jueves, 1 de enero de 2009

Cuentas del Cisen, al descubierto


El presidente de “la mano firme” no escatima el dinero para los “servicios de inteligencia y contrainteligencia del Estado mexicano”. A pesar de la opacidad con la que el Cisen ejerce los recursos públicos, el panismo en el poder incrementa en 400 por ciento su presupuesto. Sin aclarar: sobreejercicio de más de 500 millones de pesos; pagos por arrendamiento de “oficinas en el extranjero”; incrementos del ciento por ciento en pagos de la renta de “oficinas centrales” y de “despliegue territorial” y, entre otros, viáticos de directores del Centro por más de 400 mil pesos

Zósimo Camacho

En 2009, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), la oficina de inteligencia y contrainteligencia del Estado mexicano, erogará tan sólo en “servicios personales” 300 millones de pesos, más que todo el presupuesto asignado en 2008. Así, el órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación (Segob) gastará en sueldos y prestaciones de su personal 1 mil 589 millones 293 mil 945 pesos, según el “Análisis funcional programático económico” del Presupuesto de Egresos de la Federación 2009.

La cantidad representa el 65.15 por ciento del total de los recursos que recibirá la institución: 2 mil 439 millones 293 mil 945 pesos. Nunca antes la oficina encargada supuestamente de combatir las “amenazas” contra el Estado mexicano había recibido tal cantidad de dinero. Con el presupuesto asignado en 2009 culmina un vertiginoso incremento de recursos públicos entregados al Cisen que inició en el sexenio de Vicente Fox.

Las administraciones panistas que desmantelaron los cuerpos de espionaje del priismo resultaron más generosas con el Centro, en cuanto a dinero se refiere. De acuerdo con el documento “Comparativo del presupuesto asignado”, elaborado por el propio Cisen –que la revista Contralínea obtuvo a través de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental (LFTAIPG)–, en 1999 el Centro ejerció 665 millones 770 mil pesos en las postrimerías del sexenio de Ernesto Zedillo. Diez años después, el presupuesto del Cisen crece, de manera nominal, 375 por ciento, como ninguna otra dependencia en igual lapso de tiempo.

Además de los casi 1 mil 600 millones de pesos asignados a los “servicios personales” para 2009, el Centro destinará 746 millones 85 mil 601 pesos a “servicios generales”, y 103 millones 914 mil 399 pesos a “materiales y suministros”. En los rubros estaría contemplada la creación de la Escuela de Seguridad Nacional e Inteligencia que, de acuerdo con información de Jorge Torres publicada el 24 de noviembre pasado en el diario El Universal, comenzará a impartir cursos el próximo año.

Según fuentes ligadas a la vida interna del Centro, el incremento de recursos y la creación de la escuela son parte de un programa de reestructuración con el que Felipe Calderón disputará a los grupos priistas el control de la oficina de espionaje y estrategia de defensa de la seguridad nacional.

A este respecto, Guillermo Garduño Valero, especialista en fuerzas armadas y seguridad nacional, dice que aunque las administraciones panistas desmantelaron el Centro, no dejaron de otorgarle recursos. A decir del doctor en sociología e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, los estudios de mercado “que ahora hace el Cisen” resultan onerosos.

“El incremento de casi el ciento por ciento de recursos del Cisen obedece a que está en marcha una reestructuración de todo el sector de inteligencia. Fox y Calderón han mostrado una ignorancia supina en la materia y sus usos. Han creído que el problema básico de seguridad es la popularidad. Y entonces han colocado a mercadólogos en el Centro para hacer mediciones y buscar estrategias de popularidad y mercadotecnia.”

El catedrático, que ha sido conferenciante en el propio Cisen y en el Colegio de la Defensa Nacional, dice que el Centro ha sido desmantelado, pero no por falta de recursos, sino “por una cuestión de enfoque”.

Jorge Luis Sierra, especialista en seguridad nacional y fuerzas armadas, considera como “anormal” el incremento de casi el ciento por ciento de un año a otro en el presupuesto del Cisen. El egresado del Centro Hemisférico de Estudios de la Defensa, de la Universidad de la Defensa Nacional en Washington, y periodista del Houston Chronicle, coincide con Garduño en que está en marcha una reestructuración del órgano descentralizado de la Secretaría de Gobernación.

