Queridos amigos y amigas,
Red Bull se ha construido una reputación mundial como una bebida deportiva y divertida. Pero a partir de este viernes, esta marca -- junto con otros equipos de Fórmula 1 -- podría comenzar a ser más conocida por apoyar las torturas y asesinatos del gobierno de Bahrein. En las próximas 24 horas los dirigentes de la Fórmula 1 decidirán si desean seguir adelante con la carrera -- que ya fue suspendida una vez -- en Bahrein, escenario hoy de una de las más despiadadas represiones contra la democracia en Oriente Medio.
Si Red Bull retira su participación en Bahrein, otros equipos también se echarán para atrás, y la carrera de la Fórmula 1 podría cancelarse. Esto enviaría un mensaje inequívoco al reino de Bahrein: que el mundo no está dispuesto a ignorar la brutalidad de su régimen. Los boicots deportivos ya han funcionado en el pasado para presionar a otros regímenes represivos, como el apartheid de Sudáfrica. Ahora podemos hacerlo de nuevo.
Red Bull sólo actuará si nos unimos en número suficiente para dejar claro que su marca y su reputación están en entredicho. Alcemos una voz tan alta que no pueda ser silenciada, pidiendo a Red Bull que no participe en la carrera este año. Si reunimos 300.000 firmas para esta petición, Avaaz publicará anuncios de denuncia dirigidos a los ejecutivos de Red Bull. Sólo nos queda un día. Firma ahora y reenvía este mensaje:
El gobierno de Bahrein ha echado a patadas a los medios de comunicación. Incluso ha torturado a una periodistade un canal de televisión francés. Con este apagón informativo quieren que todo parezca que está en paz y en orden. Es una flagrante mentira. La semana pasada, por la mañana temprano, lanzaron gases lacrimógenos por la ventana de un activista de derechos humanos. Su hermano, mujer e hija estuvieron a punto de morir asfixiados. Ahora, este activista pide a Avaaz que “haga lo posible para frenar al Gobierno en sus ataques contra mi y mi familia”.
Bahrein ha saqueado y maltratado a una cuarta parte de los trabajadores en la carrera de la F1. Un trabajador magullado asegura que un policía “puso mi cabeza entre sus piernas, me arrojó al suelo y comenzó a pegarme”. Mucha gente permanece en un paradero desconocido, como un estudiante que fue herido en un ataque en la universidad de Bahrein. Médicos o periodistas, entre otros, son testigos de desgarradores testimonios de torturas y abusos por parte de la policía.
A comienzos de este año, antes de que la represión colocase a Bahrein fuera de las portadas de los periódicos, se pospuso la carrera. Pero ahora el responsable de Fórmula 1 quiere seguir adelante. Dice que la política no es asunto suyo, pero sabe que el evento de Bahrein, foco de atención de las cámaras de televisión de todo el mundo, significa estrechar al gobierno sus manos manchadas de sangre. Apoyemos a las enfermeras, estudiantes y otros ciudadanos de Bahrein que han caído y sufrido maltratos, pidiendo a Red Bull que no participe en la carrera de F1 bajo dichas condiciones de represión. Si Red Bull accede, otros equipos le seguirán. Firma la petición ahora y envíasela a todo el mundo:
Los deportes que vemos y en los que participamos pueden ser estimulantes, pero también pueden usarse como simples peones en juegos políticos. Juntos podemos demostrar que la gente de todo el mundo que actúa en favor de los derechos humanos vence al dinero y a la brutalidad en cualquier parte.
Con esperanza y determinación,
Alex, Sam, Ricken, Mia, Pascal y todo el equipo de Avaaz
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