viernes, 6 de julio de 2012

Científicos detectan activación de la conciencia colectiva durante la elección mexicana



El Global Conciousness Project, que mide la manifestación de la conciencia colectiva en eventos globales, efectuó un experimento durante la elección presidencial mexicana del pasado 1 de julio, determinando una focalización positiva de dicha conciencia colectiva en sus instrumentos de medición

El pasado 1 de julio se celebró la elección presidencial en México bajo condiciones de gran expectación. Creyendo observar una especie de capa psíquica intensamente pululando ante la incertidumbre de los resultados electorales y el deseo ferviente de cambiar el desigual orden establecido por el sistema dominante, sugerimos al Dr. Roger Nelson de la Universidad de Princeton, director del Global Consciousness Project, medir la jornada electoral y las horas subsecuentes para determinar la posible manifestación tangible de una “conciencia colectiva”.

El Global Consciousness Project (GCP) es un esfuerzo que reúne a numerosos científicos, ingenieros, programadores y artistas con el fin de probar la hipótesis de que la conciencia global puede medirse y es capaz de hacerse tangible en el mundo material. Para determinar esto, el GCP, inspirado por el trabajo de Pierre Teilhard de Chardin y su idea de la noósfera, ha diseñado un elegante experimento en el que se  reúne información numérica generada por una serie de instrumentos, conocidos como EGGs (electrogaigramas), que han sido distribuidos por diferentes partes del mundo. Estos instrumentos generan números aleatoriamente, de manera equivalente a tirar una moneda cada segundo y registrar todos los resultados. La tesis del GCP es que si durante eventos multitudinarios los números que generan los EGGs varían más allá de la mera probabilidad estadística, esto podría significar un efecto de concentración de la conciencia colectiva que afecta los resultados –un concepto similar al colapso de la función de onda provocado por la conciencia del observador.

Los resultados de la medición del GCP en el caso de la elección mexicana, en un parámetro de 24 horas, muestran un efecto “altamente positivo” que “confirma la hipótesis”, según nos dijo el Dr. Roger Nelson. Esto es, que la conciencia colectiva se manifestó materialmente en el transcurso de este período afectando los resultados generados por los EGGs de tal manera que  la probabilidad de que fueran producidos por el azar es de menos de 1 en un millón (al final del artículo presentamos un análisis gráfico de los resultados). Esto implica que la focalización de las conciencias individuales, la suma de todos los pensamientos, se traduce en una fuerza que tiene un efecto sobre un instrumento material, transformando el patrón aleatorio de los generadores de números. Poéticamente creando una imagen coherente en la mente del planeta, leída en un “electrogaiagrama”.




Este evento se suma a cientos de mediciones positivas anteriores –incluyendo la muerte de la Princesa Diana y los atentados del 11 de septiembre del 2001–, la suma de los cuales sugiere que la conciencia colectiva es capaz de reaccionar conjuntamente  para crear “un  pulso sostenido de orden en el flujo aleatorio de los números de nuestros instrumentos”, en palabras de Nelson. Eventos de gran escala que permiten compartir emociones y pensamientos afines han demostrado afectar reiteradamente los instrumentos del GCP, los cuales operan prácticamente como termómetros de un “calentamiento psíquico” que no es del todo entendido. “Lo que imaginamos juntos se manifestará de una forma sutil. Esto significa que tenemos una enorme, subexplotada (o al menos incontrolada) capacidad de cambiar el futuro”, afirma el director del Global Consciousness Project.

Todo esto lo quisimos traer a colación de lo sucedido en México el pasado 1 de julio. Vimos en los días previos, y actualmente todavía, una manifestación elevada de conciencia civil, particularmente a través de las redes sociales y de movimientos de protesta como #YoSoy132. Misma que en algunos casos se sintió defraudada por lo sucedido en cuanto los resultados oficiales de la elección presidencial. Algunas personas tristemente declaraban que el movimiento no había servido de nada ya que no había impedido el regreso del PRI al poder y la imposición de un candidato por parte de una televisora, cuya programación es difícil de argumentar que no va en detrimento de esta conciencia colectiva. Acaso a manera de inspiración –no de consolación– y de continuación de un esfuerzo vital, evocamos este experimento que muestra literalmente que la conciencia es capaz de cambiar la realidad de las cosas… una concentración focalizada en unas horas puede afectar la materia.

