domingo, 8 de marzo de 2009

La toma de Ciudad Juárez


MARCELA TURATI

A tal grado llega el estado de terror en la ciudad más violenta del país que, de hecho, la esperanza ahí prácticamente ya no tiene cabida. Si acaso, una fugaz sensación de calma --producida por débiles indicadores de que la violencia baja—genera espejismos, que son la contracara de la frustración, de la angustia…

Los habitantes de Ciudad Juárez admiten que la intervención del Ejército es necesaria para enfrentar a los poderosos cárteles que se adueñaron de la plaza. Sin embargo, ya vivieron el fracaso de la Operación Conjunta Chihuahua a un año de su arranque, y advierten que si la invasión de 5 mil soldados más no basta, "se acabó Juárez y se acabó México".


  

CIUDAD JUÁREZ, CHIH.- El coordinador de los peritos forenses del estado, Héctor Hawley Morelos, tiene en su mano una prueba de las "rarezas" que ocurren aquí desde que 5 mil militares más se apoderaron de las calles y las recorren día y noche. 

Se trata de un oficio en el que se lee: "Hago de su conocimiento que el turno transcurrió sin novedad alguna". Lo firma uno de sus subalternos. Corresponde a la primera vez que el Servicio Médico Forense no fue notificado de ningún nuevo homicidio, o "evento", como le llaman aquí.

"El mes pasado todos tenían un evento que reportar, estos son todos los de febrero", dice mientras enseña el monte de oficios que va desglosando de manera casi pedagógica: "Este perito de turno tomó tres eventos... A este de acá le fue bien, nomás tuvo un evento... A este de acá le fue muy mal, tuvo ocho eventos con 14 muertos... Pero ya están apareciendo otras rarezas: tengo varios reportes de sin novedad, ya han habido bastantes turnos que reportan sin novedad".

El abrupto quiebre de las estadísticas hace sonreír a Hawley. Aunque febrero fue el mes más violento del año en la ciudad más violenta del país (231 asesinatos sólo durante esos 28 días, casi los mismos que en todo 2006), el puro anuncio de la llegada de 8 mil soldados y policías federales parece haber espantado a los delincuentes.

"Claro que todos los 'sin novedad' se nos anularon con el motín en el Cereso", interviene la agente del Ministerio Público Claudia Cony Velarde, quien participó con Hawley y su equipo en el levantamiento de evidencias y cadáveres en el penal juarense, donde el miércoles 4 fueron asesinados 21 presos. Pero al día siguiente volvieron a presentarse oficios que no registraban muertes.

 

Este es un adelanto del reportaje completo, que viene incluido en el número 1688 de la revista Proceso.

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