sábado, 25 de febrero de 2012

Temblor de 5,0 grados Richter sacude sin daños las costas de la isla de Siargao


Un terremoto de 5,0 grados en la escala abierta de Richter sacudió en la mañana del viernes las costas de la isla de Siargao, en el noreste de Mindanao, sin que se informara de daños a personas o a infraestructuras, ni se alertara de la formación de olas gigantes o tsunami, según datos difundidos por el Institutuo Filipino de Vulcanología y Seismología (Phivolcs).

El temblor se produjo a las 13.42 (5:42 UTC del 24 de febrero), y su epicentro se localizó en las coordenadas 9,94ºN, 126,19ºE, a sólo 11 kilómetros al este de la localidad costera de San Isidro, en la isla de Siargao, perteneciente a la provincia de Surigao del Norte; o a unos 750 kilómetros al sureste de Manila.

El hipocentro del sismo de origen tectónico se localizó a 78 kilómetros de profundidad, y el temblor se sintió con intensidad IV (moderadamente fuerte) en los municipios de Dapa y General Luna, en la isla de Siargao. También se notó con intensidad III (débil) en la ciudad de Surigao, ubicado a unos 60 kilómetros al oeste del epicentro, y con intensidad II (ligeramente sentido) en la localidad de Butuan.

En Filipinas los efectos de un terremoto se miden en la Escala de Intensidad de Terremotos de Phivolcs (PEIS), desde intensidad I o escasamente perceptible a intensidad X o completamente devastador, en el que practicamente todas las construcciones realizadas por el hombre resultarían destruidas.

El archipiélago filipino se encuentra en el llamado anillo de fuego del Pacífico, una región donde se producen en torno al 90 por ciento de los terremotos que asolan el planeta. El último temblor de importancia se produjo el pasado 6 de febrero de 2012, que alcanzó los 6,9 grados Richter, entre las islas de Negros y de Cebú, y que hasta el 20 de febrero arrastró 1.802 réplicas, de los que 108 fueron sentidos por la población.

Ese terremoto ocasionó, según datos oficiales a 20 de febrero, la muerte de 51 personas, mientras que 62 siguen dadas por desaparecidas. Los daños a edificios y redes viarias se situaron en 383 millones de pesos (unos 6,7 millones de euros o 8,9 millones de dólares).

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