domingo, 1 de julio de 2018

Foro sobre el escenario politico 2018, la propuesta del CIG, a 50 años del 68 y a 38 años de la ENAH



Necro-elecciones

Gilberto López y Rivas

Las elecciones del próximo domingo se llevarán a cabo en el contexto de los mayores grados de violencia que se rememora en el México contemporáneo, después del conflicto armado revolucionario de 1910 a 1917.

En este mes de junio se registra la cifra más alta de homicidios dolosos en los 20 años de que el gobierno federal reporta la incidencia de delitos, con 2 mil 234 personas ejecutadas extrajudicialmente, mientras 114 candidatos a cargos de elección popular han sido asesinados, y forzados a renunciar más de un centenar.

Asimismo, destacan los 110 periodistas ultimados del año 2000 a la fecha y el nivel de impunidad de estos atentados contra la libertad de expresión, de acuerdo con la CNDH, que resulta en 90 por ciento de los mismos.

Igualmente, República 32 advierte que: en los cuatro primeros meses de 2018, se han registrado 226 feminicidios, un aumento de 15 por ciento en relación con el mismo periodo del año pasado, y 116 por ciento más en comparación con hace tres años (http://republica32.com/feminicidios-en-cifras-rojas-2018-peor-ano-nina-mujer-en-mexico/).

Además de las ejecuciones extrajudiciales, que ya rebasaron las 200 mil personas desde que se declaró la supuesta guerra contra el narcotráfico, es necesario considerar los crímenes de Estado y lesa humanidad acumulados por décadas, todos impunes, y los más recientes, igualmente sin castigo, que se expresan en las desapariciones forzadas, cuyo caso paradigmático, los 43 estudiantes de Ayotzinapa, se encuentra en el pantano de un Estado delincuencial que niega la justicia y la presentación con vida de los más de 40 mil desaparecidos forzados. Estos miles de desaparecidos tampoco podrán ejercer el derecho al voto en las necro-elecciones próximas, que lejos están de las condiciones de paz social que debieran caracterizar al ejercicio efectivo del derecho de los ciudadanos a votar y ser votados, que garantiza el artículo 35 de la Constitución.

Por el contrario, el proceso electoral se desarrolla en el contexto de una guerra social de exterminio. El reputado Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres (IISS), que monitorea conflictos armados en el ámbito planetario y que dio seguimiento al caso mexicano durante una década, señaló, en el año 2017, que México sufre un conflicto armado no reconocido y lo considera el segundo país más letal en el mundo, después de Siria, especificando los criterios para discernir entre conflicto armado y altos niveles de criminalidad violenta. Los factores claves para su caracterización son, según el IISS: La duración y el tiempo. Aquellos en los que la violencia se mantiene durante muchos años y con una intensidad constante tienden a calificar como conflictos armados; aquellos que experimentan picos periódicos de violencia no son considerados. En segundo lugar, ¿la violencia es una amenaza para el Estado, así como para el ciudadano? ¿El gobierno mantiene control territorial? Y, finalmente, ¿el Estado ha reconocido la amenaza en estos términos y ha respondido en consecuencia? Tristemente, México cumple con todos estos criterios. Otros países latinoamericanos, como Brasil, pueden verse afectados por altos niveles de violencia criminal, pero sus gobiernos tienen un mayor control territorial y la violencia aumenta y disminuye (https://www.iiss.org/).

Este conflicto armado no reconocido es la dimensión represiva de lo que William I. Robinson denomina acumulación militarizada, cuya finalidad es la recolonización integral de los territorios rurales y urbanos para el saqueo y el despojo de recursos naturales y estratégicos, mediante la violencia exponencial que caracteriza esta configuración actual del capitalismo globalizado. “El sistema ha abandonado –afirma Robinson– a amplios sectores de la humanidad, que están atrapados en un circuito letal de acumulación-explotación-exclusión. El sistema ni siquiera intenta incorporar a esta población excedente, sino más bien trata de aislar y neutralizar su rebelión real o potencial, criminalizando a los pobres y a los desposeídos, con tendencias hacia el genocidio en algunos casos” ( Una Teoría sobre el capitalismo global, Siglo XXI, 2013, p. 11).

