nosotros, cada quien según su calendario y su geografía, según su nombre colectivo, su pensamiento y su acción, su origen y su destino.

Y también hemos aprendido, como zapatistas que somos, que es sólo con organización que es posible.

Aprendimos que si se indigna una, uno, unoa, es bonito.

Que si se indignan varios, varias, muchas, muchos, muchoas, entonces una luz se enciende en un rincón del mundo y su luz alcanza a alumbrar por unos instantes toda la faz de la tierra.

Pero también aprendimos que si esas indignaciones se organizan… ¡Ah!, entonces no es una luz momentánea la que ilumina los caminos terrenales.

Entonces es como un murmullo, como un rumor, como un temblor que empieza a sonar quedo primero, más fuerte después.

Como si este mundo fuera a parir otro mundo, uno mejor, más justo, más democrático, más libre, más humano… o humana… o humanoa.

Por eso hoy empezamos esta parte de nuestras palabras con una palabra ya de antes, pero que sigue siendo necesaria, urgente, vital: tenemos que organizarnos, prepararnos para luchar, por cambiar esta vida, por crear otra forma de vida, otra forma de gobernarnos, nosotros mismos los pueblos.

Porque si no nos organizamos, seremos más esclavizados.

Ya no hay nada ya de que confiar en el capitalismo. Absolutamente nada. Ya lo vivimos cientos de años su sistema, ya las padecimos sus 4 ruedas del carruaje del capitalismo: la explotación, la represión, el despojo y el desprecio.

Ya sólo queda la confianza entre nosotras, nosotros mismos, donde nosotros, nosotras sí sabemos cómo construir una nueva sociedad, un nuevo sistema de gobierno, con la vida justa y digna que queremos.

Porque ahora nadie se salva en la tormenta de la hidra capitalista que destruirá nuestras vidas.

Indígenas, campesin@s, obre@s, maestr@s, amas de casas, intelectuales, trabajadores y trabajadoras en general, porque hay muchos trabajadores que luchan por sobrevivir su vida diaria, unos con patrón y otr@s no, pero que caen en la misma garra del capitalismo.

O sea que no hay salvación en el capitalismo.

Nadie nos va dirigir, somos nosotr@s mism@s los que nos dirigimos, tomándonos en cuenta de cómo lo pensamos resolver de cada situación.

Porque si pensamos que hay quien nos dirige, pues ya vimos cómo nos dirigieron durante los cientos de años antes y en el sistema capitalista, no sirvió para nosotros los jodidos. Para ellos sí, porque ahí sí, sólo sentados, ganaron dinero para vivir.

A todos les dijeron “voten por mí”, voy a luchar porque ya no haya más explotación y ya cuando ya llegaron en el puesto donde se gana dinero sin sudar, automáticamente se olvidan de todo lo que dijeron, empiezan a crear más explotación, a vender lo poco queda de la riqueza de nuestros países. Ésos vende patrias son unos inútiles, hipócritas, parásitos que no sirven.

Por eso, compañeros y compañeras, la lucha no ha terminado, apenas estamos empezando, apenas llevamos 32 años, de los cuales 22 son públicos.

Por eso debemos unirnos más, organizarnos mejor para construir nuestra barca, nuestra casa, es decir nuestra autonomía, porque es la que nos va a salvar de la gran tormenta que se acerca, debemos fortalecer más nuestras áreas de trabajo y nuestros trabajos colectivos.

No tenemos otro camino más que unirnos y organizarnos para luchar y defendernos de la gran amenaza del mal sistema capitalista, porque las maldades del capitalismo criminal que amenaza a la humanidad no va a respetar a nadie, va a barrer a todos sin distinción de raza, de partido, ni religión porque ya lo han demostrado durante muchos años que siempre han mal gobernado, amenazado, perseguido, encarcelado, torturado, desaparecido y asesinado a nuestros pueblos del campo y de la ciudad en todo el mundo.

