En concreto | Laura Itzel Castillo
Felipe Calderón anda en campaña. Todo lo que hace tiene un fondo propagandístico, a menos que se trate de algún berrinche cuyas consecuencias se le salgan de las manos, como ocurrió con el caso Carmen Aristegui. Pero el decreto para deducir las colegiaturas, además de ser un plagio, es también un intento por congraciarse con las clases medias, a las cuales traicionó. Propaganda pura es, de igual forma, el reciente anuncio de sanciones en contra de ex funcionarios de Pemex. Si quisiera combatir en verdad la corrupción en esa empresa, el ex director Juan Bueno Torio y los hermanos Bribiesca, hijos de Marta Sahagún, ya estarían en la cárcel.
El reciente y espectacular anuncio de la desprestigiada Secretaría de la Función Pública (SFP) huele a un montaje más, práctica a la que es tan afecta la administración calderonista. Ahora resulta que esta dependencia, cuyo cierre definitivo había sido anunciado en septiembre de 2009 por el propio Calderón, por estimarla improductiva y una gran carga económica para el erario, es capaz de descubrir corrupción en el gobierno panista.
La SFP reveló hace poco el daño patrimonial en que habrían incurrido 14 funcionarios de Pemex Refinación. El anuncio se hizo con un gran despliegue mediático, pero en la pista de este gran circo faltaron las estrellas principales, señaladas ya al inicio de este texto. El propio secretario eludió mencionarlas cuando los reporteros lo cuestionaron.
Hace un par de semanas estuvo en Coatzacoalcos, Veracruz, un subsecretario de la SFP recorriendo los complejos, a fin no solamente de conocer las instalaciones, sino también de preparar los siguientes capítulos del reality show, y así poder justificar su sobrevivencia laboral. Algunos compañeros de la zona nos informaron que al funcionario lo atendieron como si fuera jeque árabe.
En Petroquímica, por ejemplo, la SFP desempolvó el expediente de una compra de equipo de seguridad en el complejo Morelos. Lo que cuestiona es que se haya adjudicado por asignación directa, aunque la propia ley facultara al acusado a hacerlo. En ese caso, el presunto daño patrimonial ascendería a un millón de pesos. De nuevo mencionan al ingeniero Carlos Reyes, quien desde hace casi cinco años está fuera de Pemex.
¿Cuánto dinero le costó al erario que el manipulable Órgano Interno de Control de Petroquímica llegara a este resultado? Según cuentas elaboradas por conocedores, los costosos salarios y prestaciones de contralores y auditores habrían ascendido en ese lapso a más de cinco millones de pesos. Es decir, sale más caro el caldo que las albóndigas.
La SFP, en realidad, está buscando chivos expiatorios para justificar la gran corrupción que existe en la cúpula de Pemex. Ya señalaron, en otro caso también dudoso, a 12 funcionarios petroleros de Escolin, en Poza Rica, por supuesta malversación de fondos en la rehabilitación del complejo después del huracán Dean, que cruzó por territorio veracruzano en agosto del 2007. Este fenómeno natural sirvió de pretexto para abandonar más las instalaciones. Al complejo lo tienen en total abandono, y varios de los trabajadores acusados ya llevan más de dos años fuera de la empresa. Los perjudicados y sus familias hablan de información manipulada con el único afán de justificar el trabajo de los burócratas.
El colmo: en Cangrejera y Pajaritos, según versiones dignas de crédito, los contralores expresaron de forma cínica e irrespetuosa que andan sobre chivos expiatorios para entregar la cuota que les están exigiendo desde las altas esferas, y continuar con el show. Mientras tanto, los altos funcionarios gozan de total impunidad y sigue el saqueo a Pemex.
Invitación. El próximo lunes 21 de febrero a las 10:00 horas en la zona C de los Cristales de la Cámara de Diputados se llevará a cabo un Foro sobre la Libertad de Expresión con la participación de reconocidos periodistas; se abordará el tema relacionado a la censura contra Carmen Aristegui. Entrada libre, con identificación oficial.
