La Consulta Popular que se llevará a cabo
el día primero de agosto de 2021 es una buena oportunidad para expresar de
forma masiva la exigencia de justicia que desde hace muchos años el pueblo
mexicano ha expresado en diversos movimientos independientes del gobierno.
La consulta popular es un instrumento
legal que abre una oportunidad para que se expresen millones de personas en las
urnas en un claro mandato de condena a presidentes y funcionarios que pasan de
un partido a otro y siguen ocupando puestos para eludir la acción de la
justicia.
Se promueve la consulta popular para
obligar a un juicio político y condena a los presidentes del llamado período
neoliberal (desde Salinas de Gortari hasta Peña Nieto e incluyendo a los
panistas Vicente Fox y Felipe Calderón).
Desde el Partido Revolucionario de las y
los Trabajadores (PRT) llamamos a participar y votar sí en la próxima consulta
popular. Sin duda alguna. A votar por sí. Sí, porque exigimos que se abra un
proceso judicial por crímenes de lesa humanidad a los presidentes y
funcionarios de los gobiernos neoliberales, privatizadores, corruptos y
antidemocráticos que han saqueado al país y han hundido en la miseria millones
de trabajadores y trabajadoras.
Sí, porque reclamamos que se eliminen para
siempre las políticas económicas neoliberales que instituyeron la miseria para
la mayoría de la población. Durante estas décadas, el PRIAN impuso, a sangre y
fuego, el modelo neoliberal con consecuencias desastrosas para el país y para
la clase trabajadora, los pueblos indígenas, las mujeres y en general todo el
pueblo. La votación de julio del 2018 es identificada como la del voto del
"hartazgo popular" contra el PRIAN y el neoliberalismo. En el
imaginario popular ese voto y el cambio de gobierno implicarían el fin del neoliberalismo
y el castigo a los responsables de esos gobiernos por imponerlo, no sólo el
Presidente respectivo sino sus equipos y partidos. Pero después de haber
rechazado al PRIAN en la votación del 2018, desmantelar todo el andamiaje
neoliberal ha resultado más complicado y políticas neoliberales e instituciones
diseñadas durante esos gobiernos continúan actualmente.
Por eso asumimos que la votación en la
consulta popular del 1 de agosto puede ser otra expresión masiva para exigir el
fin del régimen neoliberal por medio de la figura del juicio político a los
presidentes correspondientes. La resistencia para evitar esa solución sigue
expresándose. Jueces y magistrados han logrado modificar la
redacción de las preguntas de modo que no dicen abiertamente lo que la
promoción de la consulta afirma, es decir que se someta a juicio a los ex
presidentes. De todos modos la consulta popular es una oportunidad para que
haya una expresión masiva popular para acabar con el régimen neoliberal.
Todavía pueden alegar que no se alcance el mínimo de votos necesario para que
la consulta sea vinculatoria, o sea obligatoria. Aún así, la
movilización popular apuntará a que debe ponerse ya fin al régimen neoliberal.
Es la lucha y la movilización de masas la
que obligará a conseguirlo. Obligar, incluso al actual gobierno a dar pasos en
ese sentido. Por ejemplo, abrogando las reformas legales neoliberales impuestas
especialmente por el gobierno de Peña Nieto, como la reforma energética y la
reforma educativa. O como se ha visto con las trabas que imponen sectores de la
burguesía a reformas como las de la industria eléctrica, desmantelar el
andamiaje neoliberal implica en realidad una reforma constitucional. No se
puede hacer en pedazos, con reformas legales parciales. Si realmente
quiere desmontar la estructura neoliberal heredada, al gobierno actual le queda
poco tiempo para hacerlo en partes. En realidad, la medida radical que se
requiere es un nuevo congreso constituyente para desmontar todo el andamiaje
neoliberal. El ejemplo reciente de Chile, frente al régimen neoliberal por
excelencia instaurado por Pinochet muestra el camino, como se hizo antes en
Bolivia o Ecuador con sendas reformas constitucionales. Así que el proceso
no necesariamente se frena aún con nuevas maniobras por parte de magistrados
frente a la Consulta.
¿Por qué sólo los expresidentes
neoliberales?: Echeverría sigue vivo e impune
Pero la oportunidad de manifestación que
permite la consulta popular -ya vista en su profundidad y posible alcance- no
tiene por qué quedarse sólo en el juicio a los expresidentes del periodo
neoliberal y las regresivas reformas que impusieron en el terreno económico y
social. Es la oportunidad también para hacer frente al otro gran pendiente que
es la crisis de derechos humanos con su reiterada violación no sólo por los
gobiernos neoliberales (la militarización iniciada con Calderón, Ayotzinapa con
Peña Nieto, Atenco con Fox, etc) sino también por los gobiernos priístas de antes
del neoliberalismo. Se plantea la consulta para someter a juicio a los
expresidentes neoliberales que siguen con vida, pero ¿por qué no incluir al
criminal Luis Echeverría Álvarez (LEA) que está viejo pero sigue vivo e impune.
Si se plantea el castigo a los expresidentes neoliberales, así como a sus
respectivos partidos y equipos de gobierno, igual puede hacerse con LEA y varios
funcionarios priistas del periodo echeverrista que no sólo siguen vivos sino
incluso dentro del aparato estatal.
