■ Investigadores y docentes preparan demanda para detener las obras en las pirámides
Teotihuacán puede perder su calidad de Patrimonio de la Humanidad, advierten
■ “No se cumplen compromisos de restaurar daños causados a las estructuras prehispánicas”
Ana Mónica Rodríguez
Los investigadores y docentes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recurrirán a las instancias legales pertinentes ante la nula respuesta de los promotores del proyecto de visitas nocturnas Resplandor teotihuacano y del propio instituto para suspender los trabajos de instalación de eléctrica y pruebas de luz en la zona arqueológica de Teotihuacán.
Así lo explicó Cuauhtémoc Velasco Ávila, secretario general de la delegación sindical D-II-IA-1, quien aseguró que los compromisos acordados el pasado 23 de diciembre con Alfonso de Maria y Campos, director del INAH, no han sido cumplidos.
“Durante la reunión que sostuvimos el pasado 23 de diciembre nos hicieron albergar la esperanza de que se atenuarían las prisas con que se montaba la estructura del espectáculo nocturno para dar cabida a una reflexión acerca de su sentido, sus posibilidades e impactos sociales.
“Por desgracia –dice– no se dan las condiciones para que eso ocurra, lo cual nos obliga a recurrir a instancias legales para detener la obra.”
Los trabajadores se reunieron con abogados para presentar la próxima semana una denuncia de hechos ante el Ministerio Público y promover un amparo.
“Es un acto de grave irresponsabilidad que las autoridades del INAH permitan a los promotores del espectáculo de luz y sonido en Teotihuacán continuar con la instalación eléctrica y las pruebas de luz.
“Además, hasta la fecha no se cuenta con un guión académico terminado y por consiguiente no se sabe con precisión qué es lo que se va a decir a los espectadores, ni se tiene una propuesta del sentido y el modo de esa divulgación.
“No se han asumido los compromisos de restaurar los daños sobre las estructuras prehispánicas y retirar las canaletas de aluminio, al contrario, continúa la colocación del cableado para proceder a las pruebas de iluminación. Todo ello indica que esas luminarias no se piensan retirar”, puntualizó.
Señaló que un tema en el que existe incertidumbre es “la expectativa de las comunidades locales sobre los beneficios que obtendrán con las visitas nocturnas. Si existieran tales, parece que recaerán solo en potenciales inversionistas de cadenas hoteleras, donde las comunidades no tendrían participación y quizá lograrían algunos pocos empleos.”
Por su parte, el arqueólogo Sergio Gómez aseguró que Teotihuacán está en peligro de ser retirado de la lista de Patrimonio de la Humanidad, emitida por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
“No se han cumplido los acuerdos y compromisos asumidos con ese organismo, a tal grado que hace un par de años ellos emitieron una recomendación, pues no se habían entregado en tiempo y forma los informes correspondientes al sitio arqueológico.”
El organismo internacional precisó que “tampoco se había generado un programa para atender el crecimiento de la mancha urbana y no se contaba con un plan de manejo para el sitio”.
El arqueólogo también comentó que desde hace una década la Ciudad de los Dioses se encuentra en la lista de los 100 sitios en mayor peligro de destrucción, según consigna la fundación World Monuments Watch.
“Este momento sería el indicado para que el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, nos reciba para demostrarle cómo están dañadas las pirámides del Sol y la Luna.”
Obra de vivales
Para la UNESCO la conservación del patrimonio mundial es un proceso continuo. Incluir un sitio en la lista sirve de poco si éste se degrada o si algún proyecto de desarrollo destruye las cualidades que inicialmente lo hicieron apto para su inclusión.
Consultada al respecto, Linda Rosa Manzanilla, especialista en investigaciones sobre la cultura teotihuacana, resaltó que hace cuatro años, cuando era miembro del Consejo de Arqueología, los promotores de Resplandor teotihuacano presentaron un proyecto turístico cultural diferente.
“En aquella ocasión llegó una propuesta de luz y sonido para Teotihuacán, pero no iban a tocar nada de los estucos ni las estructuras. Instalarían un montaje por encima. Ahora que vi los taquetes y perforaciones, pensé que no era eso lo que estábamos analizando aquella vez. Como siempre, los vivales se aprovechan del momento y hacen lo que les da su gana”, lamentó.
La zona ha estado 15 años en la mira de empresas privadas con proyectos comerciales
Javier Salinas Cesáreo Corresponsal
Teotihuacán, Edomex., 2 de enero. La zona arqueológica de Teotihuacán y sus alrededores han estado en forma constante, por lo menos en los últimos 15 años, en la mira de empresas privadas que pretenden desarrollar megaproyectos económicos o turísticos con el objetivo de usufructuar el patrimonio nacional.