De algún modo la gran moraleja, que incluso cobija a aquellos detractores que postulan los procesos electorales como una magna simulación (y si, cada vez se asemejan más a shows mediáticos que a desfiles cívicos), es que más allá de las particularidades del proceso, quizá empezando por los propios resultados, lo cierto es que este tipo de dinámicas que atraen o unifican la atención colectiva, generan resonancias palpables, medibles, y por lo tanto consecuentes –lo cual nos remite al fenómeno de las neuronas espejo. En síntesis, más allá de ideologías, preferencias, o de la dirección hacia donde se canalizaron las frecuencias emocionales que depositamos en la reciente jornada electoral, concretamente los mexicanos generaron un pulso que, de manejarse en forma consciente, podría detonar un radical rediseño del escenario en su país.    

Recordemos esto entonces, considerando que si mantenemos esta conciencia no sólo durante algunos días, sino consistente y congruentemente durante un período de tiempo mayor, es muy probable que podamos cambiar significativamente el orden de las cosas. No sólo ganar “volados” con el poder de nuestra mente: mover las montañas fosilizadas por dinosuarios que pesan, como un pasado inescapable, sobre la realidad nacional. Como lo sugiere una reflexión publicada aquí en las postrimerías de la jornada electoral, la elección es todos los días, y si se quiere operar un cambio sustancial, es necesario cultivar esta focalización de la conciencia en la cotidianidad. Todos los momentos se suman y contribuyen para conformar ese estado de conciencia, individual y colectivo, que acaba manifestando la realidad que vivimos. Tal vez esta sea la mejor forma de asegurarnos de que los resultados de una elección no van a ser alterados para favorecer a cierto candidato: alterando minuciosamente, con el constante concurso de la conciencia colectiva, la realidad misma sobre la cual se vota. 

 

ANÁLISIS DEL EXPERIMENTO REALIZADO POR EL GCP EN EL DÍA DE LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL MEXICANA


La anterior gráfica muestra la suma acumulativa de desviaciones del valor esperado producido por la generación aleatoria de numeros (cumsum)=Z^2-1, como función del tiempo.  La Z corresponde a cuántas desviaciones estándares son observadas en una colección de datos. Esta es elevada al cuadrado y se le resta uno, para alcanzar el “Chisquare”, que es la distribución probabilística de un cierto numero de grados de libertad que tienen los dispositivos (EGGs) para generar números al azar. La desviación estándar es el cálculo de cuánto se alejan los resultados de una muestra de datos respecto al valor esperado.

La curva azul que se aprecia en la gráfica muesta una probabilidad homogénea del 5% de que los eventos no sean un mero error estadístico. En otras palabras, la curva azul es el modelo de resultados que definitivamente no son anomalías estadisticas, en una probabilidad del 5%. Los resultados de los EGGs difieren de lo esperado (generación al azar de numeros) a través del tiempo, mostrando que podrían estar siendo influenciados por la conciencia colectiva.
La gráfica compara los resultados actuales de desviación respecto a resultados aleatorios (curva roja) con resultados que definitivamente no son aleatorios (con probabilidad del 5%). Entonces en cuanto más se acerque la curva roja a la azul,  se muestra cuanto más ciertos factores (posiblemente la conciencia colectiva) están afectando la generación de números aleatorios para dar un resultado influenciado que se aleja de la mera aleatorieidad y anomalía estadística, revelando un claro patrón causal entre los resultados y los factores considerados en el experimento.

En conclusión, si descartamos la posible influencia de una radiación de fondo o de algún otro efecto electromagnético, podemos decir que la gráfica muestra como la votación en Mexico generó significativamente un aumento en la intensidad de un caudal de pensamiento colectivo.

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