miércoles, 20 de noviembre de 2013

El Fracking y el infierno


En concreto Laura Itzel Castillo
20 de Nov de 2013

Fracking es el término en inglés utilizado para referirse a la fracturación hidráulica para la extracción de gas shale o gas esquisto, que se encuentra en el subsuelo. La técnica utilizada consiste en taladrar verticalmente y posteriormente horizontalmente, inyectando a presión gran cantidad de agua, arena y cientos de productos químicos, altamente tóxicos, con el objeto de fracturar o disolver el material rocoso, para que el hidrocarburo sea extraído.

Como resultado de esta “tecnología de punta” ustedes se podrán imaginar el auténtico infierno que viven quienes habitan dichas regiones, al abrir las llaves del agua y recibir líquido con fuego. Esto, además de múltiples problemas de salud derivados de la extracción de combustibles fósiles, que realizan las grandes empresas petroleras trasnacionales.

La activista Deborah Rogers, ex analista financiera de Wall Street y actual directora de Energy Policy Forum, asegura que en la explotación de gas shale se logra una gran producción, solamente al principio, pues está demostrado que a los cuatro años se reduce a la mitad, mientras que la perforación de pozos se cuadruplica.

La reforma energética propuesta por el gobierno amenaza con implementar esta técnica devastadora para la explotación de dicho gas en nuestro territorio, con lo que se perforarían miles y miles de pozos.

La Alianza Mexicana Contra el Fracking, en donde participan los ambientalistas, plantea cinco demandas:

“1. México debe prohibir la extracción de hidrocarburos por técnicas de fractura hidráulica, tal como lo han hecho Francia y Bulgaria, con base en el principio precautorio.

“2. En la planeación e implementación de la política energética, las entidades públicas deben asegurar el respeto y garantía de los derechos humanos y, específicamente, los derechos de los pueblos indígenas y tribales.

“3. En materia de agua, el Estado debe garantizar el derecho humano al agua, como lo establece el artículo 4° constitucional.

“4. El Estado mexicano debe garantizar el derecho al medio ambiente sano, el cual es también reconocido por nuestra Constitución.

“5. La prohibición del gas de esquisto y el impulso de las energías renovables, que realmente representen una alternativa para la sostenibilidad energética del país y que aseguren el respeto de los derechos humanos y el cuidado del medio ambiente”.

Y tú, ¿quieres vivir en el infierno?

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