México SA
Lo peor no ha pasado y aún quedan tres años de “crecimiento”
Se cocina una “reforma fiscal” para septiembre
Carlos Fernández-Vega
Todo apunta a que el calderonista será un sexenio perdido en lo económico y en lo social (amén de en lo político), que se sumará a otros sexenios de igual condición, en una interminable cadena de carencias, excesos, errores y ausencias gubernamentales. Para la primera mitad del calderonato, el PIB habrá caído entre 0.6 y 1.2 por ciento a tasa anual promedio. Aun en el supuesto, sin mucha esperanza, de que en la segunda mitad se registrara un crecimiento anual de 5 por ciento, el balance sexenal sería peor que en el de Vicente Fox.
Con el michoacano se alcanzaría –siempre en el mejor de los casos– una tasa anual promedio de 2 por ciento (aunque, como van las cosas, fácilmente podría ser la mitad) de “crecimiento”, contra 2.3 de Fox, 3.5 de Zedillo, 3.9 de Salinas y 0.34 de Miguel de la Madrid, lo que arroja un espeluznante balance en el periodo 1983-2012. Y todavía hay quien asegura que “lo peor ya pasó”. Pues resulta que no: le quedan otros tres años en Los Pinos, no sin olvidar que para después de las elecciones (no se vayan a molestar los votantes) ya cocinan otra “reforma fiscal” (en septiembre próximo, según Agustín Carstens, quien en Santiago de Chile advirtió que “podría haber un incremento de los impuestos y un aumento de deuda”).
Y mientras se prepara la credencial de elector para la jornada dominical, los amigos del Departamento de Finanzas y Economía del ITESM campus estado de México divulgaron su más reciente análisis prospectivo, en el que señalan que la información del Inegi confirma la profunda caída de la economía mexicana, pues en abril observó un desplome de 12.2 por ciento respecto de igual mes de 2008. Con base en lo anterior, estiman que durante el primer cuatrimestre de 2009 la economía mexicana tuvo la mayor caída desde que el IGAE se publica (1993). “Es claro que el problema actual tiene una dimensión económica no vista en el pasado reciente, y proyectan que en el segundo trimestre de 2009 el desplome del PIB mexicano se ubicará entre -8.7 y -9.7 por ciento”.
La debilidad económica no está centrada en la parte industrial, sino que los efectos perniciosos rápidamente se trasladaron a los servicios: en el primer cuatrimestre de 2009 tal sector decreció 9.2 por ciento. Los ingresos por la prestación de servicios privados no financieros permiten determinar que seis de sus nueve componentes han disminuido de manera sensible, particularmente los referentes al transporte (-9 por ciento), apoyo a los negocios (-8.2), educativos (-6.5) y alojamiento (-10.3). Todo ello, antes de la emergencia sanitaria. “Dado que la actividad industrial se desplomó 9.9 por ciento en el mismo periodo, puede afirmarse que la crisis se ha generalizado hacia los principales elementos de la economía… Es evidente que los programas contingentes de apoyo económico no tuvieron un impacto favorable sobre el sector servicios, en el de la transformación ni en la generación del empleo durante los primeros meses de 2009”.
La caída en el volumen de remesas actúa en contra de la reactivación económica, principalmente porque sus receptores destinan estos recursos al consumo de bienes, servicios educativos, salud y pequeñas inversiones. La caída de -19.9 por ciento en mayo llevó a las remesas a su menor nivel desde 2004 para el quinto mes del presente año. No son los únicos, pero los estados más afectados por esta baja son Chiapas (-21.1 por ciento), Tabasco (-18.2), Yucatán (-12.3), Hidalgo (-11.4%), Tamaulipas (-11.2), Campeche (-10.7), Sonora (-10.6), Chihuahua (-9.5), Veracruz (-9.5) y Guerrero (-7), en los que se observa la combinación de la baja en remesas y el aumento en la desocupación, lo que resulta altamente preocupante.
Hasta mayo de 2009, el número de patrones suscritos al IMSS reporta una baja cercana a 7 mil con referencia al cierre de 2008. La disminución resulta preocupante para los casos del Distrito Federal y Nuevo León. A partir de la información previa puede afirmarse que no se registrará generación de empleo en el presente año: el número de empleadores está disminuyendo, y el impacto negativo en términos sociales y en bienestar continuará acrecentándose, a pesar de que en los próximos meses comience a estabilizarse el problema de la contracción económica. Se estima que la disminución total será de 895 mil fuentes de trabajo.