Por eso les decimos, compañeros, compañeras, niños y niñas, jóvenes y jovenas, ustedes como nuevas generaciones son el futuro de nuestros pueblos, de nuestra lucha y de nuestra historia, pero deben de entender que tienen una tarea y obligación: seguir el ejemplo de nuestros primeros compañeros, de nuestros compañeros mayores de edad, de nuestros padres y abuelos y todos los que iniciaron esta lucha.

Ellos y ellas ya nos marcaron el camino, ahora nos toca seguir y mantener ese camino, pero para esto solamente se logra organizándonos en cada generación y en generación, entender eso y a organizarse para eso, y así hasta llegar al final de nuestra lucha

Porque ustedes como jóvenes son parte importante de nuestros pueblos, por eso deben de participar en todos los niveles de trabajo que hay en nuestra organización y en todas las áreas de trabajo de nuestra autonomía, y que sean las generaciones que sigan dirigiendo nuestro propio destino con democracia, libertad y justicia así como nos están enseñando ahora nuestros compañeros y compañeras primeros.

Compañeras y compañeros todos y todas, estamos seguros que vamos a lograr un día lo que queremos, para todos todo, o sea nuestra libertad, porque ahora nuestra lucha está avanzando poco a poco y nuestras armas de lucha son nuestra resistencia, nuestra rebeldía y nuestra palabra verdadera que no hay montañas ni fronteras que puedan impedirla, sino que llega hasta en el oído y en los corazones de otros hermanos y hermanas en el mundo entero.

Es decir que ya somos cada vez más los que entendemos la lucha en contra de la gravísima situación de injusticia en que nos tienen, que causa el mal sistema capitalista en nuestro país y en el mundo.

También estamos claros que a lo largo de nuestra lucha ha habido y habrá amenazas, represiones, persecuciones, desalojos, contradicciones y burlas de parte de los tres niveles de los malos gobiernos, pero debemos de estar claros que si el mal gobierno nos odia es porque vamos en un buen camino; y si nos aplaude es que nos estamos desviando en nuestra lucha.

No olvidemos que nosotros somos los herederos de hace más de 500 años de lucha y resistencia. En nuestras venas corre la sangre de nuestros antepasados, ellos nos heredaron el ejemplo de lucha y rebeldía y el ser guardián de nuestra madre tierra porque en ella nacimos, en ella vivimos y en ella moriremos.

-*-

Compañeras, compañeros zapatistas:

Compañeros, compañeras, compañeroas de la Sexta:

Hermanas y hermanos:

Ésta es nuestra primera palabra en este año que comienza.

Más palabras vendrán, más pensamientos.

Poco a poco se irá mostrando de nuevo nuestra mirada, nuestro corazón que somos.

Ahora sólo queremos terminar diciéndoles que para honrar y respetar la sangre de nuestros caídos, no basta con solo recordar, extrañar, llorar, ni rezar, sino que debemos de seguir el ejemplo y continuar la tarea que nos dejaron, hacer en la práctica el cambio que queremos.

Por eso compañeros y compañeras para este día tan importante es el momento de reafirmar nuestra conciencia de lucha y de comprometernos para seguir adelante, cueste lo que cueste y pase lo que pase, no permitamos que el mal sistema capitalista destruya lo que hemos conquistado y lo poco que hemos podido construir con nuestro trabajo y esfuerzo durante más de 22 años: ¡nuestra libertad!

Ahora no es el momento de echarnos para atrás, de desanimarnos o de cansarnos, debemos de estar más firmes en nuestra lucha, mantener firmes las palabras y ejemplos que nos dejaron nuestros primeros compañeros: de no rendirse, no venderse y no claudicar.

¡DEMOCRACIA!

¡LIBERTAD!

¡JUSTICIA!

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del

Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Subcomandante Insurgente Moisés. Subcomandante Insurgente Galeano.


México, Primero de enero del 2016.

El 2 frente al espejo = 22 AÑOS DE INSURGENCIA ZAPATISTA... ¡Y LO QUE FALTA!

RvsR: El 2 frente al espejo = 22 AÑOS DE INSURGENCIA ZAPATISTA... ¡Y LO QUE FALTA!