El proceso electoral, por otra parte, se encuentra marcado por los mayores índices de ilegitimidad, corrupción y carencia de credibilidad del conjunto de la clase política; por la comprobada ineficacia, inoperancia y parcialidad de los árbitros electorales, el INE y el Tribunal Federal Electoral y por la guerra sucia de la propia campaña, factores que, indudablemente, presagian otra elección de Estado y los poderes fácticos, que nada tiene que ver con un ejercicio democrático ciudadano, libre y trasparente.

Al final, estamos frente a elecciones cubiertas de sangre, con militares y paramilitares (crimen organizado) con control político y territorial, y su ley de seguridad interior, sin que nadie en la partidocracia reflexione seriamente sobre el significado profundo de esta situación.

Marichuy en Ejido Buenavista San Luis Acatlan Guerrero Enero 28 2018



Documento de CLETA "Gane quien gane"

¡Gane quien gane!


En noviembre de 2016 el CLETA UNAM emitimos un documento donde expusimos nuestra posición sobre el proceso electoral que se realizará en 2018 y en esencia va en cuatro líneas:
1.- Creemos en todas las formas de lucha aplicando en cada momento las que creemos convenientes. Esto depende del momento histórico.
2.- Aunque la lucha electoral la ejercemos poco, lo hacemos cuando se dan ciertas condiciones históricas (pusimos de ejemplo la lucha electoral de la COCEI en Juchitán en 1981 en que CLETA UNAM participó acertadamente), pero dejamos claro que no creemos que solamente con este método se pueda cambiar de raíz el capitalismo y logar la instauración de una sociedad comunitaria, colectiva, comunista.
3.- Caracterizamos los momentos actuales y consideramos que ante el proceso electoral de 2018 había que moverse bajo las siguientes tácticas: 


a) Apoyar la iniciativa del EZLN y la CNI para impulsar una vocera del Consejo Indígena de Gobierno (todavía no designaban a Marichuy) y el proceso organizativo que esto conlleva. 


b) Apoyar, crítica pero fraternalmente, las iniciativas honestas fundamentalmente las de Morena..


c) Aprovechar estas tácticas, para a nivel de base, tratar de acercar a militantes de Morena y la “sexta” que llegaban a afirmar que el EZLN era una construcción gubernamental (los de Morena) y a compas cercanos al zapatismo, que dogmáticamente se manifestaban contra toda acción de los morenistas.
4.- Independientemente de estas tácticas nuestra estrategia no cambia y se resume en seguir construyendo al CLETA (CLETA-UNAM), impulsando la estructura nacional e internacional de nuestra organización cultural que hace política, con los objetivos de construir “poder popular” e ir controlando territorio de manera autogestora.
A un año y medio de distancia emitimos este segundo documento que pretende guiar nuestras acciones tácticas para los próximos meses (después del 1° de julio) y lo hacemos público antes de las elecciones, pues no somos de los oportunistas que “nos subimos a la cargada” de los acontecimientos para no quedarse fuera de las limosnas y puestos que se llegan a generar, ni somos los dogmáticos que aplicamos etiquetas a los compañeros con quienes tenemos algunas discrepancias.

¡Gane quien gane!


