Señalan a Torreblanca Galindo de ordenar, por medio de Reyes Torres, la represión policiaca
MARGENA DE LA O
Chilpancingo, 15 de noviembre. Agazapados esperaban los antimotines a los normalistas de Ayotzinapa, que respaldados por organizaciones sociales e integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), marcharon en conmemoración de los tres años del desalojo violento del Congreso local.
e_SDLq¡Ayotzi vive!”, “¡La FECSM vive!”, replicaban los marchistas. Aquello sonó como un reto para los que ese 14 de noviembre de 2007 los sometieron violentamente.
Los efectivos salían por doquier, mientras el contingente hacía su recorrido. Aunque desde las 9 de la mañana ya los esperaban escondidos en la azotea del recinto Legislativo.
A los primeros se observó salir de un costado de las instalaciones de los Bomberos, apenas cuando el contingente pasaba frente a las instalaciones de palacio de gobierno a eso del mediodía. La marcha, en la que según los propios normalistas participaron unas mil personas, salió del museo interactivo La Avispa, pasó al recinto Ejecutivo, cruzó el bulevar René Juárez Cisneros, el punto siguiente fue Casa Guerrero y después al Congreso local, concluyeron en un mitin en la plaza Primer Congreso de Anáhuac.
Durante el recorrido, los jóvenes no pararon las consignas contra el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, quien, aseguraron, a través de sus subalternos dispuso del operativo violento que desalojó a los estudiantes, tras una solicitud del entonces presidente de la Comisión de Gobierno, Carlos Reyes Torres.
Esa ocasión, los de Ayotzinapa junto con la FECSM, exigieron plazas para los egresados, pero sobre todo concentraron sus energías en demandar respeto para la licenciatura de educación Primaria, que todavía mantiene como una opción de especialidad en la normal rural.
Esta vez parecía que se repetiría la hazaña. Los antimotines permanecían escondidos en el techo del Congreso, pero no escaparon a la lente de los reporteros gráficos.
Hoy, los normalistas, que desconocían de su amenazante presencia, realizaron una marcha tranquila, que no pasó de las pintas en las fachadas de los edificios públicos.
El contingente hizo una parada frente al recinto Legislativo, y con el puño izquierdo en alto entonaron Venceremos, sin ningún intento de filtrase a las instalaciones, donde se acomodaban. En ese momento los efectivos se asomaron por primera vez, mientras que otro grupo que se encontraba en las inmediaciones de la PGR, muy cerca del Congreso, también estuvo alerta.
En un momento durante el recorrido, el secretario general del comité estudiantil de la normal, Jersaín Peñaloza Lucas, señaló que además de recordar la represión de hace tres años, había demandas pendientes, como el aumento de raciones de comida para el internado, ya que la SEG sólo envía recursos para la alimentación de 350 estudiantes, cuando la matrícula es de más de 500.
Aunque lo que más inquietud les genera por ahora, dijo, son las 23 ó 30 órdenes de aprehensión y averiguaciones previas contra egresados y estudiantes normalistas de Ayotzinapa, por las protestas de 2007.
Los normalistas optaron por trasladarse al zócalo capitalino, y los antimotines por abordar sus vehículos granaderos.
Fuente: La Jornada de Guerrero
Difusión: Soberanía Popular
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