A las Bases de Apoyo Zapatistas

A las comunidades indígenas zapatistas

A las Juntas de Buen Gobierno

Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Compañeras y compañeros zapatistas:

Les saludamos y escribimos desde la Red contra la Represión y la Solidaridad, las razones y sentimientos que provocan estas líneas son varios y diversos. Como diversa es la lucha por la libertad, la democracia y la justicia, mucha de esa abundancia de resistencias y rebeldías han encontrado su punto de partida en el quehacer político animado desde el Sureste mexicano.

Hace poco más de dos décadas una parte de la izquierda en el país y en el mundo se encontraba en el desconsuelo y la derrota, las coartadas para justificar traiciones, abandonando principios éticos y abonando la política de lo posible con el supuesto triunfo del pensamiento único.

Cuando se decretaba el fin de la historia y en ese contexto el pensar críticamente era sustituido por un pragmatismo indolente ante a una realidad desgarradora. Ustedes, insurgentas e insurgentes zapatistas, irrumpían en el manipulado tablero del poder financiero, bancario y político, con una bota enlodada a su paso al bajar de las montañas; sitiando así al sistema de partido único de Estado.

Compas zapatistas, fue con su fuego y su palabra, lo que marcó el inicio de una nueva época en las luchas libertarias y emancipadoras de la humanidad. Nada de lo que existe actualmente hubiera sido posible sin el levantamiento armado del primero de enero de 1994. Lo decimos claramente, cuando la oscuridad imperaba en el mundo, su luz se coló por una grieta del muro de la noche y amaneció con la insurrecta esperanza.

A lo largo de estos años de resistencia armada, de rebeldía organizada, con pueblos y comunidades concibiendo vida digna para un mundo nuevo, seguimos aprendiendo de la valiente y ejemplar lucha de las mujeres zapatistas, nos contagiamos con la energía de las nuevas generaciones rebeldes y admiramos la persistencia de la primera generación de mujeres y hombres que desafiaron a todo y a todos, teniendo todo en contra, su experiencia y sabiduría son ahora fundamentales para continuar en el camino hacia la libertad.

Por sus palabras hemos escuchado y entendido que no ha sido, ni será fácil la construcción de la autonomía, cuando en el panorama social, económico y político el poder cotinúa con su guerra de exterminio, rearticulando la contrainsurgencia con nuevos elementos.

Y sin embargo, sus miradas nos siguen interpelando con más preguntas que respuestas, sabemos que las mismas son el principio para arraigarnos más a la tierra y desde ahí resurgir en resistencia, rebeldía y organización de manera colectiva. Sean pues, la dignidad, la memoria y la historia nuestras mejores armas contra esa guerra, con la única certeza necesaria de que la razón se sobrepondrá a la fuerza, ahí radican nuestras victorias que a la larga derrotarán a la muerte.

Compañeras y compañeros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, reciban de la Red contra la Represión y por la Solidaridad este mensaje de lucha, festejo y alegría. Queremos abrazar a cada una y uno de ustedes: a las niñas, niños, ancianas, ancianos, mujeres, hombres, bases de apoyo, milician@s, insurgentes, comandantas, comandantes y subcomandantes.

Con regocijo l@s felicitamos por estos 22 años insurrectos, no dudamos que en la guerra contra el olvido las batallas por librar son muchas, pero sin dejo de duda el horizonte de la libertad, la democracia y la justicia tendrán lugar en nuestras mesas, hogares, parajes, manos, pasos, miradas y corazones.

Gracias compañeras y compañeros zapatistas, junto con ustedes hemos elegido los caminos de los imposibles, es para nosotras y nosotros un honor ser sus compañeras y compañeros de horizonte y destino. Esto apenas comienza, porque, como bien lo señalan ustedes, aún falta lo que falta.


¡Vivan las comunidades indígenas zapatistas!

¡Vivan las Juntas de Buen Gobierno!

¡Vivan los Caracoles Zapatistas!

¡Viva la autonomía zapatista!

¡Viva el Comité Clandestino Revolucionario Indígena!

¡Viva la Comandancia General!

¡Viva el Ejército Zapatista de Liberación Nacional!