Para el CLETA UNAM que Morena u otras agrupaciones ganen en algunas instancias de poder dentro del aparato burgués (ya sean federales, estatales o municipales), lo máximo que se logra es generar coyunturas para que podamos conseguir nuestros objetivos con menos riesgos y si laboramos acertadamente, quizá en menos tiempos. Sobre todo para aquellos que nos manifestamos por la transformación radical de la sociedad, que somos antiimperialistas, antisistémicos, antipatriarcales, luchamos por el socialismo, y que reivindicamos todas las corrientes de pensamiento que nos lleven al triunfo popular (incluyendo el marxismo).
Esto no está exento de riesgos, ya que como sucedió cuando el “cuauhtemismo” ganó posiciones, a partir de 1988 trajo consigo la mediatización y desaparición de muchas organizaciones que se planteaban hacer la revolución. En esto jugó un papel definitivo el nacimiento del Partido de la Revolución Democrática (PRD), con el requisito de la afiliación individual y la destrucción de valiosos procesos de organización popular, cultural y política. Algunas de estas agrupaciones que se disolvieron siguieron manteniendo cierta estructura dentro del PRD, que finalmente derivó, en la mayoría de los casos, en las llamadas “tribus” cuyo objetivo dentro de ese frente (que no partido), fue el conseguir puestos para sus afiliados y con ellos canonjías y prebendas… aunque hay excepciones pues conocemos en el PRD compañeros consecuentes, pero son los menos.
Caracterizamos que el resultado de las próximas elecciones, sea cual sea, no desaparece ni aminora la lucha de clases, que a nivel mundial está en momentos de grandes contradicciones, en el marco de una profunda crisis estructural del sistema capitalista.
Creemos que estamos en momentos semejantes a los acontecimientos previos que se dieron en 1968 en que la reconstrucción de la postguerra le dio al capitalismo una fuerza en que se apoyaba para aumentar la represión y la explotación. Sin embargo, la “liebre le saltó” en Francia con una de las huelgas más numerosas de la historia y la insurrección de grupos sociales, sobre todo de los jóvenes, muchos de ellos estudiantes. Como en cascada las acciones populares se sucedieron en todo el mundo
¿Dónde va a saltar ahora la liebre? ¿En Brasil con el golpe judicial que han dado los neoliberales para usurpar el poder? ¿En Estados Unidos donde los supremacistas guiados por Trump pretenden aplastar a todos los que no se plieguen a sus políticas? ¿En México donde después de que realicen uno de sus ya conocidos fraudes electorales les puede crecer la insurrección popular? ¿Dónde?
El triunfo de grupos que consideran que la raíz de la problemática es la corrupción y que no la ven como una consecuencia de la explotación capitalista, no garantiza ningún cambio estructural, pero si ahondará contradicciones interburguesas dando espacios para que avancen planteamientos más radicales. Y si siguen los mismos de hace 90 años en el poder, además de incrementarse la represión también crecerá la respuesta popular. Por ello gane quien gane la lucha contra la opresión seguirá en cualquiera de estos escenarios.

¿A qué le llamamos que se genere coyuntura?


Que suceda algo semejante a lo que pasó en la Ciudad de México en 1997 cuando ganó el “cuauhtemismo”, que más allá de que el oportunismo copó la mayoría de los espacios de poder formal, se presentó la oportunidad de que gente organizada y probada utilizara espacios, respondiendo a proyectos colectivos y no a ambiciones personales; pero hay que reconocer que también de 1997 a la fecha derivó en nuevos bribones que utilizaron esos espacios para corromperse y enriquecerse. Esta descomposición llegó hasta a organizaciones que con el pretexto de ser autogestionarias cayeron en el changarrerismo para resolver sus necesidades individuales por sobre de las del movimiento social.
Coyuntura es que por al menos al principio, se frene la represión despiadada que vivimos en este momento, en contra los luchadores sociales. Coyuntura es que temporalmente se puedan liberar espacios en beneficio de quienes luchan por un cambio radical. Coyuntura es que si se hace una buena labor se puedan ir radicalizando sectores y personas que entenderán que no basta con tener un puesto de poder, para que la clase dominante acceda a las justas demandas del pueblo. En fin, si ganan esos sectores progresistas, nacionalistas, democráticos y hasta de “buena fe”, habrá estas y otras coyunturas, y si no, habrá que prepararse para una lucha más frontal, más radical, más decidida. Pero gane quien gane, la lucha de clases seguirá, ya sea en una fase de mayores contradicciones o en otra, en que baje la represión pero que habrá que enfrentar otros fenómenos como la mediatización y la traición.


Sobre los tiempos inmediatos


En lo inmediato (segundo semestre de 2018) no habrá más cambios substanciales más que los que logremos imponer mediante la movilización y la acción popular.


