miércoles, 21 de agosto de 2013

También Figueroa Alcocer debe ser llamado por el caso Chavarría: ACNR


CITLAL GILES SÁNCHEZ ( )

Chilpancingo, 20 de agosto. El dirigente de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), Arturo Miranda Ramírez, consideró que no sólo se debe mandar llamar al ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo por el asesinato de Armando Chavarría, sino también al ex gobernador priista Rubén Figueroa Alcocer, pues cualquiera pudo ordenar el crimen.

El ex guerrillero comentó que días antes de ser asesinado, Armando Chavarría “me dijo que estaba preocupado porque Zeferino le había quitado su seguridad porque el Congreso no le quiso aprobar su presupuesto”.

Arturo Miranda cuestionó que el Estado no tenga la capacidad de investigar la muerte de personas como el presidente de la Comisión de Gobierno del Poder Legislativo, asesinato que no ha sido aclarado en cuatro años.

“Esto da pie a muchas especulaciones: una, que se confirma que éste fue un crimen de Estado y, como tal, esté quien esté al frente del gobierno omiso, como el de Ángel Aguirre, estos crímenes no se van a esclarecer”, dijo.

Miranda Ramírez recordó el ambiente en el que fue asesinado el legislador: “estaba confrontado con el entonces gobernador, Zeferino Torreblanca, porque Chavarría pretendía que la voz del Congreso fuera libre e independiente, y esto afectaba a Zeferino, y ahí puede surgir una línea de investigación (…), da lugar a pensar que fue Zeferino Torreblanca quien lo mandó matar”.

Agregó que al no subordinarse ante “las ambiciones desmedidas” del entonces gobernador, “el único que le estorbaba era Chavarría”.

Mencionó que hay otras pistas que no se han investigado, pues Zeferino Torreblanca no era el único “incómodo” con el presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso, sino también el ex gobernador priísta Rubén Figueroa Alcocer.

“También lo era para el cacique mayor del PRI en Guerrero, porque él (Chavarría) estaba logrando la unificación más amplia para sacar un candidato, y se aproximaba la elección a gobernador, y el único que podría haber tenido la fuerza para competir con el PRI era Armando Chavarría”, comentó.

Agregó que tanto Rubén Figueroa como Zeferino Torreblanca “tenían motivos coincidentes para asesinarlo” y argumentó que, quitando a Chavarría, el PRD se quedaría sin candidato, y eso al único que favorecía era al PRI y por otra parte quitaba un obstáculo a las decisiones del mandatario.

Así, no sólo se debe llamar a comparecer a Zeferino Torreblanca, sino también al priísta Rubén Figueroa Alcocer.

Homenaje de Chilpancingo

Con apenas unas 50 personas y sin la presencia de líderes perredistas, el ayuntamiento conmemoró el cuarto aniversario luctuoso del presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local en la pasada Legislatura, Armando Chavarría Barrera.

En el homenaje en el parque que lleva el nombre del extinto diputado, su viuda, Martha Obeso Cázares, pidió mantener la exigencia de justicia y no dar lugar al olvido.

Al homenaje sólo asistieron las familias Chavarría Barrera y Chavarría Obeso, así como el alcalde Mario Moreno Arcos y algunos universitarios, no así líderes o diputados locales perredistas.

El acto, en el parque Armando Chavarría, apenas duró media hora y sólo tomaron la palabra la viuda, Martha Obeso, y el alcalde capitalino.

Obeso Cázares dijo que Chavarría Barrera fue un político con convicción; “él oficiaba la política como si fuera un ejercicio de amistad; incluso, con todos los actores políticos en el estado, y yo valoro mucho esa reciprocidad que tienen ustedes con la memoria de mi esposo”.

Dijo que han transcurrido mil 460 días del “brutal asesinato”, el cual “continúa impune”.

Manifestó que líderes sociales como Armando Chavarría se fraguan en la lucha social y popular, y recordó que fue un hombre que se forjó en las filas de la izquierda; “por eso no es de extrañar que se integrara en esa gigantesca ola cívica que dio origen al PRD”.

Obeso Cázares aseguró que Chavarría fue “un audaz transformador social que ofrendó su vida para lograr un estado de derecho pleno, donde la justicia sea una realidad plena para lograr que las leyes se apliquen parejo a los ricos, y no sólo a los pobres; donde la salud, educación y la vida digna no sean privilegio de unos cuantos, sino de todo el pueblo de Guerrero”.

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