En concreto | Laura Itzel Castillo
En Davos, Suiza, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, declaró que el gobierno mexicano tiene la intención de realizar una profunda reforma energética en este mismo año. Esto, según señaló, de acuerdo al Pacto por México, firmado por distintas fuerzas políticas.
En el panel Economías emergentes en una encrucijada, aseguró que para lograr la reforma se requiere, en México, cambiar el marco legal, “ser más prácticos, más modernos... no tan ideológicos” se atrevió a decir y remató con una gran oferta: “Tenemos tremendos activos energéticos para beneficiar al pueblo mexicano”.
¿Entendemos por activos petroleros, aquellos yacimientos que están en la actualidad produciendo y que son considerados rentables? Cantarell y Abkatún han declinado de manera estrepitosa, y Ku Maloob Zaap se encuentra en franca declinación.
¿Será que está pensando en el paleocanal de Chicontepec, proyecto denominado Aceite Terciario del Golfo, por sus siglas ATG? Este yacimiento, anunciado con grandes expectativas hace pocos años, se planteó como meta la extracción de un millón de barriles de petróleo diarios, situación que posteriormente modificó, dada la imposibilidad de cumplir con la cifra.
Le bajaron un cero, para quedar en cien mil, meta que tampoco se ha alcanzado, pues con grandes esfuerzos apenas ha llegado a rebasar los 50 mil barriles diarios.
Lo que definitivamente no bajó, por desgaracia, fue la inversión, que a todas luces es desproporcionada en función de las pérdidas.
De acuerdo con especialistas, la geología del paleocanal no permite su extracción exitosa debido a las formaciones rocosas de lutitas, que caracterizan toda la región.
Sin embargo se han invertido alrededor de 80 mil millones de pesos, ¿pues no que no hay dinero? Cantarell genera mayor producción, con mucho menor inversión: al rededor de 500 mil barriles diarios.
Chicontepec es considerado el segundo yacimiento en importancia para el país, según la Secretaría de Energía. No obstante, el costo de producción es muy alto. Su extracción en el año 2012 representó 204 dólares frente al precio de venta fijado en alredor de 100 dólares el barril.
Estas pérdidas son resultado de una política equivocada, que intencionalmente ha dado como resultado la situación en la que se encuentra la paraestatal actualmente.
En el área de refinación la pérdida en el 2011 fue de 140 mil millones de pesos, en Exploración y Producción la ganancia fue de 60 mil millones de pesos, y en Petroquímica también hubo una pérdida de 13 mil millones de pesos.
A pesar de dodo esto, Pemex aporta 40% del Presupuesto de Egresos de la Federación.
Es decir que la carga fiscal que tiene la paraestatal significa que podamos contar con recursos para poder construir carreteras, escuelas, hospitales, recursos que pareciera que ahora se proyecta entregar a los inversionistas privados mediante la nueva reforma energética, en lugar de aportarlos para el beneficio de la nación.
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