No hay que olvidar que el cambio del poder formal es hasta el mes de diciembre, lo que derivará en que si lo pierden los PRIISTAS-PANISTAS (y los dirigentes deshonestos del PRD), utilizarán el tiempo que les queda para “amarrar” sus reformas estructurales tratando de que los que vienen no puedan hacer cambios profundos en su Reforma Punitiva (que ellos llama educativa); en la entrega del territorio a las mineras y todos los mega proyectos imperialistas (incluyendo la destrucción del vaso del Lago de Texcoco y toda la zona, con su aeropuerto de la muerte).Terminarán de sentar las bases para privatizar el agua de todo el país; terminarán de rematar la riqueza petrolera; tomarán medidas para poder aplicar el “semestre de Hidalgo” (pendejo el que deje algo); amarrarán acuerdos para que no se pueda hacer justicia cuando se descubran todas sus fechorías, etc., etc.


Con estas perspectivas, este semestre debe de ser de “dignidad, lucha y resistencia”, empujando para defender a nuestros militantes, incluyendo aquellos que tienen una incidencia social por su consecuencia y su tenacidad. Habrá que aprovechar cualquier resquicio para avanzar, impidiendo que el enemigo tenga pretextos para criminalizar a las organizaciones consecuentes y a sus integrantes.


También hay que aprovechar para aumentar los niveles organizativos y de unidad, como el ejemplo que nos están poniendo los integrantes del Consejo Nacional Indígena, la UPVA y la CNTE con sus movilizaciones tendientes a elevar los niveles de conciencia del pueblo y de organización.


Donde haya fraude electoral hay que aprovechar las contradicciones para avanzar y organizar desenmascarando al estado y a sus personeros antipatrióticos, detectando a aquellos que con una posición más radical están dispuestos a comprometerse más, no solo por tener un espacio en la estructura del poder, sino principalmente, a los que comprenden que esas contradicciones son producto de un sistema capitalista en decadencia.

Sobre los tiempos de Mediano Plazo


En caso de que mediante un fraude se impongan los de siempre, no cambiaremos la táctica esbozada para el segundo semestre de 2018, esta continuará de manera indefinida: “dignidad, lucha y resistencia”
Si hay cambios substanciales en la correlación de fuerzas políticas, entrando al poder los que pregonan como bandera máxima la lucha contra la corrupción, políticamente debemos de “tejer fino”, de lo contrario, corremos el riesgo de caer en posiciones de “radicalismo verbal” que nos aíslen de los trabajadores y no nos permitan cumplir objetivos estratégicos como contribuir a la toma de conciencia de clase de los explotados.
Además, es necesario establecer una política de alianzas (tácticas y estratégicas) que enfrente la posible mediatización de los integrantes de la organización, pues la necesidades económicas personales y el bajo nivel de conciencia, se traducen en lo que sucedió con un sector importante de integrantes del PRD de 1989 a la fecha: los oportunistas metieron su aserrín en las cabezas de luchadores sociales que terminaron mediatizados y luchando contra los principios revolucionarios.
En este marco es vital la formación ideológica de los militantes del CLETA y en general de quienes colaboren, simpaticen o aspiren a ser cuadros de nuestra organización (incluyendo los que ya lo son).

En cualquiera de los dos casos, gane quien gane, es fundamental que sigamos avanzando en la reconstrucción nacional mediante las CCLETA´s (Células Culturales de Lucha Emancipación, Transformación y Arte), que permitan la construcción de nuevas áreas culturales, además de las que ya tenemos, a saber: arte, educación con equidad de género, propaganda, agroecología y decrecimiento, salud popular (incluye medicina tradicional), gestoría y promotoría cultural, cultura f{isica y economía solidaria.
Igualmente, “gane quien gane”, seguiremos laborando en reconstruir e incrementar nuestra presencia nacional e internacional con la construcción de CCLETAS Internacionales y de proyectos en los que participa nuestra organización, asistiendo a festivales, conferencias, simposios, etc.
También es muy importante que “gane quien gane” sigamos siendo una organización autogestionaria e incrementemos las escuelas en las áreas que laboramos, que nos permita “competir” con calidad en cualquier terreno. Esto no con la intención de ganar premios, sino con el objetivo de motivar a nuestros hermanos de clase a sumarse a la lucha.
“Gane quien gane” es fundamental la formación ideológica de todos los cletos y compañeros que se acerquen a la organización. No buscamos artistas que sienten vergüenza cuando les llaman trabajadores del arte, tampoco agroecólogos de escritorio que no se ensucian las manos sembrando y luchando. Tampoco luchadores de género que no pueden ser consecuentes en sus acciones personales, y así en cada área. Para enfrentar los tiempos que vienen debemos de estar preparados y que la consecuencia no se limite a asistir a marchas, sino que necesitamos hombres y mujeres nuevos y nuevas, con una formación integral y muy completa. Esta la debe tener lo mismo un estudiante, un catedrático, que un campesino que haga la revolución sembrando y luchando por defender nuestro maíz de la invasión de transgénicos.