Contra el despojo y la represión: ¡la Solidaridad!
Red contra la Represión y por la Solidaridad
(RvsR)

Primera Declaración de la Selva Lacandona

HOY DECIMOS ¡BASTA!

Al pueblo de México:
Hermanos mexicanos:

Somos producto de 500 años de luchas: primero contra la esclavitud, en la guerra de Independencia contra España encabezada por los insurgentes, después por evitar ser absorbidos por el expansionismo norteamericano, luego por promulgar nuestra Constitución y expulsar al Imperio Francés de nuestro suelo, después la dictadura porfirista nos negó la aplicación justa de leyes de Reforma y el pueblo se rebeló formando sus propios líderes, surgieron Villa y Zapata, hombres pobres como nosotros a los que se nos ha negado la preparación más elemental para así poder utilizarnos como carne de cañón y saquear las riquezas de nuestra patria sin importarles que estemos muriendo de hambre y enfermedades curables, sin inmortales que no tengamos nada, absolutamente nada, ni un techo digno, ni tierra, ni trabajo, ni salud, ni alimentación, ni educación, sin tener derecho a elegir libre y democráticamente a nuestras autoridades, sin independencia de los extranjeros, sin paz ni justicia para nosotros y nuestros hijos.

Pero nosotros HOY DECIMOS ¡BASTA!, somos los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra nacionalidad, los desposeídos somos millones y llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado como el único camino para no morir de hambre ante la ambición insaciable de una dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos más conservadores y vendepatrias. Son los mismos que se opusieron a Hidalgo y a Morelos, los que traicionaron a Vicente Guerrero, son los mismos que vendieron más de la mitad de nuestro suelo al extranjero invasor, son los mismos que trajeron un príncipe europeo a gobernarnos, son los mismos que formaron la dictadura de los científicos porfiristas, son los mismos que se opusieron a la Expropiación Petrolera, son los mismos que masacraron a los trabajadores ferrocarrileros en 1958 y a los estudiantes en 1968, son los mismos que hoy nos quitan todo, absolutamente todo.

Para evitarlo y como nuestra última esperanza, después de haber intentado todo por poner en práctica la legalidad basada en nuestra Carta Magna, recurrimos a ella, nuestra Constitución, para aplicar el Artículo 39 Constitucional que a la letra dice:

«La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo el poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene, en todo tiempo, el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.»

Por tanto, en apego a nuestra Constitución, emitimos la presente al ejército federal mexicano, pilar básico de la dictadura que padecemos, monopolizada por el partido en el poder y encabezada por el ejecutivo federal que hoy detenta su jefe máximo e ilegítimo, Carlos Salinas de Gortari.

Conforme a esta Declaración de guerra pedimos a los otros Poderes de la Nación se aboquen a restaurar la legalidad y la estabilidad de la Nación deponiendo al dictador.

También pedimos a los organismos Internacionales y a la Cruz Roja Internacional que vigilen y regulen los combates que nuestras fuerzas libran protegiendo a la población civil, pues nosotros declaramos ahora y siempre que estamos sujetos a lo estipulado por la Leyes sobre la Guerra de la Convención de Ginebra, formando el EZLN como fuerza beligerante de nuestra lucha de liberación. Tenemos al pueblo mexicano de nuestra parte, tenemos Patria y la Bandera tricolor es amada y respetada por los combatientes INSURGENTES, utilizamos los colores rojo y negro en nuestro uniforme, símbolos del pueblo trabajador en sus luchas de huelga, nuestra bandera lleva las letras «EZLN», EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL, y con ella iremos a los combates siempre.

Rechazamos de antemano cualquier intento de desvirtuar la justa causa de nuestra lucha acusándola de narcotráfico, narcoguerrilla, bandidaje u otro calificativo que puedan usar nuestros enemigos. Nuestra lucha se apega al derecho constitucional y es abanderada por la justicia y la igualdad.

Por los tanto, y conforme a esta Declaración de guerra, damos a nuestras fuerzas militares del Ejército Zapatista de Liberación Nacional las siguientes órdenes:

Primero. Avanzar hacia la capital del país venciendo al ejército federal mexicano, protegiendo en su avance liberador a la población civil y permitiendo a los pueblos liberados elegir, libre y democráticamente, a sus propias autoridades administrativas.