Las agresiones a la zona arqueológica más importante del país han sido recurrentes. Por ello, es visible el deterioro que han sufrido sus dos majestuosas pirámides, la del Sol y la Luna.
En década y media, los intentos por horadar la Ciudad de los dioses y convertirla en objeto mercantil han sido varios: van desde la construcción frustrada, en 1992, de una plaza comercial en el predio de La Ventilla, ubicado en el perímetro B de restricción, a unos 500 metros de la Calzada de los Muertos, hasta la consumada edificación, en 2004, de un supermeracdo de la trasnacional Wal-Mart en los límites de esa misma zona protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Ahora, como parte del proyecto multimedia de luz y sonido denominado Resplandor teotihuacano se colocaron estruc- turas metálicas, taquetes, cableado y luces en las diversas plataformas de las pirámides del Sol y la Luna.
En días recientes, pese al compromiso del INAH de retirar el equipo para el show, se han hecho pruebas nocturnas de encendido de luces.
La Ventilla, el comienzo
En 1992, la voracidad comercial en torno a Teotihuacán se inició con la puesta en marcha del megaproyecto de construcción de una plaza comercial en el predio de 125 mil metros cuadrados conocido como Las Cruces o La Ventilla.
El complejo comercial contemplaba la construcción de un estacionamiento y por lo menos 300 locales. La Ventilla está ubicada en la entrada principal de la zona, a un costado del circuito arqueológico.
El inminente atentado contra el patrimonio nacional provocó inconformidad entre los grupos defensores del patrimonio y la población, lo que a la postre valió para que se diera marcha atrás al proyecto.
En marzo del 2001, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) canceló de manera definitiva el proyecto expropiando los predios de la Cruz y Las Cruces, con un costo de 5 millones 200 mil pesos.
Siguió después una vasta exploración arqueológica en La Ventilla, la cual reveló que alberga uno de los antiguos barrios teotihuacanos más completos hallados a la fecha en los 22 kilómetros cuadrados que conformaron la metrópoli teotihuacana.
Las autoridades se vanagloriaron al anunciar que “las edificaciones de estos barrios fueron decoradas en sus paredes con murales, en los que se muestran diversos temas relacionados con la ideología de los antiguos teotihuacanos y asociados con el agua, la agricultura, la fertilidad, el sacrificio humano y el culto religioso.
“Tenemos cuatro unidades arquitectónicas: dos de tipo residencial, otra de culto y una más de carácter administrativo. El sitio es importante porque no sabíamos que la ciudad había estado organizada en barrios; entonces éste es un barrio independiente de la ciudad con actividades propias, con un área de culto, residencias y más espacios comunes para rituales o comercio”.
A principios del año 2004 surgieron otros dos proyectos que hasta el momento, si bien no se llevan a cabo, tampoco han sido descartados del todo.
Uno pertenece a la empresa privada Turismo Total, que buscaba en su momento “potencializar” turísticamente ocho municipios de la zona y contemplaba cambiar el uso de suelo de varias regiones de estas localidades.
También se pretendió desarrollar la construcción de un parque “recreativo-prehispánico” denominado El despertar de Teotihuacán, Ixtoc en 15 hectáreas, en el poblado de Santa María Palapa, Cerro Gordo, zona que se encuentra en el perímetro C de restricción de la zona arqueológica.
El proyecto de Turismo Total se presentó a las autoridades de los municipios de Teotihuacán, San Martín de las Pirámides, Acolman, Otumba, Temascalapa, Axapusco, Nopaltepec y Tecámac, todos aledaños a la zona arqueológica.
La empresa les mostró una carpeta informativa donde se pedía a los ayuntamientos cumplir con siete requerimientos para el proyecto: el mejoramiento de la imagen urbana, señalización, establecer un corredor gastronómico, instalar casetas de información, construir la ribera del río San Juan, así como un centro de convenciones y un cuerpo de policía turística.
La iniciativa privada se encargaría de crear un campo de golf, una red de hospedaje doméstico, del desarrollo de productos turísticos, la construcción de un hotel de gran turismo, el parque temático y una red de operadoras turísticas locales. Nunca se planteó consultar al INAH.
El plan se presentó al entonces alcalde de San Martín de las Pirámides, Francisco Corona Monterrubio, y contemplaba la construcción de 25 salas de exhibición y cuatro museos donde habría temascales, además de presentarse la historia de los códices prehispánicos, ofrendas de flores, así como exhibición del juego de pelota, entre otras actividades.
