Amy Goodman
Se podría decir que cuando un senador habla durante horas en una sesión, estamos frente a un intento de obstrucción. El problema esta semana en el Senado de Estados Unidos es que fueron muy pocos los senadores que hablaron sobre el programa de asesinatos con aviones no tripulados.
La confirmación del polémico nombramiento realizado por el Presidente Barack Obama de John Brennan como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) fue postergada el miércoles por la tarde debido a la obstrucción del Senado. El motivo: el papel desempeñado por Brennan en los asesinatos programados con aviones no tripulados y el supuesto poder del Presidente Obama de matar a ciudadanos estadounidenses sin que medie el debido proceso, si plantean una “amenaza inminente”. El senador republicano por el estado de Kentucky y miembro del ‘Tea Party’ Rand Paul lideró la obstrucción del nombramiento de Brennan en el Senado, a la que se sumaron varios de sus colegas republicanos. Desde las filas demócratas, al momento de escribir esta columna, tan solo el senador Ron Wyden, de Oregon, se ha sumado a esta anticuada y legítima técnica del obstruccionismo, que consiste en postergar las actividades del Senado mediante el discurso de un senador.
Los miembros del Congreso, que están a cargo de supervisar los asuntos militares y de inteligencia, le solicitaron a la Casa Blanca, en reiteradas oportunidades, los documentos que detallan el fundamento legal del programa de aviones no tripulados, y en todas las oportunidades los documentos les fueron negados. El nombramiento de Brennan inició el debate y obligó al gobierno de Obama a realizar algunas concesiones formales. Las respuestas brindadas hasta el momento no satisfacen al senador Paul.
Cuando ya llevaba casi seis horas de discurso, el senador Paul reconoció: “Realmente no tengo la capacidad de impedir este nombramiento, ya estoy comenzando a cansarme y no sé por cuánto tiempo más podré seguir haciendo esto. De modo que, en definitiva, no podré impedir el nombramiento, pero puedo intentar llamar la atención sobre este tema y tratar de obtener una respuesta… Sería importante obtener una respuesta del presidente y creo que todos nos sentiríamos más tranquilos si él dijera explícitamente que en Estados Unidos no se asesinará a no combatientes con aviones no tripulados. El motivo por el que es necesaria una respuesta es porque nuestro programa de ataques con aviones no tripulados en el extranjero mata a personas que no son combatientes. Podrán alegar que están conspirando o que algún día podrán convertirse en combatientes, pero si vamos a aplicar el mismo criterio en Estados Unidos se trata de un país completamente diferente del que conozco”.
El problema de las ejecuciones extrajudiciales de ciudadanos estadounidenses, ya sea en Estados Unidos o en el extranjero, es, sin duda, un asunto muy importante. Pero también es importante el problema del asesinato, cada vez más frecuente, por parte del gobierno estadounidense de civiles en todo el mundo, ya sea mediante ataques con aviones no tripulados, redadas nocturnas realizadas por las fuerzas de operación especiales o a través de otros medios letales.
El discurso obstruccionista de Rand Paul siguió un camino bastante llamativo, que incluye referencias a “Alicia en el país de las maravillas” y citas al destacado abogado constitucionalista progresista y columnista de The Guardian Glenn Greenwald y al escritor Kevin Gosztala, autor del blog Firedoglake.
El Fiscal General de Estados Unidos, Eric Holder, envió una carta al senador Paul el 4 de marzo que decía lo siguiente: “Supongo que es posible imaginarse circunstancias extraordinarias en las cuales sería necesario y adecuado, en virtud de la Constitución y de las leyes en vigor de Estados Unidos, que el Presidente autorice a las fuerzas armadas a aplicar fuerza letal en territorio estadounidense”.
Holder aclaró que la pregunta de Paul era “totalmente hipotética”. De modo que Paul presentó en el Senado el caso real de dos ciudadanos estadounidenses que fueron asesinados en ataques con aviones no tripulados: Anwar al-Awlaki y su hijo, Adbulrahman. Anwar al-Awlaki murió en un ataque con avión no tripulado de Estados Unidos en Yemen el 30 de septiembre de 2011. Dos semanas más tarde, también en Yemen, su hijo de 16 años, Adbulrahman, nacido en Denver, murió en un ataque con avión no tripulado.
El senador Paul declaró: “Uno de los casos más conocidos de ciudadanos estadounidenses asesinados en el extranjero es el de al-Awlaki. Lo asesinaron con el argumento de que era simpatizante [del enemigo]. Creo que no hay duda de que era un simpatizante. Era un mal tipo que simpatizaba con el enemigo. Sin embargo, su hijo de 16 años fue asesinado dos semanas después en otro ataque con avión no tripulado y no tengo conocimiento de que estuviera en alguna lista de enemigos. Se niegan a brindar esta información. Creo que la respuesta del portavoz del presidente es reprobable. Realmente debería ser llamado a declarar. Es decir, creo que este tipo de respuesta poco seria demuestra la falta de consideración por los derechos individuales o de los estadounidenses. Como recordarán, el portavoz del presidente declaró: ‘Bueno, el chico debería haber elegido a un padre más responsable’. ¿Es ese el criterio que quisieran que su gobierno aplicara en Estados Unidos? Hay muchos delincuentes en nuestro país, hay mucha gente mala, pero si Ud. fuera el hijo de una mala persona, ¿sería ese motivo suficiente para que lo mataran?”
Mientras Paul obstruía el nombramiento de Brennan en el Senado, Will Fitzgibbon escribía desde la Oficina de Periodismo de Investigación en Londres: “El mes pasado lanzamos un nuevo proyecto relacionado con los aviones no tripulados denominado: ‘Ponerle nombre a los muertos’. La finalidad de este proyecto es identificar la mayor cantidad posible de las 2.500 víctimas de ataques estadounidenses con aviones no tripulados en Pakistán. Debido a que actualmente desconocemos la identidad de un 80% de los que fueron asesinados, creemos que es un paso crucial y necesario para librar un debate más transparente sobre los aviones no tripulados. …A raíz de la atención que recientemente se ha prestado a los ciudadanos estadounidenses que han muerto en ataques con aviones no tripulados, y como consecuencia del creciente debate sobre los aviones no tripulados, consideramos que sería un buen momento para recordar las historias personales de todas las víctimas de los ataques con aviones no tripulados, de las que conocemos y de las que no”.
Barack Obama y John Brennan supervisan los ataques con aviones no tripulados que están matando a miles de civiles y que no nos dan más seguridad, sino que, por el contrario, engendran el odio hacia Estados Unidos por parte de poblaciones enteras, como las de Yemen y Pakistán. La indignación del senador Paul ante el presunto derecho del presidente de matar a ciudadanos estadounidenses es completamente legítima, aunque también es vergonzoso y peligroso que el asesinato de miles de personas en todo el mundo no provoque la misma indignación.
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