martes, 18 de agosto de 2009

La cobertura europea de prensa a la cumbre de Norteamérica: ¿cómo manejar la guerra en México?


Fuente: La Jornada de Jalisco

DANIELA MORALES Y ALBERTO BETANCOURT (Especial para )

De acuerdo con la prensa europea, mientras la cumbre de América del Sur discutía cómo contener el embate estadunidense, materializado por la instalación de nuevas bases militares en Colombia, la Cumbre de Jefes de Estado de América del Norte enfrentó serios dilemas, entre los que destacaron: ¿qué estrategia seguir en la guerra contra las drogas en México?, y cómo detener la influencia geopolítica de Hugo Chávez?

The Independent: amigos, pero en terreno minado

Las relaciones personales entre los presidentes Calderón, Obama y Harper son excelentes, pero afrontan temas explosivos en el contexto de una grave crisis mundial. Por ejemplo, el Congreso estadunidense violó una disposición del TLCAN, e impidió la entrada de camiones mexicanos a Estados Unidos; adicionalmente, el presidente Obama aprobó un enorme paquete de estímulos proteccionistas que ha sido objetado por los gobiernos de Canadá y México, pero el tema estelar es el narcotráfico, en el cual Calderón obtuvo un gran triunfo al conseguir el espaldarazo brindado por sus dos homólogos cuando contemporizaron con su anfitrión y consideraron que los reportes sobre abusos y tortura cometidos por el Ejército Mexicano “han sido exagerados”.

The Times: las manos atadas de Obama

Este diario de tinte conservador consideró que el presidente estadunidense tendrá pocas posibilidades de cumplir su promesa de presionar al Congreso de su país para desbloquear la ayuda prometida a México, para enfrentar a los cárteles de la droga. Muchos demócratas desaprueban los “duros métodos” del señor Calderón. El diario, de talante conservador, destacó que la “bonita relación” que “los tres amigos” mostraron frente a las cámaras, contrasta con el temor real de la “alarmante extensión” trasnacional de los cárteles de la droga, asentados actualmente en 230 ciudades de Estados Unidos, y en un marco en el que “las autoridades de Estados Unidos saben de la corrupción que pernea en la policía mexicana y en el Ejército”, aseveró el influyente rotativo británico.

The Guardian: cansados de hipocresías

En la única referencia a la crisis política de Honduras que se encontró en la prensa británica, se destacó que el presidente de Estados Unidos acusó de hipócritas a quienes lo han criticado por no haber hecho lo suficiente por la reinstalación del presidente Manuel Zelaya: “las mismas personas que piden a Estados Unidos dejar solos a sus vecinos hemisféricos están acusando ahora a Washington de ignorar Honduras”, señaló Obama, al tiempo que Sthepen Harper lo respaldó aseverando que si él fuera “americano” estaría cansado de ese tipo de hipocresía.

Il Manifesto: motivos para la fricción trilateral

Existen muchos motivos para el roce entre los tres presidentes, dice la nota de Geraldina Colotti, “Obama in Centroamérica” (Il manifesto, 08/agosto/09). Una de las principales preocupaciones radica en que la estrategia del presidente Felipe Calderón ha sido fehacientemente ineficaz para contener la violencia de los cárteles de la droga, la cual ha cobrado 10 mil víctimas en 2008, y ha ramificado sus acciones a Canadá e incluso a África. Obama ha prometido aumentar la ayuda económica, pero a condición de contener las violaciones a los derechos humanos, pero el senador estadunidense Patrick Leahy ha bloqueado 100 millones de dólares por los numerosos reportes de violaciones a los derechos humanos. Aunque Obama condescendió y se retractó de renegociar el TLCAN, el hecho es que éste ha vuelto mucho más vulnerable a México, cuya industria maquiladora (fórmula para la explotación intensiva de la fuerza de trabajo) reporta bajas notables por la crisis estadunidense.

Le Monde: ser o no ser, dos imperativos contradictorios

De acuerdo con la nota de Sylvain Cypel, publicada el 11 de agosto, el tema de Honduras envenenó la buena relación entre los tres dirigentes. Obama reiteró su condena al golpe y dijo que era ilegal, pero aun cuando cuidó la forma, fue ambiguo, pues su declaración sobre la hipocresía de quienes piden más acción y más lejanía, dejó entrever que no usará todo su poder para apoyar al depuesto Manuel Zelaya. Al parecer existen disensiones al interior de la diplomacia estadunidense sobre dos “imperativos” contradictorios: condenar el golpe o contener a Hugo Chávez.

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