En la carpeta informativa se calculaba que el parque recibiría anualmente 720 mil visitantes, con un costo de 150 pesos la entrada por persona. La inversión para su construcción y operación se planteó en 4 millones de dólares; sin embargo, no se informó quienes aportarían el dinero.
De este proyecto, el Instituto Nacional de Antropología e Historia tampoco estaba enterado.
Wal-Mart profana la Ciudad de los dioses
Sin duda, uno de los proyectos comerciales más polémicos en la zona, y que sí se edificó, fue la tienda comercial Aurrerá de la trasnacional Wal-Mart, cuya apertura se dio en noviembre de 2004.
En torno a la construcción de la tienda se mencionaron múltiples intereses comerciales y anomalías de funcionarios.
El inmueble está justo donde termina el perímetro B y comienza el C, en el barrio de La Purificación. La oposición de pobladores y defensores del patrimonio que integraron el Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán fue férrea, pero la entonces delegada del centro INAH en el estado de México, Maribel Miró Flaquer, otorgó la licencia 401/725/2/103p/04 con fecha del 19 de mayo para que las obras se llevaran a cabo.
Los activistas Emma Ortega Moreno y Emmanuel Herrera Arizcorreta denunciaron en su momento que durante los trabajos de cimentación del predio fueron destruidas dos tumbas prehispánicas por la introducción de maquinaria pesada.
La construcción de la tienda empezó sin la supervisión de arqueólogos del INAH, por lo que al principio esa instancia colocó sellos de clausura. Pero, “una vez cumplidos los requerimientos”, los sellos se retiraron y para el entonces director de la zona arqueológica, Arturo Zárate, la construcción “no infringió el decreto ni dañó vestigios arqueológicos”.
Los colonos y activistas recurrieron a innumerables instancias para que se escuchara su voz y se evitara la construcción de la tienda. Acudieron tanto a la UNESCO como al Congreso de la Unión y la Presidencia de la República, pero todo fue en vano.
Finalmente, el 4 de noviembre de ese año la tienda comercial fue abierta al público y todas las pruebas de destrucción de vestigios quedaron sepultadas.
Resplandor teotihuacano
“Ay de mi Teotihuacán querido, tanta agresión que estas sufriendo. Si los dejamos (a los empresarios) a Teotihuacán se lo acaban en un santiamén”, señaló Emma Ortega Moreno, integrante del Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán, organización que ha vuelto a surgir, al referirse al nuevo proyecto que amenaza la zona.
La también “guía espiritual” de Teotihuacán cuenta que hace unos días un sonido incesante de taladros se dejó escuchar por los alrededores. Eran las máquinas que perforaban las piedras milenarias para la instalación de más de 8 mil taquetes para el cableado y las luces.
“Es un crimen lo que han hecho. Los días y las noches se han acabado en Teotihuacán porque con el espectáculo que piensan montar la noche ya no tendrá su propia Luna, sino luces artificiales. Con esas estructuras metálicas se pierde todo el encanto de una ciudad prehispánica”, expresó la activista.
Señaló que en vísperas de la pasada Navidad los encargados de los trabajos hiceron por la noche pruebas del encendido de las luces montadas en la Pirámide del Sol, y el último día del año 2008, en la Pirámide de la Luna: “los edificios prehispánicos parecían arbolitos de Navidad”.
También continúan trabajando en la instalación de la parafernalia multimedia los primeros días de este 2009. En una visita, trabajadores de la zona arqueológica advirtieron que en los próximos días se desatará mayor inconformidad entre la población y las organizaciones defensoras del patrimonio nacional, por el daño que se está causando a las pirámides.
Una década de construcciones ilegales
Aunado a la presión que ejercen los proyectos comerciales y turísticos en la zona arqueológica y sus alrededores, otro de los factores que han ido poco a poco cambiando el entorno arqueológico es la mancha urbana de los municipios de Teotihuacán y San Martín de las Pirámides.
Se estima que en la última década la población que se asienta en las inmediaciones de la zona arqueológica de Teotihuacán, ha realizado unas tres mil construcciones en las áreas de restricción, principalmente en zona C, sin contar con las licencias del INAH.
Ante eso, los funcionarios de esa dependencia, –en este caso si– muestran gran preocupación y aseguran que las viviendas “han provocado daños irreversibles a vestigios arqueológicos teotihuacanos, a pesar de las restricciones que se establecieron desde 1988”.
Aseguran que su departamento de protección legal de la zona inicia alrededor 80 denuncias penales contra de particulares, empresas o ayuntamientos.
Datos de la dirección de desarrollo urbano municipal de Teotihuacán revelan que 60 por ciento de las viviendas que conforman las siete colonias aledañas a la zona, están construidas en los perímetros B y C de restricción, es decir, fueron levantadas clandestinamente.
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