A Largo Plazo


En CLETA UNAM afortunadamente tenemos compañeros que han vivido toda la historia de la organización y reconocemos y valoramos su experiencia. Igualmente lo hacemos con los que aunque ya no militen en CLETA los reconocemos y se reivindican como “cletos históricos”: Nosotros no discriminamos a los viejos, los valoramos como lo hacen en nuestras culturas ancestrales.


Pero las determinaciones de la organización siempre se han tomado en colectivo. Por ello en los últimos tres años hemos realizado reuniones nacionales y la primera parte del XI Congreso del CLETA, entre otras instancias de toma de decisiones.


Lo que sigue en el largo plazo se particularizará en la segunda parte de nuestro XI Congreso Nacional que realizaremos en 2018 y en el XII Encuentro Internacional del CLETA que efectuaremos en 2019.


Por lo pronto hemos avanzado en algunas resoluciones importantes como son:
1.- Revocamos el acuerdo de que el CLETA es una organización política y nos definimos como una organización cultural que hace política, como lo fuimos desde 1973 hasta el año 2007.


2.- La estructura organizativa y de crecimiento nacional e internacional del CLETA se sustentará en las Células Culturales de Lucha, Emancipación Transformación y Arte (CCLETA´s) del CLETA.


3.- Se avanzará nacionalmente en la organización de las CCLETA´s ya existentes en varias partes de la república mexicana y la promoción de otras células mediante el siguiente procedimiento: donde haya una sola persona trabajando se le considerará un promotor, pero ya dos, conformarán una célula (una CCLETA) y donde se tenga un espacio autónomo será un Centro del CLETA.


4.- Junto con esta reconstrucción del CLETA Nacional se está impulsando la recuperación de los derechos históricos y la infraestructura del CLETA que ha sido abandonada o desvirtuada. Esto se hará siguiendo nuestro método tradicional de mostrar, con trabajo, que tenemos razón.


5.- Las CCLETAS´s y los centros del CLETA no se circunscribirán a las tres áreas de, arte, educación y propaganda que nos han definido hasta ahora, sino que será un proceso abierto donde además de otras áreas en las que ya estamos trabajando como salud popular, promotoría cultural, agroecología, lucha de género, diálogos ecosistémicos, artes marciales, entre otros, los CCLETA´s se abrirán a nuevas propuestas siempre y cuando caigan en la definición de células culturales de lucha, emancipación, trabajo y arte.


6.- El articulador de este proceso será el periódico El Machete.

Fraternalmente

CLETA
23 de junio de 2018

Concejal Magdalena García comenta la Propuesta del CIG y su vocera Marichuy



Falta lo que falta. Comunicado conjunto del CNI, CIG y Comisión Sexta del EZLN


Abril del 2018.

A las Redes de Apoyo al CIG y casitas Marichuy:

A quienes participaron en la Asociación Civil “Llegó la hora del florecimiento de los pueblos”:

A la Sexta Nacional e Internacional:

Al pueblo de México:

A los medios libres, autónomos, alternativos, independientes:

A la prensa nacional e internacional:

De frente a la agudización de la guerra, despojo y represión que invade nuestros pueblos junto con el avance del proceso electorero y de acuerdo a los pasos andados por las geografías de este país por nuestra vocera Marichuy junto con los concejales y concejalas, nos dirigimos respetuosamente al pueblo de México para decirles que:

Escuchamos el dolor de todos los colores que somos el México de abajo.