Sin embargo, dice que la sola asignación de recursos al Cisen no logrará remontar los problemas en materia de seguridad nacional que padece el país.

“El presupuesto de seguridad en su conjunto no ha sido discutido de manera integral. Cada agencia lo ha elaborado de manera separada. No hay una sola política que guíe hacia dónde enfilar más recursos, cómo canalizarlos y cómo fortalecer ciertas áreas.”

El investigador reconoce que los recursos destinados al Cisen podrían ser utilizados para acosar y reprimir movimientos sociales y disidentes políticos.

“Existe ese riesgo y es muy elevado porque no hay un sistema de rendición de cuentas de los organismos de seguridad. Y por lo tanto no hay mecanismos institucionales para impedir que la inteligencia sea aprovechada con fines políticos y de debilitamiento de los organismos sociales que están entablando luchas con demandas particulares en diferentes partes del país.”
Sobreejercicio

En respuesta a la solicitud de información 0410000026708, presentada por Contralínea ante el Cisen a través de la LFTAIPG, el órgano desconcentrado de la Segob entregó a la revista una copia del documento Centro de Investigación y Seguridad Nacional. Presupuesto, en el que se desglosan en seis rubros las erogaciones del Centro durante 2006, 2007 y 2008.

De la información oficial, se desprende no sólo que el Cisen ha sido beneficiado cada año con aumentos en su presupuesto, sino que, además, habría incurrido en sobreejercicio por 510 millones 198 mil 174 pesos, al menos durante 2006 y 2007.

Mientras que en 2006 le fueron asignados 1 mil 153 millones 113 mil 635 pesos, el Centro terminó gastando 1 mil 184 millones 880 mil 252 pesos, es decir, 31 millones 766 mil 617 más. Para 2007, la asignación de recursos al Cisen alcanzó la suma de 1 mil 114 millones 398 mil 723 pesos; pero el Centro erogó 1 mil 592 millones 830 mil 280 pesos. Así, el gasto no autorizado fue de 478 millones 431 mil 557 pesos.

En 2006, gastó en “bienes muebles e inmuebles” 49 millones 437 mil 421 pesos, a pesar de que en el presupuesto original no tenía autorizada ninguna erogación en dicho rubro. También sufragó 264 mil 978 pesos para “obras públicas”, sin contar tampoco con la autorización presupuestal. Asimismo, erogó 12 millones 869 mil 862 pesos de más, en “materiales y suministros”, y 7 millones 108 mil 685 pesos en “gastos de seguridad pública y nacional”.

En 2007, el Centro volvió a destinar recursos a “obras públicas” sin que éstas estuvieran consideradas en el presupuesto original. En esta ocasión, el monto fue de 1 millón 35 mil 286 pesos. El sobreejercicio, por rubro, más oneroso fue el de “bienes muebles e inmuebles” por 278 millones 997 mil 861 pesos. El Cisen también erogó 38 millones 754 mil 990 pesos de más en “servicios personales”.

Respecto de 2008, en el que le fueron asignados 1 mil 270 millones 486 pesos, el Cisen informa que, al 31 de julio, había ejercido 766 millones 524 mil 230 pesos. A esa fecha, el Centro había erogado 1 millón 21 mil 983 pesos en “obras públicas”, rubro que en el presupuesto original no había sido contemplado; además, había rebasado la cantidad asignada en “gastos de seguridad pública y nacional”: 5 millones 409 mil 604 pesos.
Cisen, oficinas en el extranjero

Una nueva solicitud de información de Contralínea (0410000026608) obliga al Cisen a abundar en la información sobre el ejercicio de recursos públicos. El órgano desconcentrado de la Segob informa que en los últimos seis años ha pagado 109 millones 880 mil 533 pesos por concepto de arrendamiento de “oficinas centrales” (ubicadas en Camino Real de Contreras 32, en la colonia La Concepción, delegación La Magdalena Contreras, Distrito Federal), “despliegue territorial” y “oficinas en el extranjero”.

De acuerdo con la copia del documento Relación de pago por concepto de arrendamiento 2003-2007 y presupuestado 2008, que entregó el Cisen a Contralínea, mientras que en 2003 erogó 13 millones 667 mil 824 pesos por la renta de todas sus oficinas, en 2008 habrá erogado, al menos, 26 millones 224 mil 825 pesos. Se trata de un incremento nominal de 99.66 por ciento. En total, durante los seis años, el Cisen pagó 109 millones 880 mil 533 pesos por el arrendamiento de todas sus oficinas.

