El 23 de diciembre, los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas realizaron una fiesta de navidad sobre la Avenida Reforma, unas de las más importantes de la ciudad de México. Junto con sus familias, los electricistas se dieron cita para demostrar al gobierno que ellos no quieren su liquidación sino mantener su empleo, el cual les fue arrebatado ilegalmente con el decreto infundado que extinguió a la compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), el pasado 11 de octubre.

El evento se realizó frente al árbol de navidad más grande del mundo, colocado por una empresa transnacional de refrescos en la ciudad. Los electricistas pensaron que, al tener el record Guiness por ser el árbol navideño más grande, debía también ser testigo del “record guiness de desempleo” que tiene el gobierno mexicano.

Presentaciones musicales, lucha libre, regalos para los niños y una tradicional “pastorela” fueron algunas de las atracciones. Se hizo una rifa de pavos para la cena navidad, como una forma de apoyar a los trabajadores. Cabe señalar que a pesar de que el sindicato sigue vigente, y contraviniendo las disposiciones legales, el gobierno mexicano ha negado pagar los aguinaldos y sueldos atrasados de los trabajadores.

Un trabajador declaró que el motivo principal por el cual se encuentran resistiendo los sindicalizados es por sus familias, por sus hijos, y por la dignidad que ha caracterizado a los electricistas. El secretario general del sindicato, Martín Esparza, exhortó a los trabajadores a no doblegarse y a continuar en la lucha contra el ilegal decreto, con el apoyo de sus familias.

Dijo que el sindicato sigue vivo, que el gobierno federal no podrá derrotarlo, e hizo un llamado para lanzar la huelga nacional en febrero del año próximo. Hizo hincapié en solicitar la renuncia de Javier Lozano, secretario federal del trabajo, quien “no representa los intereses de los trabajadores” de México.

La fiesta navideña se organizó pensando, principalmente, en los hijos de los trabajadores. Todos compartieron comida y ponche.