Enrique Peña Nieto no considera llevar sobre sus espaldas la "carga o loza" de ser considerado un presidente espurio. "La legitimidad de un proceso electoral y la legitimación de quien asume esa responsabilidad no está en los calificativos que emita alguno de los candidatos y menos de quien no ha querido reconocer el resultado de esta elección", declaró en abierta alusión a Andrés Manuel López Obrador.
En conferencia de prensa e interrogado si no teme, como le ocurrió al presidente Felipe Calderón, cargar con el calificativo de espurio como lo definió hace seis años el político tabasqueño, y quien hoy nuevamente ha impugnado los comicios, Peña Nieto apuntó: "soy respetuoso de las expresiones, pero me parece que de ninguna manera marcan ni señalan ni imponen la condición en la que un presidente asume su responsabilidad".
Lo que legitima a un presidente para asumir tal responsabilidad, insistió entonces, es el voto mayoritario de la ciudadanía.
En el encuentro con los medios de comunicación en un restaurante del bosque de Chapultepec, el político a quien los números oficiales ubican como ganador de los comicios, detalló la conversación del martes por la noche con Calderón Hinojosa, a quien visitó en la residencia oficial de Los Pinos. Convinieron, dijo, en esperar el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para iniciar una colaboración institucional y de transición con miras a la gestión del nuevo Poder Ejecutivo a partir del primero de diciembre.
De acuerdo a La Jornada, con relación a si cree podrá contar con el concurso de la oposición para sacar adelante sus proyectos de gobierno y reformas, el político priísta estableció: "Mi convocatoria no es a un solo partido político, es a todas las expresiones políticas que en respeto a lo su posición ideológica o partidaria espero tengamos el interés para celebrar los acuerdos y con su visión y posición pueda construirse una agenda que nos permita impulsar las reformas estructurales y las de cambio y transformación que el país necesita".
Agregó: "Creo que debemos aprender de este periodo de transición politica que el país ha experimentado donde lamentablemente por posiciones a veces radicales o de condición partidaria, hubo ausencias y falta de acuerdos, y lamentablemente quien pagó estos desacuerdos fue el país".
Se dijo entonces confiado de contar con una nueva actitud y posición de las fuerzas políticas, incluso desde la instalación del próximo Congreso, y eso "nos permita tener una posición constructiva, positiva y no obstrucción para los acuerdos que demanda la sociedad mexicana".
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