Según organizadores, más de 100 mil acudieron al llamado; fueron 40 mil, según Gobernación
La Ceteg anuncia que hoy presentará nuevamente la iniciativa para reformar la Ley de Educación
MARGENA DE LA O ( )
Chilpancingo, 10 de abril. Hoy, que se cumplieron 94 años de la muerte de Emiliano Zapata, se constituyó en el estado el Movimiento Popular Guerrerense, al marchar miles de personas al llamado del magisterio de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (Ceteg), que rechaza la reforma que, asegura, pretende privatizar la educación.
Contadas veces antes las calles de Chilpancingo y la autopista del Sol fueron testigos de tal torrente de gente con la fuerza del caudal de un río embravecido. La convocatoria del magisterio tuvo eco, al punto de crear un contingente de más de 5 kilómetros de largo. La Ceteg aseguró que eran más de 100 mil personas en la marcha, y agentes Gobernación manejaban 40 mil.
Sólo en 1984 existen registros de una marcha similar en número en Chilpancingo: 50 mil guerrerenses marcharon ante la pretensión del entonces secretario de Educación Pública, Jesús Reyes Heroles, de desaparecer la UAG.
En la marcha de hoy estuvieron las organizaciones sociales de más vida en el estado y el país: la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (Crac), Fuersa (que aglutina a más de 12 sindicatos estatales), la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), preparatorias populares de la UAG, la Unión Campesina Emiliano Zapata (Ucez), el movimiento #YoSoy132, mineros de Taxco, Comunidad Indígena Emperador, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). También estuvieron padres de familia y amas de casa.
La salida fue del campamento alrededor de las 10:30 horas; el contingente tomó primero la lateral de la autopista del Sol, bajó hacia Palacio de Gobierno –en cuyo interior, por cierto, había unos mil policías estatales y acreditables con equipo antimotín– y siguió sobre el encauzamiento hacia el Congreso del estado. Aun con ese tramo recorrido, los contingentes no terminaban de salir del campamento.
A la cabeza de la marcha iba un performancero que, según dijo, era una representación de la muerte de la educación pública gratuita. Vestía una playera blanca en cuyo frente se leía: “Defenderé la educación pública hasta la muerte... Maldito Enrique Peña Nieto”. A la espalda decía: “No estamos dejando de enseñar, estamos enseñando a luchar”. Esta persona llevaba una hacha en las manos, que hincó en las rejas de Palacio y del Congreso.
Al pasar el Congreso del estado, el contingente tomó la lateral del bulevar al salir del puente que conecta a esas instalaciones con Ciudad Universitaria. En esa dirección, a unos 40 metros ahora atrás del Congreso local, el contingente tomó una de las vías de la autopista del Sol, en sentido sur-norte.
La descubierta de la marcha ya rozaba la colonia Obrera, sobre la autopista, y la punta apenas estaba por llegar a Palacio de Gobierno.
En diferentes puntos del contingente se oía consignas como “¡Policía federal reprimiendo, comunitaria defendiendo!”, o “¡Señora Rivero, pariste a un culero!”, o “¡Si hay que evaluar, con Peña hay que empezar!”.
En el trayecto, los asomos de un movimiento popular se vieron y palparon cuando gente ajena a la marcha manifestaba su apoyo. Por ejemplo, en lateral de la autopista, en inmediaciones del puente de Ayutla –donde esta madrugada fueron asesinados cuatro jóvenes a pesar de la presencia policiaca de los días recientes en la ciudad–, estaban dos niñas, acompañadas al parecer por sus padres, con pancarta cada una, en las que se leía: “Yo apoyo a mis maestros porque ya sé leer y escribir, y voy en primero de primaria”, y “Sí a la evaluación de diputados, a gobernadores, y al presidente Enrique Peña Nieto”.
Metros más adelante, en el puente del 300, madres de familia repartían naranjas y bolsas de agua. “¡Los padres, honestos, apoyan a los maestros!”, dijeron al paso de los docentes. En la lateral del bulevar también fue frecuente que la gente saliera a aplaudir al contingente; lo mismo sucedió en una calle del centro de la ciudad. Incluso en Palacio de Gobierno se vio a algunos empleados que levantaban el pulgar al paso de la marcha, igual que en el edifico céntrico Vicente Guerrero, que aglutina oficinas estatales.
Los marchistas llegaban a la altura de las terminales de autobuses y tomaron nuevamente la lateral del bulevar y abandonaron la autopista, cuando un helicóptero de la Marina y otro de la Policía Federal sobrevolaron los más de cinco kilómetros de la marcha, una actividad recurrente desde que comenzó la movilización magisterial.
A partir de las 13 horas, el movimiento tomó las calles del centro de la ciudad, hasta llegar, unas horas después, a la plaza Primer Congreso de Anáhuac, que fue insuficiente para los miles de personas movilizadas, quienes se dispersaron por el centro.
La plaza abarrotada fue el escenario de un mitin, donde las organizaciones, por separado fijaron postura y refrendaron su respaldo a la Ceteg.
Entre las más representativas estuvo la Crac. A nombre de ella, uno de los coordinadores de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, Eliseo Villar Flores, advirtió que si a más tardar mañana los gobiernos estatal y federal no llaman a una mesa de diálogo, esa organización tomará la riendas del movimiento.
El secretario general de la Ceteg, Gonzalo Juárez Ocampo, adelantó que mañana a esa misma hora los cetegistas presentarán nuevamente la iniciativa de decreto para reformar la Ley Estatal de Educación al Congreso del estado, y que de eso dependerá en gran parte la ruta del movimiento.
“Estamos de la mano con ustedes, porque es una lucha justa y digna”, dijo quien fue presentado como Gerardo del SME.
A nombre de la APPG, el veterano luchador social Pablo Sandoval Cruz, después de asegurar que la reforma educativa no tiene ni pies ni cabeza, dijo sentirse orgulloso de lo que hoy vio, y puso al servicio de los maestros su experiencia en la lucha social.
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