El día de hoy sale como una nota roja mas en los periódicos regionales y locales, el feminicidio de Martha Rosas Mendoza de 30 años de edad, en la colonia Esperanza aquí en Zihuatanejo. Martha es un caso de tantos que existen en nuestro país, victima de la miseria y pocas oportunidades que el estado da, se resignó a vivir bajo la violencia intrafamiliar, hace 8 días la mata su pareja y hace que uno de los niños, amenazándolo, ayude a éste a enterrarla en su propia casa, y no satisfecho, va al DIF a interponer acta por abandono de hogar en contra de Martha(según datos de los vecinos). El nombre del asesino: Gabriel Suastegui Cortez.
Me refiero a Martha porque la conocimos de cerca, estuvo integrada como tantas mujeres que apenas y pueden ganar un salario mínimo(y a veces ni lo tienen) al programa Oportunidades, y viven en las colonias marginadas, sin servicios básicos, sin atención ni apoyos de dependencias estatales o federales, sin educación, viviendo en la desesperanza y llenas de hijos por la mala educación que hay en nuestro país.
Hablo por Martha, por ser mujer, por ser victima de la miseria en que nuestro país está, por hoy entrar a la estadística de feminicidio y casos de violencia intrafamiliar, porque en vida no tuvo ayuda ni pudo hablar, porque quedan sus hijos huérfanos, y en este sistema tan falto de justicia probable es salga su asesino, por las familias en los lugares olvidados, violadas y vejados, me atrevo a protestar y reclamar justicia.
Martha no tuvo estudios, no tuvo carrera política, no fue artista del sistema, ni era famosa hasta hoy; Pero tampoco fue corrupta ni represora, tampoco en vida torturó ni se supo robara el dinero del erario público o disputara en partido para vivir del puesto a expensas del pueblo y sin ayudarle.Sí hubiera sido eso, tal vez le dedicaran atención, como en otros casos conocidos.Hablo por Martha, por ser mujer, pobre, y marginada y porque no es justo siga más la impunidad contra las mujeres, y todo nuestro pueblo.
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