jueves, 21 de octubre de 2010

En Concreto


Laura Itzel Castillo

Por el número de defunciones que provoca anualmente, el cáncer de mama constituye un reto para la salud pública del país. Hoy en día ocupa el primer lugar de las enfermedades que provocan tumoraciones malignas. En promedio, cada dos horas muere una mujer víctima de esta terrible enfermedad: alrededor de 4 mil 800 al año.

A partir de los años 80, esta enfermedad ha mantenido una tendencia ascendente en nuestro país. En el año 2000 se empieza a estructurar el programa para la detección del cáncer de mama, hasta que en 2007 se constituyó como un programa específico dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), con el objetivo de bajar los índices de mortandad y realizar la detección temprana mediante las mastografías.

En un país donde es escasa la cultura de la prevención, donde hay también grandes carencias de infraestructura, las contradicciones se agudizan con la feminización de la pobreza, que se traduce en más de 30 millones de mexicanas.

El presupuesto para este programa ha aumentado en los últimos tres años: de 800 a 1,048 millones de pesos. Sin embargo, de acuerdo al Centro de Estudios para las Finanzas Públicas, para el mes de mayo solamente se había ejercido 12.6%. Ese es uno de los graves problemas de la actual administración panista: gasta mal en rubros fundamentales como el de salud, y en cambio muestra dispendio en cuestiones frívolas o en sueldos y prestaciones para la alta burocracia.

Llama la atención el subejercicio que en 2009 tuvo el Programa para la Detección del Cáncer Cérvico- Uterino. Según el anexo 10 del decreto del PEF, le fueron asignados 300 millones de pesos. No obstante, ahora no tiene clave propia para ser incluido en la estructura programática, no se identifica a la unidad responsable que ejecuta estos recursos y no es posible ubicarlo en el PEF ajustado y publicado por la Secretaría de Hacienda.

Además, para el primero y segundo trimestre del 2010, no se reportan informes trimestrales del mismo. Todo lo anterior lleva a suponer que los recursos asignados quedarán en el subejercicio. Y si de subejercicio se trata, debemos señalar que, desafortunadamente, la Secretaría de Salud maneja el presupuesto con poca transparencia. De acuerdo a la Ley General de Salud, se debe depositar 11% de los recursos destinados al sector en el Fideicomiso del Sistema de Protección Social de la Salud (FSPSS), que en realidad es el fideicomiso del Seguro Popular.

Sin embargo, se ha depositado por parte de la Secretaría de Salud entre 18 y 25% de su presupuesto, el cual se contabiliza falsamente como ejercido una vez que se hizo el depósito.

De 2006 a la fecha, se han acumulado 22 mil millonese pesos en dicho fideicomiso. Estos recursos debieran utilizarse para atender las enfermedades que actualmente están excluidas del Seguro Popular. Aunque el cáncer de mama sí está incluido, no ocurre lo mismo con la mayoría de los padecimientos. Es otra falla más, de las múltiples que tiene, el gobierno derechista e ilegítimo de Felipe Calderón.

Fuente: El Universal
Difusión: Soberanía Popular

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