■ El ex secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz promueve a Juan José Suárez al cargo
Juan José Suárez Copel, durante su participación en el debate sobre la reforma energética que organizó el Senado en junio pasado Foto: José Carlo González
Juan José Suárez Copel, encargado de estructurar el mecanismo que inhabilitó y derrumbó el proceso para deslindar responsabilidades en el escándalo conocido como Pemexgate, ahora pretende ser consejero independiente en Petróleos Mexicanos (Pemex), bajo el auspicio de José Francisco Gil Díaz, denunciaron Juan Guerra Ochoa, diputado federal del Partido de la Revolución Democrática, y la asociación Transparencia Nacional.
La participación de Suárez Copel en el entramado legal que impidió castigar a los responsables del desvío de casi mil millones de pesos de las arcas del sindicato petrolero a la campaña presidencial del priísta Francisco Labastida Ochoa fue estratégica, advierte Gabriel Reyes Orona, ex procurador fiscal de la Federación.
Las anomalías se sucedieron en aquel proceso, impulsado por la propia empresa petrolera. Posteriormente Pemex implementó acciones para revocar su acusación: “Existe evidencia de que se contrató de manera multimillonaria a alguna firma, ubicada fuera de la ciudad de México, para elaborar y procesar la denuncia contra el sindicato y sus líderes. Hemos solicitando el monto total de pagos a esa empresa e informes sobre quiénes son sus accionistas y representantes, porque todo indica que se hizo un pago por 50 millones de pesos para la elaboración de una denuncia”, afirma el diputado Guerra.
En la paraestatal existe una oficina del abogado general que tiene un costo notable para las arcas de la empresa. Por tanto, “es increíble que el nivel de los abogados de Pemex no sea suficiente para preparar una denuncia de hechos. No sabemos de qué manera justificará el abogado general el pago de decenas de millones de pesos por la denuncia ni cómo ese abogado general, Néstor Martínez Reza, instrumentó e implementó un mecanismo para tirar la denuncia que se le encargó”, complementa Reyes Orona.
A la fecha, Transparencia Nacional ha solicitado informes sobre la mecánica estructurada por la Dirección Corporativa de Finanzas de Pemex, a cargo de Juan José Suárez Copel, y la oficina del abogado general, en manos de Néstor García Reza, para dejar sin interés jurídico ni elementos a la paraestatal en el proceso, que fue tan costoso.
“Tanto Suárez Copel como Néstor García impulsaron una denuncia y se tiraron a la lona. Instrumentaron un mecanismo para hacer que el quebranto se volviera tema comercial. Inventaron un mecanismo para pagarse. Si bien es cierto que lo hicieron con cargo a supuestos derechos del sindicato, también que se está pagando con el dinero que se reconoce al sindicato. Y dado que no hubo transparencia sobre los conceptos e importes, de los cuales el sindicato ha sido beneficiado discrecionalmente por la dirección corporativa de finanzas, tampoco es posible saber si realmente son cuotas sindicales o invenciones de Suárez Copel”, aduce Juan Guerra.
El legislador perredista advierte que Pemex rehúsa entregar información, porque el abogado general de la paraestatal depende de la dirección corporativa de administración, a cuyo frente se encuentra Octavio Aguilar Valenzuela. “Debe preguntarse a él cómo se seleccionó el despacho, que costó a Pemex decenas de millones de pesos, y cómo después el abogado general y la dirección corporativa de finanzas deciden tirar la denuncia que ellos presentaron.”
–¿Qué participación tuvo César Nava en todo esto?
–El abogado general de Pemex, cuando los contratos se celebraron, era César Nava. Él da inicio al procedimiento y después es sucedido por Néstor García Reza, quien pasó por el sistema bancario y de ahí llegó a Pemex Exploración y Producción. Después se hizo abogado general. Pero en combinación entre Rosendo Villarreal Dávila, sucesor de Aguilar Valenzuela, y Juan José Suárez Copel, él es la única persona que dio seguimiento a todo el proceso desde su inicio. Finalmente llegó Néstor García Reza a derrumbar todo el proceso para hacer la aclaración y la indagatoria respecto de los multimillonarios recursos que se destinaron al sindicato.
–¿Por qué no ocurrió nada con el Pemexgate?
–La única persona que tiene la respuesta es Juan José Suárez Copel.
–¿Quién es Suárez Copel? ¿A qué intereses responde?
–Es un economista egresado del ITAM. Forma parte de ese grupúsculo de Chicago y fue coordinador de asesores de Francisco Gil Díaz. Ese cargo le valió para desempeñarse en Pemex como director corporativo de finanzas. Y en su gestión han sucedido descalabros verdaderamente monstruosos. Uno de los más importantes es el de Repsol, la operación de venta simulada, en la que se ponen en manos de terceros, que no se ha querido identificar, las acciones que la paraestatal tenía de Repsol; fue hecha durante el tiempo de Juan José Suárez Copel.
“Es el personaje que guardó silencio por más de cinco años sobre los quebrantos en el Fideicomiso Laboral y de Vivienda y el Fondo Laboral y de Pensiones, porque el problema de las pensiones en Pemex es tanto o más grande que el del Instituto Mexicano del Seguro Social. También manejó con severos costos para el gobierno el llamado master trust, es decir, los fideicomisos que operan en el exterior y realizan emisiones multimillonarias.
“Es el alfil que Hacienda puso en Pemex y que generó una colisión financiera de la mayor gravedad, porque hizo crecer la deuda de una manera irracional y por otro lado aprobaba los excedentes petroleros.”
–Suárez Copel es el candidato de Gil Díaz para formar parte del consejo de administración de Pemex –se recordó a Juan Guerra.
–Ese personaje obedece a los intereses de Francisco Gil Díaz. Es público y conocido que el grupo de Chicago está empujando a Suárez Copel para que sea consejero independiente de Pemex. De independiente no tiene absolutamente nada.
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