miércoles, 6 de febrero de 2013

PEDRO MOCTEZUMA D. I., ARQUITECTO CONSTRUCTOR DEL EDIFICIO B2 DE PEMEX. SU HIJO ROMPE EL SILENCIO

posted by: TONATIUH MALDONADO. Rompe el silencio y nos habla de Cargas explosivas, demoler la torre completa, desaparecer archivos, privatización del petróleo, intereses de compañías extranjeras por apoderarse del petróleo de México, a cualquier precio. Repsol , Shell, halliburton de México, british petroleum y otras.

Inauguran en España monolito en recuerdo de Regina Martínez


ALEJANDRO GUTIÉRREZ

Develación de monolito en recuerdo de Regina Martínez

Madrid, (proceso.com.mx).- La ciudad de Oviedo rindió hoy homenaje a Regina Martínez Suárez, la corresponsal de Proceso en Veracruz asesinada el 28 de abril de 2012.

A manera de homenaje, fue inaugurado un monolito en el conocido Paseo Veracruz de esta ciudad asturiana.

Antes de develar la placa del monolito, el alcalde Agustín Iglesias Caunedo expresó todo el apoyo municipal a iniciativas ligadas a defender la libertad de expresión, “como este reconocimiento a Regina Martínez, que pongan de relieve la absoluta necesidad de una verdadera libertad de prensa. Y condeno firmemente, como no puede ser de otro modo, el atentado que terminó con su vida, y me sumo al recuerdo de su obra periodística”.

El monolito fue develado por el alcalde Iglesias Caunedo y la cónsul honorario de México en Bilbao, Carmen Vigil, en cuya placa se lee: “El ayuntamiento de Oviedo a Regina Martínez Suárez periodista asesinada en Veracruz (México) el 28 de abril de 2012. En reconocimiento a los periodistas y a la importancia de su labor profesional para el desarrollo de la democracia”.

El alcalde Iglesias Caunedo resaltó que Regina Martínez era “una maestra de la palabra, experta en periodismo de investigación, que trabajó durante décadas en Veracruz, ciudad hermanada con Oviedo. Su compromiso por la libertad la llevó a especializarse en temas de corrupción y narcotráfico, por desgracia habituales en el lugar donde residía, y ello originó que fuese asesinada en su propio domicilio”.

El monolito en homenaje a Regina está ubicado en un área verde del Paseo Veracruz, muy cerca de la estación de tren Llamaquique y del Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo, diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava.

El monumento se encuentra ubicado a unos pasos del Instituto Áramo, un colegio bachillerato mixto.

El alcalde emanado de las filas del Partido Popular (PP) señaló que esta placa es “un cauce para honrar la memoria de Regina Martínez, para reivindicar su compromiso con la libertad y, también, para tener muy presente la necesidad de defender una prensa libre como paso indispensable para una sociedad democrática, transparente y comprometida la con la justicia”.

La iniciativa de erigir este monumento en homenaje a Regina provino de la concejala del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Laura Díez Prieto, abocada a temas sociales, en particular sobre género, quien lo propuso el 3 de mayo, día de la Libertad de Prensa, luego de darle seguimiento a las informaciones sobre el asesinato de Regina.

El resto de las fuerzas políticas –PP, PSOE, Foro por Asturias e Izquierda Unida-Verdes—se sumaron a la propuesta, que fue impulsada por unanimidad.

Díez Prieto dio lectura en el acto a un texto de la revista Proceso: “Así era Regina…”, escrito por la periodista Verónica Espinosa en conjunto con otros corresponsales, donde se describen los rasgos más personales de la periodista veracruzana.

“Yo quise leer ese texto de Proceso, que describe a Regina Martínez como era, una mujer discreta, pero certera en su trabajo profesional. Valiente”, dijo al corresponsal.

Recordó el pasaje como la describe el periodista Luciano Campos: “Detrás de los grandes lentes de intelectual ochentena, sus ojos escudriñaban todo. Los rasgos indígenas permanecían obstinadamente impasibles. Curveaba la boca un poco en los buenos momentos. Creo que cuando estaba de buen humor sólo sus ojos reían. Quizás las personas más cercanas a ella tengan otra imagen. Yo me quedo con ésta, la de la mujer discreta que arrostraba con determinación y orgullo íntimo la dura carga de informar desde el territorio comanche en que se convirtió Veracruz”.

