JENARO VILLAMIL
MÉXICO, D.F., 18 de diciembre (apro).- No terminaba de transmitirse en las principales cadenas de noticias mundiales el zapatazo volador del reportero iraquí Muntazer al Zaidi contra el presidente estadounidense George W. Bush, cuando en Youtube ya se habían registrado 1 millón 541 mil 433 visitas para consultar el incidente.
El ciberespacio volvió a ganarle a la pantalla televisiva, generando un verdadero tsunami de reacciones en favor del osado periodista de origen chiíta, al grado de convertir su gesto en un símbolo del final de los ocho años de bushismo.
El furor generado por el zapatazo es imparable. Un millonario saudita ofreció 10 millones de dólares por hacerse del calzado de Muntazer. Además, se produjo un videojuego con distintas versiones musicalizadas que proliferan en internet, en especial en el sitio www.sockandawe.com. Es un juego de palabras con la frase "shock and awe" (impactar y sobrecoger), que fueron los términos militares utilizados durante el ataque aéreo a Bagdad en 2003.
En menos de cuatro días, la detención del periodista ha generado una ola de protestas y de solidaridad que llevan el sello de una última condena al militarismo del gobierno de Bush.
En la red social de Facebook, más de 9 mil afiliados han expresado su solidaridad con el periodista detenido, reclamando no sólo su liberación, sino condenando al saliente mandatario. Y la organización pacifista Code Pink, uno de los grupos más críticos contra la invasión a Irak, organizó frente a la Casa Blanca una concentración para pedir la liberación de Muntazer.
El triunfo de Barak Obama en las elecciones del 4 de noviembre no fue suficiente para demostrar el repudio global al unilateralismo bélico del gobierno republicano de Bush. El zapatazo se ha convertido en un gesto simbólico que ha unificado a los países árabes, a las comunidades que han padecido la invasión -la mayoría, enfrascadas en una guerra civil sin cuartel-, y revivió las "células durmientes" de los movimientos antibélicos en Europa y en el mismo territorio norteamericano.
La reacción del gobierno títere de Irak ha resultado patética. Este 18 de diciembre, el vocero del primer ministro iraquí Nouri al Maliki difundió una supuesta carta de perdón del periodista detenido. Según la misiva, Muntazer califica como "horrible" su acto y apela al "perdón" para que lo liberen.
La versión fue desmentida de inmediato por el hermano del periodista, Udai al Zaidi. "Esta información es totalmente falsa. Es mentira. Muntazer es mi hermano. Le conozco muy bien, él no pide disculpas", afirmó Udai. "Si realmente es así, les puedo decir que fue bajo presión", agregó.
Las imágenes de tortura a ciudadanos afganos en la base militar de Guantánamo, así como de abusos sexuales y deshonras cometidas en la prisión iraquí de Abu Graib, se sumarán ahora al intento desesperado del gobierno de ocupación por maquillar un arrepentimiento que puede resultar todavía más contraproducente.
Si Bush aún tiene los reflejos que demostró para esquivar el golpe, lo mejor que puede hacer el futuro expresidente norteamericano es amarrarse las agujetas y pedirle una disculpa al mundo y en especial a los iraquíes, por una guerra que selló para siempre el derrumbe del sueño neoconservador.
Email: jenarovi@yahoo.com.mx
viernes, 19 de diciembre de 2008
Bush, el zapatazo del adiós
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