Con show, gobierno de NL pide perdón a niña baleada

LUCIANO CAMPOS GARZA

MONTERREY, N.L., 27 de noviembre (apro).- La salida de la niña Karla Maldonado Cisneros del Hospital Universitario --quien fue herida de bala por policías estatales el pasado 7 de noviembre debido a una "confusión"--, fue convertida en un espectáculo mediático por las autoridades de Nuevo León.
Regalos, dinero en efectivo, canciones, porras, aplausos y hasta un show cómico a cargo de un payaso recibió la niña de 13 años de edad que salió hoy del hospital alrededor de las 13:00 horas, acompañada por sus padres Enrique Alberto Maldonado Aguilar y Yaneth Guadalupe Cisneros Arroyo, después de 20 días internada.
El gobierno de Nuevo León, a través del DIF estatal le regaló a la menor un automóvil y dos becas; los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del estado --cuatro de cuyos integrantes balearon a la familia de la niña--, le entregaron una caja de manera que contenía dinero en efectivo. Los demás policías le regalaron muñecos de peluche, globos, flores y cajas con cartas que le escribieron los mismos agentes y familiares de éstos.
Vestida como San Judas Tadeo, en silla de ruedas y con tapabocas, la niña recibió de Gabriela Calles, directora del DIF estatal, las llaves de un automóvil y las constancias de dos becas una para cuando ingrese a la preparatoria y la otra, para la carrera que elija en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Sus tres hermanos menores recibieron también becas de estudios.
La menor fue internada en el Hospital Universitario debido a una herida de bala en el pulmón derecho que sufrió cuando cuatro policías balearon, por "confusión" el automóvil compacto en el que viajaba con sus padres y sus tres hermanos, también menores de edad que resultaron con heridas leves.
La "confusión" de los policías escandalizó a la sociedad regiomontana que se mantuvo pendiente de la evolución de la menor; este día fue dada de alta y el DIF aprovechó para recibirla con un festejo.
Gabriela Calles, directora del DIF estatal, le entregó a la niña las llaves del automóvil y la constancia de dos becas, una para cuando ingrese a la preparatoria y la otra, para la carrera que elija en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Sus tres hermanos menores recibieron también becas de estudios.
La niña fue recibida en la puerta del hospital por familiares y por unos 10 uniformados que le brindaron un aplauso. Un policía (Ángel Guadalupe Castillón) vestido como el payaso "Astillín" le cantó una canción y le dio globos. Sorpresivamente, se despojó de su atuendo --bajo el disfraz portaba el uniforme de Seguridad Pública", se hincó y mientras se limpiaba el maquillaje con un pañuelo, le ofreció una disculpa a la niña en nombre de toda la corporación.
"Todos los policías son tus amigos y trabajan para proteger a la ciudadanía. Lo que pasó fue un error, un duro error. Pero te prometo que siempre vamos a estar contigo, es un compromiso público. No todos los policías son malos, también hay policías buenos", dijo el policía llorando.
Detrás de las personas reunidas, el secretario de Seguridad Pública, Aldo Fasci, observaba la escena. Parecía conmovido.
Castillón le entregó también a Karla una caja con dinero en efectivo que aportaron los uniformados. Los demás policías le regalaron muñecos de peluche, globos, flores y cajas con cartas que le escribieron los mismos agentes y familiares de éstos.
La señora Yaneth Guadalupe, madre de la mejor, dijo que su hija no guarda rencor ni resentimiento hacia los policías que la agredieron.
Luego de los parabienes y del show que ofreció el payaso "Astillín", Karla ingresó al hospital para recibir un medicamento. Por la tarde se trasladó con sus padres y hermanos a su domicilio en la colonia Pedregal de Santa Mónica, en el municipio de Juárez, donde continuará con su recuperación.
Los cuatro policías que participaron en la balacera están arraigados, en espera de que se resuelva su situación jurídica por haber disparado contra civiles.