En su intervención, la periodista del diario La Nueva España, Pilar Rubiera, leyó que como la describe un compañero de Proceso, Regina era “una periodista promedio, como la mayoría que ejercen este oficio. Una reportera forjada a base de experiencia, de nota diaria, que trabajó durante años para el diario La Jornada y después para la revista Proceso”.

Lamentó que desde su muerte “entró a formar parte de la estadística. En el año anterior a su muerte, cuatro periodistas habían sido asesinados en Veracruz. El ejercicio del periodismo en México se ha convertido, como dicen algunas organizaciones de derechos humanos, en una profesión de ‘alta peligrosidad’. Desde el año 2000 han sido asesinados 82 periodistas y 14 han desaparecido”.

Rubiera resaltó que Oviedo, ciudad hermanada con Veracruz, rinde homenaje a Regina, afortunadamente con la unanimidad de todas las fuerzas políticas representadas en el ayuntamiento.

“Y aunque lleva su nombre, el de Regina Martínez, rinde tributo también a todos los hombres y mujeres que han perdido la vida tratando de contar lo que pasa. O lo que es lo mismo, lo que unos hacen a los otros”.

Linchamientos - Columna semanal de Sergio Aguayo


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) trata con ligereza a los comités de autodefensa guerrerenses.

En el inicio es el miedo y la desesperación. Aquí unos ejemplos: vecinos de San Mateo Huitzilzingo, Estado de México, en febrero de 2012, decían: "Estamos hartos de vivir en esta situación de zozobra y de pánico, esto ya no es vida". Cuando llamaban a la policía su respuesta era "¿de cuánto estamos hablando?". Vecinos de Ayutla, Guerrero, en enero de 2013, declaraban: "Ya no aguantamos a la delincuencia [los] malvados le cobran cuota hasta a la gente humilde que vende pan y semillitas en la calle". Después viene la acción que varía con cada grupo. En febrero de 2012 los vecinos de San Mateo llegaron al límite y atraparon a tres presuntos delincuentes; primero los golpearon, luego los quemaron vivos. En Guerrero, docenas de comunidades han creado comités de autodefensa, colocado retenes y han detenido a 54 presuntos delincuentes.

La CNDH reaccionó diferente. Guardó silencio sobre los linchamientos en el Edomex, pero Guerrero le despertó el espíritu de cruzado. Para el presidente, Raúl Plascencia, Guerrero "debe alertar a las autoridades" para que provean "seguridad pública" y eviten que estas "acciones se reproduzcan y se rebase a las instituciones". Fue más allá. El sábado 2 de febrero solicitó al gobierno guerrerense la "aplicación de medidas cautelares, de manera indefinida" a favor de los 54 detenidos. Las autoridades de ese estado aceptaron rápidamente la petición.

La posición de la CNDH es intelectualmente vaporosa. Se preocupa porque Guerrero puede "rebas[ar] a las instituciones" sin reconocer que ya están rebasadas. Su petición de medidas cautelares fue aceptada pero las autoridades y fuerzas vivas guerrerenses tienen actitudes ambivalentes. El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, elogia el trabajo de estos grupos porque las policías comunitarias existen desde hace 17 años y al multiplicarse en el último mes el gobernador optó por entregarles camionetas, uniformes y dinero para que compren balas. También son aplaudidos por gobernantes municipales y hasta el arzobispo de la Diócesis de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, reconoce que es "comprensible el uso de las armas" como recurso (temporal) de legítima defensa. Al mismo tiempo hacen lo posible por meter a los comités en un marco institucional.

Los próximos días serán decisivos en el forcejeo. Los comités de autodefensa retarán abiertamente al sistema judicial al juzgar a los 54 detenidos, y si los castigan, los mandarán a una reeducación inspirada en los usos y costumbres de los pueblos originarios. El Estado quiere a los detenidos y los comités de autodefensa se niegan a entregarlos.

Abel Barrera, el antropólogo que encabeza a Tlachinollan (un organismo civil de derechos humanos con sede en Tlapa, Guerrero), me explica telefónicamente los motivos de los indígenas: "quieren ser respetados en su decisión de juzgar y castigar de acuerdo con sus costumbres. Esto significa que en lugar de abogados los presuntos culpables serán defendidos por sus familias. Hay una razón práctica tras esta postura: las denuncias son colectivas porque sería peligroso que las hiciera una persona.

Tampoco quieren entregar a los detenidos porque lo más probable es que 'ellos' los liberen".