Fuente: El Universal
Felipe Calderón anda en campaña. Todo lo que hace tiene un fondo propagandístico, a menos que se trate de algún berrinche cuyas consecuencias se le salgan de las manos, como ocurrió con el caso Carmen Aristegui. Pero el decreto para deducir las colegiaturas, además de ser un plagio, es también un intento por congraciarse con las clases medias, a las cuales traicionó. Propaganda pura es, de igual forma, el reciente anuncio de sanciones en contra de ex funcionarios de Pemex. Si quisiera combatir en verdad la corrupción en esa empresa, el ex director Juan Bueno Torio y los hermanos Bribiesca, hijos de Marta Sahagún, ya estarían en la cárcel.
El reciente y espectacular anuncio de la desprestigiada Secretaría de la Función Pública (SFP) huele a un montaje más, práctica a la que es tan afecta la administración calderonista. Ahora resulta que esta dependencia, cuyo cierre definitivo había sido anunciado en septiembre de 2009 por el propio Calderón, por estimarla improductiva y una gran carga económica para el erario, es capaz de descubrir corrupción en el gobierno panista.
La SFP reveló hace poco el daño patrimonial en que habrían incurrido 14 funcionarios de Pemex Refinación. El anuncio se hizo con un gran despliegue mediático, pero en la pista de este gran circo faltaron las estrellas principales, señaladas ya al inicio de este texto. El propio secretario eludió mencionarlas cuando los reporteros lo cuestionaron.
Hace un par de semanas estuvo en Coatzacoalcos, Veracruz, un subsecretario de la SFP recorriendo los complejos, a fin no solamente de conocer las instalaciones, sino también de preparar los siguientes capítulos del reality show, y así poder justificar su sobrevivencia laboral. Algunos compañeros de la zona nos informaron que al funcionario lo atendieron como si fuera jeque árabe.
En Petroquímica, por ejemplo, la SFP desempolvó el expediente de una compra de equipo de seguridad en el complejo Morelos. Lo que cuestiona es que se haya adjudicado por asignación directa, aunque la propia ley facultara al acusado a hacerlo. En ese caso, el presunto daño patrimonial ascendería a un millón de pesos. De nuevo mencionan al ingeniero Carlos Reyes, quien desde hace casi cinco años está fuera de Pemex.
¿Cuánto dinero le costó al erario que el manipulable Órgano Interno de Control de Petroquímica llegara a este resultado? Según cuentas elaboradas por conocedores, los costosos salarios y prestaciones de contralores y auditores habrían ascendido en ese lapso a más de cinco millones de pesos. Es decir, sale más caro el caldo que las albóndigas.
La SFP, en realidad, está buscando chivos expiatorios para justificar la gran corrupción que existe en la cúpula de Pemex. Ya señalaron, en otro caso también dudoso, a 12 funcionarios petroleros de Escolin, en Poza Rica, por supuesta malversación de fondos en la rehabilitación del complejo después del huracán Dean, que cruzó por territorio veracruzano en agosto del 2007. Este fenómeno natural sirvió de pretexto para abandonar más las instalaciones. Al complejo lo tienen en total abandono, y varios de los trabajadores acusados ya llevan más de dos años fuera de la empresa. Los perjudicados y sus familias hablan de información manipulada con el único afán de justificar el trabajo de los burócratas.
El colmo: en Cangrejera y Pajaritos, según versiones dignas de crédito, los contralores expresaron de forma cínica e irrespetuosa que andan sobre chivos expiatorios para entregar la cuota que les están exigiendo desde las altas esferas, y continuar con el show. Mientras tanto, los altos funcionarios gozan de total impunidad y sigue el saqueo a Pemex.
Invitación. El próximo lunes 21 de febrero a las 10:00 horas en la zona C de los Cristales de la Cámara de Diputados se llevará a cabo un Foro sobre la Libertad de Expresión con la participación de reconocidos periodistas; se abordará el tema relacionado a la censura contra Carmen Aristegui. Entrada libre, con identificación oficial.
Fuente: El Universal
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