MÉXICO, D.F. (apro).- El Ejército Popular Revolucionario (EPR) aseguró hoy que el presidente Enrique Peña Nieto ha mostrado en los primeros cinco meses de su gobierno su verdadero rostro: “antipopular”, “represivo” y demagógico”.
En un comunicado, la agrupación sostiene que la primera muestra de ello fue la represión “premeditada” del 1 de diciembre del año pasado, acordada entre las “cúpulas represivas” saliente y entrante, representadas por Genaro García Luna y Manuel Mondragón y Kalb. Se refiere a la detención de jóvenes estudiantes en el Centro Histórico.
Los gobiernos priistas y panistas, sostiene, siempre han estado alejados del pueblo y han beneficiado a los grandes capitales monopolistas y transnacionales y es la misma esencia del Pacto por México y las reformas estructurales que impulsa.
“La imposición del Pacto por México se ha revelado como rasgo característico de un gobierno dictatorial, que a modo de acuerdo mafioso anula de facto la Constitución, se pasa por encima y anula las funciones del Poder Legislativo, por consiguiente una élite de politicastros deciden e imponen las medidas económicas y políticas exigidas por la oligarquía. Continúa siendo relegado el pueblo en la toma de decisiones en la vida del país”, acusa el EPR.
Las reformas estructurales, añade, son y serán avaladas “como un mero trámite” en el legislativo como una “medida cosmética-mediática para justificar y legitimar ante la opinión pública la legalización de las reformas neoliberales que tienen el propósito de consolidar el régimen neoliberal”.
Ello, sostiene, significa un retroceso en el progreso social y constituye una afrenta directa porque anula derechos y conquistas populares logradas a base de lucha y deja a millones de trabajadores en la completa indefensión jurídica-laboral.
Se trata, dice, de una violencia institucionalizada contra el pueblo exigida por empresarios, políticos, e incluso “conversos de la ‘izquierda’ electoral”, y exguerrilleros arrepentidos que hoy trabajan gratis para el Estado como “cancerberos del capital” e instrumento de la represión que ellos mismos condenaron en el pasado.
“La represión siempre ha sido una política del Estado mexicano que no ha estado sujeta a determinadas décadas o generaciones, ésta se ha dado en el marco de la polarización social y la generalización de la miseria, por lo tanto la violencia del Estado ha sido sistemática y recurrente”, argumenta el EPR.
La Cruzada contra el Hambre, señala, es un programa “asistencialista” cuyo objetivo político es “matizar y poner una fachada falsamente humana a este régimen, porque la hambruna y la miseria se resuelve con trabajo digno y bien remunerado producto de una distribución equitativa de la riqueza social”.
Más que una cruzada contra el hambre, subraya, es una “confabulación entre oligarcas, políticos de oficio, gobernantes y oportunistas de derecha e izquierda” para seguir enriqueciéndose y mantener el estatus económico y político que han usufructuado a nombre del pueblo.
Hace referencia en específico a los que fueron activos críticos en el pasado y hoy han sido absorbidos “por las grietas del enemigo” y sirven “fervientemente” al Estado burgués bajo el argumento de que las condiciones políticas y el Estado han cambiado.
“¡Mentira! La explotación, la opresión, la represión, la miseria, la pobreza, el carácter autoritario y represivo del Estado no han cambiado” y reprimen a quien no comulga con su “credo neoliberal”.
La organización defiende en su comunicado las movilizaciones populares del magisterio democrático, estudiantes normalistas y universitarios.
Sus demandas, afirma, son legítimas y necesarias e irán en aumento porque se niega el derecho al trabajo, la educación, la vivienda, salud, recreación, alimentación, libertad de tránsito, el derecho a la petición, a la consulta del pueblo, a la manifestación. “En sí se niega el derecho a la vida digna”, subraya.
“Las manifestaciones de protesta y repudio a las medidas neoliberales son una crítica desde y por las masas populares; son acciones de masas legítimas por defender y preservar los derechos del pueblo.
“Es la expresión de un proyecto alternativo al que está imponiendo arbitrariamente el Estado a exigencia de los empresarios como Claudio X González, Carlos Slim, Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas, entre otros clanes oligárquicos directamente beneficiados por las reformas impuestas desde el Pacto por México”, acusa el EPR.
Y ante la criminalización de la protesta, el linchamiento mediático contra la movilización, “el terrorismo de Estado”, la imparcialidad y la justicia por consigna, defiende el hecho de cubrirse el rostro.
“Cubrirse el rostro en la manifestación pública es una medida de protección e integridad individual y colectiva necesaria, válida y legítima como recurso de autodefensa popular ante las medidas fascistas (…) es un símbolo de disposición de lucha y resistencia popular”, afirma el EPR.
“Se espantan de los ‘encapuchados’ del pueblo que exigen justicia, pero nada se dice de los militares y policías embozados que cometen crímenes de lesa humanidad.
“El pueblo debe y tiene todo el derecho de autoprotegerse porque quien lo detiene, lo persigue, lo tortura, lo asesina y lo desaparece ninguno está en cárcel, ninguno de ellos ha sido castigado por la justicia burguesa”, puntualiza.
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