Segundo. Respetar la vida de los prisioneros y entregar a los heridos a la Cruz Roja Internacional para su atención médica.

Tercero. Iniciar juicios sumarios contra los soldados del ejército federal mexicano y la policía política que hayan recibido cursos y que hayan sido asesorados, entrenados, o pagados por extranjeros, sea dentro de nuestra nación o fuera de ella, acusados de traición a la Patria, y contra todos aquellos que repriman y maltraten a la población civil y roben o atenten contra los bienes del pueblo.

Cuarto. Formar nuevas filas con todos aquellos mexicanos que manifiesten sumarse a nuestra justa lucha, incluidos aquellos que, siendo soldados enemigos, se entreguen sin combatir a nuestras fuerzas y juren responder a las órdenes de esta Comandancia General del EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

Quinto. Pedir la rendición incondicional de los cuarteles enemigos antes de entablar los combates.

Sexto. Suspender el saqueo de nuestras riquezas naturales en los lugares controlados por el EZLN.

PUEBLO DE MÉXICO: Nosotros, hombres y mujeres íntegros y libres, estamos conscientes de que la guerra que declaramos es una medida última pero justa. Los dictadores están aplicando una guerra genocida no declarada contra nuestros pueblos desde hace muchos años, por lo que pedimos tu participación decidida apoyando este plan del pueblo mexicano que lucha por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Declaramos que no dejaremos de pelear hasta lograr el cumplimiento de estas demandas básicas de nuestro pueblo formando un gobierno de nuestro país libre y democrático.

INTÉGRATE A LA FUERZAS INSURGENTES
DEL EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL

Comandancia General del EZLN
Año de 1993

Y ese día Nuestros Muertos Vivirán

Evento “Y ese día Nuestros Muertos Vivirán”. Palabra y música para las ausencias presentes. Octubre 31 de 2015.


El EZLN da a conocer la lista de sus 46 caídos en los combates de 1994.

Comunicado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional México.

14 de febrero de 2004.

Al pueblo de México. A los pueblos del mundo.

Hermanos y hermanas:

El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) dice su palabra en este día que dedicamos a nuestros compañeros caídos en la lucha.

En el décimo aniversario de la guerra contra el olvido, el EZLN dedicó su memoria a los zapatistas caídos en los 10 años de guerra, en ceremonia privada el día 2 de enero del presente año, insurgentes, oficiales, comandantes y comandantas se hicieron presentes frente a algunas de las tumbas de nuestros compañeros y en los pueblos que los vieron nacer, crecer y luchar.

El día de hoy, 14 de febrero, es el día que cada año dedicamos a honrar la memoria del dolor de nuestra lucha: la memoria de nuestros muertos.

Con este motivo, la Comandancia General del Ejército Zapatista da a conocer hoy, públicamente, la lista completa de los zapatistas muertos y desaparecidos, caídos en los combates del año de 1994.

PRIMERO. En los combates de Ocosingo tuvimos 34 bajas combatientes, de ellas, dos zapatistas murieron en nuestros hospitales de campaña -muerto en combate, (MEC)- y los otros 32 están como desaparecidos en combate (DEC).

Según se sabe, cuando menos cinco de estos compañeros desaparecidos fueron ejecutados sumariamente por órdenes del entonces general de brigada Luis Humberto Portillo Leal, en aquellos tiempos jefe de la 30a Zona Militar. El encargado de perpetrar los asesinatos fue el entonces mayor de infantería Adalberto Pérez Nava, el cual ejecutó a cuando menos cinco indígenas zapatistas, las órdenes del general Portillo Leal eran de no tomar prisioneros y matar a todos, sin importar si estaban armados o no.

Otros combatientes indígenas zapatistas fueron ejecutados por el entonces capitán segundo de infantería del Ejército federal Lodegario Salvador Estrada.

