21 de julio de 2015 a las 16:40
Al pueblo de México y a los
pueblos del mundo.
Al Alto Comisionado para Derechos
Humanos de la Organización de las Naciones Unidas
A la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos.
1.-El pasado día 19 de julio del
presente año, alrededor de las diez de la mañana, el comandante general de la
Comunidad Indígena de Santa María Ostula y Coordinador de los Autodefensas y
Comunitarios de los municipios de Aquila, Coalcomán, Chinicuila y Coahuayana,
Cemeí Verdía Zepeda, fue detenido por integrantes el Ejército Mexicano y de la
Fuerza Ciudadana del poblado de la Placita, municipio de Aquila, Michoacán, y
trasladado en helicóptero a la ciudad de Morelia. Es necesario señalar que lo
anterior se hizo con traición, pues, antes había sido citado por el gobierno.
Horas después nos enteramos que es acusado de portación de armas de uso
exclusivo del ejército y por la quema de papelería electoral.Dichos cargos son
absolutamente falsos y la acusación de portación de armas no permitidas resulta
ridícula, un mero pretexto para privar de la libertad a nuestro compañero, afectar
la organización de la comunidad y favorecer los intereses criminales de
los“caballeros templarios”.
2.-Unos minutos después la
comunidad de Ostula estableció retenes a lo largo de la carretera federal
número 200, a la altura de Xayakalan, el crucero de Ostula, el Duín y la
Ixtapilla, quedando dentro del terreno de la comunidad tres pelotones de
soldados federales pertenecientes al Batallón Número 86, destacamentado en
Morelia, mismos que falsamente se hacían pasar como el Batallón Número 65 y que
estaban amedrentando a la población al mismo tiempo que el compañero Cemeí
Verdía era detenido. De manera paralela un grupo perteneciente a la policía
federal se dedicó a detener a comunitarios de la comunidad de Aquila,
secuestrándoles sus armas y radios. Así ocurrió también con el tesorero de la
comunidad de Ostula a quien le quitaron su radio. Horas después el presidente
del Consejo de Vigilancia también fue despojado de su radio, su sello y sus
identificaciones por parte de la policía federal.
3.-Alrededor de las cinco de la
tarde un numeroso grupo de policías estatales, marinos y policías federales
acompañados de dos helicópteros artillados, con lujo de violencia y destruyendo
lo que hallaban a su paso, incluidos varios vehículos de la comunidad, pasaron
por sobre los retenes de la comunidad, tirando balazos, golpeando con macanas a
quienes estaban a su alcance, arrojando gases lacrimógenos y deteniendo
temporalmente los comuneros que podía; a su paso se incorporaron con ellos los
soldados del Ejército Mexicano que se encontraban dentro del terreno de la
comunidad de Ostula, pertenecientes al Batallón Número 86. A través de los
altavoces de sus tanquetas se escuchaba: ¡ARRIBA LOS CABALLEROS TEMPLARIOS!
Precisamente estos soldados, al pasar por la encargatura de Ixtapilla, de un
modo sorprendente empezaron a disparar en contra de las casa y la población
civil que se encontraba en el lugar RESULTANDO ASESINADO POR UN IMPACTO DE BALA
EN LA CARA EL NIÑO EDILBERTO REYES GARCÍA DE DOCE AÑOS y resultando también heridos
la niña Nataly Pineda Reyes, de 6 años, Edith Balbino Verda, Delgino Antonio
Alejo Ramos de 17 años, Horacio Valladares Manuel de 32 años, José Nicodemos
Macías Zambrano, de 21 años, y Melesio Cristino Dirzio, de 60 años.
4.-En dicho sentido denunciamos
la complicidad de los gobiernos federal y estatal, así como de los altos mandos
castrenses, con la delincuencia organizada, para atacar y agredir a la
población de las comunidades de la región. Es sorprendente que mientras las
comunidades tienen decenas de vecinos y comuneros asesinados y desaparecidos
por el crimen organizado, los jefes del cartel de los caballeros templarios en
la región, Federico González Medina, alias Lico, y Mario Álvarez López, alias
El Chacal, estén libres y protegidos por el gobierno.
En atención a lo expuesto,
pedimos a la sociedad civil nacional e internacional, así como a los organismos
internacionales, a estar atentos a lo que pase en la región y a no permitir un
nuevo asesinato, un nuevo secuestro, un nuevo despojo en contra de las
comunidades de la región.
A los gobiernos federal y del
estado exigimos:
La LIBERTAD INMEDIATA E
INCONDICIONAL DEL COMANDANTE CEMEÍ VERDÍA ZEPEDA Y EL RETIRO DE LOS FALSOS
CARGOS QUE EXISTEN EN SU CONTRA.
EL CASTIGO DE LOS MANDOS Y DE LOS
INTEGRANTES DE LAS CORPORACIONES MILITARES Y POLICÌACAS QUE ASESINARON AL NIÑO
EDILBERTO REYES GARCÍA, HIRIERON Y
GOLPEARON A DIVERSOS COMUNEROS Y DESTRUYERON LOS BIENES DE LA COMUNIDAD DE
OSTULA
LA EPARACIÓN DE LOS DAÑOS
CAUSADOS A LOS BIENES DE LA COMUNIDAD DE OSTULA
Y LA DEVOLUCIÓN DE LOS SIGUIENTES ARTÍCULOS: CUATRO RADIOS DE COMUNICACIÓN, EL
SELLO E IDENTIFICACIONES DEL CONSEJO DE VIGILANCIA, UNA PISTOLA CON REGISTRO Y
CUATRO JUEGOS DE LLAVES.
Presentación con vida de los
comuneros desaparecidos y el castigo a los autores intelectuales y materiales
del asesinato de comuneros pertenecientes a
la comunidad de Ostula a lo largo de los últimos cuatro años.
El respeto y otorgamiento de
garantías para el funcionamiento de la policía comunitaria de los municipios de
Aquila, Coahuayana, Chinicuila y Coalcomán.
XAYAKALAN, MICHOACÁN, A 20 DE
JULIO DE 2015.
LA ASAMBLEA, AUTORIDADES Y
COMANDANTES DE LA COMUNIDAD INDÍGENA DESANTA MARÍA OSTULA
HÉCTOR ZEPEDA NAVARRETE
COMANDANTE DE LA POLICÍA
COMUNITARIA DE COAHUAYANA
JUAN DÍAZ ALCALÁ
COMANDANTE DE LA POLICÍA
COMUNITARIA DE AQUILA
ESTEBÁN AVIÑA MARMOLEJO
COMANDANTE DE LA POLICÍA
COMUNITARIA DE CHINICUILA
GERMÁN RAMÍREZ SÁNCHEZ
COMANDANTE DE LA POLICÍA
COMUNITARIA DE OSTULA
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