El asunto está plagado de dilemas endemoniados. De mantenerse el impasse, ¿llamará el gobernador guerrerense a las policías o a las Fuerzas Armadas para que rescaten a los delincuentes?, ¿y si el juicio y reeducación dan mejores resultados que el sistema que conocemos?, ¿quién es la víctima y quién el verdugo? ¿Cómo podemos conciliar derechos humanos, tradición y seguridad?, ¿ha llegado el momento de resucitar las Guardias Rurales que armaba, organizaba y entrenaba la Secretaría de la Defensa Nacional? Estas son algunas de las preguntas que debería estudiar la CNDH, una institución muy rica (su presupuesto para este año es de 1,375 millones) que parece más preocupada por cuidar a las instituciones que por atender y entender a las víctimas de la violencia (que en este caso es la población afectada por las agresiones y los presuntos delincuentes).

La actuación de la CNDH en Guerrero es superficial e ignora la esencia de los dilemas planteados por Ernesto López Portillo Vargas: "La autogestión de la seguridad al margen de las instituciones públicas no es la causa, sino la consecuencia de la erosión de las propias instituciones" (Enfoque, Reforma, 27 de enero de 2013). Ya es hora que la Comisión de Derechos Humanos del Senado exija mejores resultados a la CNDH.

Aclaro mi posición: estoy contra linchamientos como los de Chalco y a favor de la autodefensa en condiciones como las de Guerrero. Es un asunto tan espinoso que seguiré comentándolo.

Colaboró Paulina Arriaga Carrasco.

- Fuentes consultadas para la columna "Linchamientos"

Solidaridad con el SME

En concreto | Laura Itzel Castillo

El resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación representa un duro golpe para el país, particularmente para los trabajadores mexicanos. Considerar que el Ejecutivo no es patrón de los organismos descentralizados, debido a su autonomía, representa una aberración absoluta.

El máximo órgano de justicia de la patria revocó el amparo que el Sindicato Mexicano de Electricista había obtenido del Segundo Tribunal Colegiado en materia de trabajo, que obligaba a la Comisión Federal de Electricidad como patrón sustituto a la recontratación de los miembros de Luz y Fuerza del Centro.

Originalmenete, desde el siglo antepasado la industria eléctrica estaba en manos de la iniciativa privada, tanto nacional como extranjera: Compañía Explotadora de las Fuerzas Hidroeléctricas de San Ildefonso, S.A., Mexican Gas and Electric Light Company Ltd, la Mexican Light and Power Company. Apartir de 1938 inicia un proceso de nacionalización que culmina en la década de los 60.

El gobierno crea la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, al adquirir The Mexican Light and Power Company y la Foreign Power Company, que en 1963 se le denominó Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A., con una larga trayectoria combativa por parte de los trabajadores organizados desde entonces en el Sindicato Mexicano de Electricistas.

En contra de este sindicato se ha desatado una intensa campaña de satanización, misma que se ha profundizado a partir del decreto emitido por Felipe Calderón para la extinción de Luz y Fuerza del Centro, bajo el engaño de que el servicio público y las tarifas mejorarían con la intervención de la Comisión Federal de Electricidad, pues según el Ejecutivo la decisión de extinguir a LyF resultaba conveniente para la economía nacional.

Es triste saber que el Poder Judicial está completamente politizado y obedece claramente al mandato del Ejecutivo, por lo que su actuación representa la abdicación a la justicia. Recordemos que incluso hubo una Corte en México que avaló al traidor Victoriano Huerta.

Ante este resolutivo, el Sindicato Mexicano de Electricistas ha señalado que acudirá a las instancias internacionales y que no claudicará en su lucha por reivindicar sus derechos laborales. Una vez que se han agotado los procedimientos en nuestro país y que la justicia le ha dado la espalda a los 16 mil trabajadores que heroicamente han resistido durante estos largos años, los dirigentes del SME llaman a sus agremiados a no arriar banderas al tiempo que anuncian una campaña de denuncia en todo el planeta. Enhorabuena.

MI CIUDAD SIN MEMORIA, MIENTE LA TELEVISION.