Siguiendo las órdenes de Portillo Leal, las tropas federales asesinaron a ocho personas que estaban en el hospital del IMSS en Ocosingo, confundiéndolas con zapatistas, en realidad se trataba de policías de seguridad pública del estado que habían sido heridos en la toma de la cabecera municipal de Ocosingo y a los que, cumpliendo las leyes de la guerra y el honor militar, el EZLN les había proporcionado atención médica. Acusado de estos crímenes, fue ejecutado por la Policía Militar el subteniente de infantería Jiménez Morales.

Esta información fue obtenida del expediente Jesús Valles Bahena A76-804-703, firmado por Bertha A. Zúñiga, juez de inmigración del Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América, Oficina Ejecutiva para Revisión de Inmigración, con fecha 19 de marzo de 1999. En este expediente, el oficial Jesús Valles Bahena narra por qué tuvo que desertar del Ejército federal, después de haber sido amenazado de muerte por el entonces coronel Bocarando Benavidez. Al igual que el oficial Valles Bahena, otros mandos del Ejército federal, se negaron a cumplir las órdenes de asesinato. Se ignora la suerte de estos oficiales.

A continuación se dan los nombres de lucha, nombres completos y lugar de origen de los caídos en los combates de Osocingo.

1. Miliciano Amador (DEC + enero 94). Antonio Guzmán González. Prado.

2. Miliciano Agenor (DEC + enero 94). Fernando Ruiz Guzmán. Prado.

3. Miliciano Fidelino (DEC + enero 94). Marco Guzmán Pérez. Prado.

4. Miliciano Adán (DEC + enero 94) Doroteo Ruiz Hernández Prado.

5. Miliciano Arnulfo (DEC + enero 94). Diego Aguilar Hernández. Prado.

6. Miliciano Samuel (DEC + enero 94). Eliseo Hernández Cruz. Prado.

7. Miliciano Salvador (DEC + enero 94). Eusebio Jiménez González. San Juan.

8. Miliciano Ernesto (DEC + enero 94). Santiago Pérez Méndez. San Juan

9. Miliciano Venancio (DEC + enero 94). Marcos Pérez Córdoba. San Juan.

10. Miliciano Horacio (DEC + enero 94). Juan Mendoza Lorenzo. San Miguel.

11. Miliciano Jeremías (DEC + enero 94). Elíseo Sánchez Pérez. San Miguel.

12. Miliciano Linares (DEC + enero 94). Leonardo Méndez Sántiz. La Garrucha.

13. Miliciano Dionisio (DEC + enero 94) Carmelo Méndez Méndez. Carmen Pataté.

14. Miliciano Bonifacio (DEC + enero 94). Javier Hernández López. Carmen Pataté

15. Miliciano Feliciano (DEC + enero 94). Enrique González García. Patiwitz.

16. Miliciano Horacio (DEC + enero 94). Marcelo Pérez Jiménez. Patiwitz

17. Miliciano Cayetano (DEC + enero 94). Manuel Sánchez González. Patiwitz

18. Miliciano Cristóbal (DEC + enero 94). Nicolás Cortez Hernández. Patiwitz.

19. Miliciano Chuchín (DEC + enero 94). Vicente López Hernández. Patiwitz.

20. Miliciano Adán (DEC + enero 94). Javier López Hernández. Nuevo Suchilá.

21. Miliciano Nacho (DEC + enero 94). Alejandro Sánchez López. Galeana.

22. Miliciano Arturo (MEC + enero 94). Enrique Hernández Vázquez. Martinica.

23. Miliciano Juan (DEC + enero 94). Ibarra.

24. Miliciano Heriberto (DEC + enero 94) Floriberto López Pérez. La Sultana.

25. Miliciano Jeremías (DEC + enero 94). Pedro López García. La Sultana.

26. Miliciano Germán (DEC + enero 94). Alfredo Sánchez Méndez. La Sultana.

27. Miliciano Jeremías (DEC + enero 94). Santiago Ramírez Hernández. San Juanito.

28. Miliciano Camilo (+ enero 94) Apolinar López López. San Francisco.

29. Miliciano Tito (+ enero 94). Rogelio García García. Carmen Chiquito.