Con el pretexto del período de recolección de firmas, recorrimos los territorios indígenas de nuestro país donde juntos, hicimos crecer nuestra propuesta política de abajo, desde donde se visibilizó la lucha de muchos pueblos originarios, sus problemas y sus propuestas.

Con nuestra participación en este proceso electoral, le reiteramos a los pueblos indígena y no indígenas de México que  no permaneceremos quietos mientras se destruyen y nos arrebatan la tierra, que heredamos de nuestros abuelos y que se la debemos a nuestros nietos, mientras contaminan los ríos y perforan los cerros para sacar minerales, no nos quedaremos quietos mientras convierten la paz y la vida que venimos construyendo diariamente en guerra y muerte mediante los grupos armados que protegen sus intereses. Nuestra respuesta, no tengan duda, será la resistencia organizada y la rebeldía para sanar al país.

Con la gran movilización de miles y miles de compañeras y compañeros de las redes de apoyo en todo el país, nos dimos cuenta y se hizo descaradamente visible que para aparecer en la boleta electoral se necesita garantizar que somos igual o peor que ellos, que si presentamos firmas deben ser falsas o no valen, si gastamos dinero debe ser de oscura procedencia, si decimos algo debe ser una mentira, si acordamos algo serio, debe ser con los políticos corruptos, con las empresas extractivas, con los banqueros, con los carteles de la droga, pero nunca, jamás, con el pueblo de México.

Aparecer en la boleta electoral es solo para quienes buscan administrar el poder de arriba oprimiendo a los de abajo, porque el poder que buscan está podrido en todas sus partes.

Entonces, es una competencia que se puede ganar con trampa, dinero y poder, como la mercancía que son las elecciones de la clase política en la que no cabe ni cabrá la palabra de los de abajo, de los que siendo indígenas o los que sin ser parte de un pueblo originario, desprecian el poder y construyen la democracia tomando decisiones en colectivo, que luego se hacen gobierno en una calle, en un barrio, en una comunidad, un ejido, un colectivo, una ciudad o un estado.

Entonces el proceso electoral es un gran cochinero en el cual contiende quien pudo falsificar miles de firmas y quien tiene los miles de millones de pesos que le permitan coaccionar y comprar el voto, mientras la mayor parte del pueblo de México se debate entre la pobreza y la miseria.

Por eso nuestra propuesta no es igual, por eso no estamos haciendo campaña, por eso no nos pusimos a falsificar firmas, ni a buscar y gastar dineros que el pueblo de México ocupa para atender sus necesidades vitales, por eso no ocupamos ganar ninguna elección ni revolvernos con la clase política, sino que es el poder de abajo que caminamos buscando, que nace de los dolores de los pueblos y por eso caminamos buscando el dolor de todos los colores que somos el pueblo de México, porque ahí está la esperanza de que nazca un buen gobierno que mande obedeciendo y solo podrá emerger de la dignidad organizada.

No es solo el racismo de la estructura política lo que no dejó que nuestra propuesta figure en la boleta electoral, pues si quienes se oponen a la destrucción capitalista del mundo compartieran entre si los ojos rasgados, azules o rojos, las políticas públicas y la supuesta democracia estarían hechas para excluirlos a ellos.  Los pueblos originarios y quienes caminamos abajo y a la izquierda no cabemos en su juego; no por nuestro color, nuestra raza, nuestra clase, nuestra edad, nuestra cultura, nuestro género, nuestro pensamiento, nuestro corazón, sino porque somos uno con la madre tierra y nuestra lucha es porque no se convierta todo en una mercancía, pues sería la destrucción de todo, empezando por la de nosotros como pueblos.

Por eso luchamos, por eso nos organizamos, por eso no solo no cabemos en la estructura del estado capitalista, sino que cada día sentimos más repugnancia por el poder de arriba, que hacen cada día más notorio el profundo desprecio contra todas y todos los mexicanos. La grave situación que viven nuestros pueblos y que se ha agudizado gravemente en las últimas semanas por la represión y el despojo, solo ha merecido el silencio cómplice de todos los candidatos.