Para el quinto mes del año, los ingresos fiscales continuaron a la baja. La recaudación del IVA cayó 20 por ciento en términos reales de enero a mayo, respecto del mismo periodo de 2008 (durante mayo el retroceso fue de 24.8 por ciento); la del impuesto sobre la renta se desplomó 17.4 por ciento (18.6 por ciento en mayo), y el IETU comenzó a disminuir sensiblemente su contribución al ingreso público durante mayo (-38.1 por ciento), hecho que llevó la variación del acumulado de los primeros cinco meses a -4.1 por ciento a tasa anual. Los ingresos petroleros cayeron 27.7 por ciento en mayo, y por ello, las participaciones a las entidades de la federación.
Lo anterior contrasta con el crecimiento en el pago de intereses, comisiones y gastos por la deuda del sector público; tan sólo entre enero y mayo pasados se contabilizaron 52 mil 256.8 millones de pesos (17.1 por ciento más que lo devengado durante 2008). Sin duda, el problema de un mayor pago de intereses lo constituye el enorme crecimiento del débito externo del sector público: de 24 mil 300 millones de dólares en diciembre de 2008 pasó a 84 mil 300 millones en mayo de 2009 (en términos netos), un aumento de 250 por ciento en cinco meses. Con ello, los saldos de deuda (interna y externa) pasaron de 2.6 billones de pesos a 3.5 billones de pesos, es decir en tan sólo cinco meses se incrementaron en casi 900 mil millones de pesos, alrededor de 3.75 veces al presupuesto del estado de México y el Distrito Federal juntos para el presente año.
Las rebanadas del pastel
Hoy a las 10 horas se inicia la marcha Por nuestros niños, contra la impunidad. La concentración es en la sede del IMSS (Paseo de la Reforma 476), y de allí a la representación del estado de Sonora (Goldsmith 228, Polanco). Al frente estará un grupo de padres de los niños de la guardería ABC de Hermosillo. “Por nuestros niños y niñas, todas las voces: no a la impunidad”… Confiables y queridos amigos cercanos a cierto procurador (EMM) aseguran que desde esa oficina no se filtraron los nombres de los ahora indiciados dueños de la citada guardería, de tal suerte que los jilgueros tienen su jaula allá, por los rumbos de la Feria de Chapultepec y cantan con música de Timbiriche.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Lo peor no ha pasado y aún quedan tres años de “crecimiento”
Se cocina una “reforma fiscal” para septiembre
Carlos Fernández-Vega
Todo apunta a que el calderonista será un sexenio perdido en lo económico y en lo social (amén de en lo político), que se sumará a otros sexenios de igual condición, en una interminable cadena de carencias, excesos, errores y ausencias gubernamentales. Para la primera mitad del calderonato, el PIB habrá caído entre 0.6 y 1.2 por ciento a tasa anual promedio. Aun en el supuesto, sin mucha esperanza, de que en la segunda mitad se registrara un crecimiento anual de 5 por ciento, el balance sexenal sería peor que en el de Vicente Fox.
Con el michoacano se alcanzaría –siempre en el mejor de los casos– una tasa anual promedio de 2 por ciento (aunque, como van las cosas, fácilmente podría ser la mitad) de “crecimiento”, contra 2.3 de Fox, 3.5 de Zedillo, 3.9 de Salinas y 0.34 de Miguel de la Madrid, lo que arroja un espeluznante balance en el periodo 1983-2012. Y todavía hay quien asegura que “lo peor ya pasó”. Pues resulta que no: le quedan otros tres años en Los Pinos, no sin olvidar que para después de las elecciones (no se vayan a molestar los votantes) ya cocinan otra “reforma fiscal” (en septiembre próximo, según Agustín Carstens, quien en Santiago de Chile advirtió que “podría haber un incremento de los impuestos y un aumento de deuda”).
Y mientras se prepara la credencial de elector para la jornada dominical, los amigos del Departamento de Finanzas y Economía del ITESM campus estado de México divulgaron su más reciente análisis prospectivo, en el que señalan que la información del Inegi confirma la profunda caída de la economía mexicana, pues en abril observó un desplome de 12.2 por ciento respecto de igual mes de 2008. Con base en lo anterior, estiman que durante el primer cuatrimestre de 2009 la economía mexicana tuvo la mayor caída desde que el IGAE se publica (1993). “Es claro que el problema actual tiene una dimensión económica no vista en el pasado reciente, y proyectan que en el segundo trimestre de 2009 el desplome del PIB mexicano se ubicará entre -8.7 y -9.7 por ciento”.