Durante décadas en México se han vivido
graves violaciones a los derechos humanos cometidos desde las altas esferas del
poder y se mantienen en la impunidad. Desde Luis Echeverría y Díaz Ordaz por
los crímenes cometidos contra el movimiento estudiantil de 1968 y 1971, las
desapariciones forzadas de militantes y activistas durante los años 70s, hasta
la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa durante el
gobierno de Peña Nieto, pasando por las miles de muertes durante el gobierno de
Calderón por la utilización del Ejército en la lucha por el control monopólico
de las ganancias de las drogas en la mal llamada guerra contra las drogas y el
criminal despido de 44 mil trabajadores electricistas del SME mediante el
ilegal decreto de extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, para
mencionar algunas de las medidas represivas, autoritarias y antidemocráticas,
que han sido utilizadas de manera sistemática y recurrente por parte de los
gobiernos de distintos partidos pero sirviendo a los mismos intereses
capitalistas.
Todos estos crímenes de lesa humanidad se
mantienen en la impunidad por las complicidades y pactos de silencio que
prevalecen entre los que llegan al poder fraudulentamente y violando los
derechos humanos establecidos constitucionalmente.
Prácticas como la desaparición forzada
iniciada por Echeverría se ha extendido descomunalmente precisamente porque
nunca se resolvió el reclamo de las madres y familiares de desaparecidos
políticos encabezados por Rosario Ibarra. Ellas mismas advirtieron que si no se
frenaba esa práctica inhumana se reproduciría. Y Echeverría sigue en silencio
en su casa en San Jerónimo. Y por el contrario, la práctica de la
militarización para enfrentar la crisis de seguridad pública se mantiene y
extiende.
Actualmente existe en el país una gran
cantidad de movimientos y organizaciones que exigen justicia y verdad y que se
castigue a los culpables. Que se rompa el pacto de impunidad y se avance en el
respeto a los derechos humanos de todas y todos.
Votemos por el sí
Sí, porque exigimos que se abra un proceso
judicial por crímenes de lesa humanidad a los presidentes y funcionarios de los
gobiernos neoliberales, privatizadores, corruptos y antidemocráticos que han
saqueado al país y han hundido en la miseria a millones de trabajadores y
trabajadoras.
Sí, porque reclamamos que se eliminen para
siempre las políticas económicas neoliberales que instituyeron la miseria para
la mayoría de la población, todo tipo de violencias que han significado
crímenes, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, feminicidios,
torturas y discriminación.
Sí, porque exigimos que éste régimen
oligárquico de sangre y opresión, explotación y racismo, sea modificado de raíz
para acabar con la dominación capitalista de unos pocos contra la inmensa
mayoría.
Por la memoria y la justicia, que como
reclamo siempre seguirá viva.
Sin ilusiones de ningún tipo más que en la
fuerza y la organización autónoma de las masas trabajadoras del campo y la
ciudad para ir hasta las últimas consecuencias en ésta lucha.
Sabemos que los derechos humanos se
defienden mediante la lucha y que para castigar a los culpables se requiere
voluntad y acciones concretas, por eso llamamos a continuar la lucha cotidiana
y no permitir que las fuerzas de la derecha terminen imponiendo sus políticas
represivas desde fuera y dentro del poder.
Por ello estaremos empujando junto al SME
y la Nueva Central de Trabajadores el voto por el sí al juicio a Calderón por
el criminal despido de 44 mil trabajadores electricistas, y junto a los padres
y madres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa para castigar a Peña Nieto y sus
funcionarios por éste crimen de lesa humanidad. Votar por el sí en la consulta
es para el SME la continuación de una lucha, reafirmándola, contra la ilegal
extinción de la Compañía de Luz y Fuerza hace dos sexenios. Igual para
nosotros, luchando desde el 68 contra la represión y violación de derechos
humanos votar por el SÍ en la consulta popular es reafirmar lo que hemos venido
reclamando desde hace décadas en lucha contra el PRI.
Lejos de fortalecer a un gobierno, éste
ejercicio democrático debe servir para seguir luchando contra la
militarización, contra la represión y criminalización de los movimientos
sociales y asesinatos de defensoras y defensoras del medio ambiente, como sigue
ocurriendo en la actualidad. La Consulta Popular con una masiva participación
deberá expresar también la exigencia para poner fin a la violencia terrible que
ha producido esta crisis de derechos humanos desde hace varios sexenios y que
se sigue profundizando con los asesinatos de luchadores y defensores
ambientales, como el caso de los indios yaquis en Sonora o la persistente
violencia en Chiapas, advertencia de lo que será cada vez más la imposición de
megaproyectos neoliberales. O la violencia contra las mujeres, de todo tipo de
violencia pero con el extremo terrible del feminicidio. Desmontar también la
estructura patriarcal capitalista no se logra con paridad en cargos de
gobiernos cómplices ni tampoco abriendo una guerra ideológica contra el feminismo
presentándolo como una ideología "extranjera".
Lograr que no haya impunidad hoy mismo
sirve para no olvidar el pasado y exigir justicia y para defender el presente y
luchar por un futuro distinto.
México, julio de 2021.
PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LAS Y LOS
TRABAJADORES