Villahermosa, Tabasco, 18 de marzo de 2014
Palabras de Andrés Manuel López Obrador, presidente del Consejo Nacional del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) durante la ceremonia de conmemoración del 76 Aniversario de la Expropiación Petrolera, celebrada en Villahermosa, Tabasco.
Hoy 18 de marzo, cuando conmemoramos el 76 aniversario de la expropiación petrolera llevada a cabo por el presidente patriota Lázaro Cárdenas del Río, los aquí reunidos y muchos mexicanos más, refrendamos nuestro compromiso de luchar sin tregua ni descanso hasta revertir las reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución promovidas por Enrique Peña Nieto para entregar el sector energético nacional a particulares, sobre todo a corporaciones extranjeras.
Hacemos este juramento público convencidos de que la llamada reforma energética fue aprobada para legalizar un robo en perjuicio del pueblo y de la nación.
No es verdad que falte dinero o tecnología y que por eso deba privatizarse el petróleo y el sector energético en su conjunto. Pemex es una de las empresas más rentables del mundo y, en caso de requerirse tecnología, ésta se puede obtener sin compartir utilidades con nadie.
La verdad es que el principal problema de Pemex, de la Comisión Federal de Electricidad y de todo el gobierno, es la corrupción imperante; pero en vez de erradicarla, los malos gobernantes están decididos a profundizarla y extenderla.
En esencia, la llamada reforma energética significa:
- Contratos leoninos para transferir utilidades de la nación a traficantes de influencias y a empresas del país y del extranjero.
- Menos ingresos para la hacienda pública por el petróleo y la electricidad, y mayores subsidios a las empresas privadas del sector energético.
- Aumentos de impuestos y alzas constantes en los precios de las gasolinas, el diésel, el gas y la electricidad, para compensar el desfalco de las finanzas públicas.
- Mayor participación de los políticos corruptos en el fabuloso negocio de los hidrocarburos. Es probable que Peña y su grupo, aspiren a ser, según los términos de moda, los únicos actores preponderantes en el país. En otras palabras, buscan convertirse en accionistas y socios de las grandes empresas extranjeras trasnacionales o, cuando menos, ser los primeros en recibir sobornos o “mochadas” a cambio del otorgamiento de contratos.
Ante este desmedido afán de lucro, no hay más que utilizar toda nuestra imaginación y voluntad para defender los recursos naturales y las riquezas del pueblo y de la nación.
¿Qué haremos?:
- Primero, en el marco de la desobediencia civil, no aceptar como legales y legítimas las recientes reformas a la Constitución para privatizar el petróleo, el gas, la refinación, la petroquímica y la industria eléctrica.
- Dar seguimiento a la denuncia penal que interpusimos contra Enrique Peña Nieto por el delito de traición a la patria y llevar el caso a tribunales internacionales.
- Seguir advirtiendo a los dueños y accionistas de Exxon, Chevron, Shell, Halliburton, Schlumberger y otras corporaciones energéticas extranjeras, que no habrá seguridad jurídica ni certidumbre al asociarse con el gobierno de Peña Nieto para realizar negocios sucios en perjuicio del pueblo y de la nación.
- No aceptar, como pretenden Peña y su grupo, el incremento irracional de la perforación de miles de pozos para extraer 5 millones de barriles diarios de petróleo, el doble de lo que actualmente se obtiene, con lo que se agotarían, por completo, los yacimientos petroleros y se dañaría gravemente la ecología de las tierras y litorales del país, en particular, los de Tabasco y Campeche.
- Acudir a la Suprema Corte para demandar que se apruebe la celebración de una consulta pública y revertir, con la participación de los ciudadanos, las contrarreformas a la Constitución y a las leyes en materia energética.
Amigas y amigos:
No permitamos que se roben la herencia de las nuevas generaciones, lo que pertenece a nuestros hijos y a nuestros nietos. En esta fecha histórica, además de defender el petróleo y los otros recursos naturales de nuestro territorio, hagamos el compromiso de seguir luchando hasta cambiar el actual régimen de corrupción y privilegios. El objetivo superior es instaurar una verdadera democracia, un gobierno del pueblo y para el pueblo, que maneje y administre con honestidad la riqueza colectiva y la distribuya con equidad y justicia.
Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), Villahermosa, Tabasco 18 de marzo de 2014.
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