Posted by: TONATIUH MALDONADO. La gente ya olvido lo que ocurre en una explosión real por gas, la ciudad de México, no es ajena al conocimiento popular de lo que ocurre y cuáles son los estragos que provoca una explosión por acumulación de gas, o por el estallido de un cilindro defectuoso. Cuerpos calcinados, cuerpos carbonizados, lesiones por quemaduras hasta de tercer grado por las altas temperaturas que alcanzan las flamas hasta 250 grados centígrados; aunque sea la exposición por unos cuantos segundos. Una llamarada de explosión de gas es capaz de incinerar la totalidad del cabello de una persona en tan solo 10 segundos. Una llamarada también es capaz de adherir la ropa de nailon o las medias a la piel de las damas, en tan solo 15 segundos de exposición. Una llamarada por explosión de gas, es capaz de calcinar toda la epidermis de la piel del ser humano, en tan solo 45 segundos de exposición. Lo curioso es que en los eventos ocurridos en la torre de Pemex, en que oficialmente fue por explosión de gas, no hubo cadáveres calcinados, no hubo lesionados por quemaduras y los más enigmático fue que en el archivo de las oficinas de Pemex hubo un sinfín de papeles regados por doquier. Y nunca apareció ni una sola hoja de papel, con el menor indicio de quemada. La explosión de 1984 EN SAN JUAN IXHUATEPEC. En la madrugada del 19 de noviembre de 1984 se produce una violentísima explosión en la colonia de San Juan Ixhuatepec, conocido más popularmente como San Juanico, al norte de la capital de México. Una planta de almacenamiento y distribución de gases licuados del petróleo (GLP) propiedad de la empresa paraestatal PEMEX (Petróleos Mexicanos) sufrió una serie de deflagraciones en cadena, hasta 10 según algunas informaciones aparecidas en la prensa de la época, tras reventar un gaseoducto de sus instalaciones. Versiones contradictorias apuntaron a que el accidente fue debido a la explosión de un vehículo que transportaba petróleo y que se propagó a un depósito de gas; los responsables de la fábrica llegaron a afirmar incluso que la explosión se originó en una fábrica privada cercana. Pero la realidad es que la catástrofe fue debida a la rotura de una tubería de 20 cms de diámetro que trasegaba GLP (gas licuado y presurizado) desde tres refinerías distintas hasta la planta de almacenamiento cerca de los parques de tanques, compuestos de 6 esferas y 48 cilindros de diferentes capacidades. En el momento del desastre se hallaban almacenadas en total unas 6.500 Tm de butano y propano principalmente. El sobrellenado de uno de estos depósitos y la sobrepresión de la línea de retorno, sumado al mal funcionamiento de las válvulas de alivio, provocó el reventamiento del gaseoducto y la formación de una nube de vapor inflamable que, en contacto con algún punto caliente, como pudo ser alguna antorcha encendida a ras del suelo, entró en ignición, dando comienzo a una serie de tremendas explosiones en cadena sentidas incluso por los sismógrafos de la Universidad de Ciudad de México, a 30 kms de distancia. Esto generó un descomunal incendio con llamaradas de más de 300 mts de altura y una radiación térmica tal que sólo el 2% de los cadáveres encontrados pudieron ser reconocidos. Unas 20 hectáreas de superficie resultaron afectadas por la explosión y la radiación, pereciendo en la catástrofe unas 600 personas, según fuentes oficiales, y resultando heridas otras 2.500. No obstante, hay quienes piensan que la cifra real de muertos nunca llegará a saberse, teniendo en cuenta que muchos cuerpos quedaron reducidos a cenizas y que muchos de ellos no serían reclamados. La tragedia de San Juanico será recordada siempre por sus espeluznantes efectos sobre la población: numerosas viviendas quedaron arrasadas, familias enteras resultaron calcinadas mientras dormían, 350.000 personas, de una población de 700.000, tuvieron que ser inmediatamente evacuadas, un número indeterminado de desaparecidos... La explosión de toda la instalación de PEMEX, incluyendo 80.000 barriles de gas, dejó un cráter equivalente a 4 estadios de fútbol. Que la mayoría de las catástrofes siempre avisan, lo demuestra en este caso el hecho de que en marzo de ese mismo año ya hubo otra explosión denunciada por sus habitantes. Dos semanas después, el 3 de diciembre de 1984, tuvo lugar el recordado y trágico accidente químico de Bhopal (India) donde perecieron 18.000 personas, según fuentes extraoficiales. ahora que recuerdo en esa época, fueron indígenas del norte del país, quienes en solidaridad con los