ABRAHAM GARCÍA IBARRA
Comisionado hace tres meses para tratar de infundir credibilidad a la hipótesis gubernamental sobre “el accidente” en el que murió el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo, el ex representante en México del corporativo trasnacional Carlyle y hoy secretario de Comunicaciones y Transportes del gabinete de Felipe Calderón, Luis Téllez Kuenzler, se encuentra en el ojo del huracán por la difusión de grabaciones en que le imputa a su ex jefe Carlos Salinas de Gortari haberse robado la mitad de la partida secreta asignada a la Presidencia de la República, y enseguida por la denuncia presentada por la SCT ante la Procuraduría General de la República por espionaje telefónico en su contra.
El cascabel al gato se lo puso la periodista Carmen Aristegui, en su programa radiofónico en MSV-Radio en el que lanzó al aire el testimonio de la escritora Diana Isabel Pando, sustentado una grabación telefónica de noviembre de 2006 en la que, desde Cancún, Téllez Kuenzler, en conversación con una equis mujer asegura, primero, que durante su mandato Salinas de Gortari se robó la mitad de la partida secreta de la Presidencia, y, luego, que el ex mandatario, al final de su sexenio, “destroncó” al país. La poseedora de la grabación afirmó que trató de hacer contacto telefónicamente con Salinas de Gortari en su residencia en Londres, pero quien la buscó en nombre de él sería un individuo identificado como Ricardo Larios, quien la amenazaría: “Si usted difunde la información que dice tener, no va a vivir para escribirla”. Esa conversación difundida se produjo cuando Téllez Kuenzler sabía ya que sería titular de la SCT con Calderón.
El mismo día, el propio Téllez Kuenzler -quien con Salinas de Gortari fue cuadro técnico en la Secretaría de Hacienda y subsecretario de Planeación de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos-, acusó a Diana Isabel Pando, de la que dijo nunca ha visto, de haber pretendido extorsionarlo y amenazarlo con hacer pública la grabación, pero reconoció que ésta es real: “Sucedió -en una comida casual entre amigos- cuando yo trabajaba en la iniciativa privada. Lo dije de manera indebida, ya que carecía de sustento alguno”.
Vale recordar que el PAN le otorgó a Salinas de Gortari “legitimidad de gestión” a cambio de una “alianza estratégica”, y todavía en ese sexenio denunciaba el abuso en la gestión de la partida secreta que la Cámara de Diputados asignaba a la Presidencia. Téllez Kuenzler, de su lado, sería el primer jefe de la Oficina presidencial en el gobierno de Ernesto Zedillo, quien todavía alcanzó a disponer de dicha partida.
Rodando ya la piedra de escándalo, al día siguiente el director de Comunicación Social de la SCT, Fernando Carbonel Paredes ofreció una declaración de prensa para dar a conocer que esa secretaría había interpuesto una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de la República por espionaje telefónico, debido a la divulgación de conversaciones privadas de Téllez Kuenzler. Éstas se refieren básicamente al conflicto entre el secretario y la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) que preside el ex senador panista Héctor Osuna. Dicho conflicto fue detonado por un juicio de amparo promovido por la empresa Telcel, propiedad de Carlos Slim, sobre el cual, dijo Carbonel Pando, se ocultó información a la SCT. Al tratar telefónicamente ese asunto, Téllez Kuenzler habría utilizado un lenguaje soez contra dos comisionados de Cofetel (Gonzalo Martínez y Rafael del Villar). Ese lenguaje “obedeció a la irritación y evidentemente a la falta de institucionalidad de los dos funcionarios”, trató de justificar el vocero de la SCT.
Ese conflicto, de prolongada continuidad, se originó en la disputa por las facultades para el otorgamiento de concesiones en el ramo de telecomunicaciones.
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