En consecuencia, por acuerdo de la segunda sesión de trabajo del Concejo Indígena de Gobierno, llevada a cabo los días 28 y 29 de abril en la Ciudad de México, ni el CIG ni nuestra vocera buscarán ni aceptarán ninguna alianza con ningún partido político o candidato, ni llamarán a votar o a la abstención, sino que seguiremos buscando a todos los de abajo para desmontar el pestilente poder de arriba.  Voten o no voten, organícense.

Caminaremos construyendo las claves para sanar el mundo.

En los pueblos originarios de este país, donde el Concejo Indígena de Gobierno fue acordado, y que es por donde nuestra vocera caminó tejiendo, tal como fue el mandato de la asamblea general del CNI, están las resistencias y las rebeldías que le dan forma a nuestra propuesta para toda la nación, por eso junto con las y los concejales de cada estado y región recorrimos sus geografías, donde la guerra y la invasión del monstruo capitalista se vive día con día. Donde la tierra es despojada para que deje de ser colectiva y quede en manos de los ricos, para que los territorios sean ocupados y destruidos por empresas mineras, los acuíferos devastados para la extracción de hidrocarburos, los ríos contaminados, el agua privatizada en presas y acueductos, el mar y el aire privatizados por los parques eólicos y la aviación, las semillas nativas contaminadas por transgénicos y tóxicos químicos, las culturas hechas folclor, los territorios configurados para el funcionamiento del narcotráfico trasnacional, la organización de abajo sometida por la violencia terrorista de los grupos narco paramilitares que sirven a los malos gobiernos.

Nos vimos también en los caminos que se iluminan en los mundos que guardan sus culturas, cuando en ellos se dibuja la propuesta y la palabra de los demás pueblos indígenas, y de su propia lucha y de su propia lengua surgen los fundamentos que son la razón de ser del Concejo Indígena de Gobierno.

Es ahí donde brilla la esperanza que salimos buscando, como lo es también la sociedad civil organizada en las ciudades con la Sexta, con los grupos y Redes de apoyo al CIG que no solo salieron a mostrar su solidaridad y hacer una agenda en todo el país, sino que salieron a construir desde abajo, desde las propias ruinas capitalistas, un mejor país y un mejor mundo.  A tod@s ell@s nuestra admiración y respeto.

Llamamos a todas y todos que somos el pueblo de México, a las y los compas de las Redes de apoyo al Concejo Indígena de Gobierno en todos los estados del país, a las compañeras y compañeros que conformaron la Asociación Civil Llegó la Hora del Florecimiento de los Pueblos a seguirnos consultando y evaluando, haciendo las valoraciones, encontrando y caminando los nuevos senderos que decidamos, organizándonos siempre, aunque voten o no voten por algún candidato.  Sus palabras, sentimientos y propuestas importan para nosotr@s.

Seguiremos tendiendo puentes respetuosos con quienes viven y luchan, para así juntos hacer crecer la palabra colectiva que nos ayude a resistir contra la injusticia, la destrucción, la muerte y el despojo, para reconstruir cada tejido del país con la conciencia de los que abajo sueñan y se rebelan con sus propias geografías, culturas y modos.

En la propuesta colectiva de los pueblos está guardada nuestra palabra que se dirige al mundo, entonces seguiremos caminando hacia abajo, hacia los pueblos, naciones y tribus indígenas que somos, por lo que llamaremos en el mes de octubre de 2018 a la Asamblea General del Congreso Nacional Indígena, para conocer los resultados de la valoración de los originarios agrupados en el CNI, y avanzar en el siguiente paso.

Hermanas y hermanos del pueblo de México y el mundo, sigamos juntos pues falta lo que falta.

Por la reconstitución Integral de Nuestros Pueblos

Nunca más un México sin Nosotros

Congreso Nacional Indígena

Concejo Indígena de Gobierno

Comisión Sexta del EZLN

Mensaje de Marichuy en CU Noviembre 28 de 2017