La debilidad económica no está centrada en la parte industrial, sino que los efectos perniciosos rápidamente se trasladaron a los servicios: en el primer cuatrimestre de 2009 tal sector decreció 9.2 por ciento. Los ingresos por la prestación de servicios privados no financieros permiten determinar que seis de sus nueve componentes han disminuido de manera sensible, particularmente los referentes al transporte (-9 por ciento), apoyo a los negocios (-8.2), educativos (-6.5) y alojamiento (-10.3). Todo ello, antes de la emergencia sanitaria. “Dado que la actividad industrial se desplomó 9.9 por ciento en el mismo periodo, puede afirmarse que la crisis se ha generalizado hacia los principales elementos de la economía… Es evidente que los programas contingentes de apoyo económico no tuvieron un impacto favorable sobre el sector servicios, en el de la transformación ni en la generación del empleo durante los primeros meses de 2009”.
La caída en el volumen de remesas actúa en contra de la reactivación económica, principalmente porque sus receptores destinan estos recursos al consumo de bienes, servicios educativos, salud y pequeñas inversiones. La caída de -19.9 por ciento en mayo llevó a las remesas a su menor nivel desde 2004 para el quinto mes del presente año. No son los únicos, pero los estados más afectados por esta baja son Chiapas (-21.1 por ciento), Tabasco (-18.2), Yucatán (-12.3), Hidalgo (-11.4%), Tamaulipas (-11.2), Campeche (-10.7), Sonora (-10.6), Chihuahua (-9.5), Veracruz (-9.5) y Guerrero (-7), en los que se observa la combinación de la baja en remesas y el aumento en la desocupación, lo que resulta altamente preocupante.
Hasta mayo de 2009, el número de patrones suscritos al IMSS reporta una baja cercana a 7 mil con referencia al cierre de 2008. La disminución resulta preocupante para los casos del Distrito Federal y Nuevo León. A partir de la información previa puede afirmarse que no se registrará generación de empleo en el presente año: el número de empleadores está disminuyendo, y el impacto negativo en términos sociales y en bienestar continuará acrecentándose, a pesar de que en los próximos meses comience a estabilizarse el problema de la contracción económica. Se estima que la disminución total será de 895 mil fuentes de trabajo.
Para el quinto mes del año, los ingresos fiscales continuaron a la baja. La recaudación del IVA cayó 20 por ciento en términos reales de enero a mayo, respecto del mismo periodo de 2008 (durante mayo el retroceso fue de 24.8 por ciento); la del impuesto sobre la renta se desplomó 17.4 por ciento (18.6 por ciento en mayo), y el IETU comenzó a disminuir sensiblemente su contribución al ingreso público durante mayo (-38.1 por ciento), hecho que llevó la variación del acumulado de los primeros cinco meses a -4.1 por ciento a tasa anual. Los ingresos petroleros cayeron 27.7 por ciento en mayo, y por ello, las participaciones a las entidades de la federación.
Lo anterior contrasta con el crecimiento en el pago de intereses, comisiones y gastos por la deuda del sector público; tan sólo entre enero y mayo pasados se contabilizaron 52 mil 256.8 millones de pesos (17.1 por ciento más que lo devengado durante 2008). Sin duda, el problema de un mayor pago de intereses lo constituye el enorme crecimiento del débito externo del sector público: de 24 mil 300 millones de dólares en diciembre de 2008 pasó a 84 mil 300 millones en mayo de 2009 (en términos netos), un aumento de 250 por ciento en cinco meses. Con ello, los saldos de deuda (interna y externa) pasaron de 2.6 billones de pesos a 3.5 billones de pesos, es decir en tan sólo cinco meses se incrementaron en casi 900 mil millones de pesos, alrededor de 3.75 veces al presupuesto del estado de México y el Distrito Federal juntos para el presente año.
Las rebanadas del pastel
Hoy a las 10 horas se inicia la marcha Por nuestros niños, contra la impunidad. La concentración es en la sede del IMSS (Paseo de la Reforma 476), y de allí a la representación del estado de Sonora (Goldsmith 228, Polanco). Al frente estará un grupo de padres de los niños de la guardería ABC de Hermosillo. “Por nuestros niños y niñas, todas las voces: no a la impunidad”… Confiables y queridos amigos cercanos a cierto procurador (EMM) aseguran que desde esa oficina no se filtraron los nombres de los ahora indiciados dueños de la citada guardería, de tal suerte que los jilgueros tienen su jaula allá, por los rumbos de la Feria de Chapultepec y cantan con música de Timbiriche.
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