El documento da cuenta de que el pago por la renta de las “oficinas centrales” se ha incrementado, de 2003 a 2008, en 589.15 por ciento. Como renta de las oficinas en Contreras, el Centro pagó 1 millón 853 mil 149 pesos en 2003; en 2004, erogó 2 millones 84 mil 403 pesos; en 2005, 2 millones 275 mil 896; para 2006, 4 millones 822 mil 84; para 2007, 3 millones 711 mil 89, y el presupuestado para 2008 se incrementó hasta los 10 millones 917 mil 856 pesos.

La oficina desconcentrada de la Segob también aumentó los pagos por arrendamiento de las oficinas que mantiene en cada uno de los estados de la república y que, de manera genérica, les llama “despliegue territorial”. En 2003 pagó 11 millones 641 mil 695 pesos; en 2004, 12 millones 809 mil 758; en 2005, 13 millones 781 mil 566; en 2006, 14 millones 766 mil 83; en 2007, 15 millones 272 mil 228, y para 2008 se presupuestaron 15 millones 306 mil 969 pesos.

El órgano de inteligencia y contrainteligencia informa que de 2003 a 2006 pagó la renta de “oficinas en el extranjero”. Sin precisar en qué países abrió oficinas, el Cisen da cuenta de que en 2003 pagó 172 mil 979 pesos por este concepto; en 2004, 239 mil 168; en 2005, 217 mil 327; y, en 2006, 8 mil 276 pesos. Supuestamente, durante 2007 y 2008, el Centro no habría erogado dinero alguno por renta de oficinas fuera del país.

El especialista Jorge Luis Sierra considera extraordinaria la renta de oficinas en el extranjero. “Se supone que los agregados del Cisen trabajan en las oficinas de los consulados y las embajadas. Claro que hay un despliegue de elementos del Cisen en diferentes consulados. Por ejemplo, sé que toda la franja fronteriza está saturada con personas que pertenecen o que pertenecieron a los cuerpos de inteligencia”.

De acuerdo con el análisis de Jorge Luis Sierra, las “oficinas” del Cisen en el extranjero podrían estar concentradas en Estados Unidos, Argentina, Venezuela, Colombia y Ecuador. El especialista considera que el objetivo sería investigar a células del narcotráfico, pero también tendrían como objetivo “averiguar cuántos mexicanos están involucrados en actividades guerrilleras en América Central y América del Sur”.

El investigador agrega que la apertura de oficinas del Cisen fuera de los consulados mexicanos muestra la intención de trabajar de manera más discreta; “y, para ello, se habría establecido ya una relación con el gobierno anfitrión que implicaría mecanismos de consulta entre ambos países. Se trata de un terreno completamente nuevo y complejo para el país y no sé hasta qué grado el gobierno mexicano tenga un debido control de todas esas operaciones. La apertura de oficinas en el extranjero es evidencia de una expansión de los servicios de inteligencia mexicanos”.
Medina Mora, el más gravoso

De acuerdo con copias de dos documentos titulados Relación de gastos ejercidos por concepto de viáticos nacionales e internacionales del director general –elaborados por la Unidad de Administración, Finanzas y Desarrollo Humano de la Subdirección de Recursos Financieros del Cisen–, desde enero de 2003 y hasta agosto de 2008 los directores respectivos del Centro habían gastado 416 mil 761 pesos en viáticos.

Según los documentos del Centro –entregados a Contralínea como respuesta a las solicitudes de información 0410000026908, 0410000027308 y 0410000027408–, el año más oneroso en este concepto fue 2005, cuando pagó 121 mil 177 pesos en pasajes, comidas y hospedajes sólo del director general. De enero a septiembre de ese año, el Cisen estuvo encabezado por Eduardo Tomás Medina-Mora Icaza, actual procurador General de la República, accionista de Televisa y Ocesa, y primo hermano del presidente y director general de Banamex –filial de Citigroup–, Manuel Medina-Mora.

