Desconocen países sudamericanos a gobierno de Micheletti
Las máximas autoridades de los países de la región reafirmaron este lunes la condena al golpe de Estado en Honduras, donde Zelaya fue derrocado la víspera por el Ejército y enviado por la fuerza a Costa Rica, luego que el Congreso lo destituyera del cargo
Santiago, 29 Jun. Los gobiernos de los países sudamericanos exigieron hoy la restitución del presidente hondureño Manuel Zelaya en el poder y desconocieron la legitimidad de la asunción de Roberto Micheletti como nuevo mandatario de Honduras.
Las máximas autoridades de los países de la región reafirmaron este lunes la condena al golpe de Estado en Honduras, donde Zelaya fue derrocado la víspera por el Ejército y enviado por la fuerza a Costa Rica, luego que el Congreso lo destituyera del cargo.
En Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva condenó este lunes la crisis institucional en el país centroamericano y aclaró en su programa radial que no aceptará ni reconocerá otro gobierno.
"Nosotros tenemos que condenar este golpe. Nosotros no podemos aceptar o reconocer cualquier nuevo gobierno que no sea el del presidente Zelaya, porque él fue electo directamente por el voto, cumpliendo con las reglas de la democracia", declaró Lula.
Lula advirtió que "no podemos aceptar más en América Latina que alguien quiera resolver su problema por la vía del golpe, porque nosotros no podemos aceptar que alguien vea alguna salida para su país fuera de la democracia, fuera de la elección libre y directa".
A juicio del mandatario brasileño, Zelaya "debe retornar a la presidencia de Honduras. Es la única condición para que podamos establecer relaciones con Honduras".
El gobierno de Bolivia, por su lado, expresó su rechazo a la eventual utilización de la fuerza militar para reponer a Zelaya en el cargo, como lo dejó entrever la víspera el presidente venezolano Hugo Chávez, y abogó por el diálogo internacional para resolver la crisis.
El canciller boliviano David Choquehuanca desmarcó a su país de la posición venezolana y dijo que "Bolivia no considera necesario hablar del uso de fuerzas militares. Eso es una opción de Venezuela. Para Bolivia lo que tiene que primar es el diálogo".
Tras conocer la noticia sobre el golpe de Estado en Honduras, el presidente Chávez dijo el domingo que "si juramentan a Micheletti lo derrocaremos. Lo derrocaremos, así lo digo".
Choquehuanca adelantó que "en cualquier momento", los cancilleres de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) darán un "ultimátum" a las autoridades de Honduras para que sea restituido en su cargo el depuesto gobernante Zelaya.
"Aprobaremos un ultimátum para restituir al presidente Zelaya y ojalá pueda retornar. Seguramente la Alba (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) también irá por ese camino y dará el ultimátum", señaló Choquehuanca.
El jefe de la diplomacia boliviana sostuvo que todo golpe de Estado "es un retroceso y no debemos permitir ello. Por eso ha recibido la condena y rechazo de todos los países. Ningún gobierno puede reconocer un golpe de Estado" como el ocurrido en Honduras.
La víspera, el gobierno de Bolivia emitió un comunicado en el que señaló que "únicamente reconoce como presidente de Honduras al ciudadano Manuel Zelaya Rosales y por tanto exige su restitución inmediata e incondicional en el gobierno".
El presidente Chávez, en tanto, negó desde Nicaragua que tropas venezolanas hayan ingresado a Honduras, como informaron medios locales e internacionales, y reafirmó el respeto de su gobierno a la soberanía del país centroamericano.
"Nunca lo haríamos (enviar tropas venezolanas a Honduras) por el sacrosanto respeto a la soberanía hondureña. Aquí estamos para apoyar respetando al pueblo de Honduras", aseveró Chávez al intervenir en una reunión extraordinaria de la Alba en Nicaragua.
El líder de la Revolución Bolivariana sostuvo que "hemos venido a pronunciarnos con mucho vigor y con mucha fuerza, a hacer un llamado a todos los gobiernos del continente, que no nos quedemos con la mera declaración".
Chávez advirtió, en ese sentido, que "no basta decir que condenamos (el golpe de Estado en el país centroamericano), exigimos demostraciones de solidaridad con el pueblo de Honduras y con el presidente constitucional de este país, Manuel Zelaya".
Advirtió, además, que "no hay negociación posible con estos golpistas (nuevas autoridades hondureñas), que renuncien. Hay que ser muy firmes, como las rocas, ante unos golpistas a los que hay que decirles que entreguen el gobierno al presidente Zelaya".
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo por su parte que Zelaya es el "presidente en ejercicio" de Honduras y pasará a la historia como el gobernante que "quebró por fin los poderes fácticos" en su país.
Correa dijo que estaba de acuerdo con lo expresado por Zelaya en el sentido de que perdona a los que estuvieron a punto de asesinarlo en su residencia este domingo, pero para la historia "esa gente deberá de ser sancionada por la traición que hizo al pueblo hondureño".
Desde el cónclave de la Alba, el mandatario ecuatoriano llamó a los hondureños para que "todos masivamente se declaren en huelga con los maestros y los trabajadores para que ese poder fáctico se de cuenta que no tiene salida".
"Los soldados jóvenes y los oficiales no comprometidos con la oligarquía no tienen por qué obedecer órdenes ilegales", enfatizó Correa, por lo cual exhortó a los militares hondureños "a rebelarse contra esa cúpula corrupta".
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