MÉXICO, D.F., (apro).- El periodista nicaragüense Carlos Fernando Chamorro, director de la revista informativa Esta Semana e hijo de Pedro Joaquín Chamorro, acusó al Ejército de espiar y hostigar a su colega Ismael López, asiduo colaborador del noticiario de Carmen Aristegui en MVS Noticias.
En una carta enviada el jefe de las Fuerzas Armadas de su país, general Julio César Avilés, el prestigiado periodista relata la situación de zozobra que enfrenta desde agosto pasado López y su familia, tras la publicación de un reportaje sobre la presencia de supuestos alzados en armas contra el gobierno de Daniel Ortega en el norte de Nicaragua.
Según el hijo de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, el reportero empezó a ser perseguido e intimidado por dos sujetos vestidos de civil que después se identificaron como supuestos miembros de la Dirección de Información para la Defensa de la entidad castrense.
La información difundida por Ismael López fue minimizada por el gobierno nicaragüense al asegurar que se trata de “delincuentes comunes” que se juntan para asaltar a la gente y robar ganado.
La misma carta que envió Chamorro a la Dirección de Información para la Defensa llegó a manos también del presidente de la Asamblea Nacional, el diputado oficialista René Núñez, a quien le solicitó que se haga una investigación sobre actividades de espionaje, prohibidas por la Constitución nicaragüense.
Chamorro, quien fue reconocido por la Universidad de Columbia en Nueva York en 2010 con el galardón María Moors Cabot, señala en su denuncia que el reportero y sus familiares han sido objeto de acoso permanente para obtener información sobre su vida personal y las actividades profesionales del periodista.
De acuerdo con la denuncia, cuando regresó del norte del país y después de insistentes llamadas telefónicas y contactos de los dos supuestos uniformados con sus familiares, Ismael López se reunió el 11 de octubre con ambos quienes lo interrogaron durante 45 minutos sobre su vida personal, familiar y profesional.
“Creí que íbamos a hablar de temas relacionados con la seguridad nacional, del tema de los rearmados, pero todas las preguntas eran alrededor de mi trabajo y el de mis compañeros”, reveló el reportero a la agencia AP.
Según Chamorro, los supuestos militares pidieron al reportero detalles de la agenda informativa y editorial del programa televisivo Esta Semana y del periódico digital Confidencial, así como del contenido de algunas columnas de opinión y del pensamiento de columnistas que critican al gobierno de Ortega.
También preguntaron sobre las funciones y responsabilidades específicas de quienes trabajan en esos medios y del proceso de toma de decisiones entre Chamorro y los periodistas para definir los contenidos.
“Yo me negué a hablar de todo eso, porque no había base para interrogarme sobre ello”, sostuvo el reportero.
No paró ahí. El pasado 15 de octubre los supuestos oficiales “insistieron en mantener sus actividades de intimidación sobre el periodista, al exhibir de forma conspicua el seguimiento y la vigilancia que realizan desarrollan sobre todos sus movimientos”, señala la denuncia presentada por Chaparro.
Ello a su vez motivó que López presentara su caso ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos y que Chamorro hiciera pública la denuncia.
Diputados sandinistas entrevistados por la cadena internacional CNN justificaron el acoso y espionaje políticos del Ejército al periodista. El exvicepresidente Jaime Morales Carazo, que gobernó junto a Daniel Ortega en el período 2007-2011, dijo que el espionaje “es una práctica en todos los estados” aunque limitada por lo establecido en la Constitución.
El también sandinista Evertz Cárcamo, fue más allá en sus declaraciones.
“Es posible. Todos los gobiernos espían a todo el mundo, podés estar espiada vos, podemos estar espiados todos, y el gobierno es espiado por otro gobierno”, dijo.
Es más, el presidente de la comisión de gobernación de la AN, el sandinista Filiberto Rodríguez, rechazó de antemano que le competa realizar alguna indagación al respecto.
Incluso puso en duda la denuncia de la intimidación contra López y su familia desde agosto pasado.
“No me consta si es un montaje, si es un buen teatro, si es un sociodrama, no sé realmente. Le corresponde a las instituciones de investigación esclarecer ese asunto”, dijo Rodríguez.
En contraparte,
SIP lo considera gravísimo la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), consideró gravísima la denuncia.
En la cadena CB24, Claudio Paolillo, presidente de la SIP, apuntó:
“Es gravísimo, funcionarios de la seguridad del Estado que intimidan y tratan de intimidar al periodista, que le estén hablando de su familia, de dónde saca el dinero. No me extraña, lo diré con toda claridad”, dijo Paolillo.