hermanos indígenas de esa zona de ixhuatepec en 1984 y se promovió el uso extensivo de la corteza del árbol “el famoso tepexcohuite” para tratar la piel quemada. una aportación más de los indígenas de México al mundo. sustancia que revoluciono lo conocido hasta ese entonces para el tratamiento de las quemaduras de la piel. Y que se utilizo como tratamiento en forma de pomada y en forma de cataplasmas. Todo esto como resultado de que en esa época la explosión fue por gas. Y como tal causo heridos con quemaduras y muertos por calcinación. Situación que no es el caso para los eventos ocurridos en la torre de Pemex. Recuerdo de una superviviente de san Juanico. Claudia Inés Díaz Jarquín, superviviente de la catástrofe y periodista en la actualidad, recuerda cómo en las calles de San Juanico podía sentirse la ráfaga de calor y cómo ésta les quemaba la piel a los que corrían despavoridos buscando alejarse del lugar. Los autobuses de transporte público, vehículos particulares y camiones trasladaban a la gente sin cobrarles nada hasta la parada del metro Indios Verdes; otros se refugiaron en la Basílica de Guadalupe y otros se dirigieron a casa de familiares que vivían más alejados del lugar de la catástrofe. El Gobierno abordó rápidamente la ayuda a los daminificados, repartiendo alimentos y ropa en la Casa de la Cultura o puerta a puerta, con la colaboración de organizaciones civiles y gubernamentales. A continuación incluimos un extracto del artículo "Memorias de mi ciudad", de la periodista mexicana Claudia Inés Díaz Jarquín, donde habla de estas medidas port-emergencia: Memorias de mi ciudad 1984. por Claudia Inés Díaz Jarquín "No había luz eléctrica, tiendas para comprar alimentos ni servicio de agua potable; en estos momentos entendí lo que significaba ser un damnificado, porque pasaban a la casa tocando la puerta para que saliéramos a formarnos y así nos entregaran cajas o bolsas con despensa, ropa, cobijas y juquetes... Me tocó formarme para que me entregaran un desayuno, que me marcaran la mano para que no volviera a pedir, ir a ver si de milagro me entregaban un boleto para obtener productos básicos, y ver cómo algunas camionetas llegaban regalando ropa y juquetes usados y en pésimo estado... Después de muerto el niño se debe tapar el pozo, eso fue lo que sucedió en mi colonia, aquella que no contaba con un parque; ahora tenía dos...; antes la calle principal era de doble sentido, ahora tenía una avenida renovada con la ampliación de carriles, iluminada, y que es la continuación del Periférico de la zona oriente. También pavimentaron las calles, se hizo una escuela de artes y oficios, se indemnizó a quienes resultaron dañados en su patrimonio y en su familia, se les ofreció una colonia nueva denominada Valle de Anáhuac. Se tenía que borrar de inmediato la mala imagen creada a raíz de este siniestro, que durante unos meses fue el principal centro de atracción de turistas nacionales y extranjeros". Otra explosión de hidrocarburos en 1996 Aquella vez se aseguró desde el gobierno mexicano que lo ocurrido el 19 de noviembre en San Juanico no volvería a suceder. Sin embargo, el 12 de noviembre de 1996, doce años más tarde, volvieron a estallar dos tanques de gasolina en las nuevas instalaciones que PEMEX construyó a apenas un kilómetro del lugar donde estuvieron las esferas que estallaron en 1984. Treinta y cuatro millones de litros de gasolina almacenados en la planta Satélite Norte ardieron hasta la madrugada, generando una miles de casas incendiadas, autos, negocios calcinados y columna de humo de hasta dos kilómetros de altura. Aunque esta vez no se produjo el desolador efecto que doce años antes, cuatro personas murieron CALCINADAS y otras mil resultaron heridas POR QUEMADURAS. A pesar de ello, fuentes oficiales insistían en que sólo se habían producido 14 lesionados. De nuevo las sirenas, los desalojos, las evacuaciones y el pánico de una población, que aún recordaba la última vez que tuvieron que desalojar San Juanico, que volvió a quedar desierto, A causa de la negligencia del gobierno y por miedo a morir rostizados por las llamaradas. Imágenes para su imaginación. Yo solo voy a dejar estos dos ejemplos reales de explosiones, gas y c4. en mi opinión personal lo más parecido a lo dela torre de Pemex fue el c4.observen y Saquen sus propias deducciones. Explosiones por C-4. Explosion de GAS, L.P. (gas licuado y presurizado) Con su respectiva llamarada como debe de ser. Con fuego, lumbre a 250 grados, objetos quemados, lesionados por quemaduras.