Eduardo Medina-Mora, como director del Centro, gastó en viáticos, de 2003 a 2005, un total de 256 mil 874 pesos. En sus viajes “nacionales” erogó 13 mil 18 pesos, mientras que en los “internacionales” gastó 243 mil 856 pesos.

Por su parte, Jaime Domingo López Buitrón, quien estuvo al frente del Cisen desde finales de 2005 y a lo largo de 2006, gastó en viáticos 59 mil 862 pesos. De ellos, 14 mil 304 correspondieron a viajes “nacionales” y 45 mil 558 a “internacionales”.

El actual director del Cisen, Guillermo Valdés Castellanos –exdirector de la de la encuestadora Grupo de Economistas Asociados-Investigaciones Sociales Aplicadas, de la cual es propietario el director de Pemex Jesús Reyes Heroles González Garza– había gastado en viáticos, desde su designación en enero de 2007 y hasta agosto de 2008, un total de 100 mil 24 pesos. En sus salidas “nacionales” erogó 24 mil 645 y en sus “internacionales” 75 mil 379 pesos.

Mueren 25 agentes del Cisen en servicio

Durante los últimos ocho años, 25 agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) han perdido la vida en hechos relacionados con su trabajo.

Lo anterior se desprende de un documento elaborado por el propio Centro y entregado a Contralínea como respuesta a la solicitud de información 0410000026808.

La relación da cuenta de que desde que inició la administración de Felipe Calderón y hasta junio de este año habían muerto seis agentes del Cisen, mientras que a lo largo del foxismo habrían perdido la vida 15 elementos y cuatro más en el último año de Ernesto Zedillo.

De acuerdo con la tabla informativa, en marzo de 2000 fue muerto en Chihuahua un agente adscrito al Cisen. Un mes después perdieron la vida tres elementos más en el Distrito Federal.

Durante 2001 murieron otros tres: uno en agosto, en Quintana Roo; el segundo en septiembre, en el Distrito Federal, y el tercero en noviembre, en Veracruz.

A lo largo de 2002, perdieron la vida cinco personas adscritas al Cisen. En enero murió una en Morelos; en febrero murieron dos: una en el Distrito Federal y otra en Oaxaca; en julio murió una persona en Baja California, y una más en el Distrito Federal.

Para 2003, dos personas del Centro perdieron la vida. Una en febrero y la otra en abril en el Estado de México y en el Distrito Federal, respectivamente. En enero de 2004, murió otra persona en el Distrito Federal. En 2005, murieron dos personas más en el Distrito Federal: una en junio y la otra en octubre. En el último año del sexenio de Vicente Fox murieron dos más: una en abril, en Nuevo León, y la otra en junio, en San Luis Potosí.

Ya en el sexenio de Felipe Calderón, en octubre de 2007, murieron tres agentes: dos en el Distrito Federal y uno en Oaxaca. Hasta mediados de 2008 habían muerto tres personas más adscritas al Cisen. Una persona en el Distrito Federal, en febrero; otra en Guerrero, en abril, y una más en el Estado de México, en junio.

Así, la entidad donde mayor número de personas del Cisen han perdido la vida durante los últimos ocho años es el Distrito Federal (con 13); le siguen el Estado de México y Oaxaca (con dos, respectivamente). En los estados en que al menos ha perdido la vida un elemento del Cisen son: Chihuahua, Veracruz, Morelos, Baja California, Nuevo León, San Luis Potosí y Guerrero.

Para el especialista Jorge Luis Sierra, el hecho de que el Cisen haya entregado la información solicitada por Contralínea representa “una ventana que se abre en una institución que todo deseaba mantener como reservado”.

Con respecto al número de muertes, señala que en otros años no contemplados en la relación elaborada por el Cisen “han ocurrido muchas más muertes; más de los que nos pudiéramos imaginar. Pero ahora que el Cisen enfila sus objetivos contra la delincuencia organizada, seguramente morirán muchas más”.

Para el especialista Guillermo Garduño, el número de bajas del Cisen, aunque “lamentable”, es “normal” en un país como México. “Pero hasta me parece poco: la persona que sabe que entra a cuestiones de inteligencia, sabe cuándo entra; pero cuando sale, sale muerto. Lo anterior, por el tipo de información que maneja y por las consecuencias que el conocimiento de cierta información le acarrea”. (ZC)

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