Declaración de Alejandro Encinas Rodríguez tras el dictamen de la Comisión Nacional de Garantías que anula la elección de Presidente Nacional y Secretario General del Partido de la Revolución Democrática
México, D. F., 20 de julio de 2008
1.En primer lugar deseo señalar que este será el único pronunciamiento público que emitiré respecto al dictamen que anula la elección interna del Partido de la Revolución Democrática, hasta la conclusión del proceso de Consulta Nacional sobre la Reforma Energética.
Como lo he señalado anteriormente, la defensa del petróleo y nuestra participación en el movimiento y la consulta nacional, es nuestra prioridad, y no contribuiré a distraer la atención del más importante asunto público nacional, menos aún cuando, lamentablemente, abundan “tontos útiles” que se encargan de ello.
Sin embargo, no reservaré mi opinión, ni caeré en la simulación ni en el encubrimiento que caracteriza a muchos dirigentes del partido, por lo que quiero manifestar:
1.Que la nulidad de la elección nacional del PRD es un triunfo de los tramposos y de los sinvergüenzas. Es un triunfo de la impunidad. Un triunfo de quienes siendo incapaces de competir y ganar limpiamente cualquier elección interna, corrompen y boicotean para garantizar su supervivencia política y económica.
Son los mismos que provocaron a la nulidad de la elección cuando compitieron contra Amalia García y perdieron posteriormente; son los mismos defraudadores identificados en el informe de Samuel del Villar que quedaron impunes; son quienes ocultaron los resultados de la auditoria de la Comisión de Fiscalización sobre el manejo de recursos del partido y hoy ocupan cargos de dirección y de representación popular; son los mismos que han comprometido la autonomía política y la independencia de nuestro partido. Quienes tiran la piedra y esconden la mano.
2.La nulidad es resultado también, de la incompetencia y la vida facciosa. De quienes no fueron capaces de honrar su responsabilidad y su palabra para auditar el padrón de afiliados; hacer valer las reglas y adoptar las decisiones en la organización y cómputo de nuestras elecciones. De quienes actuando bajo consigna, fueron incapaces de dar legalidad y certeza a la elección; de limpiar las irregularidades y sancionar a los responsables de violar las normas.
3.La nulidad es también un triunfo para la derecha y para quienes desean una izquierda dócil y complaciente. De quienes buscan un país sin contrapesos, sin una izquierda fuerte e inteligente, quienes no desean una oposición política real.
4.Nos han despojado de un triunfo real y legal. Contra cualquier pronóstico. Un triunfo ganado con el respaldo y apoyo de la inmensa mayoría de los militantes del PRD hartos de la burocracia y la corrupción partidaria.
Por ello, más que la presidencia nacional del partido, le han arrebatado nuevamente a los miembros del partido, su derecho a decidir, a que sea respetada su voluntad mayoritaria expresada en las urnas.
5.Como he sostenido desde un principio no acudiré a ninguna instancia ajena al partido. No acudiré al Tribunal Federal Electoral, por congruencia y convicción. Estoy convencido que, pese a las limitaciones y a la en ocasiones, incompetente e irresponsable actuación de los órganos jurisdiccionales de nuestro partido, no se debe permitir la injerencia de un órgano del Estado en la vida interna de los partidos. Allá otros, quienes buscan que Calderón les levante la mano.
6.Acataré bajo protesta la resolución de la Comisión Nacional de Garantías. Sin embargo, exijo a esa Comisión, deslinde responsabilidades, identifique a los tramposos y establezca las sanciones estatutarias o penales que correspondan, sea quien sea quien las haya cometido.
Esta es una condición para mantener la unidad y cohesión futura de nuestro partido. Se deben castigar las prácticas indebidas y erradicar la impunidad. No actuar y ser omisa haría cómplice a la Comisión Nacional de Garantías.
En tanto esto no suceda, violar los estatutos y burlarse de la militancia seguirá siendo un negocio rentable. La ilegalidad hoy favorece a los infractores y se benefician de ello.
El fallo no cancela nuestro triunfo, sólo lo pospone. El de Izquierda Unida, el de la militancia que desea rescatar a nuestro partido; sus principios y valores. La militancia que busca imprimir ética a nuestra práctica política. Por ello continuaré un recorrido nacional para fortalecer las tareas del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, del Frente Amplio Progresista y de mi partido, e iré a la nueva elección por la dirigencia nacional y al rescate del PRD de las manos de quienes han perdido toda vergüenza.