30. Subtte. I.M.G. Alvaro (DEC + enero 94). Silverio Gómez Alvarez. Norte de Chiapas.

31. Ins. M.G. Fredy (DEC + enero 94). Bartolo Pérez Cortés. Prado.

32. Tte. Ins. Inf. Calixto (DEC + enero 94). Marcos Gómez Velasco. Chanal

33. Ins. Inf. Miguel (DEC + enero 94). Arturo Aguilar Jiménez. Yaxkul

34. Comandante Hugo (DEC + enero 94). Francisco Gómez Hernández. La Sultana.

SEGUNDO. En los combates de Las Margaritas tuvimos un muerto en combate. Además, en días posteriores a la toma de Las Margaritas por las tropas zapatistas, y ya con la plaza de nuevo en manos de los federales, el oficial del Ejército federal mayor Terán, secuestró, torturó y ejecutó a los milicianos Eduardo Gómez Hernández y Jorge Mariano Solís López, en la colonia Agua Prieta del municipio referido. A los compañeros les habían cortado las dos orejas y la lengua.

A continuación se dan los nombres de lucha, nombres y lugar de origen de los zapatistas caídos en los combates de Las Margaritas.

35. Subcomandante I. Pedro (MEC + ene 94). Estado de Michoacán.

Detenidos vivos, torturados y asesinados por las fuerzas federales en Las Margaritas:

36. Miliciano (+ ene 94). Eduardo Gómez Hernández. Las Margaritas.

37. Miliciano (+ ene 94). Jorge Mariano Solís López. Las Margaritas.

TERCERO. Además de los zapatistas caídos en los combates en el cuartel federal de Rancho Nuevo, en el ejido Morelia, entonces municipio de Altamirano, el día 7 de enero de 1994, el Ejército federal ingresó a la comunidad y secuestró a Severiano Sántiz Gómez (60 años), Hermelindo Sántiz Gómez (65 años) y a Sebastián López Sántiz (45 años), bases de apoyo del EZLN, al tiempo fueron encontrados sus restos, con huellas de tortura y con evidentes muestras de haber sido ejecutados. El análisis de los restos fue realizado por especialistas de Physicians for Human Rights.

A continuación se dan los nombres de lucha, nombres completos y lugares de origen de los zapatistas caídos en los combates de Altamirano, Rancho Nuevo y Morelia.

Detenidos vivos por el Ejército, torturados y asesinados en Altamirano:

38. Base de Apoyo. Severiano Sántiz Gómez (BAE + ene 94). Morelia

39. Base de Apoyo. Sebastián López Sántiz (BAE + ene 94) . Morelia

40. Base de Apoyo. Hermelino López Sántiz (BAE + ene 94). Morelia

Muertos o desaparecidos en los combates de Altamirano y Rancho Nuevo:

41. Miliciano Moisés (+ ene 94). Mariano Sánchez Gómez. Sacrificio.

42. Miliciano Gandhi (+ ene 94). Marcos López Hernández. Acpuiljá.

43. Miliciano Felipe (+ ene 94). Horacio Aguilar Moreno. Puebla Viejo.

44. Miliciano Ciro (+ ene 94). Eligio Hernández Jiménez. Puebla Viejo.

45. Miliciano Daniel (+ ene 94). Feliciano Albores Hernández. Nuevo Santiago.

46. Miliciano Agustín (+ ene 94). San Miguel Norte.

CUARTO. En aquel entonces, las tropas del EZLN le causaron a las fuerzas federales cuando menos 27 muertos, 40 heridos. Además, la vida de 180 soldados y policías que se rindieron fue respetada (entre ellas la del general de división Absalón Castellanos Domínguez), y fueron liberados.

QUINTO. A 10 años del inicio de la guerra contra el olvido y en este día dedicado a los caídos en la lucha, el EZLN saluda la memoria de estos zapatistas, indígenas chiapanecos en su mayoría, que murieron por los pueblos indios y por...

¡Democracia!

¡Libertad!

¡Justicia!

Desde las montañas del sureste mexicano.

Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Subcomandante Insurgente Marcos.


México, febrero de 2004. 20 y 10.